-Si quiere puedo llevarla.- Minho me volteó a ver así que me levanté de la silla.
-Recuerda lo que hablamos en el departamento. Necesitas esto, puedo esperar una hora en el auto. Tú esperaste a que terminara la cena con Andy, esperaré una hora a que terminen de cenar.- se fueron caminando hasta estar a unas mesas de distancia de mí, ya no puede escuchar lo que hablaban solo miraba “ocasionalmente” a ver qué pasaba.
Mi celular vibró así que lo saqué, es un mensaje de Kai, lo abrí. “Cena con él <3 nosotros lo haremos en la otra mesa. Aprovecha ahora que sí está aquí para que todo sea perfecto, haz lo que me contaste cuando fuimos a caminar. Suerte” sentí ganas de llorar pero me contuve. Me apresuré a contestarle a Kai y luego Minho llegó.
-No creí verte aquí.- ni un “Hola Muñeco, ¿cómo estás?
-Es el restaurante de Donghyun, nos trajo a cenar. Pero olvida eso, ¿qué haces aquí?- subí mis brazos a la mesa para estar más cómodo al mismo tiempo interesado en su plática.
-Vine para recordarle a mi mamá lo del Campeonato.- fruncí el entrecejo porque le prestó más atención a la comida que a mí.
-¿Ocurre algo malo?- pregunté haciendo que dejara de cortar en trozo el filete, después de 5 sepulcrales segundos siguió partiéndolo.
-No.- se llevó el trozo que partió a la boca. –Nada.-
-Bueno.- dije dudando. –¿Cómo has estado?- nunca me había sentido tan raro hablando con él. Ya ni en las primeras conversaciones que tuvimos.
-Bien.- contestó.
-Siento que no querías verme.- dije nervioso, bajando mis brazos de la mesa para sentirme protegido.
-¿Y tú sí?- eso me atravesó el corazón. –Digo, suponías que estaba en Seúl.- si hice algo mal dímelo pero no me trates así, no hoy.
-Lo siento.- dije levantándome de la silla, intenté secar mis lágrimas sin que la otra gente se diera cuenta de eso. –Ya me voy.- susurré girándome.
Esperé que me tocara el hombro para detenerme, que su mano tomara la mía para evitar que me fuera, incluso que pronunciara mi nombre, ya no Muñeco, pero nunca pasó.
Mordí mi labio intentado reprimir el dolor mientras caminaba hacia mi mesa inicial.
-No espera, no te vayas.- aunque me sentí feliz, tardó un poco. –Lo siento, estoy irritado por el viaje.- pero no vino por mí.
-No es mi culpa.- de inmediato me reprimí, debí de decir “No, es mi culpa.”
-Solo siéntate y dime qué has hecho.- presioné mis manos pero al fin me giré para verlo. –No llores.- dijo cuando me senté de nuevo.
-Lo siento.- sorbí mi nariz para limpiarme los ojos.
-Te maquillaste.- me dio una servilleta, pero la negué. No es así como quería pasar el día de hoy, de menos no cuando lo vi aquí.
-¿Te molesta?- pregunté. Mi celular volvió a vibrar, era un mensaje de Niel. No lo quise abrir. –No sabía que tenía que pedirte permiso para maquillarme.- sequé mis ojos sin mancharme o estropear el delineado.
-No, claro que no tienes que pedirme permiso.- lo miré y después de dos segundos en los que ennudeció alcé una ceja. –No importa. ¿Qué has hecho aquí? Tu piel se ve más bronceada.- su tono de voz regresó a ser el mismo de Seúl.
-Fui con los chicos a la playa. No lo supiste porque tampoco te pedí permiso.-
-¿Quieres algo para cenar?- preguntó girándome el menú, pero no lo tomé. -¿Pido por ti?- seguí sin moverme ni emitir respuesta alguna. –Estoy cansado por el viaje. Tuve que venirme en el de la compañía de mi mamá junto con otras personas mayores, jugué póker por más de una hora. De verdad estoy cansado. Pero no mereces que te trate así, lo siento.- hizo una semi reverencia la cual acepté.
-Entiendo.- sonreí tomando el menú. –Allá iba a pedir este.- apunté con mi dedo la comida de nombre impronunciable. –Tengo tarjeta dorada, así que no me cobrarán. Es de la familia de Donghyun, tu tarjeta de miembro de Carta Magina también sirve aquí.- además tengo dinero suficiente como para pagar esta cena.
-No te preocupes por eso.- dijo sonriendo. –Cenemos que solo me dio una hora.- paró a un mesero para pedirle mi comida, después esperó a que me la trajera pero en esos momentos estuvimos hablando amenamente, parece que sí estaba irritado por el viaje.
-Ibas a bañar a mi mamá, si no te reconozco quién sabe qué cosas hubieran pasado.- partió un poco de su postre, cruzó la mesa su mano con el tenedor para dármelo en la boca.
Incluso pidió que el postre no lo prepararan con azúcar, yo le dije al mesero que usara sacarina, como en casa de Donghyun. Así que no hay problema.
-¿Cómo crees?- dije pasándome el delicioso trozo que me dio. –Sabía que era ella, venía a tronar copas nada más.- podría decirle que el motivo del cual quería tronar copas es que hoy cumplimos el primer año como pareja. Pero decírselo podría estropear algunas cositas que ya planeé.
-Menos mal no lanzaste un tenedor o algo.- rió cortando en otro trozo pero esta vez para él. –Me alegro de que te estés divirtiendo aquí. Nos sabía que te encontraría, quería que fuera sorpresa por eso no te lo dije.- entonces puede de que sí recuerde nuestro aniversario.
-¿De verdad?- pregunté ahora cortando de mi pay de limón para darle un poco, solo que tuvo que levantarse de la silla para alcanzarme. Mis brazos no son tan largos como los de él.
-Sí, esperaba tener suerte para encontrarte, parece que el destino sí quiso encontrarnos.- el destino, el señor, la fuerza yo los digo nuestros papás.