Es curioso como funciona el tiempo, cuando estamos en clases, los días parecen pasar con una extremada lentitud y los minutos pasan tan lento que dan la impresión de estar congelados pero cuando estamos de vacaciones, cuando disfrutamos de nuestro tiempo, este opta por acelerar su transcurso y cuando nos damos cuenta ya se acabó. Eso precisamente le pasaba a la mujer que se hallaba sentada sobre una normal banca del parque, pero para ella era algo peor, porque cuando pasamos por ese asunto de “se terminaron las vacaciones es hora de levantarse temprano” solo sentimos decepción y hasta flojera, pero ella… ella sentía dolor, un gran dolor, no era el receso de verano el que había pasado como un rayo ante sus ojos, era la felicidad y la estabilidad de su matrimonio. Le resultaba increíblemente irónico que los años que vivió sin conocer a Eunjung hubieran sido tan sosos y vacíos, que pasaran con tanta lentitud mientras los cuatro años de casada, los cuatro más felices años de su vida, ahora parecían haber sido solo cuatro días.
Su celular comenzó a sonar, rompiendo el flujo de sus pensamientos, con desgana lo sacó de su bolsillo derecho y observó el nombre de quien le llamaba.
-“My baby”- leyó la forma con la que identificaba el numero de su esposa, y no pudo mas que bufar ante tal idiotez- Mi hermosa, inteligente, tierna, sexy e infiel baby- dijo como auto-corrección. Las lagrimas que antes habían cesado ahora emergían con mas fuerza, la rabia crecía dentro de ella- ¿Y ahora que quieres?- no había contestado, temía enfrentar su realidad, pero había tantas preguntas rondando por su cabeza, soltó un ultimo suspiro para calmarse y contestar- ¿Hola?
-¡Minnie! Amor gracias a Dios contestas, estaba tan preocupada…- mira su reloj y se sorprende al ver que ya eran pasadas las doce de la noche- Fui a buscarte a la oficina y me dijeron que saliste antes, vine a la casa y no te encontré entonces creí que estabas con Boram o Sunny, pero ellas tampoco sabían nada de ti y no contestabas tu celular yo…- Eunjung estaba asustada, de verdad temía que le hubiera sucedido algo a su mujer.
-Estoy bien… Eunjungie- llamarla con ese cariño se la hacia tan difícil luego de lo que había visto- Solo estaba caminando.
-¿Cielo, porque no regresas? Ya es tarde- dio una mirada al estrellado cielo y aunque no lo deseaba aceptó.
-Seguro, estaré en casa en unos minutos.
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Al fin, luego de estar llamándola todo el día, Hyomin había contestado y eso la tranquilizaba, aunque le parecía muy extraño que su esposa se desapareciera de esa forma y hasta esas horas “¿Estaba con alguien?” una mezcla de celos y culpa se formaron en ella luego de colgar y aquellos pensamientos no hacían mas que hacerla sentir mal “El ladrón juzga por su condición” si, eso era tan cierto, ella le era infiel a su esposa y la idea de que le pagaran con la misma moneda era tan posible que le aterraba.
Ella amaba a Hyomin, en serio lo hacia pero no tanto como amaba a aquella hermosa mujer de cabellos largos, de rostro aniñado e inocente, con un cuerpo del pecado y unos labios tan jodidamente adictivos. No quería ser infiel, no quería fallar pero fue débil, fue demasiado débil y calló a los pies de la perfecta castaña.
Cuando escuchó la puerta abrirse se esperaba algo, cualquier cosa diferente o extraña en su esposa, pero eso no pasó. Allí estaba la castaña oscura con la misma sonrisa y la misma mirada… o eso creía ella.
-Hola- se acercó a su pareja recibiéndola con un beso en los labios.
Y ese beso estaba lleno de pensamientos, una pensaba que quizás la infidelidad había sido cosa de una sola noche y que no volvería a pasar, que su esposa no lo haría de nuevo y que seguía perdidamente enamorada de ella mientras la otra no dejaba de sentirse culpable y se preguntaba una y otra vez si debía dejar de ver a su amante, claro que, las respuestas eran tan obvias y a la vez tan difíciles de aceptar.
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Hyomin siempre era la primera en despertase y levantarse para comenzar su día con una rutina de ejercicios, por eso le pareció muy extraño ver el espacio vacío en la cama, miró el reloj y apenas eran las cinco de la mañana. Con rapidez se aseó y comenzó a buscar a su esposa para encontrarla en el estudio, hablando por celular con una sonrisa de oreja a oreja y un tono coqueto y juguetón. Una punzada de dolor atravesó su corazón.
-Si, yo también disfrute mucho de nuestra pequeña escapada- Hyomin sabia que aquello solo le haría daño, pero aun así se quedó escuchando la conversación- Si, princesa… no sabes cuanto deseo volver a hacerte mía…
Por eso le parecía un total descaro y a la vez una cualidad increíble, ahora, Eunjung se paseaba por la cocina comiendo, tocándola y besándola con tranquilidad como si nada, como si no tuviera conciencia, como si no le importara estar engañándola. Aun así Hyomin no decía nada y seguía actuando como la perfecta y estúpida esposa que ella era.
-Bueno, nos vemos mas tarde…- un beso de despedida- Te amo- dijo Eunjung, con naturalidad acariciando la mejilla de la mas delgada.
-Yo también te amo.
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Ansiosa, así estaba Jiyeon, esperando con ansias y mirando su reloj a cada cinco minutos como si eso hiciera que el tiempo corriera más rápido. Moría de ganas por ver a Eunjung, por besarla, abrazarla, hacerla suya como lo había hecho hace semanas, y ahora que se volverían a ver luego de estar alejadas para no llamar la atención de su esposa, deseaba que el día llegara a su final de una vez.
-Dudo que mirar tu reloj ayude a que los clientes se relajen, señorita Park- Jessica la dueña del Spa en donde trabajaba la castaña decidió interrumpir los pensamientos de la menor- Últimamente te ves muy distraída- continua mirando con sus fríos y calculadores ojos a su empleada- No tendrá algo que ver con mi cuñada ¿o si?- aquello la tomó de sorpresa. Jiyeon levanto su rostro para encontrarse con aquellos helados ojos mirándola fijamente con un brillo que solo pudo descifrar como rabia.
-Discúlpeme, señorita Jung… pero, ¿De que habla?- hacerse la ignorante seria lo mejor o eso pensaba la muchacha. Jessica soltó un bufido y desvió su mirada al celular de la más joven, tomándolo sin pedir permiso- Jefa eso es…
-A esto me refiero- Jessica extiende su brazo dejando el celular justo frente de su cara, mostrando una foto de las que eran su cuñada y su trabajadora- ¿Me puedes explicar que diablos haces con Eunjung? ¿Acaso no sabes que esta casada? ¿Qué es la maldita esposa de mi hermana?- la voz de su jefa no era alta, pero la frialdad y la autoridad que esta emanaba eran suficientes para hacerla sentir como la mas grande porquería en el mundo. No sabia que decir y Sica tomó esto como su respuesta- ¿Cómo te has atrevido a hacer tal cosa? Por Dios…- suspiró intentando relajarse para no ser agresiva con la joven, porque al final eso era, una chiquilla de veinte años.
-Yo… yo lo siento, mi intención no era…- la mayor hizo un gesto para que se callara.
-Tu intención no era lastimar a nadie, tu no querías hacer de un matrimonio un triangulo amoroso, si, eso ya lo se… aun así me cuesta creer lo que has hecho ¿Pensaste en lo que dirán tus hermanas cuando sepan de esto?- eso ni siquiera había pasado por la mente de Jiyeon y el miedo reflejado en sus ojos la delató. Sica suspiró de nuevo- No aprobaran esto, lo sabes… ambas estarán muy decepcionadas- Jessica no conocía a la mayor de las hermanas, pero era obvio que no reaccionaria bien, nadie con moral lo haría.
-¡Lo lamento, lo lamento! todo pasó tan rápido fue algo que no pude controlar, entiendo si decide prescindir de mis servicios…
-No hare eso, tu hermana me pidió que te acogiera y no voy a fallarle a mi amiga, además, hoy muchos han venido por masajes, ahora, ve a trabajar- ordena y aunque Jiyeon pensó que su jefa ya no tocaría aquel tema, pues se equivocó- Eso sí, aléjate de Eunjung.
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Y mientras Hyomin tenía fe en que Eunjung dejara de ver a aquella mujer, Jessica pensaba que Jiyeon había entendido y sabía lo que tenía que hacer. Pero ahí estaban de nuevo, Jiyeon y Eunjung mantenían una amena plática en un café, disfrutando de la compañía de su persona amada, olvidando por completo el resto del mundo. El celular de la mayor comenzó a vibrar en su bolsillo, esta lo sacó y miró el número de su esposa, pero no contestó, solo lo apagó, ya luego diría que se había quedado sin batería.
-¿Ya te he dicho hoy que te amo?- pregunta tiernamente Eunjung acercándose para robar un dulce beso a su amada.
-Si, pero me encanta que me lo repitas- responde la otra frotando suavemente su nariz con la de Eunjung.
Y de nuevo los mientras, porque mientras esas dos amorosas chicas estaban probando las mieles del amor, Hyomin estaba a pocos metros observándolo todo probando de la hiel de la traición.
-¿Jessi?- la hermana mayor podía oír la debilidad de la menor.
-¿Minnie, sucede algo?- no había respuesta solo sollozos-Hyomin, pequeña ¿Qué sucede?- más sollozos- ¿Dónde estás Hyo?
-Ella esta con esa chica de nuevo…- a Jessica no le tomo ni un segundo saber de que hablaba su hermana.
-¿Cómo lo sabes, Min?
-Porque las estoy viendo- la gélida mujer tuvo que golpear su escritorio, lo que le había dicho a aquella niña había sido en vano y que esperaba, estaba tratando con una niñata.
-Escucha, ven a mi departamen…- un tono la interrumpió- ¿Hyomin?- demasiado tarde ya esta le había cortado- ¡Carajo!
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El sol estaba cayendo y la banca donde se había sentado unas semanas atrás parecía ser el único lugar en donde podía llorar con tranquilidad, aquel sitio estaba bastante alejado del espacio concurrido del parque y a esa hora no muchas personas se antojaban de pasear.
-¿Qué haces trotando a esta hora? ¿Qué no estas agotada de tanto trabajar?- preguntaba su hermana.
-Si, estoy cansada, pero hoy no pude trotar en la mañana porque tuve que buscar a un amigo al aeropuerto.
-Definitivamente estas loca, yo estaría en mi cama, mirando algún estúpido programa o algún drama y comiendo helado- Qri suelta una risita mientras seguía trotando.
-Tu siempre piensas en comida…- algo atrajo su atención, eran unos sollozos, venían de una banca que se encontraba a oscuras- Mmm, sister, te hablo luego.
-¿Por qué me dejas así de repente? ¿Acabas de ver a un bombón, verdad? Dime como es- pide su hermana con picardía y ella sonríe.
-No es eso, tonta, hasta luego- y colgó antes de que la otra pudiera decir cualquier otra tontería.
Se acercó a la banca y pudo ver a una mujer cubriendo su rostro con sus manos, intentando acallar su llanto, pero no lo lograba. Qri sintió que debía ayudarla en lo que pudiera así que con delicadeza toco el hombro de la chica, pero esta no le dio importancia, solo siguió llorando.
-Mmm, señorita ¿Esta bien?
-¡¿PARECE QUE ESTOY BIEN?!- la mujer descubrió su rostro rabioso e hizo que la rubia diera un paso hacia atrás por precaución “¿Con que loca me he metido?” Hyomin notó su falta de modales y respiró profundamente para calmarse- Lo… lo siento... Estoy algo sensible.
-Está bien, no hay problemas- responde la rubia con una sonrisa sincera para luego tomar asiento junto a ella-Es usted una mujer hermosa, no debería estar llorando por nadie- Comenta Qri luego de observar detenidamente el rostro de la otra joven.
-Gracias… es fácil decirlo pero…
-Difícil hacerlo, si lo sé, todos dicen lo mismo, todos se complican tanto, si alguien te hace sufrir tienes dos opciones, la primera, perdonarle y olvidar lo que ha hecho aunque es imposible olvidar, pero se puede intentar y la segunda, alejarte y buscar algo mejor- la pelirroja miraba el cielo, disfrutando de aquel tapiz estrellado.
-¿Aplica a las esposas también?- pregunta Hyomin con sarcasmo, secando sus lágrimas y sorprendiendo a Qri.
-¿Su esposa? Mmm supongo que eso le agrega dificultad al asunto- comienza a rascarse la nuca buscando la respuesta- ¿Falta de atención, frialdad o infidelidad?
-La ultima.
-¿Es la primera vez?
-Que yo sepa, sí.
-¿Y que planea hacer?
-¿Y porque lo preguntas? Es mas ¿Qué hago hablando esto contigo? Y ¿Quién eres?- Hyomin ya estaba algo irritada.
-Lo pregunto porque me preocupa que se quede aquí toda la noche y le pase algo, no me gusta ver a las personas llorar y mi nombre es Qri- termina extendiendo su mano, Hyomin consideró por unos segundos si tomarla o no pero al final lo hizo.
- Hyomin.
-Ahora somos amigas ¿Puedo ser tu amiga, cierto?- preguntó con una amplia sonrisa, la otra tuvo que sonreír ante tan tierno rostro.
-Sería un placer.
-Y dime ¿Te gustaría ir a tomar algo, un café?- la noche había caído y con ella el frio, por eso Qri consideró una buena idea ir por algo caliente.
-¡¿Por qué todo el mundo tiene que ir a un café?!- Hyomin recordó a su querida esposa con aquella muchachita en ese lugar, precisamente un café.
-Emm, bueno sino podemos ir a… ¿Comer helado?- ¿En serio? Con el frio que tenía y eso era lo que se le ocurría- Quizás te haga sentir mejor.
-Está bien.
“Genial, ahora debo hacerlo”
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La heladería no estaba muy lejos del parque, y Hyomin lo agradeció por que en ese momento no tenia ganas de nada, no quería caminar, no quería hablar, no quería hacer nada, solo sentarse y pensar hasta que quizás su cerebro sufriera una sobrecarga y estallara, tal vez de esa forma dejaría de sentir dolor.
Ya ubicadas en la mesa mas apartada posible, con una copa de helado para cada una, el silencio se posó entre ellas. Qri observaba cuidadosamente a la otra mujer, era obvio que estaba muy herida y no era para menos, cualquier persona normal lo estaría. Hyomin ni siquiera sentía la mirada de su acompañante, estaba demasiado inmersa en su mundo de “¿Por qué lo hizo? ¿En que falle?” y todos esos pensamientos, no fue hasta que sintió movimiento cerca de ella que giró su rostro para encontrar el de Qri, no, no estaba a escasos centímetros y no, no estaba apunto de besarla, Jihyun se había acercado lo suficiente solo para secar las lagrimas que Hyomin no había notado, llevaban tiempo cayendo. Extraño, si, aquel contacto no había sido como el de sus amigas tampoco como el de su esposa, no había segundas intenciones, no había pasión debajo de aquella caricia, tampoco lastima, pero si mucha compresión y una sensación de empatía que tomó por sorpresa a Hyomin, porque aquella extraña estaba siendo sumamente amable y de hecho parecía muy preocupada. No era algo normal, no cualquier persona te observaba llorar y corría en tu ayuda, no, Qri no era cualquier persona, y eso era más que obvio.
-Ahem- alguien se aclaró la garganta para llamar su atención.
Ambas salieron de aquel estado y voltearon para mirar a quien las había interrumpido. Hyomin la reconoció al instante. Era su cuñada, Tiffany, parada frente a ella con una ceja levantada y una sonrisa socarrona en los labios.
-Caminaba por los alrededores cuando tuve uno de mis inagotables antojos, esta vez helado, y decidí buscar una heladería antes de que Jessica me llamara y me contara que no estabas bien, que no ha dejado de llamarte y que no le contestas- tomó asiento al lado de Hyomin, examinando con perspicacia a la muchacha de enfrente- ¿No nos presentas?- le dice a su cuñada.
-Tiffany ella es Qri, Qri esta es Hwang Tiffany, mi cuñada- ambas estrecharon manos con una gran sonrisa, y Hyomin tuvo que admitir que ambas tenían sonrisas y ojos hermosos.
-Y dígame, Qri-ssi… ¿Qué relación tienen?- la picardía era notoria en la voz ronca de Fany, las otras dos se sonrojaron.
-Acabamos de conocernos- explica brevemente metiendo otra cucharada de helado a su boca y mirando hacia cualquier lado menos a la nueva acompañante.
Tiffany sonrió antes de centrar su atención en Hyomin, sus ojos estaban algo hinchados y vacios, sin vida. Pasó un brazo sobre los hombros de su cuñada y robó algo de su helado.
-Mmm…- saboreo el exquisito sabor del helado de chocolate antes de hablar- Necesitas una noche de chicas, si y eso es lo que haremos- terminó de devorar el helado ajeno para luego ponerse en pie y jalar a Hyomin con ella.
-¡Aish! ¿Qué haces? Primero te comes todo mi helado y ahora esto, en serio que el embarazo te ha vuelto más rara de lo que ya eras- se queja la menor intentando soltarse.
-Ya te dije lo que haremos- vuelve a tirar de ella.
-¿Cuándo? ¿Qué cosa?- Fany dejó salir un ruidoso suspiro.
-Noche de chicas, Ya. Mismo- Hyomin negó- Estoy embarazada no me hagas enojar que me hace daño- Hyomin rueda los ojos- No quieres hacerle daño a tu sobrina ¿Cierto?- eso era todo ya había ganado, Hyomin se dejó llevar- Y tú- señalo a Qri olvidándose de toda formalidad como si la conociera de hace años- Te vienes con nosotras.
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Las dos no pudieron negarse ante los deseos de una embarazada, y de esto se rieron sus amigas al verlas llegar, traídas de de la mano de Tiffany, como si fueran niñas de primaria.
-Es hora de empezar, traigan las bebidas- ordenó a Boram quien le miró con reprobación.
- ¿Qué?
-No puedes beber alcohol.
-¿Y quien dijo alcohol? ¿Me escuchaste decir Al-co-hol en algún momento? No ¿Verdad? Entonces ¿Por qué me regañas?- Dios, Tiffany era un amor pero desde que llevaba a alguien en su barriga no dejaba de dar miedo.
-Ok, ok, ¡Dios! Que intensa eres- Boram se marchó refunfuñando su desagrado hacia los cambios de humor que tenia su amiga.
-Eh… yo no debería de estar aquí, mejor me…
-No, no, no, tú te quedas- dijo con firmeza tomando a la muchacha de la muñeca y guiándola hacia el sofá.
Qri se sentía incomoda, al final, no conocía a ninguna de esas chicas.
-Vamos, quita esa cara, no somos asesinas y no vamos a abusar de ti, bueno… ahora que pienso en eso, mantente alejada de Taeyeon, sus manos no son de fiar, ¿Si entiendes lo que digo?- Qri asintió- Escuchen todas, tenemos invitada, una amiga nueva, su nombre es Qri- todas centraron su atención en la nueva haciéndola sentir mas incomoda- Ellas son Yuri, Yoona, Hyoyeon y las tres umpa lumpas que ves con dificultad son Taeyeon, Sunny y Boram- las demás comenzaron a reírse de las mas cortas.
-¡Tiffany! ¡Eso es muy grosero!- se quejó Taeyeon- No es como que tu seas muy alta.
-Cierto, además nosotras somos pequeñas pero tu estas redonda- atacó Sunny queriendo tocar un punto débil pero Fany solo se rió de su comentario.
-Si, pero lo mío se me quitará en unos meses, ustedes SIEMPRE serán de ese tamaño, enanas- risas y risas inundaron el ambiente hasta que una voz cortó aquello.
-¿Se divierten?- la gélida voz de Jessica era inconfundible y aunque fueran sus amigas estas no lograban perderle el miedo.
-¡Hola, cariño!- saludó su esposa con un beso- Veo que trajiste lo que faltaba.
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Las noches de chicas son muy famosas, la mayoría de las amigas lo hacen, algunas solo se sientan a charlar, otras a ver películas, también hablar de moda, comer, beber, bailar, etc. Qri notó que este grupo de amigas no era normal, y no había que ser un genio para decir el porque, simplemente bastaba con ver como Yuri, Yoona y Hyoyeon bailaban alocadamente en el centro de la sala, como Sunny y Boram luchaban por la victoria en un videojuego, como Fanny y Taeyeon devoraban la comida mientras Hyomin y Jessica solo las observaban con una sonrisa. Si estaban locas, no solo por eso, también había que incluir el desastre que habían hecho, cuando iniciaron una pelea de cojines y comida, los aperitivos volaban.
Qri no entendía como esto ayudaría a Hyomin, sí, la chica estaba mas relajada rodeada de sus amigas y riéndose de las bromas o payasadas que estas hicieran, pero la tristeza no se iba de sus ojos. Dio un sorbo al coctel que le habían dado y siguió mirando a las hermanas que parecían hablar de algo.
-Y… ¿Quién es ella?- preguntó Jessica a su hermana menor.
-Una nueva amiga, la conocí hace unas horas en el parque.
-¿Y traes una desconocida a mi casa?- Jessica sonó despreocupada pero Hyomin sabia lo precavida que era su hermana así que intentó relajarla.
-Se acercó a mi… ella…- Hyomin observó a Qri siendo jalada por Hyoyeon para iniciar un baile, la chica del lunar en la nariz se veía muy apenada- Ella fue muy buena, se preocupó por mi- Jessica frunció el seño, aquello era un poco extraño- Además tu esposa fue quien la invitó.
-Oh, ya veo, parece una buena chica- comenta uniéndose a su hermana en la acción de observar a la buena samaritana- Y muy guapa- agrega, esta vez con un tono insinuante.
-No empieces- reprendió la menor, rodando los ojos.
-¿Qué? No te haría mal una canita al aire- continua, esta vez reprimiendo su risa.
-Si, si, si, como digas.
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Un rato pasó antes de que Fanny sintiera que era el momento adecuado para hablar del tema. Hyomin ya estaba mucho más relajada y allí estaban sus amigas más cercanas, así que era tiempo de que hablara y se desahogara.
-Chicas, vamos a tomar un descanso- dijo pero ninguna le hizo caso- Chicas- llamó de nuevo, YoonYulHyo seguía bailando esta vez con Qri que ya se sentía con mas confianza. Las otras estaban demasiado engrosadas en el juego de Xbox.
- ¡DIJE QUE SE CALLEN Y SE SIENTEN!- gritó esta vez con mucha fuerza, todas hicieron caso de inmediato mientras Hyomin y Jessica se reían de lo azotadas que podían ser sus amigas- Mucho mejor- sonríe y muestra su adorable sonrisa de ojos- Es hora- anuncia y todas sabían a que se referían.
Se sentaron en el piso formando un círculo, aquello parecía una intervención. Hyomin ya sabía que era lo que venia y se estaba preparando mentalmente, para las palabras de sus amigas.
-De acuerdo, Minnie, creo que tienes algo de que hablarnos- Inició Taeyeon con una suave expresión.
-Si, sabes que puedes contar con nosotras- añade Sunny con un adorable rostro.
-Yo…- aquello le haría bien pensó pero cuando estaba a punto de empezar su celular sonó, revisó el nombre, era Eunjung- Es ella- dijo mirando al celular, todas se tensaron un poco.
-Contéstale- ordenó Fany.
Y eso hizo, contestó con un corazón pesado y la respiración entrecortada.
-¿Hola?