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Infieles y Amantes por caprigirl

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Notas del capitulo:

Me pregunto si es que ya no les está gustando la historia, porque les doy lo que querian, osea a las HyoRi juntas y dejan de comentar XD no se si deprimirme o reirme por eso.


Este capitulo es... no se como describirlo, bueno eso no importa solo les digo que las letras en cursiva son un flashback, un recuerdo, como deseen llamarle, de Hyomin.


Espero que les guste XS

“¿Por qué?” Una pregunta que seguro todos nos hacemos cuando somos heridos o traicionados por la persona más inesperada. “¿Qué hice mal?” muchas veces creemos que las cosas que nos pasan son injustas o que no las merecemos, Hyomin lo sabía, estando en esa situación durante meses, había tenido bastante tiempo para repetirse las mismas preguntas una y otra vez, pero… no había conseguido las respuestas, y no iba a mentir, aunque ya estuviera completamente decidida a dejarla, aun estaba esa vocecita dentro de su cabeza que gritaba, exigiendo saber lo que pasaba por la mente de su esposa cuando inicio todo eso.

Detuvo sus cavilaciones, ahí, sentada sobre el sofá de la sala, dándole la cara a la puerta, recibiendo a Eunjung, sin sonrisas, sin abrazos y sin besos. La pelinegra percibió la tensión que había en el ambiente, no era algo normal encontrarse con una Hyomin tan fría. Se quitó las gafas de sol y las guardó en el abrigo, luego de quitárselo lo dejó  sobre el perchero de la sala.

-Hola- se aventuró a saludar, con precaución, sintiendo como los problemas se aproximaban- ¿Cómo estuvo tu día?

Esa ultima semana no habían convivido mucho, cuando Hyomin estaba en casa Eunjung estaba trabajando, cuando Eunjung estaba en casa Hyomin salía con sus amigas. La pelinegra no era idiota, era obvio que su esposa la estaba evitando, pero aunque lo sabía, prefirió dejar pasar todo por debajo de la mesa, creyendo que quizás solo estaba pasando por alguna etapa sentimental o que era el estrés del trabajo.

-Fue un buen día aunque…- no se había movido ni un centímetro de su lugar, fue la mayor quien se acercó para poder hablar mejor- Seguro no mejor que el tuyo- las palabras salieron con un tono seco, acompañadas de una mirada turbia y un tanto rencorosa.

“Esto no será nada bueno” lo supo desde el momento que vio esa rabia acorralada en los ojos de la castaña, dudó, no supo si lo mejor era seguir hablando o dar por terminada aquella conversación.

-¿Por qué dices eso?- actuó como la persona más inocente del mundo, añadiendo una sonrisa.

-No lo sé, quizás pasaste un gran momento con Jiyeon- no hizo falta más, con tan solo la mención de ese nombre, su mundo se puso de cabezas.

Hyomin sonrió con amargura y se levantó del sofá para encararla mientras su esposa solo se quedó allí, petrificada con una expresión nerviosa y el cuerpo tenso.

-¿Por qué pones esa cara? ¿En verdad creíste que nunca lo sabría?- Eunjung guardó silencio- ¿Creíste que… sería tan estúpida? ¿Qué nunca sospecharía? Dímelo, Eunjung, atrévete a responder mis preguntas así como te atreviste a enredarte con otra- el no obtener respuestas la estaba haciendo enojar- Dime- susurró en un intentó por calmarse- ¡DIME! ¡Habla de una maldita vez!- explotó, cansada de esperar, dándole un empujón a la mayor.

-Minnie ¿De que estas hablando?- eso era el colmo, sin poder evitarlo, la castaña comenzó a reír, el descaro era tanto que no sabía si sentirse más enojada o entretenida ante tal actuación.

-No lo niegues, no soy idiota…además, yo misma te vi- ante la nueva información, la infiel no pudo hacer más que maldecir, siempre quedaba la opción de negarlo hasta la muerte, pero si la misma Hyomin había presenciado la infidelidad, no tenía caso- Solo… solo dime porqué lo hiciste… solo eso necesito saber.

“¿Necesita? ¿Para que?” su pregunta fue respondida en cuestión de segundos, abrió un poco los ojos, asombrada ante su propia realización, ya sabía como terminaría esta discusión. Sus ojos se humedecieron sin poder evitarlo y tragó saliva con dificultad, sintiendo como su garganta parecía bloquearse. Su esposa la miraba con dolor, con tristeza, rabia… y la peor de todas, con decepción.

-¿Por qué? ¿Por qué lo necesitas?- preguntó torpemente, mirándola con lágrimas en los ojos.

-Tu ya lo sabes- recibió como respuesta- Necesito saber que hice mal, porque la incertidumbre me está matando- se explicó, esta vez desviando la mirada- Quiero saber porque me engañaste…

-Yo… no lo sé- susurró con la voz temblorosa- Simplemente me dejé llevar por mis impulsos.

-¿Tus impulsos? No me mientas, Eunjung, solo dímelo, dime que ya no me amas, dime que esa chica robó mi lugar en tu corazón, solo dilo para que podamos terminar esto.

-¿Terminar?- el miedo reflejado en sus ojos no era actuado, de verdad le aterraba la idea- Hyomin, no… no lo hagas- se acercó a ella tomando las manos de la castaña en un gesto de desesperación- No me hagas esto.

Silencio, la mujer engañada no decía nada, ni siquiera la miraba, solo se dedicaba a mirar un punto fijo, absorta en sus pensamientos y en la batalla interna que ahí se desarrollaba.

-Me alejaré de ella, lo prometo, no volveré a estar con nadie más, seré solo tuya- la menor levantó el rostro, mirándola con abatimiento.

-Prometiste eso hace cuatro años y míranos ahora- se soltó  del agarre, sin cuidado alguno- No me hagas más promesas, ya no tienes que, tampoco tienes que alejarte de ella porque yo seré quien se aleje de ti.

Siempre es difícil decir adiós ¿No es así? ¿A quien no le duele despedirse de alguien? ¿A quien no le duele darle final a alguna etapa?  Es como ese conmovedor momento con tus amigos y compañeros de la escuela, cuando sabes que graduarse implica no volver a ver a muchos de ellos, esa tristeza y ese temor a lo nuevo que nacen en nosotros, ese pequeño dolor que de alguna forma hace especial el cierre de esa fase. Así se sentía Hyomin, claro que era más intenso, tanto su dolor como su miedo y ninguno de los dos era especial, su separación no sería un bonito recuerdo que atesorar luego de unos años, no, esta sería una herida que quizás nunca sanaría.

-Hyomin…- la mayor lloraba, lloraba y parecía ser sincera, al parecer su amor aun seguía ahí, ya no era tan flameante e intenso como en los primeros años, pero aun existía.

La castaña sonrió, por lo menos sabía que había significado algo importante para Eunjung.

-Es mejor que me vaya- hizo ademan de caminar, pero una mano la detuvo con firmeza.

-No.

-Eunjung… suéltame, no tiene caso- y se liberó de aquellas manos que posiblemente extrañaría por un tiempo.

 Uno… dos… tres pasos y fue detenida de nuevo, esta vez la mayor la hizo girarse y cuando la tuvo de frente depositó un intenso beso sobre sus labios, uno que no tuvo respuesta alguna, solo las quejas ahogadas que salían de los labios de la chica forzada. Se separó sintiéndose estúpida, utilizada y la rabia que había mantenido bajo control se manifestó en forma de bofetada. El llanto de la pelicorta se hizo más intenso y aunque la castaña no deseaba llorar, terminó haciéndolo, para ella… era muy triste ver como un amor que alguna vez había sido tan hermoso, llegaba a su final.

Ese fue el comienzo, así ambas daban inicio a una nueva vida. Ahora ambas podían buscar lo mejor, Hyomin podría olvidar ese mal trago y Eunjung, bueno ella tendría tiempo suficiente para pensar en lo que había hecho y en lo que había perdido.

 

**********

Ya se le hacía una costumbre, una que al parecer no les molestaba ni a Jessica ni a Eunjung. Cada vez que tenía la oportunidad terminaba invadiendo el cuarto de su hermana, interrumpiendo a las chicas mientras estas hacían sus tareas. Pero las mayores no le decían nada, de hecho, disfrutaban de su compañía, para Sica era algo habitual, ya que era su pequeña hermana pero para Eunjung era algo más… especial. Y es que la mayor de las Jung no lo había notado, pero su hermana solo estaba allí para ver a la pelinegra y tampoco notaba que esta  se aprovechaba de cualquier descuido de su amiga para guiñarle, sonreírle o hacerle muecas divertidas a la menor de las tres.

-Oye Eunjung… Eunjung- La adolescente rubia pedía la atención de su compañera, pero esta estaba muy entretenida jugando con el cabello de su hermana, Sica puso los ojos en blanco ante tal escena- ¡EUNJUNG!- gritó, asustando a Ham.

-Dime, Sica- su rostro estaba pintado de puro miedo y Hyomin reía, disfrutando de la imagen.

-Ya deja de distraerte con la mocosa y ven a ayudarme con estos problemas.

Hyomin era menor que las dos por tres años, era por eso que temía una mala reacción en su hermana al saber de sus sentimientos por su amiga, el que fuera chica la traía sin cuidado, ya que las dos hermanas tenían la misma orientación, curioso, sí, pero así era.

-¿Qué les parece si vamos por unos dulces?-  preguntó la más alta cuando estaban caminando de regreso a casa luego de la escuela.

-No, yo paso, tengo mucho sueño- declinó Sica- Pero vayan ustedes dos- añadió, y la mirada de Hyomin brilló- Te veo luego Ham, cuida a mi hermanita, si le pasa algo te mueres- se despidió, dándole un beso en la frente a su pequeña y un golpecito en el hombro a su amiga para luego seguir el camino a casa.

-Eh… ¿Vamos a la confitería?- preguntó dudosa, sintiéndose nerviosa al estar a solas con la menor.

-¡SÍ!- respondió con emoción guindándose del brazo de Eunjung con total confianza- Apresúrate- decía mientras jalaba de la mayor para hacerla caminar más rápido.

Si había algo que le gustaba de su pequeña amiga era esa personalidad activa, desinhibida y alegre, siempre le sacaba una sonrisa ver como la más joven corría cual niña en el campo, y ahora que la tenía tomada de la mano y la hacía correr para llegar cuanto antes al sitio, se sentía tonta, abochornada pero… feliz.

Ver como la chica devoraba su porción de pastel era algo sumamente adorable, Hyomin estaba en su mundo, comiendo el dulce con entusiasmo sin importarle como la verían los demás. Eunjung sonrió al ver una pequeña mancha de chocolate sobre el labio de la más pequeña.

-Tienes chocolate ahí- le avisó señalando la zona, la otra solo hizo una mueca- Toma- le extendió una servilleta, pero Hyomin no quería limpiarlo por si misma, ella quería que fuera como en las películas, que Eunjung se acercara y lo hiciera por ella- ¿Qué esperas?- le miró curiosa, sin saber que pasaba por aquella mente.

-Que poco romántica eres- le dijo sin mirarla, pasando la servilleta sobre su labio.

-¿Qué?- sus nervios se alborotaron al oír la palabra “romántica”

-íi, esta es la cita menos romántica del mundo.

-¿Cita?- la pobre Ham no podía pronunciar palabra, sintiéndose totalmente apenada ante el mensaje que le transmitía su acompañante- ¿Qué haces?- Hyomin se había levantado y ahora la jalaba de la mano- ¿A dónde quieres ir?

-Muero de hambre, vayamos a casa para que mi Nana nos de algo de comer.

-Pero si acabas de comer, además no tengo hambre- Hyomin hizo un puchero para intentar convencerla, al ver que la otra aun ponía resistencia se acercó  y le dio un beso en la mejilla, dejando a la mayor en un estado idiotizado y haciéndola sonrojar, comenzó a reír mientras la jalaba de nuevo, esta ves Eunjung se dejaba llevar, estaba demasiado atontada como para negarse.

Sus sentimientos eran más que obvios, luego de un tiempo hasta Jessica lo notó pero no dijo nada, solo esperó a ver que pasaba. Con el paso del tiempo ambas hacían más cosas juntas, Hyomin siempre inventaba alguna locura, como escalar los arboles del jardín para bajar la fruta, hacerle bromas a los profesores o colocar pepinos en la comida de Jessica. Era bastante divertido pasar el tiempo con la menor, incluso cuando esta estaba molesta, para Eunjung, verla haciendo pucheros era la vista  más tierna del mundo, le gustaba que la menor se enojara y le demostrara sus celos aun cuando no eran nada.

-Tengo algo para ti- le dijo la castaña, mientras estaban sentadas en la cama de Sica, quien había salido de la habitación.

-¿Ah si? ¿Qué es?- preguntó curiosa como siempre, esperando algún chocolate o un bicho como había pasado la ultima vez. La pobre Eunjung aun sentía ñañaras cuando recordaba al enorme escarabajo.

-Esto- pero ese día, Eunjung recibió el mejor regalo… los labios vírgenes de Hyomin.

 

**********

Jessica salió del trabajo apenas recibió la llamada de su hermana. Quedaron en verse en el café que estaba a unas cuadras del SPA. Entró en el local como alma que lleva el diablo y comenzó a buscarla con la mirada, hasta que la vio a su lado derecho, en una de las mesas que estaba junto a la ventana, Hyomin miraba hacia afuera o quizás, no estaba mirando nada y solo se hallaba perdida en sus pensamientos. Se acercó y se sentó frente a ella.

-¿Cómo estás?- preguntó logrando hacer que al fin volteara a mirarla- ¿Qué pasó?- los ojos tristes de su hermana le partieron el alma- Minnie…

-Es un hecho- habló de repente, mirando su taza de café- Mañana el abogado irá a llevarle los papeles del divorcio…- un pesado suspiro escapó de sus labios- Lo peor es que… a pesar de que sé que esto es lo correcto, no puedo dejar de sentirme mal.

-Es algo normal, estuviste con ella durante casi nueve años- tomó la mano de su hermana- La amaste mucho y aunque todo esto pasara, esos bonitos recuerdos no se irán.

-Pero ahora solo debería  pensar en Qri- le dijo, mirándola directamente a los ojos, parecía confundida, Jessica sonrió ligeramente.

-Hyomin, te vas a divorciar, tienes que pensar en Eunjung, quieras o no…- hizo una pausa- o es que ¿Aun estas enamorada de ella? Eso ya sería algo más complicado.

-No, no la amo, pero aun la quiero- Jessica se dejó caer sobre su silla, la situación le parecía bastante irónica. Recordó cuando Tiffany le preguntó a su hermana si amaba a Qri y Hyomin dijo que no, que amaba a Eunjung, ahora, los papeles estaban invertidos.

-Entonces no tienes nada de que preocuparte- le aseguró, intentando darle un poco de paz a ese corazón atormentado-  Los sentimientos no se desvanecen así por así, pero estoy segura de que lograras olvidarte de ella y de todo esto con la ayuda de Qri.

Y hablando de Qri, Hyomin tenía días sin verla o llamarla, había estado demasiado sumida en sus pensamientos.

 

**********

Los compañeros de Qri sabían muy bien que cuando su jefa estaba de mal humor, lo mejor era ignorarla y solo obedecer ordenes. Kyungsoo, Sehun y Sooyuong eran los únicos que tenían el privilegio de poder dirigirle la palabra cuando la chef principal estaba que echaba humo, claro no siempre obtenían una buena respuesta. Los tres amigos se juntaron a unos metros de la enojada mujer, sin perderla de vista y comenzaron a sacar conclusiones de porqué  la chica andaba con tan mal genio.

-Yo creo que se peleó con sus hermanas otra vez- dijo Soo mirando a Qri cortando unos filetes con molestia- Dios, se ve tan tenebrosa haciendo eso, con ese cuchillo y el cabello rojo me recuerda a Chucky- comentó con una mueca.

-No, nunca se enoja tanto cuando discute con ellas… es otra cosa- dijo D.O.

-Yo sé que es lo que tiene- habló el más alto, mordiendo una zanahoria, los otros dos pusieron toda su atención en el- Seguramente se peleó con… Hyomin ¿Era ese su nombre?

-¿Hyomin? ¿Quién es esa mujer?- la morena era la única que no tenía conocimientos de la pequeña historia de las otras dos chicas.

-La casi novia de Kyul, pero no se la menciones porque seguro…- demasiado tarde, Kyungsoo no había terminado de hablar cuando ya la alta morena estaba al lado de la pelirroja, lista para interrogarla.

-¡Hey! ¿Me puedes decir por que esos dos idiotas saben de tu novia Hyomin y yo no?- exigió, sintiéndose excluida- Se supone que soy tu mejor amiga y las mejores amigas se enteran antes que el amigo gay y el idiota que no tiene rol en el grupo- los caballeros negaron con la cabeza, no sabiendo si sentirse ofendidos o reírse.

La pelirroja la miró por un segundo y luego volvió a lo que estaba haciendo, ignorándola por completo. Pero Soo no es una persona que se de por vencida fácilmente.

-Park Jihyun, estoy hablando contigo, háblame de esa tal Hyomin.

-Sooyoung, no estoy de humor, por favor déjame en paz- le cortó.

-Te lo dije- salió D.O, volviendo a sus labores.

-Kyul… puedes desahogarte con nosotros- seguía siendo ignorada- Esta bien no hables… pero esta noche nos vamos a algún bar ¿Quién me apoya?- silencio, entrecerró los ojos dándoles una mirada de odio- Desgraciados, desgraciado tú, duende feo, desgraciado tú, flacucho cara de pie- como si ella fuera muy acuerpada- Y desgraciada tú, Chucky- luego de desahogarse se marchó al lado opuesto de la cocina, no queriendo ver el rostro de todos esos “Desgraciados”.

Los dos varones decidieron darle espacio a su jefa, parecía que algunos pensamientos estaban jugando con su cabeza, era mejor dejarla y hablar con ella cuando estuviera más calmada. Siguieron con sus actividades y Qri no dio señales de querer terminar con su faceta de enojo silencioso.

Ninguno sabía lo que le pasaba a la pelirroja, y es que cuando Qri quería guardarse sus sentimientos era casi imposible hacerla hablar.

La razón, era que se encontraba enojada, no, se sentía frustrada, tenía días sin ver a Hyomin y esta ni siquiera se había tomado la molestia de llamarla “Tu tampoco la has llamado” le decía su conciencia “Porque quiero darle espacio, se que necesita tiempo para arreglarlo todo” eso se decía mentalmente, pero la verdad es que tenía miedo, miedo de llamarla y que sus llamadas fueran ignoradas o peor, que le dieran respuestas no deseadas como “Olvídalo, no dejaré a mi esposa” o “Ya no me llames” con solo pensarlo podía sentir un escalofrió recorrer su espalda “No puedo hacer nada, solo esperar” y quizás tenía razón, quizás lo mejor era tener paciencia y esperar a que Hyomin la buscara.

-¿Qué piensan hacer? Es viernes deberíamos ir a algún lado- comentó Sehun cuando todos estaban listos para irse.

-Tienes razón ¿Un bar está bien?- preguntó Kyungsoo logrando fastidiar a Soo.

-Eso les dije hace un rato y me ignoraron por completo, idiotas-  rezongó, sintiéndose indignada.

-Es que hiciste la propuesta en mal momento, Soo- los tres miraron a Qri, que estaba a unos metros colocándose su chaqueta- Ahora se ve un poco más tranquila, ve y pregúntale si quiere acompañarnos- la empujó el mayor de los varones, la alta morena se rehusaba, no queriendo rogarle de nuevo a la chef- ¡Anda!

-¡No! Ve tú, eres el amigo gay que se entera de todo primero, además, tengo mi orgullo- se zafó del agarré y se hizo a un lado con los brazos cruzados.

-No soy gay- respondió el otro sacándole una risita a los dos más jóvenes- ¿Qué?

-Eso le dices a tu papi, D.O, a nosotros no nos engañas, ahora ve y háblale de nuestros planes a la gruñona.

No muy convencido, esperando una respuesta negativa, el más pequeño se acercó a Jihyun, que no dejaba de ver su celular, como si estuviera esperando algo, una llamada o un mensaje, sonrió, nunca la había visto así de ansiosa, menos tan enojada por la falta de atención de alguien. Qri era una mujer a quien le fallabas una vez y ya podías darte por olvidado, o por lo menos eso era lo que le había ocurrido a sus anteriores citas, sin embargo, ahí estaba, anhelando una simple llamada de teléfono.

-Hey- le saludó – Vamos a tomar algo ¿Te unes?- juraba que escucharía un no, pero luego de un fuerte suspiro…

-Claro, vamos- respondió, siendo la primera en salir del restaurante.

-¡Yeah, baby! Esta noche nos embriagamos con la jefa- exclamó Soo, uniéndose a los demás.

Pero parecía que la vida no quería que Choi se divirtiera esa noche, porque justo a la salida, se tropezó con Qri, que estaba parada, mirando a una chica muy hermosa que se encontraba en la acera del frente, unió los cabos y supo quien era la desconocida.

-Eh… supongo que te iras por tu lado.

-Sí, los veré luego.

Los tres amigos observaron como la mayor cruzaba la calle para llegar hasta la chica de la fiesta.

-Supongo que esa es Hyomin- los dos hombres asintieron- Y supongo que ya no quieren ir a ningún lado porque no seremos los cuatro- negaron, contradiciendo sus palabras- Entonces dejemos a estas dos señoritas con sus dramas amorosos, yo tengo hambre.

 

**********

 

Los lazos de sangre son mucho más fuertes que cualquier otro que te una a las personas, aunque hay excepciones, pero este no era el caso de Jessica, ella sabía muy bien que ahora su lealtad debía estar con su hermana y no con su mejor amiga, si es que aun le quedaba el titulo. Por eso, cuando recibió la llamada de Eunjung no supo que hacer ¿Debía asistir a la cita? ¿Hyomin se enojaría? ¿Era buena idea inmiscuirse más en ese asunto? Resopló por tercera vez y comenzó a comer unas galletas hechas por Tiffany, metió una a su boca y la masticó sin mucho animo “Tengo media hora para llegar… debería irme”

Tomó sus llaves y salió de su casa, sintiendo una pesadez en el pecho y cierto nerviosismo, sacudió la cabeza pensando que su actitud era tonta, pero no era así, era un comportamiento totalmente normal en ese tipo de situaciones. Encontrarte con una persona a la que no has visto durante meses, con quien has hablado solo un par de veces por teléfono, una persona que no solo traicionó tu confianza sino la de tu hermana, sí, era normal que se sintiera de esa forma.

Respiró profundo antes de entrar en el restaurante, adoptando una apariencia impasible y una mirada fría, en seguida la ubicó y sin perder tiempo tomo asiento frente a ella. Eunjung intentó sonreírle, pero falló por completo y terminó mostrando una mueca de… ¿Dolor? Sí, dolor, Jessica estaba segura de eso, pero lo ignoró.

-¿Para qué me has llamado?- fue directo al punto, mirándola como si quisiera entrar en su mente.

-Ya lo sabes… Hyomin me pedirá el divorcio y yo…

-¿Tú qué?- la interrumpió con brusquedad- Sabes muy bien que lo que hiciste estuvo mal, le fallaste, le mentiste, heriste sus sentimientos, tú…- hizo una pausa, respirando profundo antes de continuar- Tú te convertiste en todo lo que una vez juraste mantener alejado de ella.

La pelicorta la miró con vergüenza, sintiéndose como una desgraciada, no… ella era una desgraciada, lo sabía, pero el que te lo dijeran siempre tenía más impacto. Vio la decepción en los ojos de la rubia y supo que aparte de perder a su esposa, había perdido a su mejor amiga.

-Jessica, yo no planeé nada de esto.

-¿Esa es tu excusa? ¿Ahora vas a esconderte en una tonta y patética mentira? Dime Ham ¿Cuándo dejaras de ser tan cobarde y comenzaras a aceptar tus errores?

-¡¿Qué quieres que te diga?!- alzó la voz, los demás usuarios del restaurante voltearon para mirar su mesa. Jessica se puso en pie.

-Vamos a otro lugar.

Curiosamente terminaron recorriendo el mismo camino que recorrían de niñas para regresar a casa. Caminaron un rato largo sin emitir sonido alguno, solo escuchando sus propios pasos y la risa de las pocas personas que transitaban por esa calle. Era incomodo, era molesto, pero más que todo era hiriente… darse cuenta de que las cosas habían cambiado tanto entre ellas, que podían caminar por la misma acera, seguir los mismos pasos e ir a los mismo lugares que visitaban antes y nada… nada sería igual. La realización hizo mella en ambas y logró sacarlas del enmudecimiento.

-¿Sabes lo que me enamoró de ella?- Eunjung fue quien rompió el hielo.

-¿Quién, Hyomin o Jiyeon?- atacó Sica, sin mirarla.

-Hyomin…ella era tan… tan radiante, siempre estaba sonriendo y haciendo sonreír a los demás, cada vez que la tenía cerca podía sentir como mi día se volvía más brillante, lograba hacerme reír con facilidad con todas sus locuras- Jessica se detuvo y se giró para verla- Pero todo eso cambió cuando nos casamos, ella dejó de ser tan espontanea y divertida, comenzó a obsesionarse con la idea de ser la esposa perfecta, siempre tan complaciente, nunca demostraba sus defectos era tan… tan diferente a la chica que yo había conocido que poco a poco comencé a alejarme- la rubia la miró con ojos incrédulos- Me cansé de intentar que las cosas volvieran a ser como antes, en verdad me esforcé por sacar su verdadero ser, pero ella no me dejó, simplemente siguió actuando como la mujer perfecta.

-¿Alguna vez se lo dijiste?- la de cabello negro, negó- Ese fue tu error, Eunjung, la comunicación es esencial, sonará cliché, pero es la verdad…- vio como la otra bajaba la cabeza y suspiró- Puedo entender lo que me quieres decir, sin embargo no es una justificación, te rendiste muy fácilmente, demasiado fácil para ser la mujer que le juró amor eterno- Eunjung miraba hacia cualquier lado para evitar la mirada de su cuñada- Debiste separarte de ella y evitarle todo este dolor.

-Aun la amo- dijo de la nada.

-No lo creo, creo que amas mucho más a Jiyeon.

-Amó a Jiyeon porque me recuerda a la verdadera Hyomin- Jessica la miró con confusión- Esa chica es tan parecida a ella, tan inocente, divertida, tan apasionada- su acompañante hizo una mueca ante esa ultima descripción- Fue por eso que no la dejé luego de la primera noche.

Sin poder evitarlo, Sica terminó dándose la vuelta, lista para marcharse pero antes de irse pronunció unas palabras.

-No vales la pena, por lo menos no en este momento… te aconsejo que te alejes de ambas, ya les has hecho demasiado daño.

 

Notas finales:

¡Al fin! Hyomin se quitó a esa descarada de encima v.v ya era hora.

Como siempre mis preguntas.

¿Que creen que pasará ahora? el divorcio es un hecho ¿Eunjung se quedará tranquila, seguirá el consejo de Jessica? quien sabe, esa mujer es impredecible, ya ven que todos creian que no queria a Minnie -.-

Qri, awww anda de malas por culpa de Hyomin ¿Se pelearan la nenas?

¿Y Jessica? pobresita, la involucran por ambas partes, tuvo que soportar dramon de dos chicas en un mismo dia XD

¿Eunjung si ama a Jiyeon? u.u quizas sí, quizas no.

Gracias por leer n.n espero sus comentarios *.*


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