-Tengo una idea.- susurró caminando hacia la bolsa a un lado del rostro de Taemin, en donde fijó sus pupilas para saber qué cosa sacaría de ahí, una jeringa muy grande de vidrio. Seguido de un frasco con líquido trasparente.
Minho se giró para que el pequeño no mirara el contenido del frasco, este lo vertió dentro de la jeringa hasta dejarla lista para su uso, la misma no tenía aguja, sino era para el goce de las parejas que gustaban de los enemas. Caminó hacia el final de la cama en donde las piernas de Taemin seguían flexionadas, formando una M.
El alto pasó saliva ansioso, la entrada pequeña de Taemin ya no lo era más, pero presentaba tensiones eventuales, mismas que aumentaron cuando colocó de nuevo sus dedos, solo para disfrutar de esa textura que ahora pensaba, le encantaba.
-Aquí va.- susurró situando la punta de la jeringa en su entrada, penetrándolo de a poco. El entrecejo de Taemin se frunció un poco, era pequeña en comparación al dildo anterior.
-Mmph…- susurró por el liquido frio estaba haciéndose paso en su interior, pronto ese frio ya no lo era más, sino pasaba a ser una sensación caliente, tanto que sus mejillas se tiñeron de rojo y sus pupilas se dilataron. Movió su cadera para buscar más contacto con el líquido.
Entreabrió los ojos cuando escuchó la bolsa moverse, dirigió sus pupilas para ver la mano de Minho llevándose un dildo más, pero este especial o único para el ano, tenía forma de pera y una base plana.
-Aprieta lo más que puedas, no quiero que dejes escapar ni un poco.- susurró autoritario, consiguiendo afirmación efusiva de parte de Taemin. Al retirar la boca de la jeringa la entrada de Taemin se contrajo justo como le ordenó, el anillo muscular estaba haciendo presión, tanto que se marcaba las grietas nuevamente.
Minho sonrió mientras el dildo con forma de pera, era situado ahí, presionó un poco haciendo que Taemin ordenara a su cerebro dilatarse de nuevo, pero recién lo conseguía escurría ese liquido por lo que volvió a aferrarse. “Sera entretenido” pensó Minho tomando el pene de Taemin para comenzar a masturbarlo con calma.
¡Lo había tenido descuidado!
Lentamente su mano recorría todo el tronco del mismo, intentaba que fueran caricias simples y tranquilizadoras, haciendo que relajara su cuerpo permitiendo el acceso de la pera en el cuerpo del menor, esta entró por el lubricante hasta donde debería, chocando su base plana contra sus pompis.
-Ahhh~- gimió Taemin al sentirla en su totalidad. –Se, se siente raro.- articuló disfrutando de esas sensaciones.
-Mereces un premio.- contestó el alto haciéndose lugar entre las piernas de Taemin, tomando su erguido miembro que ya disfrutaba con caricias para soplar sobre su glande.
-Oh~ Mi, Minho~- sacudió su cabeza para pensar con claridad, eso que había recibido le gustó. Esto lo captó el nombrado repitiendo la acción, posteriormente lamió el glande degustando de el sabor dulce que siempre había tenido su pareja.
Pasó la lengua delineando la circuncisión del mismo, ¿morderlo? Pues ahora era el momento, situó sus dientes justo como él lo había sentido minutos antes y presionó levemente.
-No~ ah mmm~- contrajo sus piernas apretando a Minho, era lo único que podía hacer después de todo seguía atado. Para sanar esa mordida repartió lengüetazos por toda la extensión del falo, algunas venitas recién se le estaban queriendo marcar, algo que le era tierno.
Su lengua pasó por todos lados de su pene, hasta que lo metió por completo en su boca, apresándolo con los labios, imponiendo un vaivén lento que él también disfrutara. Uno en el que el miembro contrario llegara lo más profundo de su boca, gimió haciendo que las vibraciones de su paladar chocaran contra el glande y esto le produjera más placer.
Ese vaivén lento desesperaba a Taemin, quien comenzó a mover su cadera para intensificar las sensaciones, pero la mano de Minho se impuso sobre su cuerpo, haciendo que parara. ¡Vamos! Seguramente esa frustración que el menor sentía era similar a las suyas cuando le tocaba la derecha en el baño.
-¿Duele?- susurró Minho sacando el miembro del Muñeco de su boca.
-Mucho.- contestó con los ojos entrecerrados, intentando sentir más. Una sonrisa de superioridad surcó brevemente los labios de Minho, eso era lo que había estado buscando.
Reanudó el vaivén son su boca sobre el cuerpo del menor, provocándole más gemidos que no eran contenidos ni por broma, algo que empezaba a fastidiar a los vecinos de cuarto.
-Le doy 100 won a quien vaya a imponer orden en la habitación de Taemin.- dijo Niel mirando el techo, sus ojos estaban abiertos pero hinchados, debería de estar durmiendo no escuchando los gemidos de su amigo.
-Shhh.- susurró Kai en otra de las camas que habían en la misma habitación. –Se puede despertar KwangMin.- le regañó, intentando no moverse para que la cama no lo hiciera y mantener dormidos al resto.
-Estoy despierto.- contestó suspirando, también tenía algunos minutos despierto y no podía conciliar el sueño con esos ruidos.
-KwangMin te doy 100 won si vas a callarlos.- repitió Niel la oferta inicial, el nombrado solo se giró para ver el techo.
-Déjenlo.- contestó Kai. –Taemin me dijo que ya tiene algo de tiempo sin tener ese tipo de contacto, no lo fastidien. Y tampoco hagan ruido.-
-¿Y nosotros qué culpa tenemos?- preguntó Niel intentando volver a conciliar el sueño.
-Sólo vuelve a dormir.- susurró Kai girándose para cubrirse más con la cobija.
-Si Jeongmin se despierta querrá…-
-Sólo tengo un par de audífonos.- contestó Kai, segundos después de que lo despertara Taemin buscó a prisa sus audífonos y el celular de Jeongmin, se los colocó y abrió su reproductor de música, además de ponérselos en un volumen cómodo, se aseguró de cobijarlo bien para que no despertara por nada del mundo. –Lo siento chicos, la siguiente cargaré con más.- sonrió cerrando los ojos para volver a dormir.