-No, ¿qué significa? Si es algo bueno entonces sí, Te muero, pero si no, pues no.- ¡no me digas! Si sí pues sí y si no pues no.
-El Te muero es una escala, primero dices me gustas, me encantas, te quiero, te amo y luego sigue te muero. Es un “Me muero por ti” así me explicó YoungMin.-
-Es algo propio de ellos que no podemos usar. Como Jonghyun y sus apapachos al corazón y Key y sus amores flacos.- dijo Minho.
-Niel y Joe se dicen “i wanna love you all day, i wanna love you all night” pero de Onew hyung no sé nada.- seguramente también tengan algo propio de ellos dos.
-Tampoco sé mucho de ellos dos. Pero escuché a Jonghyun decir que su amor es como Batalla Naval, cada movimiento que hagan tiene que ser pensado, y de acertar tiene que seguir en la misma dirección, es como el jenga, pero a la inversa, quitas, quitas y si quitas mal, todo se va a la basura.- Onew hyung y Joon; batalla naval, espéralo. Jejeje, sí, no seré cineasta de grande.
-¿Y nosotros?- pregunté.
-Tenemos los aviones de papel.- si pero igual quiero mi palabra. –Dame un tiempo y se me ocurrirá algo como todos ellos.- asentí, porque me dijo igual “dame un tiempo y se me ocurrirá un apodo cariñoso” luego me llamó Muñeco. –Hablando de avioncitos de papel, ya me acordé de cuando pasó esto.-
-Ya te lo había dicho y gritaste junto con ChangMin “¡¿eras tú?!” jeje pero este es más intimo, más de nosotros dos.- deslicé mi dedo sobre su pecho hasta llegar al pezón más cercano, el derecho, y comencé a jugar con él. –Querías ligarme ¿verdad?- bromeé.
-Je, no, nada de eso, sólo que mi mamá también es mujer y me duele verlas llorar, por eso me acerqué a ti, para intentar que dejaras de hacerlo.- elevé mi mirada para verlo a los ojos.
-¿No era una chica bonita?- pregunté.
-Sí, ya te lo había dicho en el baile que hizo Key, como chica eres muy bonita pero te prefiero en pantalones.- reí porque recuerdo cuando abrí las puertas de golpeé y dije “boom baby” jeje, luego Jonghyun hyung recibió una cachetada por mirarme. –Muñeco, ¿puedes dejar de tocarme? Me estás excitando de nuevo.-
-No lo estoy haciendo con otra intención.- sonreí.
-Eres un chico hormonado.- ambos reímos por eso. –Primero en el inflable y ahora en tu cama.-
-Cuando vivamos juntos andaré desnudo por la casa, para estar listo en el lugar que quieras.- me acerqué a su oído. –Y a la hora que quieras.-
-Taemin.- canturreó como queriendo regañarme. –Tengo ganas de hacerte el amor.- bien, eso no lo esperaba. Creí que sería más difícil.
-Nadie te está deteniendo las manos.- susurré sonriendo. Él se apoyó en su codo derecho para tomar con su mano izquierda mi barbilla y dirigirme a sus labios. Nos volvimos a besar esta vez más lento, los chasquidos húmedos que ambos producíamos eran más rítmicos que los anteriores. Sus labios estaban esponjositos y ligeramente rotos.
Al finalizar ese beso me miró a los ojos, asentí nervioso.
Se sentó dejando que la cobija cayera, desnudándole la espalda, abrí lento mis piernas para que se hiciera paso entre ellas, creí que me penetraría pero contrario a eso, tomó mi cadera y me jaló hacia el borde de la cama. Él se bajó de la misma para jalar más mi cadera y dejarme al borde del colchón.
Se hincó frente a la cama y entre mis piernas, relamí mis labios por inercia, supongo. Sentí su lengua tocar mi falo que estaba medianamente erguido, delineaba el glande hasta me besaba.
Me tapé la boca con ambas manos al sentir ese vaivén en su boca, inconscientemente estiré uno de mis brazos para tocar su cabello, enredaba mis dedos entre sus mechones para sentir el vaivén, abrí un poco más mis piernas para no molestarlo porque sentí un cosquilleo rico cuando las puntas de su cabello rozaban con mis piernas.
Por el placer que Minho me estaba dando, no pude evitar girar los ojos pero al hacerlo me asusté, una luz roja está apuntándonos.
-Mi… Minho~- contraje mis piernas al sentir un succión en mi glande. –Ah~ más… no pares.-
End Pov’s Taemin
-¿Qué lees?- preguntó la Sra. Taeyeon recargada en el marco de la puerta de la oficina de su difunto esposo.
Taesung suspiró mientras se empujaba con sus pies haciendo que la silla con rueditas se alejara del escritorio, luego estiró sus brazos mientras bostezaba.
-¿Qué quieres que te diga, cuñada?- preguntó mirándola sin dejar de sonreír.
-Que te equivocaste, por ejemplo. Que siempre tuve razón. Que deberías de confiar más en los instintos maternos. Una disculpa también sería buena.- dijo entrando a la oficina, amarrando más su bata de baño que la protegía del frio. –Pero mientras lo haces dime qué lees.- se acercó al monitor de la computadora para posar su mirada en lo que su hijo estaba haciendo.
-Amor.- dijo girándose con todo y silla para regresar al monitor, dejando que Taeyeon se recargara en el respaldo de la misma. –Observa cómo está tu yerno.- puso su dedo en la imagen que dejaba ver a un Minho entre las piernas de Taemin, recargando su pecho contra el filo de la cama, su cabellera apenas y se movía.
-¿Qué tiene? Yo sólo veo que está haciendo…-
-No, no mires eso, mira su postura.- bien, aun era incomodo estar con su cuñada. –¿Ves sus manos?- TaeYeon afiló la mirada en búsqueda de las manos o los brazos de Minho.