-Sí hoy quiero subir el nivel, dicen que mañana no me moveré por eso tengo curiosidad.- pasé saliva nervioso, ¿cómo puede estar tranquila después de decir eso? –¿Vienen solos?-
-Jonghyun está en crossfit.- le contesté apuntado a su sección, en donde lo vi calentando en algunas de las maquinas. –¿Tú vienes sola?-
-No, Henry y yo vinimos a Tapout, Luna se quedó en Zumba.- ¿debería de ir con ella? El silbatazo del entrenador me sacó de mis pensamientos.
-Acomódense todos en…- bla bla bla, me toca quedarme aquí, ladeé mi sonrisa frustrado mientras me acomodaba como dijo el entrenador, un corpulento señor con el pecho totalmente marcado que para mi gusto, llega a ser asqueroso. Me acomodé al final o en el fondo del lugar, no quiero que me vean desfallecer.
Enfrente de mí quedaba Minho y ChangMin no sé si sea buena suerte o no, pero a mi lado está Amber y delante suyo Henry. Suspiré mientras comenzábamos a calentar, já, esto es sencillo.
Nos pedía hacer rutinas cortas de estiramiento las cuales dominaba a la perfección, me sentí cómodo haciéndolas hasta que dijo que la siguiente serie la tendríamos que hacer todos, tirarnos al piso, hacer tres lagartijas, saltar y aplaudir sobre nuestra cabezas tres sentadillas más y eso sólo es el inicio.
Tragué saliva asustado, pero vi a los chicos hacerlo sin objetar así que lo intenté.
…
-¡Ahhh!- grité intentado sostenerme con mis brazos sobre el suelo a la altura de mi pecho, usando de base solo tres dedos de cada mano y las puntas de mis tenis.
-¡Mantente Kibum!- presioné los ojos al silbatazo del entrenador, ahora me dicen que es un ex militar.
-¡No puedo!- grité mirando las gotas de sudor caer por mi nariz.
-3, 2, 1, ¡cambio!- iba a dejarme caer y disfrutar de la paz pero tuve que levantarme y hacer esas 30 sentadillas que ordenó. ¡Mis piernas queman! Tomé una fuerte bocanada de aire para empezar a hacerlas, miré enfrente y el militar estaba gritándole a ChangMin.
-¡Qué sucede contigo Max!- es divertido cuando no es mi nombre el que grita.
-Están, moliendo a… ChangMin.- me susurró Amber entre hipeos, así que la miré asintiendo. Le toca hacer la serie de 30 sentadillas, 40 lagartijas, 30 saltos con aplausos sobre la cabeza y un par de abdominales más. Es lo mismo que Amber y yo estábamos haciendo, de hecho todos hacemos lo mismo pero él está enfrente.
-Él quiso, venir.- ya no siento mis piernas. Si al inicio me quemaban ahora no las siento y no sé si eso sea bueno o no.
-¡Liu! ¡Deja de hablar y muévete más!- eso me asustó pero me dio un pre infarto cuando el militar caminó hacia los dos. Presioné los ojos y sentí como algunas gotas de sudor entraban a mis ojos. Me detuve para tallármelos o secarlos. –¡Kibum! ¡Muévete o te haré sentir lo que tu mamá cuando te trajo al mundo!-
-¡Si señor!- grité volviendo a hacer mi rutina. Los entrenadores y su estupendo sentido del humor. –Estoy sudando.- susurré porque el sudor seguía metiéndose a mis ojos.
-¡¿Está sonriendo?!- me gritó el militar.
-¡Porque estoy sudando!- le contesté incrementando la velocidad de mis saltos, mi ropa ya no se despegaba de mi cuerpo de lo mojada que está.
-Ese es el ánimo, Kibum.- me sonrió y se le correspondí con otra pero sarcástica. De fondo vi a Minho tirando en el suelo, con los brazos abiertos y respirando agitadamente. El militar también lo vio. –¡Choi!- sonreí divertido y paré un segundo para secar mis ojos.
Minho hizo un ademan con su mano similar al “cállate” de Nana aun en el suelo. Cuando el militar caminó volví a hacer mis ejercicios, él llegó con Minho y lo miró.
-Choi, no me pagas para verte descansar.- ese ademán se repitió. –Si ya es todo lo que puedes ofrecerme ¡sal del gimnasio!- Oh My God! ¿Aguanté más que Minho? ¡Aguante más que Minho! Esto merece un pastel.
-¿Crees que salga?- me preguntó Amber sentada en el suelo recargada con la pared con sus piernas flexionadas y sus brazos sobre las rodillas. Sin duda está cansada. Se secó el sudor de la frente y empezó a echarse aire con su playera holgada, dejando ver el top que llevaba debajo.
-No lo sé.- si ese es el límite de Minho debería de parar, mañana es el campeonato y no creo que lo quiera perder por lesión.
-No voy a perder mi tiempo contigo.- dijo el militar girándose por lo que Amber y yo fingimos estar haciendo las abdominales.
-Ya terminé… la rutina.- escuché a Minho además de verlo pararse. Pero también vi a Jonghyun entrar a la zona en la que nos torturan, ya tenía su toalla en los hombros signo de que terminó su hora de crossfit.
-Entonces salga a correr, es todo por hoy.- lo vi hacer el mismo ademán y salir mientras se secaba el sudor con su toalla.
-¿Qué le ocurre?- susurró Amber mirándome. A decir verdad sí lo he notado un poco más molesto de lo normal. Quizás porque me desaparecí el fin de semana, cuando me fui a Japón sin decirle nada también estuvo molesto pero no tanto como estos días.
-Supongo que es la presión.- contesté mirándolo correr por la cancha que también es parte del terreno de aquí.
-Está estresado.- escuché la voz de Jonghyun a mi lado. –Es por la graduación y el campeonato.- empezó a hacer también abdominales como Amber y yo las estábamos haciendo.
-Ojala tengas razón.- susurré.