Dolía, dolía tanto que no podía explicar con palabras el dolor que estaba sintiendo en ese momento. Ante sus ojos a tan solo una cuadra del negocio de su hermana, estaba Eunjung, besando apasionadamente a otra mujer, una chica más joven, una chica que estaba robando lo que era suyo. Desvió la mirad, sintiéndose en cierto modo asqueada y muy decepcionada, podía sentir sus latidos fuertes y desesperados, podía sentir las lagrimas acumularse en sus ojos, vio luego de un tiempo al verse en el espejo retrovisor interior del auto, las sintió caer y junto a ellas pedazos de su traicionado corazón.
Apretó en volante del auto con toda su fuerza, mientras las veía entrar al auto de la infiel, mientras veía como Eunjung se comportaba atentamente con la joven, mirándola con ojos llenos de adoración. Le dolía saber que esa mirada que usualmente había sido para ella, ahora era dedicada a otra persona y maldijo, maldijo a su esposa, maldijo el día en el que le dio el “Sí”, maldijo a la chica y a sí misma por haber sido tan ingenua… tan tonta.
Las siguió, herida y llena de tristeza, tratando de mantener la cabeza fría y sonrió amargamente al verlas entrar a un hotel bastante ostentoso. Apretó los dientes luchando consigo misma, debatiéndose entre dos opciones, salir, seguirlas y atraparlas en la acción o quedarse allí y esperar… esperar a que aquella traición solo fuera momentánea.
Y así lo hizo, se quedó callada, prefirió vagar por un parque en horas nocturnas para llorar su despecho en la oscuridad de la noche durante algunos días y lo mismo hizo al cabo de un tiempo, cuando las vio juntas por segunda vez en aquel café. Lamentablemente esperar por lo mejor no le había servido de nada y ahora estaba sobre la misma banca, llorando de nuevo, sola…hasta que cierta persona se acercó a ella para consolarla y quien hubiera imaginado que esa persona sería la cura para todos los males de su corazón aunque…siempre quedaría algo de dolor.
**********
Trató de respirar profundo y controlarse, se acercó lentamente sin apartar la mirada, observándola con rabia y dolor. Nadie dijo nada, se hizo el silencio en cuanto notaron el comportamiento de Hyomin quien estaba ahora frente a frente con Jiyeon, la última respiraba con pesadez y bajo la mirada de aquella mujer se sentía pequeña, poca cosa, se sentía inmunda. No dijo nada, esperaba a que la mayor hablara. En una esquina, Eunjung observaba todo, con calma, ya ella no tenía nada que perder, pero ese no era el caso de Qri.
-¿Por qué estás aquí?- se rompió el largo silencio gracias a la mujer engañada- ¿Qué haces aquí?- preguntó con una voz gélida, mirándola con intensidad, como si quisiera abrir agujeros en el cuerpo de la otro con su mirada.
Titubeó, los labios le temblaron ligeramente y con toda esa atención sobre ella todo se le hizo más difícil. Ya sentía como el sudor comenzaba a formarse en su espalda y lo peor es que solo estaban empezando con esa situación. A su lado estaba Suzy, apoyándola con su sola presencia.
-Yo… quiero aclarar todo- dijo no muy segura de que decir o hacer en esos momentos. Hyomin arqueó una ceja y sonrió ladeadamente con algo de burla.
-¿Aclarar? ¿Aclarar qué?- estaba realmente incrédula- Todo está muy claro y francamente ¡No veo razón alguna para que vengas a hacerme pasar por un mal momento!- empezó calmada, pero perdió el control a mitad de la oración, asustando un poco a la chica y sorprendiendo a las demás.
-Eh… creo que será mejor retirarnos, vamos chi…- comenzó Jessica.
-¿Qué? ¿Por qué?- interrumpió su hermana- Quédense, quédense para que sienta vergüenza, para que se sienta humillada como yo me sentí…gracias a ella- ya no había rastro de tranquilidad en ella, estaba furiosa.
-Hyomin, lo mejor es que…
-Dime ¿Qué te hizo pensar que querría escucharte? ¿Por qué venir ahora? ¿Acaso eres idiota?- la atosigaba con preguntas y por cada una de ellas se acercaba un paso.
Jiyeon no sabía que decir, la presencia de la otra era demasiado fuerte para ella. Se aclaró la garganta, bajó la mirada por unos segundos, queriendo escapar de la de Hyomin para poder calmarse y conseguir las palabras correctas.
-Lo merezco, sé que merezco cada una de tus palabras, tu desprecio… tu odio, lo sé y no vengo a tratar de limpiar mi imagen, solo quiero disculparme, pedirte perdón por lo que hice...- y por fin podía liberar la culpa que la tenía asfixiada durante todo ese tiempo- Lo lamento, lamento haberte hecho daño, lamento haber destruido tu matrimonio, en verdad lo siento…
-Tus disculpas no me sirven de nada- le cortó y se dio la vuelta, ver su cara era demasiado- No borraras nada con ellas, no me harás sentir mejor, no me devolverás lo que me quitaste…- y miró a Ham por un momento, para luego reír- Pero no te preocupes ya no tengo interés en esa basura- la mujer en cuestión abrió levemente la boca y levantó una ceja, eso había sido degradante, pero se lo merecía.
-No estoy aquí por Eunjung- aclaró- No vengo a reclamarla como mía…
-No me importa- le dijo ásperamente- Solo vete, no quiero verte… lo único que haces es que todo despierte de nuevo, que te odie, como te odie antes… solo me haces sentir como una estúpida…lo que me hicieron… no lo olvidaré, puede que no la ame, puede que ya no me importe, pero lo que me hicieron sentir no se borrará.
Jiyeon bajó la mirada, entendiendo a que se refería.
-Se burlaron de mí, me hicieron sentir poca cosa, por mucho tiempo pensé que la falla estaba en mí, y quizás en parte así fue, pero tú- afincó su dedo índice el pecho de la menor- Tú fuiste la verdadera razón de todo lo que pasé…
-Yo no fui la que inició todo esto…
-Pero decidiste seguirlo…
-No fue mi culpa que fuera tan insistente…
-Gran excusa, si sabias que era casada debiste apartarte…- y era una batalla de palabras, un contrapunteo cuya intensidad mantenía sumidas a todas las presentes de aquella sala en un rotundo silencio.
-Hyomin, yo lo intenté…
-¡No lo intentaste lo suficiente, fue más fácil para ti ser una zorra!- pero eso ya era demasiado para Jiyeon.
-No soy… una zorra, me enamoré, la amé pensando que mi amor era mejor que el tuyo, que lo que le dabas no era suficiente…- fue un gran error decir eso y lo entendió al ver a Hyomin alzando la manó para abofetearla. Esperó el golpe sin intenciones de huir, pero corrió con suerte y alguien más apareció en la escena.
-Hyomin, por favor, cálmate- era Jihyun, que no podía quedarse callada y quieta mientras su hermana recibía toda la ira de su novia. La castaña la miró con un poco de sorpresa antes de liberarse del agarre, en esos momentos no estaba ni para ella.
-No te metas, ponte a un lado- dijo con sequedad, apretando la mandíbula.
-Cariño…
-Jihyun, no estoy de humor para esto, por favor apártate- pidió con algo de tosquedad, pero la chef no se movió de su lugar, tapando con su cuerpo a su hermana y esto no hizo más que enfurecer más a la fiera herida- ¿Por qué no te apartas?
-Porque no puedo…- le respondió con la voz quebrada, asustada, la castaña se lo estaba tomando todo muy mal y aun no sabía lo más importante.
-¿Qué dices? Claro que puedes…
-No- insistía la pelirroja y ya Hyomin estaba perdiendo la paciencia.
-¡¿Por qué?!- preguntó frustrada.
-Por que soy su hermana- le contestó la mayor de las Park, mirándola directamente a los ojos y causándole una gran y desagradable sorpresa.
Y todo comenzó a encajar. Por eso la actitud de Eunjung, por eso la tensión y el extraño comportamiento de la chef.
Comenzó a alternar la mirada entre las dos hermanas hasta que la dejó fija sobre Qri, sintiéndose burlada, una vez más.
-¿Tú lo sabías?- le preguntó con los ojos aguados.
-Sí… yo... lo siento, Minnie- intentó acercarse pero su pareja se alejó.
-Lo sabías, lo sabías y aun así… me lo ocultaste ¿Fue divertido? ¿Te pareció divertido jugar conmigo? ¿Qué hacían… se juntaba a burlarse de mí?- se sentía como una tonta y aunque así no era como habían ocurrido las cosas, no dio chance a la otra para que se explicara y salió rumbo a su habitación, con Qri siguiéndola.
Tomó sus llaves, la poca ropa que había llevado para el corto viaje y las metió desordenadamente en un bolso.
-Hyomin, espera, déjame, explicarte lo que pasó- pedía desesperadamente mientras veía como la otra se alistaba para marcharse- Las cosas no han sucedido de esa manera, yo no sa…- pero ella no había estado escuchando y no comenzaría ahora. La castaña ignoró sus palabras y solo se paró frente a ella, mirándola con extrema molestia antes de soltar sus últimas palabras.
-Déjame en paz, no quiero oírte, no quiero oírla. No quiero verte.
Luego salió sin mirar a nadie, empujando a Jiyeon con el hombro y también a Suzy, abandonado la cabaña como alma que lleva el diablo. Se subió a su auto y lo encendió sin importarle que la pelirroja estuviera golpeando la ventana para que le abriera, solo… arrancó y la dejó allí parada derramando lágrimas, mientras ella se perdía de vista.
**********
La casa quedó helada, ni una palabra se oía luego de lo ocurrido. Todas estaban sorprendidas y no tenían idea de que decir, aunque algunas tenían ciertas dudas, pero con ese ambiente no sería lo mas sensato comenzar a hacer preguntas. Jessica había salido a buscar a su hermana, le preocupaba que estuviera conduciendo en ese estado tan alterado, insistió en que Qri se quedara y se calmara un poco, porque no lograrían nada con ambas en ese estado y menos con todo tan reciente y a pesar de que la cocinera solo quería estar al lado de la castaña para abrazarla y explicarle todo, logró que aceptara.
Tiffany estaba con el resto de las chicas intentando animar todo, mientras Jiyeon y Qri hablaban en una de las alcobas. Ham estaba ausente.
-Entonces… ¿Jiyeon es la amante de Eunjung?- preguntó Sunny.
-Era- le aclara Tiff.
-Ok, era ¿Y es la hermana de Qri?- la pelirroja asiente- ¿Y ahora Hyomin cree que nuestra amiga la chef lo sabía todo y se burlaba de ella?
-Así es, pero no creo que las cosas sean así- dijo, defendiendo a su compañera pelirroja.
-Vaya, que enredo y yo que pensaba que estas vacaciones no podían ir peor… aunque no me preocupo mucho por la pareja, seguramente lo arreglaran pronto, y terminaran en la cama para hacer un buen ejercicio de reconciliación- comentó Hyoyeon, dejándose caer en uno de los sofás y el resto la miró muy mal- Creo que lo mejor será irnos mañana- sugirió, cambiando de tema para que dejaran de verla así.
-No, nos iremos SOLO cuando estemos seguras de que Hyomin vendrá con nosotras, no vamos a dejarla sola en este lugar.
-Seguramente Sica la traerá esta misma noche.
-No lo creo, Sunyoung no querrá estar en el mismo lugar que… Jiyeon y Qri, puedo apostarte a que se quedará en alguna posada del pueblo.
Por otra parte las hermanas Park hablaban a solas o se suponía que eso deberían de estar haciendo. La culpa que sentía la menor en esos momentos era inmensa, ahora no solo cargaba con el rencor de una mujer herida, sino con el peso de saberse causante de otro problema entre una pareja. Se sentó en la cama del frente, mirando a su hermana, que lloraba silenciosamente con el rostro escondido en la almohada, dejando salir uno que otro quejido de vez en cuando e intentando acallarlos sin éxito. Era la primera vez que la veía llorar por amor.
-¿Tanto la amas?- le preguntó mirando hacia la ventana para ver los arboles y la poca luz de la Luna que entraba en la oscura habitación.
Jihyun se tomó su tiempo y antes de contestar se acomodó para sentarse, limpió sus lagrimas y miró a su hermana.
-No tienes idea de cuanto la amo- le respondió y sonó tan sincero que Jiyeon solo pudo sentir una punzada de culpa aun más fuerte.
-Lo siento, no era mi intención que esto pasara, yo quería sacar todo a la luz para evitarte esto, para que Eunjung no pudiera molestarte más, pero todo me salió mal, no creí que reaccionaría de esa manera- suspiró con mucha pesadez, sintiéndose agotada- Soy una torpe.
-Tenías buenas intenciones, lo entiendo y tarde o temprano yo tendría que decírselo, así que no te preocupes- intentó hacerla sentir mejor, a pesar de que ella se sentía aun peor.
-No, vine aquí para ayudarte y conseguir su perdón, pero solo lo arruiné todo e hice que me odiara aun más.
-Ella… se calmará y lo entenderá, Yeonnie, por lo menos eso quiero creer.
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Definitivamente no se esperaba eso, no, ni en sus sueños. El que la menor de las Park llegará así de repente fue algo que la sorprendió. Bueno cuando llegó a la cabaña tenía eso en mente, que estuvieran las cuatro y ser ella la que soltara la bomba y aunque pensaba que sería divertido, resultó ser lo contrario. Ver el estado en el que se encontraba su esposa, ver a Jiyeon intentando reparar sus errores y sobretodo ver a Qri llorando detrás de Hyomin… le estrujó el corazón.
Había estado actuando de forma egoísta, lo reconocía, pero ahora ya no podía hacerlo, no encontraba fuerzas para odiar a la pelirroja, no luego de presenciar esa escena y ver en sus ojos el miedo, ese que le decía cuanto amaba a Hyomin.
Metió las manos en los bolsillos de su chaqueta y levantó la mirada para ver el ramaje de los arboles, intentando no sentirse peor persona.
-Es increíble que todo esto, sea tu culpa…curioso ¿No?- se le unió otra pelinegra.
-Sí- contestó sin poder decir nada más.
-Sabes…es bastante impresionante la cantidad de torpezas que has cometido- sigue Suzy, ya que Jiyeon le había contado todo- Si querías recuperar a Jiyeon, esto de intentar joder a su hermana no ha sido el mejor paso que pudiste dar, no, ha sido otro error más.
La pelicorta exhaló con profundidad para mantenerse serena, lo menos que hacía falta era otra discusión.
-Tienes razón, fue una estupidez y ahora seguramente mis oportunidades con ella se han reducido a un 10% - le dice, bajando la mirada.
-Me alegra que lo tengas claro- responde Suzy con una sonrisa.
-Pero aun sigo teniendo oportunidad- agrega y esto solo ensanchó la sonrisa de Bae.
-¿Quieres seguir luchando conmigo por sus sentimientos?
Ham también sonrió, pero sin malicia, sin molestia, era una sonrisa sincera.
-Sí, pero esta vez, prepárate, porque no seguiré cometiendo errores, no voy a seguir actuando como una idiota, chica. Voy a ser mejor y voy a jugar limpio. Pero por ahora tienes el camino libre para seguir cortejándola, yo me tomaré un tiempo para aclarar mi mente.
La menor extendió su mano.
-Muy bien, sigamos entonces- Eunjung tomó su mano y la estrechó- Pero ¿No te da miedo que te olvide durante ese tiempo?- la mayor sonrió con tristeza antes de responder.
-Claro que me da miedo, pero si eso pasa, si deja de quererme, entonces lo aceptaré- respondió con sinceridad antes de voltearse para regresar a la cabaña.
-Es gracioso que haya tenido que pasar todo esto para que reaccionaras y actuaras con sensatez- le dijo Suzy, ella no se giró solo se detuvo por un momento.
-No es gracioso… es ridículo.
Ahora solo el tiempo diría si Jiyeon era para ella. Si luego de alejarse y dejarla en manos de Suzy aun sobrevivía ese amor que la castaña sentía por ella, entonces bien, haría lo posible por recuperarla de la mejor manera, pero si Jiyeon la olvidaba, tendría que tragarse su amor y dejarla tranquila, dejarla tomar un camino diferente, dejarla ser feliz aunque eso le doliera. Y Suzy estaba lista, más que lista para terminar de sacar del corazón de Jiyeon cualquier sentimiento que hubiera sido producido por la pelicorta. Haría todo lo posible porque así fuera, pero si su amada elegía a su rival, entonces lo aceptaría también.
**********
La mayor de las Jung, regresó, y como era de esperarse llegó sola. Sus amigas la miraron expectantes, todas con la misma pregunta en la punta de la lengua ¿Dónde está Hyomin? pero no fue necesario que manifestaran su pregunta, porque Jessica la respondió rápidamente, dejándose caer sobre un sofá y tirando las llaves de su auto en la mesita que estaba al lado.
-Está bien, en una posada en la zona central del pueblo, sigue molesta y cree que Eunjung, Qri y Jiyeon se han estado riendo y divirtiéndose a costa de ella- suspiró antes de buscar con la mirada a la chef, encontrándola en las escaleras- Está muy molesta contigo- le dijo cuando la tuvo más cerca- Y a ti…- señaló a la menor de las Park- Te quiere asesinar- exageró.
-Jessi, no ayudas diciendo esas cosas- le regaña su esposa.
-Es la verdad, no tan intensa, pero es así- dice levantándose para caminar a la cocina y buscar algo de beber, pero la pelirroja la detuvo.
-Espera… por favor, llévame con ella, necesitamos hablar- le pidió y la rubia se lo pensó antes de dar su respuesta- Por favor, Sica- pidió de nuevo.
-Es muy tarde, no creo que se buena idea.
-Entonces dime el nombre del lugar, yo iré a buscarla- dijo, no se daría por vencida, TENÍA que verla, necesitaba verla.
-De acuerdo, de acuerdo, te llevaré- se rindió y comenzó a caminar hacia la salida- Va a querer matarme pero todo sea por el amor- dijo con una sonrisa antes de abrir la puerta para dejarla salir primero- Solo, piensa bien lo que vas a decirle, porque parece que está pre-programada para malinterpretar todo- le avisa cuando ya estaban dentro del auto- Estaremos allá en media hora.
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Era viernes, sí, lo recordaba perfectamente, ese día tenía dos reuniones con grandes socios de la compañía, además de una fiesta de té con algunos propietarios de otras empresas “Amigos” de sus difuntos padres, eso sin contar con la cantidad de papeles que debía revisar y firmar. Por ultimo, la cena con su esposa. Sin duda, su día sería agotador y el solo pensar en todo lo que debía hacer le tensaba los músculos, así que luego de atender las dos reuniones de negocio decidió darle una visita sorpresa a su gran amiga.
-Es extraño verte por aquí- le dijo cuando la vio entrar en su SPA, dedicándole una sonrisa de grata sorpresa y acercándose para abrazarla como si llevaran años sin verse, aunque la realidad no estaba muy lejana a eso.
-Lo sé, me he desaparecido de la vida de todas- dice con un poco de vergüenza, correspondiendo el abrazo con cariño- Pero estoy a punto de explotar, trabajar en la compañía es tan… estresante, se lleva todo mi tiempo y mi energía...
-Así que pensaste en darme una visita y recibir un masaje ¿eh?- preguntó adivinando el resto de la explicación con una sonrisa de falso reproche, sacándole una risa a la pelinegra.
-La verdad es que… ¿Sí?- respondió rascándose la nuca. Su amiga dejó salir una pequeña risita.
-Eres bienvenida siempre y el masaje va por la casa, claro si quieres hacer otra cosa, adelante, tienes pase libre a cualquiera de nuestras instalaciones, Ham. Disfrútalo y relájate- le dijo antes de guiñarle y marcharse a atender sus propios asuntos.
Y Eunjung entró en la sala para recibir un simple masaje…pero se encontró con algo más que eso. Ya estaba lista, desvestida, acostada boca abajo en la camilla, apoyada sobre sus codos mientras esperaba a la persona que se encargaría de hacerla sentir bien y vaya que la chica la hizo sentir bien. Apenas entró, apenas la miró con aquellos ojos gatunos y le sonrió con esa inocencia, Eunjung se sintió hechizada, atrapada por un encanto del cual no quería salir.
-Hola- le saludó con una gran sonrisa antes de que la empleada pudiera hacer su saludo de protocolo.
-Hola, señorita, Ham, mi nombre es Jiyeon y voy a…
-Que hermoso nombre- le interrumpió, aun con esa sonrisa de idiota, mirándola juguetonamente, con la cara apoyada de su mano izquierda. La joven se sintió nerviosa pero esa actitud de la cliente le gustaba- También tienes lindas manos- añade, bajando la mirada hacia las nombrabas partes físicas- Y estoy segura de que me va encantar que me toques, digo, que me masajees- le dijo con un tono juguetón.
Y aunque la situación era extraña, Jiyeon, sonrió. A partir de ese día, inició todo. Las visitas al SPA se hicieron más frecuentes y bajo las narices de Jessica se creó un romance clandestino que le haría daño a varias personas.
**********
Todo lo que sucedía ahora, era el resultado de las acciones realizadas en ese entonces, aun así, Eunjung no podía sentirse arrepentida, no de esa parte, no de haber conocido a Jiyeon y haberse enamorado de ella. Aunque sí se arrepentía de la forma en la que manejó todo, se arrepentía de haber jugado con las dos, porque ellas no hicieron nada más que amarla y miren con lo que ella les salió.
Pasó saliva al ver a la castaña salir de una de las habitaciones, lista para bajar y buscar a su hermana o a Suzy, pensó. Se acercó a ella, preparada para recibir una mala respuesta por parte de la menor.
-Es difícil estar en un sitio donde todos saben lo que has hecho- pero la castaña parecía calmada- ¿No lo crees?- preguntó mirándola sin odio alguno. Ya no la miraba con ganas de abofetearla, pero tampoco la miraba con amor. Eso hizo que su corazón doliera una vez más.
-Te entiendo… estamos en la misma situación- dijo, apoyándose de la pared- Abajo, todas esperan el momento adecuado para regañarme, por ahora, se conforman con mirarme y negar como si las hubiera decepcionado.
-¿Y no lo has hecho?- le pregunta Jiyeon con una sonrisa.
-Claro que sí, se que me lo merezco, pero no deja de ser molesto- dice, haciéndola reír un poco y hombre, como extrañaba escuchar esa risa.
-Sé cuales eran tus intenciones- le dijo- Sé lo que le estabas haciendo a mi hermana, Eunjung, eso estuvo mal- continuó, sin romper su estado de tranquilidad- ¿Para que hacer eso? ¿Para que molestarla y causarle miedo? ¿Sabes cuanto ama mi hermana a tu… esposa?- la pelicorta agachó la cabeza, le daba vergüenza explicar sus estúpidas razones- ¿Aun amas a Hyomin?- se aventuró a preguntar- ¿Estas celosa?- siguió. Eunjung agitó la cabeza en negativa.
-No… yo… la quiero, siempre la voy a querer, la conozco desde que éramos niñas, la amé, mucho… pero ya no- levantó la cara- Solo estaba enojada, me sentía frustrada porque todas parecían estar bien, felices, mientras yo seguía ahogándome en la amargura… no podía aceptar que aparte de ti, Hyomin también estuviera siendo feliz.
La menor la comprendía, en cierta forma, aun así no podía ver su actitud con buenos ojos.
-Lo entiendo…- le dijo, poniéndole una mano en el hombro- Pero comportarte así, amenazar a mi hermana, actuar con la intención de dañar su relación ¿Te hizo sentir mejor?- y el silencio de la otra lo decía todo.
-No… ahora me siento peor. Le fui infiel, le hice daño y también quise perjudicar su relación… Minnie debería odiarme a mí, no a ustedes, yo inicié todo esto, yo te busqué, yo jugué con ambas, yo fui la mentirosa, la canalla y también la maliciosa. Yo soy la culpable de esto. Discúlpame, Jiyeon, discúlpame por ser tan estúpida- la más joven le respondió con un leve movimiento de cabeza.
-No importa, ya todo pasó y… ya lo he superado- le dice sonriendo sutilmente, esperando que sus palabras la hicieran sentir mejor, pero tuvieron el efecto contrario y lo supo en cuanto recibió esa mirada dolida por parte de la pelinegra. Esperó a que su acompañante se decidiera a hablar, pero parecía que esta estaba un poco perdida entre los rincones de su mente y ella… sabía perfectamente que era lo que estaba pensando.
-¿También has superado tu amor por mí?- se arriesgó a cuestionar, temiendo escuchar la respuesta, ojeándola con ansiedad y miedo. Así de grande era el poder que tenía la castaña sobre ella.
Park inhaló profundamente sin romper el contacto visual, lista para decir como se sentía en esos momentos, para explicarle que es lo que había en su corazón.
-No… no por completo- le confesó y en seguida sus ojos se opacaron con algo que Eunjung solo pudo definir como pena. El daño hecho por ella seguía ahí, podía verlo con claridad ahora que Jiyeon le dejaba- Pero eso ya lo sabías- comenta con una sonrisa quebrada- Aun así… no puedo verme a tu lado, no consigo proyectar en mi mente un futuro contigo, no luego de todo lo que hemos pasado. Siento… que no estás lista para mí y probablemente para nadie- y la mayor no pudo más que estar de acuerdo con ella-Necesitas tiempo para pensar.
-¿Y luego de ese tiempo?- esa idea ya la tenía en mente, pero quería saber cuales serian sus opciones luego de darse dicho tiempo.
-Luego de ese tiempo quizás podamos ser amigas- “No”- Tus amigas y mi hermana se han hecho muy unidas…- “No”- Tu próxima a ser ex esposa, con la que estoy segura seguirás teniendo contacto, es mi cuñada y espero siga siendo así, aunque me odie- “Por favor no lo digas”- Estaremos relacionadas de una u otra forma, así que lo mejor sería eso, ser amigas. Tú, encontrarás a alguien más, yo ya tengo a ese alguien especial.
-¿Así de sencillo?- preguntó con aprensión.
-Es lo mejor.
-Pero aun me amas- le miró con la esperanza centellando en sus orbes oscuras.
-Pero también la amo a ella.
Que bonita forma tenía la vida de presentarle el karma. Antes, era ella la que amaba a dos mujeres, la que le dio el segundo lugar a Jiyeon ahora, era ella la que ocupaba ese puesto en la lista de la menor.
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Quizás había sobreactuado, quizás exageró todo, quizás lo malinterpretó o quizás… no, tal vez sí lo entendió correctamente. Aunque en cualquiera de los dos casos, seguiría sintiéndose como una tonta.
Se deslizó por la pared hasta quedar sentada en el suelo, liberando un suspiro de cansancio para después pasarse la mano por el rostro y mientras veía un punto fijo del techo comenzó a recordarlo todo. El día que descubrió el engaño, todo el tiempo que pasó esperando a que su esposa terminara con su affaire, la noche en la que conoció a Qri… Qri, solo pensar en ella hacía que algo se agitara en su interior y con eso un pequeño, no, un fuerte sentimiento de culpa. La imagen de la pelirroja llorando al verla marcharse era mucho para ella “Me ama… solo tenía miedo de decírmelo” ahora que estaba sola podía pensar mejor y sí, lo aceptaba, no supo llevar muy bien la pequeña noticia, pero quizás si hubiera sido en otro momento la habría tomado mejor, pero no, tenían que decírselo justo en ese momento en el que deseaba arrancarle la cabeza a esa niña, por ser tan cínica, presentarse ante ella e insinuar que no había sido suficiente mujer para Eunjung. Recordarlo la hacía reír con bastante sorna.
En medio de sus reflexiones escuchó el llamado a la puerta, frunció el ceño, no quería seguir hablando de lo mismo. Se levantó con mucha lentitud y de igual forma caminó, al abrir la puerta se encontró con un rostro molesto y eso no se lo esperaba.
-¿Por qué tienes que ser tan inmadura?- fue lo primero que pronunció la recién llegada, dejándola algo desconcertada ¿No debería ser ella la enojada? ¿A que viene el cambio de papeles?
-Haber, haber ¿De que hablas? Y ¿Qué haces aquí, Qri? Dije o por lo menos di a entender que quería estar sola- le dijo mientras caminaba hacia el centro de la habitación.
-¿Así resolveremos todos nuestros problemas en un futuro? ¿Contigo huyendo fuera de tus cabales?- continuó preguntando, acercándose peligrosamente- ¿Acaso no te importa lo que yo sienta? ¿No te importa que me preocupe por ti?- la castaña miró hacia otra dirección, evitando los penetrantes ojos de su novia.
-No huí, solo quería tiempo para pensar pero tú…
-Yo necesitaba hablarte, Hyomin, explicarte que sí, lo sabía, pero no fue si no hasta hace unos días cuando vi a Eunjung- explicó, con tanta simplicidad que daba risa- No supe como decírtelo, temía esta reacción.
Hyomin esperó un poco para responder. Algo así había imaginado.
-¿Las cosas son así, eh?- la pelirroja asintió, ella sonrió como si nada hubiera pasado- Está bien, no importa ya- le dijo abrazándola y Jihyun debía admitir que el cambio tan repentino la aturdió un poco, aun así correspondió el abrazo, sintiéndose más calmada.
-¿Todo bien entre nosotras?- le preguntó, separándose un poco para verla a la cara.
-No- contestó y la mayor arrugó el entrecejo con gran confusión.
-¿Qué?- su novia volvió a sonreír con un brillo de emoción invadiendo su rostro.
-Lo estará si aceptas una cosa…- y esperó a que la otra asintiera para seguir- Que te mudes conmigo.
La felicidad no cabía en el cuerpo de la chef al escuchar esa propuesta. Sin pensarlo saltó sobre la más alta y la besó febrilmente, diciéndole con aquel contacto, que aceptaba y Hyomin la besó, sintiéndose victoriosa, así no tendría que verle la cara a Jiyeon cuando fuera a visitar a Qri. ¿Era una buena idea dar ese paso tan importante por una razón como esa? ¿Estaban listas para compartir el mismo espacio permanentemente? ¿Para verse todo el tiempo? ¿Para conocer cada una de las costumbres caseras de la otra? Probablemente no, pero lo hecho, hecho estaba, ya lo había propuesto y ahora solo quedaba esperar a ver como evolucionaba su relación.