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Crossroad por gaaranosabaku

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Notas del capitulo:

bien, no tarde tnto como pensaba, espero les gute y si encuentran agunas fallas es por que no es facil escribir en una tablet. 

DISFRUTEN!

Las cosas no saliero como lo que tenia planeado, crei que tendria mas tiempo, que en al menos un par de meses podria recuperar algo del amor que perdimos hace algunos años, pero ahora la realidad me golpeaba fuertemente el rostro.

-Lo siento- Fue lo unico que pude decir antes de que mas sangre saliera por mi boca, la situación se había vuelto patetica.

Podía ver el rostro de Agustín, reflejaba panico, no sabía que pasaba, él era doctor pero ahora era mi novio, estaba estatico, inmovil, con la mirada fija en el suelo empapado de sangre.

Él doctor Phillipe me había dicho que la quimioterapía me daría al menos un par de meses extras al principio lo había rechazado, cuando vine a Estados Unidos no tenía planeado encontrarlo, pero supongo que Luis y Citla lo habían planeado así, cuando lo ví, cuando ví que podía enamorase nuevamente de mi sin saber que era yo, todo había cambiado, repentinamente queria vivir, queria que todo volviera, deseaba que no hubiera sido el cancer él que me hubiera llevado de vuelta a él, si no el amor.

-Luis.-Toma esto. Agustín me paso un pequeño tupper, y me cargo en su brazos, salimos corriendo del departamento, todos abrian paso, se quedaban quietos, no ayudaban pero no estorbaban.

Llegamos al estacionamiento, y por un segundo senti como la fuerza se iba de Agustín.

-Maldición

Tarde solo un segundo en comprender que era lo que maldecia. La moto. Teniamos prisa, él tenía prisa, deseaba llegar al hospital, pero por capricho mio, habiamos tomado la moto.

-Doctor.- Dijo alguien que supuse era él portero de su edificio.- ¿Todo esta bien?

¿Bien? Es que acaso él hombre era ciego, y estaba desangradome y no teníamos auto.

-Tom.- Agustín parecía recuperarse, empezaba a controlarse y a pensar seriamente.- Necesito que me prestes tu auto.- Él obedecio de inmediato y le paso las llaves.

Agustín me metió al auto, tomo el telefono y hablo a alguien, ya no escuchaba nada, todo empezaba a alejarse y a ponerse borroso. Todo se iba. Estaba a punto de morir, mi cuerpo lo sabía, yo lo sabía desde hace mucho tiempo, es solo que, ahora ya no lo quería.

-Deseo vivir...- No se si pude o no pude decirlo, susurrarlo o si alguien me había oido.

El cancer había acabado conmigo, con vida y con la de mi familia, cada día despertaba y veía a mi mama y a mi hermana cansadas y tristes... ¿Como había comenzado todo? Ahora que esto estaba terminando, no podía recordarlo con claridad.

-Luis.- Grito mi mama desde la cocina. No sabía que día era, hacia no mucho había perdido a mi papá y tiempo atras había perdido a Agustín.

Baje la escalera, pensaba que si Agustín estaba en algun lugar del mundo, estudiando, saliendo adelante y salvando vidas, yo podría por lo menos levantarme cada mañana para ir a la preparatoria. Quería que él regresara y que viera que mi vida no se detuvo con su partida, quiero que me encuentre mas maduro, que ya no me vea como un niño.

-Mamá- Saludo antes de sentarme en la mesa. Mi mamá se veía agotada, tenía que ser ahora la cabeza de la casa, trabajaba como maestra y traduciendo textos, era muy buena en ingles, aun asi tenia tiempo para prepararnos el desayuno, la comida y la cena. Ella sirve el desayuno en mi plato y en el de mi hermana.

-Buenos días- Mi hermana seguia siendo la misma, se había derrumbado un poco pero había salido adelante. Ella era el alma de la casa, la que nos daba fuerza.

Desayunamos rapido, todos teniamos obligaciones, asi que en cuanto terminamos, cada uno salio a su destino. En la entrada de mi casa, debajo del arbol que Agus utilizaba para subir a mi habitacion estaba Haniel, mi amigo.

-No se por que tienes este arbol justo frente a tu ventana.- Murmura mientras caminamos a su auto.- Cualquiera podría entrar a tu cuarto

Ese es el proposito del arbol, que "alguien" (pero no cualquiera), entre a mi habitación en medio de la noche, me bese, me diga que me ama y que no puede vivir sin mi, aunque eso son solo sueños, nunca pasara, me ha tomado bastante tiempo admitirlo.

El trayecto a la escuela lo utilizamos para platicar sobre el proyecto final que tenemos que entregar, tenemos tanto que hacer aun y el tiempo ya esta encima.

Cuando llegamos a la escuela, ya era un poco tarde y tenía la sensación de que el desayuno me había caido mal, tenía nauseas, pero eso no era nuevo, llevaba ya algun tiempo teniendolas, ya hasta había aprendido a convivir con ellas, solo que esta vez se sentían peores.

-¿Te sientes bien?- Por la cara que tenía Haniel podía darme cuenta que no me veía tan bien como creía aparentar.

-Si.- Conteste haciendo uso de todas mis fuerzas, aunque no era realmente así.

Salí del auto y camine al salón donde teniamos clase, pero el piso me estaba jugando una mala pasada, se movia, era incapaz de quedarse quieto, mis piernas se sentían tan firmes como fideos hervidos.

Esa fue la primera vez que todo quedo oscuro, la vista se me nublo y lo siguiente que supe era que estaba en un hospital, con un cateter en mi brazo, en una habitacion blanca y aun con nauseas.

-Ya despertaste.- La cara de preocupación de mi mamá no desaparecio al verme despertar, mi hermana estaba a lado de ella, su cara estaba roja e hinchada.

-Si.- Conteste.- ¿Que paso?

Ellas quedarón mudas, en la habitación solo había silencio, podí incluso oir algun soporte vital en alguna de las habitaciones contiguas.

-Estan aun haciendote estudios.- Comento mi hermana, pero yo sabía que ocultaba algo.

-Estan haciendo estudios.-Repetí sus palabras.- ¿Para descartar que?

A mí no me hiban a engañar, sabía algo, no mucho, pero sí algo de medicina y de los tramites, mi familia ya sabía algo y no querían decirme nada.

-Cancer...- Fue apenas un susurro, no creí oirlo bien, era algo que no había pensado antes. ¿Yo tenía cancer?

No dije nada, solo me quede callado, ellas estaban esperando algun tipo de reacción, pero no tenía ninguna.

-Luis.- Suspiro aliviada Citla mientras entraba a la habitación. Me sentía mal por ella, su alivio sería momentaneo.

-Agustín.- Las palabras salieron de mi boca, no supe porque, ni que intención había en ellas, lo unico que sabía era que en ese momento lo queria ver, tenía cancer, no era mortal, pero aun asi, sentía que si tenía que hablar con él era justo el momento.

La cara de Citlalli se ilumino.- ¿Quieres que le marque?

-No.- pensandolo bien, estaba haciendo un drama en un vaso de agua. Quimioterapia y radioterapia, era esa la solución.

-Bueno. ¿Como estas?- Pregunto olvidando el asunto, Agustín no era tema de conversación desde hacia mucho tiempo.


-Bien.- Mentí, ella se preocupaba siempre de más, aunque tampoco era estupida.- ¿Qué esta pasando?- Su mirada se dirigió a mi madre y hermana.

Ellas voltearon a verme como esperando que aprobara que le dijeran a ella lo que pasaba. Les hice un gesto con la cabeza, podían decirselo.

-Pero antes.-Interrumpí.- Tienes que prometer que no se lo diras a Agustín.

Su rostro mostraba el debate interno que estaba librando.

-Bien, bien.- Alzó las manos rendida.- Prometo que no le dire nada. Ahora dime que demonios esta pasando.

Sonreí. Siempre se molestaba cuando le ocultaban cosas o cuando le decía que no quería saber nada de Agustín, aunque eso, claro, fuera una mentira.

-Los doctores dijeron que probablemente sea cancer.- comento mi mamá.

-¿Que?- Bufó claramente molesta.- Eso es una estupides, Luis solo se desmayo. ¿Si me desmayo me van a diagnosticar un cancer?

-Cuando venía de camino en la ambulancia, empezó a escupir sangre, le hiceron una tomgrafía para descartar sangrado intestinal, pero parece que lo que encontraron fueron tumoraciones.

Citlalli se quedo callada, se notaba que quería despotricar y patear todo a su alrededor, pero simplemente se quedo callada.

-Agustín es...-Empezo a decir pero le hice un gesto con la cabeza de "no sigas, yo se lo que es". Ironicamente Agustín era un oncologo pediatra.

Un doctor entro a la habitación seguido de otros jovenes que supuse eran estudiantes. Su rostro no daba esperanzas pero aun asi sonrió cortesmente cuando saludo.

-¿Me permite?- Le pregunto a Citla.- Solo dare informes a los familiares.

Citla se sintió realmente ofendida, pero aun así salió de la habitación. Le mostre una sonrisa, quería decirle que todo estaría bien, pero no era así.

No recuerdo muy bien las palabras que dijo el doctor, lo unico que mi cerebro capto antes de desconectarse fueron palabras como "No operable", "Metastasis", "Terminal", esas no eran buenas palabras, era una bobería pensar solo en quimio y radioterapia.


Dos meses despues de eso y por insistencia de los Taylor yo estaba viajando a Estados Unidos, al mejor hospital de oncologia del mundo, no lo estaba haciendo realmente por mí, lo hacía por mi familia, por Citla e incluso por Fernando que se había vuelto uno de mis grandes amigos, siempre velando por mi. Yo no era estupido, sabia que iba a morir, que no tenía sentido gastar tanto dinero, ademas yo no quería que mi muerte fuera dolorosa, no quería prolongarla, iba a morir y todo sería inutil.

- Bueno.- Dijo el doctor Phillipe, un hombre de uno cuarenta y tantos años, alto, rubio y ojos verdes, no muy atractivo.- Podemos intentar quimioterapia, evitar que la metastasis siga esparciendose, eso nos dara algun tiempo, posiblemente una gastrectomia sea viable si logramos reducir o frenar la metastasis.

-Excelente doctor.- Me sentía mal, el doctor no dejaba de dar esperanzas a mi mamá, eso estaba mal.

-Su hijo sera internado, lo vigilaremos de cerca, aunque no creo que haya complicaciones.- Dijo.

-¿Cuanto tiempo me esta comprando, Doctor?

-Callate Luis.- Grito mi mamá.

-Un par de meses.- Comento el doctor.- No e muy seguro el plan, es solo una opció
n, tu cancer esta muy avanzado, pero podemos intentarlo, el 5% de los pacientes tienen mejorias.

¿Cinco porciento? Eso no era mucho, pero bueno, aun podía pertenecer a ese noventa y cinco porciento restante.

-Vendre a mis sesiones de quimio, pero no me internare.- Esa era la condicion que había puesto antes de aceptar subir al avionn.

El Doctor volteo a ver a mi mamá para preguntar, pero antes de hacerlo mi mamá ya estaba dandole la aprobación para que yo pudiera no quedarme.

-Esta bien.- Contesto el doctor.- Pero tendras una cama disponible para ti. Quieras o no quieras, por si hay algun tipo de urgencia.- Acepte, mientras no tuviera que usarla esa cama podía estar donde quisiera.- Puedes salir si quieres, ya solo arreglare fechas con tu mamá.

Salí de la habitación, camine sin rumbo fijo hasta que encontre un salón de recreaciión, había puros niños, pero había una guitarra, la observe por un momento, ¿Hacia cuanto que no tocaba alguna? Entre en la habitación, había un par de enfermeras.
-Disculpe.- Dije a una enfermera.- ¿Puedo usarla?- Señale la guitarra, al principio pense que se negaria pero despues acepto.

Cuando la carge note que era ligeramente pesada, o yo estaba perdiendo fuerzas. Tome asiento en un sillon y empece a tocar notas, nada en especial. Poco a poco los niños empezaron a reunirse alrededor mio y toque una canción. Cuando termine de tocarla, sentí la mirada de alguien. Ahí en la puerta había dos doctores muy atractivos observando. Deje la guitarra con sumo cuidado en su lugar y salí de esa de habitación, pero hubo algo que note antes de salir, al pasar a lado de uno de los doctores pude oler un aroma que siempre tenia presente, dicen que la memoria que más recuerda es la olfativa, y era cierto, mis ojos podían engañarme, incluso mis oidos, pero mi nariz no. Ese perfume, esa esencia natural, solo la había olido en una persona, Agustín. Cuando pase a lado de él, él no me noto, pero pude leer en su bata claramente "Dr. Taylor". Era él.

Tiempo despues empece a hablar nuevamente con él, solo que con otro nombre. Yo podía recordarlo claramente, pero parecía que él ya me había olvidado. No iba a atormentarlo con el pasado. Solo quería pasar mi ultimos días a su lado, Luis o Joshua, es no importaba mientras él siguiera siendo Agustín Taylor, el hermano de mi ex novia.

Aun puedo recordar esa platica que tuve con los tres, Jimena, Citlalli y Fernando.

-¿Ustedes lo sabían, cierto?- Estaba molesto, me sentía engañado, pero ciertamente se los agradecía.

-Sí.- Contestaron los tres al unisono, sin siquiera tratar de ocultarlo o disculparse.

-¿Ya se encontraron?- Pregunto Citla emocionada, por que él no ha mencionado nada.

-Bueno.- Fernando siempre la apoyaba.- Pero recuerda que ahora él es otro, y ya no nos cuenta todo.

-Yo se los contare.- Me sente en el sofa, me sentía agotado.- Sí, nos encontramos, pero él no me recuerda.- Agache la mirada, no quería que me vieran triste, porque ni siquiera yo queria admitir que me decepciono que no me reconociera.- Para él yo soy Joshua, hijo de una paciente con cancer. Y pase lo que pase, quiero que él siga creyendo eso, incluso si en algun momento descubre quien soy, quiero que sigan firme con lo del cancer. Ante él, no soy yo el que se esta muriendo.

-¿Qué?- Mi hermana no salía de su asombro.- Ustedes se aman, ¿Porque lo engañas?

-Hace muchos años que no nos vemos, él no me reconoce, y no llegare solo a decirle: "Agustín, hola, soy Luis, tengo cancer y vine a que vieras como moria"

Eso fue un argumento valido, lo se por que ya que nadie se atrevio a decir nada.
Tiempo despues cuando Agustín me dijo que me amaba, no a Joshua, si no a Luis, me sentí feliz, por un momento sentí esperanza, pero me reprimí, no debía alentarme a mi mismo, su amor, nuestro amor, no iba a cambiar nada. O eso era lo que creía.

Ahora solo escucho gritos a mi alrededor, todo sigue oscuro, le tengo miedo a la oscuridad, quiero despertar, quiero vivir, quiero ser de ese cinco por ciento, quiero a Agustín.

-Doctor Taylor, tiene que salir de aqui, nosotros nos haremos cargo.- Esa voz, no se quien sea, pero por favor no lo saquen, quiero vivir, lo quiero a mi lado.

Pero es demasiado tarde, lo siento, se que es el final, se que no hay nada más, por fin se acabo, lo siento mucho por mi mamá y mi hermana, no quiero dejarlas, Citla y Fernz nunca pude agradecerles todo, los Taylor siempre me apoyaron, Agustín, yo le debo una disculpa a Agustín más que a nadie, no debí venir aquí, debí haber muerto en México...

La oscuridad cada vez es mas grande ¿Existe el cielo? No lo se, no se que encontrare del otro lado, pero espero que sea algo bueno. Noto como mi cuerpo se empieza a relajar, deja de luchar,  lo esta aceptando y eso ayuda, ya no duele, ya no puedo sentir nada.

Agustín te amo... Es el ultimo pensamiento que cruza por mi mente antes de que la obscuridad me trague por completo.

 

 

Notas finales:

No me odien, no me maten. Aun faltan dos capitulo más. No hubiera sido capaz de llegar hasta este punto sin todos ustedes. Muchas gracias por el apoyo, porla ayuda y por los comentarios tan bonitos.

Los adoro y prometo que les dare un final digno de todo el tiempo que han seguido la historia.

Espero us rw, comentarios o mensajes.


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