Capitulo 1. Noticias, buenas o malas?
En una enorme hacienda un pelinegro se encontraba más que nervioso, ya hacía más de dos meses que su amigo y protegido escapó y no había rastro de él, se encontraba tan metido en sus pensamientos que no escucho cuando uno de sus subordinados había entrado al enorme estudio.
- Miyagi-sama lo hemos encontrado- anunció el hombre interrumpiendo los pensamientos del hombre
- Donde se encuentra?- pregunto con seriedad el ojinegro
- En una cabaña, el pueblo está a una semana de aquí- informo el hombre con seriedad
- Bien tráiganlo!- ordeno el jefe con voz firme y seguridad
- Miyagi-sama no quiero llevarle la contra pero usted sabe que el joven Nowaki obedecerá a nadie que no sea usted- dijo con voz preocupada pero a la vez decidida
- Tienes razón preparen el carruaje yo iré por el- pidió con voz más suave el pelinegro
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Dos meses habían pasado desde que el joven de ojos azules encontró a ese hermoso ángel y a quien tanto amaba día a día, las mañanas eran cálidas y bien recibidas a menos claro que durante toda la lluvia hubiese llegado mojando hasta el interior de la cabaña debido a las filtraciones.
- Vamos Nowaki, es hora de desayunar- llamo por tercera vez el ojimiel al ojiazul
- No quiero, mmm, no dormí bien durante la noche, quiero dormir- pedía cual niño consentido el peliazul
- Lamento que haya entrado el agua pero es algo que pasa cada vez que llueve, ahora anda arriba que tienes que ayudarme con las flores- pidió con voz más firme y decidida el castaño
- Está bien, que hay para comer?- pregunto Nowaki mientras salía de la cama
- Arroz con pescado- informo el castaño tranquilamente
- Mmm que rico- dijo sin ánimo alguno el ojiazul al pensar en que habían comido lo mismo el día anterior y el anterior a este y el, en fin toda la semana.
- Por cierto recuerda que Misaki vendrá hoy a ayudarnos- dijo Hiroki mientras colocaba la comida en la mesa
- Cierto, por cierto Hiro-san porque es que lo proteges tanto?- pregunto curioso el peliazul y no es que sintiera celos, el conocía a ese chico de ojos verdes pero le sorprendía lo sobreprotector que podía ser el ojimiel con ese chico
- Misaki y yo nos conocemos desde niños, el perdió a sus padres cuando era muy joven y desde entonces ha vivido solo pues su hermano se marcho sin decirle nada- comenzó a explicar el mayor- pero lo más importante es que muchas personas, hombres principalmente, quieren aprovecharse de él debido a su situación
- A qué situación te refieres Hiro-san?- pregunto curioso el menor
- Nowaki sabes lo que es un doncel?- pregunto con timidez el ojimiel
- Sí, porque la pregunta?- cuestiono curioso el menor
- Pues Misaki es uno de ellos y no solo el…- prosiguió a explicar con un poco de vergüenza el mayor
- A que te refieres con “no solo el”- quiso saber por demás ansioso el menor
- Pues yo…
Hiroki no sabía si decirle o no, en estos dos meses que llevaba junto a Nowaki no habían pasado de los besos y caricias pues al tiempo de llegar al acto el mayor siempre le detenía, el sabia que debía darle una explicación y el momento había llegado.
- Yo soy uno de ellos- dijo casi en susurro el mayor
Ahora entendía porque siempre lo detenía y no se le permitía llegar más lejos, su ángel le podía dar una familia, la familia que siempre quiso y que perdió, frente a él estaba su ahora aun más maravilloso ángel, no pudo evitar sonreír y lanzarse a besar el castaño.
- Eso es increíble Hiro-san!- exclamo maravillado el menor mientras lo abrazaba fuertemente
- Está bien Nowaki pero escucha, te dije esto por Misaki, déjame terminar de explicar- pidió un sonrojado Hiroki
- Está bien pero no te soltaré- aclaro el mayor mientras tomaba asiento y colocaba al mayor en sus piernas
- Ahh está bien, como te decía solo tú y Misaki saben que soy un doncel pues en casos como el de Misaki y el mío solo nos buscan para obligarnos a concebir, una persona a quien Misaki le tenía mucho cariño y confianza se enteró de la situación de Misaki y al final termino traicionándolo e hizo saber a cuanto humano se le pusiera en frente que Misaki podía concebir.
- Hiro-san, eso significa que..
- Exacto, Misaki es como un hermano para mí y es mi deber protegerlo y eso incluye a los estúpidos que tratan de aprovecharse de él- dijo mas que decidido el mayor provocando el menor le viera con una gotita de sudor sobre su cabeza
- Bueno en ese caso yo también lo protegeré- dijo decidido el ojiazul
- Bien ahora suéltame que las rosas no se cortarán solas- dijo con algo de gracia el castaño
El día paso tranquilo y a Nowaki le gustaba acompañar a Hiroki a entregar las flores pues, según él las flores le hacían ver más hermoso, en el camino fueron por Misaki y juntos llegaron a la casa del mayor para compartir una deliciosa cena cortesía del joven ojiverde, Nowaki veía como los castaños cocinaban mientras el leía un libro, disfrutaba mucho de la paz que le daba es lugar lástima que el fin del sueño había llegado junto con unos toques efusivos en la puerta del hogar.
- Yo atiendo- dijo Nowaki mientras se dirigía a la puerta- si?, di…gaa, que haces aquí!- exclamo con sorpresa el ojiazul al ver quien era su invitado
- Sabes Nowaki ya te había dicho, no es de hombres botar sus responsabilidades- reprendió con parsimonia el pelinegro mientras se auto-invitaba a pasar
- Quien era Nowaki?- pregunto el ojimiel mientras se acercaba a la estancia
- Mis disculpas joven por llegar sin previo aviso, me presento soy Miyagi Yö un placer conocerlo- saludo con educación el hombre mientras hacia una ligera reverencia
- Kamijou Hiroki, el gusto es mío- respondió con la misma cortesía el ojimiel
- Miyagi para que has venido!- reclamo por demás molesto el ojiazul
- Por ti, por que mas será- respondió este sin inmutarse
- Creo que deje bien en claro que no regresaría- contesto con enojo el menor
- Yo los dejo para que hablen, Miyagi-san le gustaría un té para beber?- pregunto amablemente el castaño
- Sería muy amable de tu parte- respondió con una sonrisa graciosa el mayor, dicho esto Hiroki salió del lugar dejando a los azabaches en la estancia de lugar
- No regresaré- resolvió con voz firme el ojiazul
- Ahh- suspiro con cansancio el mayor- Nowaki entiendo tus motivos pero debes volver, no puedes dejar de lado tus responsabilidades- explico con tranquilidad el mayor
- Miyagi te deje a cargo de todo, ya no soy responsable de nada- dijo el menor tratando de quitarse la culpa
- No Nowaki lo que tú hiciste fue escribir en un papel diciendo: “me voy, no me busquen y dejo a cargo de todo a Miyagi”- dijo con burla el pelinegro
- También deje una explicación- dijo con simpleza el ojiazul
- Hagamos esto regresa y deja todo en orden, sabes bien que ahora mismo tenemos varios asuntos por arreglar, una vez solucionado todo permitiré que cedas tu poder y regreses aquí- propuso el mayor
- Puedo llevar a Hiro-san conmigo?- pregunto el menor
- Si él quiere ir, puede hacerlo
- Espero que sí, supongo que también vendrá Misaki- dijo para sí mismo el menor
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Mientras Nowaki trataba de convencer a Hiroki y Misaki para que lo acompañasen, en otro lugar un peliplata terminaba de vestir su saco y guardar su reloj de bolsillo cuando llamaron a la puerta.
- Adelante- respondió el ojilila
- Akihiko-sama su carruaje está listo- anuncio el hombre de mayor confianza para el peliplata
- Bien, Isaka te dejo a cargo de todo en mi ausencia- dijo con tranquilidad el peliplata
- Akihiko solo te irás unos meses, no creo que pase algo importante- respondió con tranquilidad el ojipurpura
- Si ya lo sé pero no está de más, bueno me voy es hora de visitar a mi primo, me pregunto como estarás Nowaki
Akihiko subió al carruaje y emprendió camino hacia donde su primo, él creía que solo sería una visita formal para arreglar algunos acuerdos y alianzas entre las familias, lo que Usami Akihiko no sabía era que en ese lugar le esperaba su futuro.
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Por otro lado un rubio ojigris se negaba a obedecer las peticiones de su padre, pues el siendo un joven doncel debía contraer nupcias mas él no quería casarse sin amor y eso nos llevaba a esta situación
- Joven Shinobu por favor es hora de irnos- pidió por quinta vez la mujer
- No quiero!- exclamo con firmeza el menor
- Pero amo Shinobu debe alistarse, hoy recorrerá el camino para ir a conocer a su prometido- explico con voz suave la mujer
- Se puede saber quien acordó ese compromiso!?- grito con furia el ojigris
- Ese compromiso lo acordaron sus padres desde que usted nació, por favor joven solo hágalo por ellos, realice el viaje y si no le gusta su prometido hable con él y pida que cancelen el compromiso- sugirió con tranquilidad aquella que había sido como una madre para el ojigris
- Está bien, pero solo iré para cancelar el compromiso, no pienso casarme- dijo con firmeza el rubio
- Está bien joven, ahora vamos que el carruaje espera- pidió la mujer con una sonrisa en el rostro
- Bien, por cierto como se llama mi prometido?- pregunto con curiosidad el menor
- Kusama Nowaki- respondió con simpleza la señora
- Mm aun así no pienso casarme!- dijo con un puchero en el rostro el menor
Pobre Shinobu no sabía que le esperaba, pues en ese lugar espera un hombre para volverlo su esposo, lastima es un hecho que el se casaría.
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Regresando con Hiroki y Nowaki, las cosas no habían ido tan mal pues el ojimiel acepto tranquilamente mas no quería dejar a su pequeño “hermano”.
- Misaki ya te lo dije no serás una molestia- repitió por tercera vez el ojiazul
- Pero no sería mejor que solo fueran ustedes dos?- pregunto inocentemente el castaño ojiverde
- No Misaki tu vendrás con nosotros y fin de la discusión- dijo con firmeza el ojimiel
- Pero…
- Pero nada ahora tenemos que preparar las cosas- dijo el mayor de los castaños
- Hiro-san yo lamento hacerte esto- se disculpo el ojiazul
- Está bien Nowaki, es tu deber
Una vez decidido esto se acordó el día de partida, seis hombres, tres carruajes, un destino; que será lo que le depara a los personajes en aquel que podría ser el lugar de sus sueños pero también el de sus peores pesadillas?
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