Estaba helando, la lluvia no era muy intensa, pero sí constante y le impedía a las chicas disfrutar del lugar como lo tenían planeado, confinándolas a permanecer en la casa, algunas envueltas en mantas, otras sentadas frente a la chimenea o en el caso de Taeyeon y Qri, preparando alimentos, aprovechando el tiempo ya que no había más nada que hacer, tampoco era como si la chef tuviera ganas de hacer algo más o quizás sí, salir corriendo de ese bosque y llevarse a Hyomin lejos, sumamente lejos de Ham “No tiene sentido” pensaba, mientras masticaba un poco de carne, con Taeyeon hablando sin parar y ella fingiendo que la escuchaba.
-Es increíble, tenemos tan mala suerte- dijo Fany, entrando en la cocina con un rostro decepcionado- Vinimos a pasarla bien y mira como terminamos, encerradas y temblando de frío.
Tae liberó una pequeña risa y volteó a verla con un trozo de la carne que estaban preparando incrustada en el tenedor, para ofrecérselo a la chica sonrisa quien lo aceptó sin pensarlo.
-Mmm eso sabe muy bien, Taengoo- apreció con una de sus deslumbrantes sonrisas antes de seguir quejándose- Por lo menos tenemos a buenas cocineras preparándonos cosas deliciosas todo el día, algo bueno debía tener este viaje.
-No te preocupes, en algún momento parará de llover y podremos, no sé… salir de excursión quizás- la embarazada la miró con incredulidad- ¿Qué?- preguntó la más corta sin entender esa mirada, fue entonces que la otra señaló su abultado abdomen- ¡Oh! cierto, no soportarías caminar tanto.
-¿El termostato no funciona?- preguntó Qri, uniéndose a la conversación.
-No, llamé al señor Kang y dijo que enviaría a alguien para que lo arreglara, no debe tardar en llegar.
Mientras ellas conversaban en la cocina, Hyoyeon, Sunny, Sooyoung, Yoona y Yuri hacían lo mismo en la estancia, frente a la chimenea. Yuri se acurrucaba entre las piernas y el pecho de su novia.
-Odio este lugar- murmuró Hyoyeon con un desanimado desprecio- Odio el frio- añadió.
-A mi me gusta- dijo Soo con un rostro animado, disfrutando de la tranquilidad que le ofrecía el bosque.
-Sí, no es tan malo aunque… esperaba algo más de esto- comentó Sunny.
La pareja intercambió miradas por unos segundos antes de voltear a ver a sus amigas.
-Lamento que todo haya terminada así, chicas… no pensé las cosas antes de invitar a Eunjung, no esperaba que afectara tanto el ambiente- se disculpó Yul.
-No te preocupes, hiciste lo correcto, invitar a tu amiga. Esperaste lo mejor de ella pero lamentablemente ella vino con otras intenciones.
-Hyo tiene razón, no te preocupes, la inmadura de Eunjung es la culpable- dice Soonkyu con una sonrisa.
-¿Yo?- apareció la aludida, todas giraron un poco el cuello para verla y asintieron, hasta Sooyoung que apenas la conocía- ¿Por qué?- preguntó con inocencia, como si no supiera que ella era la creadora de toda la tensión presente en la casa.
-Oh Ham, eres tan increíble.
-Lo sé, soy maravillosa, pero gracias- respondió sentándose junto a la rubia y recibiendo un golpe de esta.
-No te hagas la graciosa- comenzó, con ojos punzantes- Me has arruinado las mini vacaciones, idiota, pero te digo una cosa… el resto de tiempo que me queda aquí lo pasaré en grande, así tenga que amarrarte, amordazarte y encerrarte en una habitación ¿Me entendiste?- Eunjung asintió a la amenazante rubia, sin tomarse en serio sus palabras.
Cayeron en el silencio, solo podían escuchar las efímeras voces de las tres mujeres que parloteaban en la cocina y el crepitar de las llamas que tenían a pocos metros. Inconscientemente todas comenzaron a pensar en lo mismo, la situación incomoda y extraña en la que estaban, claro, desde perspectivas diferentes. Por ejemplo Hyoyeon pensaba en “¿Esto será así siempre? ¿Cada vez que nos reunamos este triangulo dará problemas?” la rubia levantó una ceja ante sus pensamientos y buscó la mirada de Sunny pero esta también estaba perdida es sus pensamientos “¿Acaso tenemos que cortar lazos con Eunjung? Quizás solo alejarnos de ella… se ha vuelto tan problemática”pensaba Sunny, dio una fugaz mirada a la susodicha, e inmediatamente se arrepintió de pensar de tal forma, viendo el rostro inocente y amable de la pelinegra “No… sigue siendo ella, solo… está pasando por un momento complicado” Por su parte Yoona y Yuri tenían preocupaciones diferentes “No es el momento adecuado” pensaba una “Aun no es el momento” cavilaba la otra en total sincronía con su pareja.
Sooyoung recordaba los abdominales de Hyomin y como Qri le había golpeado fuertemente la cabeza por estar mirando a su novia mientras Eunjung también pensaba en cierta castaña “Hyomin… ¿Qué te estoy haciendo? ¿Qué diablos estoy haciendo?” sí, ella también tenía batallas interiores, ella también tenía problemas, no era la villana, no, solo estaba enojada y se sentía enormemente frustrada porque su ex tenía todo para ser feliz mientras ella seguía aun aferrada a los recuerdos de un matrimonio fallido y anhelando a una mujer que ya no quería saber nada de ella…Jiyeon.
-¡Al infierno con todo este melodrama! yo voy a embriagarme ¿Quién me acompaña?- exclamó repentinamente la alocada Hyo, poniéndose de pie, sus compañeras levantaron las manos como respuesta, incluso, Eunjung.
Apenas eran las cuatro de la tarde, aun les quedaba tiempo para disfrutar y el alcohol quizás causara algunos momentos interesantes y divertidos que lograran sacarlas del aburrimiento en el que se habían sumido.
**********
Curiosa o quizás preocupada, la pobre Soyeon se debatía entre las dos emociones al ver a su hermana menor metiendo ropa en una mochila, además de su cepillo de dientes y otras cosas necesarias. La alta castaña se paseaba por su habitación recolectando artículos sin mirar a su hermana quien se sentía más y más preocupada con cada segundo.
-Jiyeon… ¿Planeas irte de la casa?- se aventuró a preguntar con temor, obviamente no quería eso. La menor se detuvo y la miró con confusión.
-¿Qué? No, no… solo pasaré la noche con una amiga.
-¿Amiga?- la menor asiente- La ultima vez que me hablaste de alguien refiriéndote a ella como una “Amiga” termino siendo una mujer casada y tu su amante ¿No estarás repitiendo la historia o sí?- preguntó con un tono suspicaz.
-Por supuesto que no, dormiré en casa de Suzy mi… novia- instantáneamente apareció una sonrisa en los labios de la mayor y una expresión picará sustituyó al gesto de preocupación.
-¿Novia, eh? ¿Desde cuando? ¿Por qué no me habías hablado de ella? ¿Es bonita? ¿Cuándo la conoceré?- le atacó con preguntas haciéndola sonreír.
-Sí, bueno algo así, ninguna de las dos lo ha pedido…
-Ah pero ella quiere hacerlo, de eso estoy segura.
-Ni siquiera la conoces.
-Cierto pero sé que ha sido la encargada de mantenerte feliz todo este tiempo… ya sabía que había alguien, lo sabía- Jiyeon sonrió, dulcemente con ojos brillosos e ilusionados- Y… ¿Estas esperando a que te lo pida formalmente?- supuso, la castaña se mordió el labio para detener la sonrisa tonta que tenía.
-Me has atrapado- responde.
-Seguramente te lo pedirá hoy ya que estarán A SOLAS - asume Soyeon arqueando las cejas repetidamente con picardía, pero Jiyeon desvió la mirada.
-Sí, quizás…- respondió volviendo a lo que hacía antes de iniciar esa conversación, la otra mujer se marchó a su habitación.
Tomó las llaves del auto de Qri, se despidió de Soyeon, encendió el auto pero no arrancó, primero daría una ojeada a la ruta indicada por la pelirroja. Cuando estuvo segura de que no sería difícil llegar volvió la mirada hacia al frente y sorpresivamente vio a Suzy, a pocos metros.
-¿A dónde vas?- preguntó cuando la conductora bajó el cristal de la ventana pero no recibió respuesta- ¿Acaso estas escapando de tu casa?- pregunto esta vez con un tono de broma.
-No, iré a resolver un asunto pendiente- Suzy no dijo nada solo la miró por unos segundos, con intensidad como si le quisiera leer la mente.
-Ya sé lo que pretendes, pero… ¿Estas segura?- eso la tomó por sorpresa pero igual asintió- Entonces yo iré contigo- anunció y sin darle tiempo para rehusarse se subió al auto- No te dejaré hacerlo sola- Jiyeon sonrió ampliamente, enternecida por las palabras y el apoyo que le ofrecía la pelinegra, para luego acercarse y darle un beso a la dulce pero tosca muchacha.
-Vamos.
Soyeon observó el auto hasta que este desapareció de su rango visual. Sabía que la menor le había mentido, no era tonta, aun así no dijo nada y la dejó hacer lo que quisiera.
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Despertó de su siesta a causa del ruido que provenía del primer piso. Música, voces elevadas, algo le decía que las demás la estaban pasando en grande. Se sentó con desgana y peinó su cabello, buscando a cierta pelirroja pero encontró en su lugar a una pelinegra, rodó los ojos y se dejó caer de nuevo en la cama, sintiéndose agotada por solo verla.
-¿Qué haces aquí?- preguntó con brusquedad, tal parecía que esas eran las palabras con las que iniciarían todos sus discusiones.
-Tengo unas preguntas- dijo cortamente, Hyomin bufó con verdadera diversión.
-Que buena broma- dijo con los ojos cerrados, estirando su cuerpo para poder despertar por completo- Muy buena bro…- y se detuvo al sentir la presencia de otro cuerpo cernerse sobre el suyo. Abrió los ojos de golpe y la empujó de inmediato- ¡¿QUÉ DEMONIOS TE PASA?!- la otra no respondió solo le dedicó una cínica sonrisa- Vete, Eunjung- dijo, intentando mantenerse calmada, pero la pelicorta no hizo caso y volvió a la cama acercándose peligrosamente a ella.
-Dime una cosa… ¿Qué te gustó de ella? ¿Qué fue lo que te dio para que me dejaras?- extrañamente no se alejó, se quedó inmóvil, mirándola, queriendo descifrar que es lo que pensaba.
-No tengo porqué responderte, ahora vete- respondió al fin empujándola por los hombros.
Ham la tomó de las muñecas para detenerla y la acercó aun más a su cuerpo.
-Respóndeme ¿Por qué estas con ella?- no hubo respuesta- Solo estas a su lado para olvidarme ¿No es así?- un bufido escapó de los labios de la castaña y con un movimiento brusco se liberó del agarre.
-No, Eunjung, no estoy con ella para olvidarme de ti, estoy con Qri, porque la amo, porque ELLA sí me ama sinceramente. Porque me hace feliz y TÚ hace mucho tiempo que no lo hacías- dijo levantándose de la cama para luego caminar hacia la puerta- No vuelvas a buscarme, no quiero tenerte cerca… no siento nada por ti- y abrió la puerta, pero desafortunadamente había alguien del otro lado y ese alguien era…- Qri…- se le fue el aire con solo ver la mirada de la pelirroja. Desvió su atención para ver como Eunjung caminaba sonriente hacia la salida de la habitación, mirando con extrema sorna a la chef.
-Las dejo… y no te preocupes, Qri, no hemos hecho nada… aun- dijo con una sonrisa socarrona.
Para su sorpresa y para la sorpresa de Hyomin también… la pelirroja arrojó un firme y enfurecido golpe a la cara de la más alta, y se notaba que no le importaba la diferencia de tamaño, no le importaban las contexturas físicas. En ese momento estaba harta, cansada de Eunjung y la rabia que tenía dentro al verla cerca de Hyomin fue suficiente para hacer de ese golpe una agresión capaz de romperle la nariz a su sorprendida y estupefacta contrincante. La castaña lo vio todo con lentitud, con la boca abierta por el asombro, sin perder detalle alguno de la escena, la nariz sangrante, la expresión de dolor del rostro de la pelinegra y por último, los celos y la ira en la cara de su novia.
-¡Maldita seas!- dijo Eunjung entre un gruñido preparándose para responder al ataque físico.
-Ni lo pienses- siseó Hyomin parándose enfrente de la pelirroja, empujándola levemente para mantenerlas apartadas pero ninguna de las otras dos féminas dio importancia a sus palabras. La pelicorta intentaba acercarse y la otra quitar a la castaña del medio para repetir lo que había hecho una y otra vez- ¡BASTA!- gritó molesta por la infantil actitud- ¡Ya es suficiente!- siguió empujando bruscamente a Eunjung.
-Quítate del medio Hyomin, esto es entre ella y yo- decía Qri visiblemente cabreada. ¿Quién se hubiera esperado eso de su parte? Lo que hacían los celos. La castaña giró el cuello para mirarla.
-Kyul, cálmate, no pasó nada entre ella y yo… yo no te haría eso- le dijo volteándose para poder tomar su rostro con las manos.
-Lo sé- respondió la chef confundiendo a su novia- No es por eso que la he golpeado- confesó mirándola con angustia y cansancio. Un bufido se escuchó detrás.
-¿Le vas a confesar todo, Park?- preguntó Ham limpiándose la sangre que brotaba de su nariz- ¿Eso harás?- insistía con una gran sonrisa- ¿O prefieres que yo se lo diga? Porque si es así, no tengo problemas… será un maldito placer.
La menor no entendía de qué estaban hablando. Alternó la mirada entre las dos mujeres, confundida, pidiendo una explicación. ¿Qué pasaba? ¿Por qué todo estaba más tenso ahora? ¿Por qué Qri bajaba la mirada? ¿De que se reía Eunjung?
-¿Qué está pasando?- Jessica se hizo presente con su fría y autoritaria apariencia. Parada a solo unos pasos detrás de Qri, con los brazos cruzados y un rostro lleno de molestia- ¿Hice una pregunta? Respondan- presionó, adentrándose en la habitación y pudiendo observar el rostro de la pelicorta, levantó la ceja con sorpresa y luchó por mantener sus labios en una línea recta en vez de soltar una sonrisa burlona- ¿En serio, Eunjung? Hasta donde has llegado- dijo ya sabiendo quien era la persona responsable de esa herida- Entonces ¿Me dirán lo que está pasando?
-No es problema tuyo, Jessica- gruñó la atacada.
-¿No es mi problema?- sonrió y arqueó las cejas- ¿No es mi problema?- repitió tomando una actitud más seria- Planeé estas malditas vacaciones, tú llegas, las estropeas, afectas nuestro circulo de amistad con tus niñerías, inicias un conflicto en el lugar por el cual pagué ¿Y me dices que no es mi problema? – mientras decía todas sus razones se había acercado a la de cabellos cortos, ahora estaba frente a ella, mirándola con autoridad- ¿Qué se supone que haga, Ham? ¿Hacerme la ciega y dejar que sigas jodiendo nuestro descanso y la relación de mi hermana? ¿Eso quieres?- murmuró a centímetros del rostro ajeno, Eunjung no dijo nada- Eso creía- se alejó- Ahora… vete de aquí, déjalas a solas- ordenó señalando la puerta con un movimiento de cabeza.
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La pareja necesitaba espacio así que dejaron la cabaña sin decir nada, actuando como si nada hubiera pasado para no arruinarles el buen momento que estaban pasando. Hyomin sonrió levemente al ver a sus amigas un poco más alocadas de lo normal antes de salir de la cabaña con Qri siguiéndola de cerca. La llevó al lago, precisamente al muelle. Se quedaron calladas durante un buen rato, sentadas en el borde del atracadero, observando la tranquilidad del agua y cualquier ave que pasara por los alrededores, hasta que la castaña rompió el mutismo.
-Kyul… ¿Podrías explicarme por qué fue todo eso?- preguntó mirándola, pero Qri seguía mirando hacia el frente- Kyul…- silencio.
Algo andaba mal y la menor lo podía sentir, ya incluso, comenzaba a preocuparse o quizás la palabra adecuada sería, asustarse. Se levantó de su lugar y se dejó caer detrás de Qri, dejando sus piernas a los lados de la otra y enrollando sus brazos alrededor del cuello de su pareja.
-Hey- le llamó con dulzura, reposando la quijada sobre el hombro derecho de Qri- Puedes decirme lo que sea- aun no salía palabra alguna de los otros labios. Suspiró. No preguntó más nada, solo se dedicó a abrazarla con más fuerza, protegiéndola del frío.
-Te amo ¿Lo sabes verdad?
Un cosquilleo viajó velozmente por su cuerpo, era la primera vez que Qri le decía esas palabras y sonrió, comenzó a sonreír con alegría. Depositó un beso el hombro de la chef antes de responder.
-Yo también te amo- le susurró en el oído olvidándose de sus preguntas y de la preocupación nacidas de la reciente pelea.
Qri se había librado de las preguntas… por esta vez.
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Eventualmente regresaron a la cabaña luego de pasar un tiempo a solas, tomadas de la mano. Extrañamente los ánimos estaban más calmados y las chicas solo disfrutaban de sus bebidas sentadas frente a la chimenea, otra vez.
Los ojos de Hyomin brillaban, los de Qri también, pero no era el mismo brillo. El miedo seguía presente. Cruzó miradas con esa pelicorta que tanto la sacaba de sus casillas, encontrándose con un par de ojos amenazadores. Eunjung lo diría en cualquier momento, probablemente esa misma noche, ahí frente a todas para hacer más drama del necesario y conseguir una reacción más indignada por parte de Hyomin. Sí, seguro eso haría y lo peor es que solo le quedaba esperar o decirlo, pero no podía, tenía miedo de que la castaña le diera más importancia de la necesaria a ESE hecho. Tenía miedo de que se alejara por esa tontería.
-Al fin regresan ¿Pasaron un buen momento haciéndose cariñitos?- preguntó Soo, que estaba ebria, de nuevo, la chef rodó los ojos imaginando las tonterías que su amiga haría en cualquier momento o que quizás ya había hecho durante su ausencia.
-No empieces, Sooyoung- le dijo fríamente jalando a Hyomin hacia otro lado, mantenerla cerca de la más alta era estresante ya que esta última siempre se quedaba mirando a la castaña por largos ratos.
-Pero si no he hecho nada, querida.
-Hyomin.
Jessica llamó a su hermana desde la cocina y esperó con paciencia a que esta llegara hasta ella. La pelirroja se quedó junto a Tiffany.
-Hablemos un momento- dijo adentrándose más en la habitación, escondiéndose de las demás- ¿Qué pasó?- preguntó no por curiosidad sino por preocupación, ella también podía sentir que algo estaba pasando. La castaña que ya había olvidado las extrañas palabras de Eunjung volvió a tensarse.
-No lo sé… pensé que todo había sido por celos, pero parece que hay otra razón de mayor peso, una razón que Qri no me quiso decir- suspiró sintiéndose un tanto tonta por no haber insistido más para que la pelirroja le contara que era lo que en realidad pasaba- Es como si… guardaran un secreto- soltó una risita incrédula- No, eso no puede ser, solo llevan tres días de conocerse.
Sica se mantuvo callada, pensando, creando teorías y al final desechándolas todas.
-Quizás no es nada, tal vez solo se sienta insegura con Eunjung rondándote, yo estaría igual si fuera ella- la menor asintió repetidamente, considerando sus palabras- Debe ser difícil para ella, estar en el mismo lugar que tu… esposa- dijo lo ultimo con un poco de incomodidad, esa palabra ya no se sentía correcta para esa pareja fallida- Y hablando de eso, deberías de agilizar el proceso de divorcio, no tientes la paciencia de Jihyun.
Eso la hizo fruncir el ceño.
-¿Tentar su paciencia?- la rubia asintió.
-Minnie, no creo que el titulo “Novia” sirva si estas casada con alguien más.
-Lo sé… créeme, hermana, lo sé…- dio unos pasos para poder posar sus manos sobre el mesón de la cocina- Así como también estoy enterada de la incomodidad que ella siente por eso.
-¿Lo han hablado?
-No, pero no es necesario que me lo diga, yo puedo sentirlo.
-Hyomin- le llamó para que la mirara y cuando tuvo su atención continuó- ¿Sigues sintiendo algo por Eunjung?- preguntó con un poco de nervios, deseando que su hermana respondiera “No” porque si respondía “Sí” entonces auguraba un futuro más complicado para ella y su relación. Para su sorpresa la menor sonrió.
-¿Crees que si aun sintiera algo seguiría aquí?- respondió con otra pregunta, Sica no supo que contestar- No, si sintiera algo habría salido corriendo rumbo a la ciudad, huyendo de ella…- la mayor aun no entendía por completo- No me importa si esta o no está cerca… no siento nada al verla. Hace unos meses, si hubiéramos hecho esto mismo sí, me habría afectado verla, me habría dolido mirarla y saber que ya no es mía, pero no ahora…- a esta altura ya la mayor de las Jung no podía evitar sonreír con ternura- Ahora solo me importa Jihyun, Eunjung puede hacer lo que quiera, puede rehusarse a firmar, puede retrasarme todo lo que quiera, pero no lograra despertar nada en mi.
Tardó unos segundos en contestar a eso, sintiéndose de alguna forma, orgullosa.
-Aww… me vas a hacer llorar, Sunyoung- respondió la rubia con un poco de burla, tratando de acabar con la seriedad del momento.
-Cállate, Sooyeon.
**********
Entre todas las personas que estaban presentes en ese lugar, una de ellas destacaba en cuanto a la habilidad de observación y esa persona no era otra más que Tiffany, quien logró percatarse de la reacción negativa presente entre cierta pelinegra y cierta pelirroja por eso, cuando Jessica se alejó para hablar con su hermana, ella decidió ir con su compañera de cabellos rojos. Intrigada en cierto punto por esas miradas penetrantes y amenazadoras que se estaban dando las dos primeras.
-¿Problemas con la ex?- pregunta con algo de humor luego de sentarse junto a la chef.
-Sí- respondió cortamente, con una voz neutra y una apariencia fría, recordándole un poco a su propia esposa.
-¿Puedo ayudarte en algo?- Qri negó con la cabeza enviándole claras señales para que dejara de entrometerse y eso intrigaba más a la embarazada, Qri no solía ser tan tajante.
Decidió dejarla en paz por un momento mientras buscaba las palabras adecuadas para sacarle información.
-No tienes porqué preocuparte, Hyomin no va a dejarte- no obtuvo respuesta- Y Eunjung solo necesita tiempo para hacerse a la idea. Pronto dejará de entrometerse- esta vez los ojos de intensa mirada se concentraron en ella.
-Ya lo sé, Fany- le dice, la aludida entrecerró los ojos.
-Pero no es eso lo que te preocupa- concluye con rapidez- ¿Hay algo que estés escondiendo?
Como era de esperarse, no salieron palabras de aquellos labios.
-Está bien, no seguiré inmiscuyéndome en tu vida, solo… ten presente que cuentas conmigo ¿Sí?- la otra solo asintió con una pequeña sonrisa, Fany se la respondió con una mucho más amplia y brillante- Todo estará bien… ella te ama- le susurró antes de levantarse e irse a otro lado.
“Todo estará bien” se repetía Qri “No es tan importante” no, no lo era “Hyomin es muy madura, lo tomará bien” seguía, tratando de calmarse y obtener fuerzas para lo que iba a hacer “Tengo que decírselo”. Se puso en pie y fue con las demás para buscar una bebida y cuando la tuvo en las manos dio un largo trago e intentó dejarse llevar por la música que se reproducía al fondo con un volumen bajo.
-Creo que alguien está tocando la puerta- anuncia Sunny, sin intenciones de moverse para asegurarse. Todas miraron a Hyoyeon quien estaba bastante cómoda, aun frente a la chimenea con su botella de absolut vodka, un poco fuera de sus sentidos.
-¿Qué? Yo no iré- se rehusó agitando las manos y la cabeza- La ultima vez que abrí recibí a un demonio aguafiestas- dice, señalando a Eunjung que estaba aislada en una esquina, pero ninguna le hizo caso, dándole a entender que no se levantarían- Está bien, está bien, iré… Dios que holgazanas son- se quejaba mientras caminaba hacia la puerta- Siempre tengo que ser yo, Hyo esto, Hyo lo otro, siempre yo.
Se detuvo frente a la puerta, puso una falsa sonrisa y abrió.
-Hola ¿En que puedo ayudarles?- dijo al ver a dos señoritas con muy buen aspecto frente a ella.
-Hola, ella es Suzy y yo soy Jiyeon, la hermana de Qri- Hyoyeon de inmediato se hizo a un lado con una sonrisa verdadera.
-¡Oh! ¡Pasen, pasen! Tu hermana está aquí mismo- dijo señalando a la pelirroja que aun no se percataba de quien había llegado, pero Eunjung si lo notó así como también notó a la pelinegra de cabello largo que sostenía la mano de la castaña- ¡Señoritas! Tenemos visitas, levanten sus flojos traseros y recíbanlas… ¡Jessica, Hyomin! ¡Vengan!
Quizás la emoción de la rubia era excesiva y extraña, pero tomando en cuenta que estaba algo ebria, no era para sorprenderse que actuara como si hubiera llegado algún personaje famoso. Sus amigas voltearon para ver el rostro de las recién llegadas y las primeras en reaccionar fueron Qri y Tiffany. Qri sorprendida de ver a su hermana allí, le había dicho claramente que no se apareciera por esos rumbos y Tiffany confundida al ver a la amante de Eunjung que también era la empleada de su esposa ¿Qué hacía Jiyeon ahí?
-¿Qué sucede Kim? ¿Por qué los gritos?- apareció Sica quien también se llevó una gran sorpresa al ver a la jovencita- ¿Jiyeon?- se encendieron las alarmas, podía oler el drama y podía escuchar los pasos de su hermana detrás de ella, acercándose… aproximándose a su encuentro con la que en algún momento fue su rival.
-¿Sucede al…?
Se detuvo en seco, ligeramente sorprendida. Ese rostro, ese rostro podía recordarlo claramente. Era ella, la mujer con la que vio a su esposa un par de veces, era ella la que había acabado con su matrimonio, era la culpable de sus noches en desvelo, era… Jiyeon.
-¿Quién es?- preguntó alguna de las presentes indiscretamente.
Y en pocos segundos todas lo sabrían.