La boca de Taemin comenzó a segregar saliva de la excitación, ¿un nuevo juego sexual? Estaba ansioso porque las ideas de Minho siempre habían sido buenas y se sentían deliciosas.
-Ajahh~- gimoteó ansioso.
-Listo, sólo lo tendrás un tiempo.- la idea de poner la bolsa a un costado de la cara de Taemin es para que observara las cosas que había comprado y cómo las usaría, y con los ojos cubiertos no podría hacerlo.
De nuevo las manos de Minho pasaron por su pecho, sus rodillas volvían estar a los costados de la cadera de Taemin, por lo que era más fácil moverse para disfrutarlo. La camisa del menor era de bonotes, la razón uno por lo que atarlo con las manos sobre su cabeza fue buena idea.
Desabrochó cada botón lentamente, Taemin se removía en busca de más contacto, le estaba gustando esa idea, se imaginaba a Minho sonriendo con sensualidad mientras los desabotonaba, haciéndolo lento y alternando entre el botón y su piel. Porque sentía sus yemas rozarlo.
Finalmente con la camisa desabrochada la levantó para sacarla de su espalda, dejándola hasta sus muñecas, pero la musculosa que Taemin usaba seguía siendo el problema. Recordó una ocasión en la que Key le mencionó que las usaba solo para fastidiarlo. Pues bien, esa noche se tomaría la molestia de cobrarse cada una de las que le había hecho antes, incluyendo claro, el supuesto faje con Nicky.
Tomó el final de la musculosa de Taemin para alzarla y que su pecho quedara descubierto, Minho suspiró ante la vista, tener a Minnie bajo su cuerpo, inmovilizado de las manos y con los ojos vendados, jadeando cada que lo tocaba, sus labios ligeramente separados al mismo tiempo que sus pezones se erguían en el viento.
Relamió los suyos para empezar a inclinarse hasta que su aliento chocó contra la piel de Taemin, comenzó a besar su pecho deslizando sus manos por sus costados, le encantaba lo que hacia.
Hace meses que no podía disfrutar de la piel ajena.
Sus besos fueron haciendo un camino hasta llegar a uno de sus pezones, en donde ambos temblaron al tacto, Taemin jadeó e intentó mover sus manos pero solo consiguió girar sus muñecas y aferrarse más a la corbata mientras su espalda se curveaba por ese toque.
Los labios de Minho había empezado a besar su pezón derecho, se cerraban lento para abrirse con esa misma velocidad, su lengua comenzó a acariciarlo, presionaba el pezón erguido sacándole jadeos al pequeño, succionó de nueva cuenta pero sin llegar a dejar marca, se divertía estimulándolo porque le encantaba hacerlo.
-N-no tengo… leche.- susurró Taemin entre suspiros, Minho había estado succionado tanto su piel que llegó a pensar que quería sacarle un poco, consiguió como respuesta una risita leve y el aliento de Minho chocando contra su piel húmeda.
-No aquí.- dijo Minho irguiéndose de nuevo sobre la pelvis de Taemin. Colocó sus manos sobre el pecho del menor para comenzar a estimularlos con ellas, sus dedos aprensaban esos tostados pezones, los jalaba y apachurraba, comenzaba a friccionarlos con sus yemas hasta que terminó por pellizcarlo.
-Ah~ Mi-Minho…- el nombrado se mordió el labio inferior para seguir desfrutando del cuerpo del menor. Soltó ambas terminales nerviosas mirándolas teñirse de un tono carmín. Relamió sus labios hasta que depositó un beso en cada uno de ellos. –Ya no, ya no recuerdo tu cara.- ¡necesitaba verlo! La imaginación era buena pero era mucho mejor la realidad.
Quería ver a Minho haciéndoselo.
Pero eso le jugó doble al alto, ¿y si realmente no recordaba su cara? O mejor aún, ¿si se había estado imaginando la cara de Nicky? Llevó rápidamente su mano hasta el rostro de Taemin, en donde retiró el antifaz.
Al descubrirle los ojos notó que sus mejillas estaban ligeramente rositas, sus ojos se abrieron poco a poco dejando ver su reflejo en ellos, notó su expresión preocupada. La sonrisa de Taemin se ensanchó haciendo que también sus orbes sonrieran.
-Te recordaba con el cabello largo.- susurró Taemin. Minho suspiró internamente aliviado, menos mal solo recordaba otra imagen de él y no a otra persona. –Así podía enredar mis dedos en tu cabello cuando me lo hacías.-
-También puedes rasguñar mi espalda.- contestó con picardía mientras se inclinaba para besar de nueva cuenta sus labios. Se sentían calientes y suaves, ya no resecos como en la playa, quizás sí es por la falta de uso que se parten.
-Con las manos atadas, seguro lo haré.- se quejó sacándole una risilla más a Minho.
-Por el momento no necesitas tus manos.- dijo irguiéndose, llevando las suyas hasta el cinturón de su pantalón, el cual desató, notó lo largo que era este y pensó en cómo usarlo, después de idearlo lo dejó a un costado del rostro de Taemin, cerca de la bolsa.
-¿Seguro?- preguntó curioso. –Porque podría…-
-Esas “manos de ángel” me han traído problemas últimamente.- dijo Minho adquiriendo un toque de seriedad. –Y por eso.-
-Castígame Oppa.- lo dijo, Minho sonrió recordando ya sus anteriores castigos.
-Eso es lo que pienso.- contestó desabrochando el pantalón de Taemin para empezar a deslizarlo por sus piernas, levantándose en el acto, hasta sacarlos por los tobillos, finalmente los bóxer, unos pequeños y negros. –Dos palabras.- dijo Minho volviendo a subirse a la pelvis de Taemin, de esta manera tenía cierto control sobre las piernas del mismo y acceso a la bolsa.
-¿Niño malo?- preguntó Taemin sonriendo con picardía.
-Balas vibradoras.- corrigió Minho metiendo su mano a la bolsa, de la cual sacó dichas balas, era un par conectadas por un pequeño cablecito blanco. El cuerpo de Taemin presentó un escalofrió. Había visto videos junto con KwangMin o Jonghyun en donde las usaban. Recordaba los gemidos de las chicas y chicos, ¿así serían los suyos?