De regreso a la habitación en de Kai, en donde Taemin ya era desatado de las manos, sus muñecas estaban rojizas pero no le importaba en absoluto. Pese a que fue doloroso esa idea de Minho le gustó, quizás en el futuro la volvería a practicar pero con algo más suave que la tela de la corbata.
-Perdón por las heridas.- susurró Minho besando el dorso de la mano de Taemin, sacándole una sonrisa.
-No te preocupes.- sonrió Taemin poniendo su mano bajo la barbilla de Minho para atraerlo hacia sus labios, así consiguió besarlo. En un beso tierno y calmado que terminó en una sonrisa más.
Entre esos nuevos besos lo recostó en la cama en alguna parte que no estuviera húmeda por el lubricante usado, esta vez dejaría que Taemin llevara el control, lo dejó posarse sobre su pelvis para empezar a desnudarlo, después de todo Minho aun conservaba toda su ropa.
Desabrochó lentamente el pantalón para tirar de él hasta sus rodillas, al igual que su bóxer húmedo por el presemen que había estado segregando. Relamió sus labios; tenía ganas de darle una pequeña dosis de sexo oral, pero estaba desesperado por sentirlo dentro.
Volvió a montarse sobre su pelvis, dirigiendo su miembro hacia su ya dilatada entrada, Minho le mostró sus manos para que el menor las tomara y entrelazar sus dedos. Ambos presionaron cuando Taemin comenzó a descender, su interior seguía siendo caliente como la recordaba.
Ambos sonrieron.
Comenzó un lento vaivén, este era cómodo para ambos por la dilatación previa. Taemin ahora se divertía por ambas partes, desde hace muchos meses que no disfrutaba de esas sensaciones, había sentido que su relación se deterioraba por la falta de intimidad, pero ahora que lo tenían de nuevo se sentía completo.
Le encantaba como Minho presionaba sus manos en las suyas, quizás más que la sensación de él entrando en su cuerpo. Lo amaba y se lo estaba demostrando.
Los gemidos volvían a llenar la habitación, esta vez también de Minho. Eso le indicaba a Taemin que estaba por finalizar, siempre cuando Minho se soltaba a gemir indicaba el fin. Sonrió aun más feliz sin detener sus sentones sobre su cuerpo.
El alto flexionó sus rodillas para que Taemin se pudiera recargar sobre ellas y no estar tan incómodo. Esto lo hizo disfrutando un poco más de esas atenciones que le tenía. Cerró sus ojos entregándose por completo. Rozó su próstata arqueando su espalda al mismo tiempo que mordía su labio inferior para no gemir más.
La familia de Donghyun es familia de músicos, los grandes músicos que son hoy en día se formaban ensayando diario. Las paredes de su casa eran herméticas y no permitían salir los sonidos, eso lo relajó porque había estado gimiendo los últimos minutos.
-Oh no.- susurró al recordar que esa casa de paredes herméticas es la de Seúl. –Ah~- volvió a emitir un gemido más al rozar de nueva cuenta su próstata.
Sintió la mano de Minho sobre su mejilla haciendo que abriera sus ojos para mirarlo.
-Te amo.- susurró dándole gracia a Taemin, los labios de Minho eran gruesos, como dos gomitas. –Te amo.- repitió encerrado en su atmosfera de amor.
-Yo también.- contestó presionando con el glande contrario su próstata. –Ahhh~- un último gemido de su parte para cerrar ese encuentro, sintiendo todo el semen de Minho inundar su interior, al mismo tiempo sintió su pene ser abrazado por las carnes de Taemin.
Después del orgasmo se recargó sobre las rodillas de Minho, estaba cansado. Este lo dejó descansar unos segundos, posteriormente se sentó para abrazarlo y como siempre, cambiar el juego de sábanas por unas limpias.
Con Taemin en sus brazos quitó las que habían usado para dejarlas en el suelo, encontró nuevas y limpias en la cama que estaba en la misma habitación así que esas las tomó para ponérselas en la cama que usaron. Luego colocó a Taemin nuevamente para acostarse a su lado.
-Estoy cansado.- susurró Taemin con un hilo de voz abrazando a Minho. Este le correspondió en uno posesivo. La cabeza de Taemin quedó a la altura de la clavícula de Minho, en donde aspiró todo su aroma.
-Yo también.- contestó de la misma manera. –Hay algo más que quiero decirte.- beso su cabello pero la respiración tranquila de Taemin le confirmó que se había dormido.
Sonrió cansado, después de todo lo que le hizo era normal que lo estuviera, lo dejaría dormir hasta que ese abrazo se rompiera y terminara en el suelo producto de las patadas que daba cuando el menor dormía.
Miró por la ventana y recordó su conversación con Nicky en el barco.
El abrazo que tenía con el menor se intensificó. Si fumara, sería un buen momento para encender un cigarrillo y con el efecto dramático expulsar el humo. Sonrió por esa tontería, ¿fumar?
Si fumaba su capacidad pulmonar se reduciría, lo que lo dejaría en desventaja para la práctica de algún deporte. Eso le recordaba el campeonato y la porrista que lo tacleó hace años. Esa persona que ahora dormía entre sus brazos.
“El Campeonato”. Miró el reloj de mesa con sus números rojos que marcaban poco más de las 3am. Su barco salía a la hora indicada, tenía menos de 5 horas para dormir e ir hacia el muelle para zarpar de regreso a Seúl.