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Infieles y Amantes por caprigirl

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Notas del capitulo:

Hello~~ I'm back! con un capitulo ligeramente más largo de lo normal, un poco más de 6000 palabras ¿Eso recompenza la demora? ¿No?

Disfrutenlo!!!

Es normal la desconfianza ¿Cierto? Es normal dudar de los demás, incluso de ti misma… es normal desconfiar cuando ya te han lastimado antes. Nadie puede decirte lo contrario, nadie puede decirte que haces mal al desconfiar, no, porque cuando te lastiman, no solo te hacen daño, también te empujan a crear defensas, a levantar murallas alrededor de tus sentimientos y llenarte de inseguridades. La confianza es natural, es algo arraigado en nosotros, pero así como es de esencial para nuestras vidas, es igual de frágil, solo basta con que cometan un error, con que te fallen, para que se rompa. Y puede que no sea culpa de nadie más que de ESA persona, pero eso no impedirá que esperes traición por parte de los demás.

En el ámbito romántico, muchas veces te dirán “Amar es confiar” y la frase no tiene nada de incorrecta, pero… ¿Cómo puedes decirle eso a alguien que ha tenido que soportar la infidelidad? ¿Cómo esperarías que crea en ti cuando le dices “Te amo” si ya alguien más se lo ha dicho, junto con un montón de promesas, y le ha fallado?

Qri, de alguna manera esperaba ese momento, ese instante en el que las inseguridades de Hyomin se encendieran y comenzaran a afectarlas. Pero no esperaba que fuera en esa situación, no se imaginaba encontrarse así y es que, por donde sea que se mirara la situación, todo se veía mal. Jaejoong estaba siendo demasiado atrevido, parándose demasiado cerca y como detalle final, la tenía tomada de la mano. Maldijo internamente su suerte, de todas las personas que pudieran aparecer y presenciar la escena, tenía que ser ELLA precisamente, quien se manifestara.

Retiró su mano del agarre del varón, con tranquilidad, intentando actuar lo más normal posible, tratando darle a entender a esa chica que significaba tanto para ella, que nada, absolutamente nada, había pasado.

-¿Interrumpo?- habló por fin, luego de mirarlos fijamente con incuestionable molestia, dando unos pasos, atravesando el pasillo para acercarse a los dos.

Jaejoong  le sonreía, encantado de ver otro rostro cautivante, sin percibir los celos o la tensión. Qri la miraba con suavidad, queriendo apaciguar la mirada ardiente de aquella que acababa de unirse a la conversación.

-Por supuesto que no, Minnie- le dijo, alejándose aún más del hombre, dando unos pasos hacia el frente, hacia Hyomin.

La castaña tardó unos segundos en decir algo más. Los miró de nuevo queriendo asegurarse de que NADA había sucedido.

-Ok…- inició, posando su mirada sobre la figura masculina- ¿No nos vas a presentar?- preguntó a Qri, sin verla. La pelirroja no pronunció palabra, solo la miró, esperando que Hyomin hiciera lo mismo, pero no pasó.

-Hyomin él es Jaejoong, estudiamos juntos en la escuela de gastronomía- introdujo sencillamente para luego ver como el chico hacía una leve reverencia. Por la cara de Hyomin, la pelirroja esperaba que esta no respondiera, pero al final, aunque con un poco de retardo, lo hizo.

-Ah… compañero de estudios- habló la castaña, esta vez un poco menos irritada.

El chico le sonrió con encanto, una de esas sonrisas que pueden derretir a cualquier mujer, a cualquiera menos a Hyomin.

-Sí, compañeros…- giró el rostro para ver a la chef y le sonrió con picardía, dejando el final de la oración en el aire, tensando de nuevo a la menor- ¿Y ustedes? ¿Son amigas? ¿Colegas? O ya sé ¿Compañeras de piso?- intentaba adivinar sin atinarle a la respuesta. Ahora era el turno de Hyomin para sonreír. Se acercó a Qri y la tomó por la cintura.

-Soy su novia- aclaró, con los labios curveados hacia arriba en una expresión de victoria.

Jaejoong no se esperaba esa respuesta, hasta donde él sabía, Jihyun no tenía ninguna inclinación homosexual. Vio entonces a la chef, que se notaba incomoda, pero él sabía que no era por vergüenza, no, era por su propia presencia, él estaba de sobra. Al mirar a Hyomin, entendió el mensaje “Aléjate, aquí, no tienes nada que buscar”.

-Wow… eso es… inesperado- trató de sonreír- No pensé que tú…- se dirigió a la pelirroja- Estuvieras interesada en las…- se sentía ligeramente incómodo con el tema. No tenía prejuicios y tampoco juzgaba, pero no estaba acostumbrado.

-Chicas- terminó Qri por él- Lo sé, yo tampoco lo pensé, solo pasó- y miró a Hyomin con dulzura tomando la mano que descansaba en su cintura para entrelazarlas. La castaña, le sonrió por primera vez en ese día y ella, sintió como un alivio recorría su sistema.

-Bueno, me has tomado por sorpresa.

-Lo imagino.

-Pero no le veo problema- aclara, haciendo que la menor de los tres rodara los ojos.

-Como si eso nos importara- murmuró indiscretamente, moviéndose un poco para quedar detrás de Qri y así poder abrazarla por la espalda, recargando el mentón sobre el hombro derecho de la chef, mirando al sujeto con fastidio, enviándole otro mensaje silencioso “No me agradas, vete”

-Eh… bueno, las dejo, he venido a visitar a un amigo- de nuevo la mirada de la menor decía que no le importaba- Ha sido un gusto verte, Qri- sonrió- Y un placer conocerte, Hyomin- le habló sin formalidades. En segundos el chico se dio la vuelta para seguir hasta la última puerta de ese pasillo, tocar el timbre y entrar en el departamento luego de ser recibido por otro hombre, dejándolas solas por fin.

-Eso fue incomodo- comentó la mayor.

-¿Solo compañeros, eh?- preguntó, ignorando el comentario anterior.

-¿Estás celosa?- hablaban manteniendo el abrazo.

-¿Cómo no estarlo? Ese sujeto estaba sobre ti- contestó, molesta.

-¿Qué tanto viste?- interrogó, volteándose para verla a la cara. Rompiendo el contacto sutilmente.

-Cuando llegué, estaban en medio de un abrazo- contestó, frunciendo el ceño. Qri le sonrió con ternura y la abrazó para ayudarla a disipar el disgusto que la más joven estaba sintiendo.

-No seas tonta- murmuró, escondiendo su rostro en el cuello de la castaña. Hyomin no tardó en encerrarla en sus brazos de nuevo- No tienes por qué estar celosa… Jaejoong es solo parte de mi pasado. Yo solo tengo ojos para ti- dijo, para luego darle un beso.

-Sí, pero el parecía más que interesado en ti…- gruñó- Parece un casanova- agregó al recordad la coqueta sonrisa que el individuo le había dado al principio.

-Esa es su forma de ser- sonríe- Siempre fue un Don Juan y al parecer eso no  ha cambiado.

-De acuerdo, de acuerdo… dejemos el tema, no quiero hablar más de ese idi… sujeto.

Qri respiró tranquilamente, las cosas no habían ido tan mal, eso era un alivio. Claro que, ella no sabía lo que pasaba por la mente de su novia., pero por ahora estaban bien.

 

**********

Faltó solo un día a clases, ahora regresaba y parecía que las intenciones de la pelinegra habían cambiado.

Mentiría si dijera que no estaba sorprendida, teniendo a Suzy de nuevo a su lado, luego de que la chica pasara días sentándose lo más lejos posible de ella en cada clase que compartían. Pero ahora estaba ahí, junto a ella, sin mirarla, pero por lo menos estaba cerca. La clase dio inicio e intentó enfocarse en ello, pero no lo logró, no con una de las chicas que le había estado quitando el sueño durante las últimas noches, a su lado.

Lanzó una mirada discreta hacia la joven pelinegra, admirando su perfil, su rostro sereno… comprobando que no había sido la única pasándolo mal. Siempre pensó que la joven era muy hermosa, quizás hasta más que Eunjung, y eso no había cambiado, se veía preciosa como siempre, pero también se veía cansada… triste. Y ella era la razón de su tristeza.

-Señorita Park- aquellas que respondían bajo ese apellido se tensaron al escuchar el llamado de la profesora, todas menos la Park a la que iba dirigido el llamado de atención- Park Jiyeon- habló la educadora, esta vez siendo más específica. Jiyeon volteó y la miró con un poco de nervios.

-¿Si, señora Kim?

-Preste atención, por favor- dijo con un tono calmado pero que no dejaba de ser reprochante. La joven asintió e intentó no prestar mucha atención a las miradas, ni siquiera a la de su compañera de puesto.

Al terminar la clase, se levantó, recogiendo sus cosas con rapidez para salir corriendo del lugar. En una hora comenzaba su turno en el SPA y si no se apresuraba no tendría tiempo de comer antes del trabajo. Se echó la mochila al hombro y dio unos pasos antes de ser detenida. Sabía quién era, pero tenía la esperanza de que aquella plática fuera pospuesta un poco más, aun no estaba lista para hablarlo.

Por suerte eran las únicas en el salón y al parecer no habría más clases en ese lugar por el momento.

-Quédate un momento- le dijo, jalándola sutilmente para acercarla a ella. Jiyeon se giró y la miró con titubeo.

¿Debían tener esa discusión en ese instante?

-Sí, tenemos que hablarlo ahora- dijo Suzy, como siempre, adivinando lo que pensaba- No… no puedo seguir así, no podemos seguir así- la castaña se soltó de su agarre.

-Tú has sido la que se ha alejado- respondió- Tú eres quien ha estado esquivándome e ignorándome, no yo.

-Así es, lo admito, pero tú ni siquiera insististe, solo te conformaste con mi rechazo. No llamaste, no me buscaste Jiyeon- reprochó, acercándose, acorralándola contra el amplio pupitre que habían estado compartiendo- Ni siquiera enviaste un maldito mensaje- susurró- ¿Tan poco te importo?- preguntó, mirándola a los ojos con temor- Respóndeme ¿Tan pequeños son tus sentimientos hacia mí?

-Suzy, por favor, no es el momento para tener esta discusión- intentó salirse de la cálida reclusión en la que estaba.

-¿No es el momento? ¿Entonces cuando? ¿Cuándo lo hablaremos? ¿Cuándo regreses con ella?- la castaña suspiró ante las preguntas.

-¿Por qué siempre tienes que sacarla a conversación?

-¡¿Cómo pretendes que no lo haga si sé que piensas en ella todo el tiempo?!- explotó, la chica era un poco temperamental, eso  lo sabía. Jiyeon guardó silencio, agachó la cabeza y cerró los ojos, tomándose su tiempo para contestar.

-Últimamente…solo he pensado en ti- confesó sin mirarla- En… la discusión que tuvimos… en tus palabras… en lo que te dije- la menor respiró con profundidad, calmándose, apoyando su frente con la de Jiyeon, intentando animarla a que siguiera, a que fuera sincera- Sé que no te mereces esto, Dios, no, no lo mereces, pero… no puedo hacer nada- escuchó un gruñido y como acto seguido el contacto que tenían fue roto. La pelinegra se alejó, pero ella no dejó de hablar- No puedo controlar lo que siento y lamento que eso te lastime… pero ya sabías en lo que te metías cuando te acercaste a mí.

-¿Vas a esconderte detrás de esa estúpida excusa para siempre?- preguntó con una expresión ligeramente fastidiada- Dime ¿Ese es tu pretexto para hacerme daño? ¿Qué yo supiera lo que sentías antes de que todo esto iniciara, te da el derecho de jugar con mis sentimientos?- la mayor no dijo nada- No, no Jiyeon, me acerqué a ti porque me atraías y seguí acercándome porque sabía que necesitabas a alguien, porque sabía que yo podía ayudarte, hacerte sonreír… yo sabía que podría sacarte esa pena y en el camino me enamoré como una idiota… pero eso no te da el derecho a usarme, a ilusionarme y luego herirme como lo has estado haciendo.

-Suzy…

-No, no te hagas la inocente, no quieras hacerme quedar como la dramática y la equivocada. Sabes bien que tengo razón- se miraban, se miraban con una mezcla insoportable de emociones- No debiste alentarme, no debiste hacerme creer que la estabas olvidando y que todo estaría bien…

-¡Lo sé, lo sé! ¿Eso era lo que querías oír? Pues bien, tienes razón- se rindió- Entiendo cómo te sientes, yo también he estado en esa posición….

-Sin embargo has decidido hacerme pasar por lo mismo- sonríe, pero su sonrisa no era brillante, todo lo contrario- Me haces lo mismo que Eunjung te ha hecho ¿Acaso esto es una especie de asunto psicológico? ¿Quieres hacerme lo que te hicieron para sentirte mejor?

-No, por supuesto que no, no digas estupideces.

-¡¿Entonces?!

-Dejémoslo hasta aquí- cortó, preparándose para irse.

-No, espera- la detuvo de nuevo.

-Tengo que irme, tengo que…- ya habían discutido demasiado, así no llegarían a nada. Suzy la besó y Jiyeon correspondió con necesidad. Unos días sin probar aquellos labios habían sido más que suficientes.

-Solo dímelo- se separaron pero sus rostros aún estaban bastante cerca- Dime lo que sientes por mí, dime si me quieres aunque sea un poco y yo… yo seguiré tratando de enamorarte- murmuraba, tentada a besarla de nuevo.

-Ya te he dicho que te amo- tomó el rostro de la menor entre sus manos, acariciando con cariño sus mejillas- ¿Por qué no me crees?

La de cabello azabache suspiró y se apartó un poco.

-Tengo mis razones… me has dicho esas dos palabras en situaciones… inestables.

-¿No confías en lo que te digo? ¿Entonces para qué me preguntas que siento por ti si no  me creerás lo que diga?- la situación ya estaba más calmada, pero aún seguía cierta tensión emocional en el aire.

-Quiero que seas sincera. Mírame a los ojos y dime lo que realmente sientes, no me mientas- volvía a acercarse, tomando ligeramente la barbilla de la castaña, mirándola con suavidad- No mientas, yo aceptaré lo que salga de tus labios, pero… no me mientas, por favor.

La castaña la observó durante unos segundos antes de besarla con toda la ternura de la que era capaz. Al apartarse le susurró…

-Te amo, aunque no puedas creerme, te amo…- sus ojos brillaban, los de Suzy, también. Pero le había pedido sinceridad, y se la daría- Tanto como la amo a ella.

 

**********

Al principio, no era así, podía recordar algunos momentos en su niñez, momentos en los que las tres y a veces los cuatro, estaban juntos y felices como familia. Luego no supo que pasó.

Al crecer, Jessica comenzó a llevarse todos los halagos, las sonrisas y esa mirada que solo una madre puede darte, esa llena de orgullo y complacencia que tienen todas cuando están felices de ver lo que hace un hijo o una hija. No, pocas veces logró obtener una luego de entrar en la pubertad.

-Minnie ¿Qué haces en mi habitación?- preguntó la mayor al entrar en su cuarto y encontrar a su hermana parada frente a su cama, mirando las bolsas que estaban sobre esta. La más pequeña, en ese tiempo de solo 11 años, giró el rostro y la miró con los ojos afligidos. Al instante su hermana mayor se preocupó- ¿Qué pasa?

-Ella…

-¿Quién?

-Mamá, le pedí, se lo pedí durante una semana y no accedió.

-¿No accedió a qué, Hyo?- no comprendía.

-Le pedí que me llevara de compras porque quería ropa nueva y también compartir con ella. Me dijo que no tenía tiempo, que le diría a Soori que me llevará a comprar lo que necesitara- Soori era la doméstica- Pero si tuvo tiempo para llevarte de pasea ¿No, Sica?

Para algunos aquello podía parecer una tontería, pero no para Hyomin.

-Hyo, quizás solo estaba realmente ocupada…

-Sí… quizás… pero pudo haberme llevado con ustedes hoy.

 

**********

Fueron pequeños detalles y luego grandes desplantes. Como su ausencia durante sus cumpleaños, sus malas respuestas, sus incontables reproches y por último, las comparaciones, siempre la comparaba con su hermana. Hyomin llegó a un punto en el que ya no se preocupaba por intentar comprender la actitud de Hyesun, ya no le veía sentido.

Ahora, esperaba a las dos mujeres en una de las mesas al aire libre que tenía aquel establecimiento. Miró su reloj, ya tenían quince minutos de retraso. Murmuró unas incoherencias por la molestia y dio un sorbo a su vaso de agua.

-¿Aburrida, preciosa?- preguntó una persona a sus espaldas, sonrió ante el tono coqueto y esperó a que esta llegara hasta el asiento del frente para sonreírle.

-Un poco “preciosa”- remedó.

-Que mal, nadie debería hacer esperar a una señorita como usted.

-¿Una señorita como yo?- sonrió, el coqueteo le estaba agrando- ¿Y cómo es una señorita como yo?- preguntó con una ceja arqueada, la nueva compañía se reclinó sobre la mesa y apoyó las mejillas sobre sus manos, mirándola con ternura.

-Hermosa, amable, inteligente, dulce, divertida…- decía, logrando que la sonrisa de Hyomin se ensanchara- Y sexy- dijo por último, con un tono más provocativo que halagador.

-Suena a que soy perfecta- comenta, riendo un poco.

-Lo eres, para mí, lo eres- respondió, posando una de sus manos sobre la de la castaña.

-No me halagues tanto, Jihyun, harás que me lo crea todo- sonrió, sonrojándose ligeramente bajo la intensa mirada de la mayor. Qri sonrió aún más.

-De acuerdo, basta de mimos, cambiemos de tema- dijo observando sus alrededores- Pensé que habían quedado en verse a la una para almorzar- la castaña suspiró antes de agachar la cabeza.

-Se supone que sería a esa hora, pero ya llevan casi veinte minutos de retraso.

Qri sabía lo sensible que se encontraba su novia con el regreso de la Sra. Jung.

-Oye- le llamó, acariciando su mejilla levemente para hacer que la mirara a los ojos- Seguro vienen en camino, no te preocupes.

-¿Lo crees?- dudó- Porque tengo la leve sensación de que me dejaran por fuera, como siempre.

La pelirroja se mantuvo en silencio por unos segundos, luego se levantó para caminar hasta su lado, pasó un brazo sobre los hombros de su querida, insegura y muy sensible castaña para luego darle un beso en la mejilla.

-Hey, no te dejaran plantada, ustedes tres tienen mucho de qué hablar y mi querida suegra…- Hyomin ríe ante el sarcasmo en la voz de Qri- Tendrá que aceptarlas a ambas tal  y como son si quiere volver a entrar en sus vidas.

-El punto es que parece que ya ha aceptado a Jessica- murmura, recostando la cabeza sobre el hombro de Qri.

-No entiendo por qué, dejó de hablarle a ambas por la misma razón ¿No?

-Sí, pero Jessica siempre fue su preferida- dice con pesadez- Supongo que le es más difícil estar alejada de su siempre perfecta hija, que de mí, su pequeño retoño rebelde- sonríe.

-¿Eras muy rebelde?

-No tienes idea- ríe- A partir de los trece fui un dolor de cabeza para esa mujer- durante unos segundos se quedó pensativa- Creo que lo hacía para llamar su atención, pero solo lograba lo contrario. Que prefiriera más a Sica y que le molestara más lidiar conmigo.

Qri la abrazó por completo, ella entendía muy bien lo que se sentía el no tener la atención de uno de los padres. La abrazó reconfortantemente y la besó en la mejilla de nuevo. Se separaron al escuchar la voz de la hermana mayor.

-Buenos días, chicas- saludó Jessica, con una sonrisa, a su lado estaba Hyesun, mirándolas con ojos repudiantes. La pelirroja bufó internamente.

-Buenos días, Sica, Sra. Jung- respondió la pelirroja antes de tomar la mano de Hyomin para llamar su atención- Volveré al trabajo, amor- informó antes de marcharse.

Las dos recién llegadas tomaron asiento, la mayor de todos lucía un poco molesta, pero eso no le sorprendía a su hija menor.

-¿Llegamos y ella se retira? Que poca educación tiene- fue lo primero que dijo.

-Mamá, debía volver a trabajar- explica la rubia, tomando la cartilla de la mesa para seleccionar lo que pediría.

-¿Trabaja aquí? ¿Cómo qué? ¿Lavaplatos?- la castaña se contuvo para no responder groseramente.

-Es la jefa de la cocina y si su trabajo fuera lavar platos, no le vería el problema, mamá- replicó la menor, Hyesung solo la miró antes de tomar otra cartilla.

-¿Así que ella preparará los alimentos que consumiremos? Bonita forma de arruinarme el apetito- pero ya eso era demasiado. Hyomin arrojó su cartilla sobre la mesa y la miró con ojos enfurecidos, lista para iniciar una discusión. Jessica se apresuró a calmar las cosas.

-Mamá, por favor, no hay necesidad de ser tan groseras. Qri es una buena persona, hace feliz a mi hermana y…

-Pero es mujer- le interrumpe la dama mayor- Igual que Tiffany. Pueden ser las más perfectas y encantadoras; aunque hasta ahora no le he visto nada de encantador a Qri, pero siguen siendo mujeres y eso no lo puedo aceptar.

Jessica suspiró, parecía que nunca terminarían con ese asunto.

-¿Para eso querías vernos? ¿Para reprochar lo que hacemos con nuestras vidas?- Hyo siempre sería la más directa en cuanto  a tratar a su madre, todo lo contrario de Jessica.

-No… no precisamente.

 

*********

Todo marchaba bien, a pesar de que era la hora del almuerzo y la clientela aumentaba drásticamente en ese momento, estaban trabajando relativamente calmados en aquella cocina.

-Llegas temprano- comenta su fiel compañera- Hace un momento salí y te vi con las Jung y una señora ¿Quién es?- preguntó la siempre curiosa Sooyoung- Parecía que no le agradabas mucho- la jefa de la cocina sonrió.

-Corrección, no le agrado en lo más mínimo- dice, mirándola por un breve momento antes de regresar a la suyo. Soo enarcó una ceja, ahora más interesada en el tema- Es su madre y me odia.

Choi abrió un poco la boca, ligeramente sorprendida.

-¿Y por qué las asperezas con tu futura madre política?- preguntó, alejándose un poco para tomar una pinza- ¿Acaso no está feliz con el divorcio y con el cambio de nueras?

-No, no, estaba muy feliz por el divorcio.

-¿Entonces?- se alejó de nuevo, esta vez para colocar algunos filetes en la parrilla, utilizando la pinza que había tomada anteriormente.

-No acepta la sexualidad de sus hijas- explica brevemente.

-Vaya… ha de ser un poco difícil para ella. Ya sabes, muchos padres lo aceptan con algo de dificultad, pero cuando tienen más de un hijo siempre cuentan con que su otro descendiente busque relaciones convencionales.

-Sí, también lo he pensado, pero… creo que está siendo muy tosca con Hyomin- la más alta suspiró.

-¿Qué ha hecho?

-Para iniciar, le cerró las puertas de su casa cuando… cuando supo la verdad- no contaría como sucedieron las cosas, porque no le parecía correcto y porque no soportaba imaginarse la escena, menos si tenía que ver con Eunjung. Choi adivinó por donde iban sus pensamientos y sonrió con malicia.

-¿Cómo se enteró? No me digas, la encontró en plena faena sexual- inquirió, y sonrió más ampliamente al ver el gesto de disgusto de la pelirroja- Y por tu cara asumo que la afortunada; o desafortunada, que estaba con ella en ese momento, era Eunjung- Qri asintió, no le servía de nada negarlo- Lo sabía, eres tan predecible, Jihyun- Soo se estaba divirtiendo a costa de su superior.

-No te burles de mí, Choi.

-¿O si no qué?- le desafió.

-Te despido.

-No puedes despedirme, solo el señor Oh puede hacerlo- Qri sonrió mientras su colega volteaba los filetes con rapidez.

-Solo deja que le diga porque siempre faltan cosas en la despensa del restaurante- Soo abrió la boca para replicar a la amenaza, pero prefirió callar.

-No te atreverías a delatarme- decía, aunque la sonrisa socarrona de la pelirroja le hacía dudarlo- Bueno, bueno no te molesto más- y miró detrás de Jihyun, posando su atención sobre dos caballeros que se acercaban a ellas- Y hablando de “la primera vez” mira quien ha aparecido- comentó, haciendo un gesto de cabeza para que Qri se girara.

La líder de la cocina se giró para ver a que se refería su amiga y al ver quien venía tuvo que maldecir “Demonios ¿Qué hace aquí?”. Para cuando salió de sus pensamientos, ya los dos sujetos estaban frente a ellas, sonriendo brillantemente.

-Señoritas ¿Cómo está todo por aquí?- preguntó uno de ellos, el mayor.

-Todo está funcionando a la perfección, señor, como siempre- respondió.

-No esperaba menos de ti, Qri- sonrió.

-Y ¿A que debemos su visita por la cocina, Jefe? Casi nunca nos da el placer de disfrutar su presencia- habla Sooyoung, como siempre tratando con más confianza a las personas, incluso a su jefe.

Todo este tiempo la mirada del segundo hombre, había estado sobre Qri, esta solo lo ignoró.

-Bueno como podrán ver, he venido acompañado- giró un poco el rostro para ver al varón más joven- He venido a anunciarles que desde mañana, Kim Jaejoong estará sustituyendo a Sehun, solo hasta que mi hijo regrese- sonrió- Claro que con lo talentoso que es este muchacho, no me molestaría que decidiera quedarse. Espero que trabajen bien juntos, tengo entendido que ya se conocen.

-¿Trabajarás aquí? - la morena lo miró con sorpresa- Esto va a estar interesante- comentó al notar la miradas que Jaejoong arrojaba a Qri.

-Bueno, las dejo ¿Jae, te quedas o vas de salida?

-Me quedaré un momento a platicar con las chicas, señor- sonrió. El padre de Sehun abandonó la cocina.

-¿Qué piensa de esto, jefa? Tenemos un nuevo estorbo… perdón, compañero.

-Vamos, Sooyoung, no tienes que ser tan pesada, seremos compañeros- dijo el individuo, sonriendo encantadoramente mientras la alta chica rodaba los ojos. Al parecer, no le caía muy bien.

-Sí, como sea, todo estará bien mientras te mantengas alejado. Ahora fuera, nos estás estorbando- dijo, para luego darle la espalda y terminar lo que estaba haciendo. Era poco usual que la joven y alta chica se comportara así, pero la pelirroja la entendía.

El hombre miró entonces a la de cabellos rojos.

-¿Tú tampoco te alegras de tenerme aquí, Kyul?- preguntó y la morena gruñó, aun dándole la espalda.

-No le veo ningún problema a que estés aquí, Jaejoong- contestó intentando ser lo más educada posible- Ahora si me disculpas, tengo que regresar al trabajo- él asintió.

-De acuerdo, las veré mañana, señoritas.

Cuando ya estaba a unos cuantos metros, Sooyoung le susurró…

-Mentirosa, bien sabes que esto te traerá problemas con Hyomin. Además, ni siquiera deberías de estar hablándole, fue un idiota contigo.

 

**********

Por primera vez llegaba a casa antes que Hyomin. Dejó las llaves sobre la mesilla de la sala, se quitó la chaqueta y se dejó caer en el sofá. Faltaba poco para las cinco y eso significaba que Hyomin llegaría dentro de poco tiempo, pero mientras la esperaba tomaría un largo y reconfortante baño. Sí, eso haría. Caminó hacia la habitación, entró en el cuarto baño y abrió la llave de la tina. Mientras esperaba a que se llenara se fue despojando de sus prendas.

-Mmm, sí, esto era lo que necesitaba- ya estaba dentro y se sentía excesivamente bien.

El agua llegaba hasta su clavícula, tenía el cabello recogido y la cabeza recostada del borde de la bañera. Cerró los ojos, disfrutando del agua tibia, sintiendo como su cuerpo se iba relajando poco a poco.

-Debería esperar a Hyomin- pensó en voz alta, sabiendo que si el baño estaba siendo agradable ahora, sería mucho mejor cuando su compañera se le uniera. Dejando su mente en blanco y aspirando la mezcla de esencias que había añadido al agua, se sumergió en un sueño ligero. Había sido un día agotador y estresante, una siesta le caería bien. Pero no pudo caer en el sueño total. “Kim Jaejoong estará sustituyendo a Sehun, solo hasta que mi hijo regrese” recordó. Eso no sería nada bueno. Conocía a Hyomin y ya se esperaba una mala respuesta de su parte al saber con quién estaría trabajando las siguientes semanas o quizás meses.

Consciente de que ya no lograría tomar esa siesta, cambió de posición, sentándose en la estructura de cerámica, mostrando más piel ahora que el agua dejaba al descubierto parte de sus pechos. “Bueno, la mayor parte del tiempo estaremos ocupados, no tendrá tiempo de intentar nada…” y suspiró pesadamente, porque sabía que el chico era persistente, terco y sumamente coqueto.

Escuchó como una puerta era cerrada, eso significaba que Hyomin ya estaba en casa. Sonrió para sí misma.

-¿Qri?- le llamaba, probablemente desde la sala- ¿Qri?- repitió, ahora más cerca- ¿Qri?

-¡Estoy en la tina!- le informó, alzando un poco la voz, segundos después Hyomin abrió la puerta. La pelirroja esperaba ver una sonrisa en su rostro, pero en vez de eso se encontró con una mueca. La castaña la observaba con el ceño fruncido y una mirada seria- ¿Sucede algo?- la otra no contestó- ¿Quieres venir?- le invitó, salpicando un poco de agua.

-¿Qué hacía ese sujeto en tu trabajo?- interrogó, tomándola por sorpresa- Lo vi entrar cuando almorzaba con Sica y mi mamá, estuvo ahí un rato ¿Qué hacía ahí, Qri?- estaba molesta, celosa e imaginando lo peor.

La pelirroja suspiró, debió suponer que la castaña vería a su ex.

-Minnie ¿Por qué mejor no te relajas, te quitas toda esa ropa, entras a la tina y lo hablamos con calma? ¿Te parece?- intentó hablar lo más suave posible, pero no funcionó.

-No quiero tomar un baño en la maldita tina, Qri, quiero que me digas porqué Jaejoong estaba en el restaurante ¿Acaso fue a molestarte? ¿Es eso? ¿Quiere intentar algo contigo de nuevo?

No dijo nada y Hyomin se lo tomó como un sí. Salió enfadada del baño, lista para abandonar el cuarto. Jihyun salió de la bañera y sin secarse se colocó una bata a medio amarrar.

-Oye, oye- la detuvo, tomándola de la mano- No malinterpretes las cosas- se acercó- Hey- le llamó cuando la otra no quería verla a la cara- Minnie, te entiendo, de verdad comprendo que estés celosa, yo también lo estaría, pero por favor, tienes que confiar en mí. Aunque sus intenciones sean esas que tanto temes, debes saber que yo no te engañaría- la menor se mantenía callada, escuchando- Estaba en el restaurante porque el señor Oh lo ha contratado para que sustituya a Sehun hasta que el vuelva y no sé cuándo será eso.

Hyomin levantó la cara, ya estaba más calmada, pero no se veía para nada contenta con la idea de tener a ese sujeto cerca de su novia todos los días. Dejó escapar una prolongada exhalación antes de hablar.

-Lo siento, lo siento, lamento ponerme así es solo que… no tuve un buen día, Kyul- la mayor le sonrió y la tomó de ambas manos, alentándola a que siguiera hablando- La conversación con mi mamá fue muy estresante y lo que me dijo ha estado dando vueltas en mi cabeza todo el día, ni siquiera pude concentrarme en el trabajo. Añadido a eso está este hombre- se detuvo por un momento para pensar lo siguiente que diría- Y me da pánico pensar que pueda alejarte de mí.

La comprendía, podía entender muy bien cómo se sentía, por eso trataba de ser lo más paciente posible.

-Lo comprendo, sé que has estado muy estresada últimamente, pero te aseguro que no tienes que preocuparte por mí. No voy a irme a ningún lado, tonta, no voy a engañarte si eso es lo que estás esperando ¿Lo entiendes?- acunó el rostro de la castaña entre sus manos con cariño, moviendo los pulgares para acariciarle las mejillas. Hyomin asintió y la abrazó por la cintura- Ahora, dime que te ha dicho tu madre.

-Que… mi padre está muy enfermo y que necesita que alguien se encargue de los negocios familiares para que ella pueda estar a su lado y cuidarlo… mi papá está enfermo, Kyul, desde hace meses y hasta ahora es que ella viene a decirnos- y a la pelirroja le dolía verla con los ojos llorosos- ¿Nos apartó de sus vidas y ahora llega como si nada a decirme eso? ¿Qué está mal con ella? No la comprendo.

No sabía que decir, esa era la verdad,  no sabía que decirle para hacerla sentir mejor.

-¿Cómo es que tú y Jessica nunca lo contactaron? Pudieron mantener la comunicación con él, pactar encuentros…

-Se mudaron al extranjero antes de la boda de Sica, para dedicarse a expandir la empresa, y alejarse de nosotras- explicó, desviando la mirada por unos segundos- Supongo que mi mamá logró sonsacarlo y hacer que se avergonzara de nosotras tanto como ella.

Qri suspiró, en verdad eran una familia complicada. Una madre controladora, estricta y necia, un padre manipulable y sumiso, una hija mayor que siempre había sido la favorita pero que al final terminó decepcionándolos también y una hija menor que no aceptaba rendirse ante los deseos de su madre.

-¿Entonces, quiere que ustedes administren la empresa?

-Quiere que yo lo haga- eso no lo esperaba- Planeaba dejarle esa responsabilidad a Jessica en unos años, pero viendo que mi hermana ya tiene bastante con su propio negocio, quiere dejármelo a mí. Pero con una condición…- dudó antes de seguir- Tendría que dejarte… porque no puede permitir que mis preferencias den una imagen incorrecta a  la empresa- bufó mientras Qri se tensaba.

-¿Qué le respondiste?

 

**********

Estaban juntas, caminando de la mano, con un vaso de chocolate caliente en la otra mano para contrarrestar el frío, platicando de tonterías y disfrutando del clima nocturno. Había pasado algún tiempo desde la última vez que disfrutaron de un momento así, tranquilo, solo ellas dos absorbidas por su propio mundo sin importar que muchos más transitaran por las mismas calles.

-Mi madre siempre me decía que cuando comenzara a tener citas con chicos, ellos me darían su chaqueta como todo unos caballeros, irónicamente fui yo la que terminó entregando la chaqueta a otras chicas- sonríe, Jiyeon sonrió también- Así que como la figura que lleva el control en esta relación, debo hacer lo mismo ahora y darte mi abrigo- dijo con un rostro burlón mientras se quitaba la prenda.

-La idea es que te quites el abrigo y lo pongas sobre mis hombros sin decir todo eso- dice la castaña, alejándose para evitar que la pelinegra le colocara el abrigo. Suzy reía al verla fruncir el ceño. Adoraba verla molesta.

-¿Qué? ¿Prefieres que te mienta? Lo hago por educación, no porque que quiera- ríe- A nadie le gusta entregar su abrigo y luego tener que soportar el frío mientras su acompañante va abrigada y hablando sin parar- Jiyeon la miró boquiabierta, no podía creer que Suzy pudiera ser tan idiota.

-Eres una…- dejó la frase incompleta y volvió a evitar que le colocaran la prenda- Quédatelo, no lo necesito- mentía, la menor lo sabía y solo podía sonreír más ampliamente ante la actitud de la castaña.

-Sabes que solo bromeo- se acercó y por fin le colocó el sobretodo- No me importa en lo absoluto soportar el frío, si es por ti. Hay muchas cosas que soportaría solo por ti Jiyeon- le dijo, cambiando de su estado pesado a ese estado dulce que enloquecía tanto a Park. Jiyeon arrojó un golpe suave al brazo de la menor.

-Eres una idiota, siempre me haces lo mismo.

-¿Y qué es lo que siempre te hago?- preguntó, con su tonta sonrisita.

-Hacerme enojar y luego calmarme con tanta facilidad, lo odio.

-No, lo amas- la abrazó, deteniéndose por un momento. Estaban a unos metros de la casa de la castaña- Me gustaría decirte algo antes de dejarte en tu casa- habló con cierto nerviosismo- Después de este corto tiempo que hemos pasado juntas, me gustaría pedirte…- ya lo sabía, sabía lo que diría- Que…- estaba nerviosa-  Que dejes de utilizar ese perfume, es tan horrendo e insoportable- o eso creía.

Gruño audiblemente antes de comenzar a golpearla en el pecho, mientras la bromista se reía a costa suya.

-Eres una idiota- detuvo el ataque y comenzó a caminar hacia su casa.

-Lo soy, lo soy, pero no te preocupes, pronto te diré lo que te morías por escuchar esta noche- dijo, con la confianza a rebosar- Nos vemos mañana- la besó rápidamente y de sorpresa, para luego marcharse riendo por lo bajo.

Jiyeon entró a su casa murmurando maldiciones hacia la pelinegra, pero terminó sonriendo cuando llegó a su habitación. Dejo todas su cosas y sacó su celular antes de comenzar a quitarse los zapatos, desbloqueó la pantalla y vio que tenía unas llamadas perdidas, al abrir las notificaciones, no supo si reír o  llorar de frustración.

“Tengo cuatro llamadas perdidas de Eunjung” se dejó caer en la cama. Comenzaba a arreglar las cosas con Suzy ¿Y ahora Eunjung aparecía de nuevo? tenía que ser una broma.

Notas finales:

Hyomin está celosa, pero menos mal que Qri le tiene paciencia y la comprende.

Jiyeon aun está indecisa, pero al parecer Suzy está dispuesta a seguir intentandolo.
Pero esas llamadas de Ham ¬¬

Hyomin y su mamá no dan indicios de mejorar su relación y ya saben para qué regresó la Sra. Jung, pura conveniencia XD

Mientras más comenten, mas rapido actualizaré...?


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