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Anzuelo por shi san

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Notas del capitulo:

Hi hi! yo... muchas promesas pues, ninguna cumplida xD lo siento bueno seguire publicando hasta que finalice y alli me mudare de lleno a mi blog (me refiero a que mudare Anzuela a mi blog, sacandolo de amor yaoi)

 

~Este cap es dedicado a una amiga~

 

PD: (Aparece Lujuria!!!)

 

Ganbatte!!!

XII Toma mi inocencia por dinero

 

¿Por qué ya me valen tan poco las cosas pequeñas pero tan importantes que me brinda la vida?

¿Por qué me importa tan poco la moral y la ética?

Oh sí, es que la vida me enseño que sin riesgo no hay éxito ni fracaso.

                                                                                                                                         ~Nilson

 

Satou

 

     Soy  un miembro joven de una de las familias más prestigiadas de Japón y a su vez la familia más poderosa en cuando a líderes yakuzas. Tengo 18 años y ya sé tanto de números, dinero, clausulas, primeros auxilios, contratos, karate, defensa personal y hasta algo de kunfu sin mencionar las demás áreas; armas blancas, balística, armas de fuego, cortes limpios en cualquier lugar de un cuerpo vivo... Sé que soy joven aunque mi madre se conserva, igual que mis tíos y mis primos, pero todo recae en mí de manera extraña ya que soy también el pecado de la familia, soy Satou Takahiro alias Asmodeo y si, represento al pecado de la lujuria.

 

     Es algo complejo de explicar, pero mi madre An sama, en realidad es mi dueña. Ella me recogió de la familia hostil que tenía a mis 7 años pero solo fue una desgracias tras de otra desgracia ya que a mis 8 años ya estaba entrenando sobre estrategias, sobre tiro al blanco y a obedecerle ciegamente a esa mujer de cabello azabache largo y de labios rojos que ante la sociedad me presentaba como su pequeño hijo al que amaba más que a su vida mientras durante mis entrenamientos era un animal sin consideración a pesar que ella no era mi sensei y cuando yo estaba en casa me trataba como si fuera su hijo, jamás lo entendí solo sabía que era un pecado que debía servirle a An sama y a los juegos macabros que planeaba.

 

     Mate a mis diez años, a mis abuelos adoptivos ya que mi madre me lo ordeno, quizás digan ¡vaya delito! Pero mis abuelos no eran ningunos santos. Vemos las hojas verdes, los pétalos de las flores rosas flotar pero jamás nos da el interés por saber cómo realmente son las raíces del árbol de sakura ¿no?

 

Nilson

 

     Días, semanas, meses y todos mis años. Todos creen que soy un muchacho tranquilo que me sumerjo en mis clases como estudiante de ingeniería en sistemas con un hobby medio nerd, me refiero a que soy otaku  y la definición más básica que puedo decir; otaku es una persona que se apasiona por la cultura nipona tomando como principal punto la animación japonesa ­­¿Se entendería?

 

—Nilson me voy a trabajar para que vayas a ayudar a María con el almuerzo

 

     Mi  hermano mayor, una versión de mi pero mucho más alto y musculoso se asoma en mi cuarto diciéndome aquello en el típico tono molesto y mandamás que tanto me molesta.

 

—Que yo sepa tu trabajo es en la tarde, no en la noche

 

—Eso no te importa, levántate de allí y ve a ayudar a María

 

     “Que vaya la madre de tu zorra a ayudarle”…

 

—Ya voy…

 

     Doy un largo suspiro y me tranquilizo ya que se había ido, siempre era así, mi cuñada comenzaba a decirme “marico” y demás palabras vulgares como tratando de bajar mi autoestima ¿Qué demonios ganaba la zorra esa? No lo sé, y la verdad que mis auriculares me ayudarían a ignorarla, era una técnica que había leído en mi red social.

 

     A pesar que estudio y mi familia es una bomba de tiempo porque tendrán buen sentido del humor pero también tienen el sentido de las paleas y andar a la defensiva. Mi padre trabaja en la pequeña bodega que el mismo fundo en nuestra casa, mi hermano mayor Manuel vive con su mujer y sus hijos en la última habitación de la casa, siempre viven peleando literalmente, mi otro hermano menor ya es bachiller y creo que tomo el ejemplo de Manuel ya que trae a su noviecita mosquita muerta todos los benditos días.

 

     Preguntaran por mi mamá pues, ella está lejos, dejo a mi papá porque él jamás tuvo dinero como tal, lo que nos hace pobres aunque no muertos de hambre. Mi mamá me llama y me regaña ya sea por una mala nota en la universidad o porque le pido algo de dinero y por eso hubo esa conexión de… la amiga de la tía de mí prima que le dijo que conocía a un sujeto que era el tío de la amiga de mi prima.

 

      Supongo que eso, llamado “destino” me abrió una puerta ¿a dónde? Yo no lo sabía, lo que sí sabía era que pagaría unas cuentas y la recaudación para la universidad con esta “oportunidad”, a la que mi padre ni mis hermanos deberían jamás enterarse.

.

.

.

 

     Luces bajas pero apropiadamente se puede ver todo aquel lujoso lugar, una discoteca con escaleras eléctricas, enormes escaleras de mármol, mesas diferentes y elegantes en cada uno de los tres niveles del lugar y una música que ínsita a volverse malo hacen el ambiente perfecto para respirar y decirme a mí mismo que lo que haría no sería malo en absoluto, solo sería como una prueba de valentía mía hacia la vida que me hacía parecer tan cero a la izquierda desde que tengo memoria.

 

     Las personas son bellas, exóticas y los chicos y chicas que servían eran de todos los estilos diferentes que uno algún día podría imaginar aunque con el mismo uniforme.

 

—Ok, primo estate relajado, todo va a estar bien. Ahora vamos arriba, allí tienes el atuendo con que serás presentado con el cliente

 

     Mi prima, Denise medio usaba su voz alta para susurrarme al oído inclinándose un poco (mi altura; 1 65 cm). Sentí un jalón de su parte y así comenzábamos a subir, vi la hora en mi celular negro súper rayado y algo viejo que gracias a que existían milagros servía al menos para llamar, enviar mensajes y ver la hora, nada más por lo barato y antiguo que era.

 

     8:37 pm – Nilson~Ganbatte!

 

     Llegamos y era insólito, habían unas cinco puertas de gran distancia entra cada una, al fondo había una pequeña y allí fue que entramos, y mi prima, la chica alta de cabellos castaños oscuros y ondulados de porte turco abrazaba a Susu, una mujer rellena como de unos treinta y picos de años con cabellos largos lisos de rojo fantasía vestida elegantemente, ella era la amiga de la tía de bueno, esa.

 

—Aquí está el dulcecito

 

     Denise se volvió y me sonrió amable como siempre lo hacía.

 

—Un gusto, cuando hablamos por teléfono no sabía que eras tan tierno aunque no seas tan esbelto como los que prefiero para este negocio, supongo que estas bien… tu abdomen puedo notar que es bastante plano

 

     Comenzaron a colocarme una loción que era extremadamente dulce pero varonil y suave a la vez quizás olía como a vainilla con manzana y canela…

 

     Mi cabeza miraba todo como en cámara lenta como una de esas canciones tristes con el piano y la melodía de suspenso. Vi el atuendo que me pondría seguramente; una chaqueta de mezclilla de un azul lavanda con textura corrugada que las marcaban como una rayas pequeñas imperceptibles negras, esa chaqueta de seguro me llegaría tan solo un poco más debajo del pecho, era abierta, no tenía botones. También había una camisa blanca tres cuartas de echo las mangas eran ajustadas y no tenía cuello ya que los botones comenzaban desde el pecho. Mi vista bajaba y estaban unos shorts azules oscuros de tono metalizado.

 

     Pero sería el colmo si esas botas altas y negras patentes fueran para ponerme.

 

—Y cuéntame ¿Eres gay?

 

     La pelirroja me preguntaba mientras calentaba, al parecer, una plancha para cabello.

 

—No lo sé, pero lo que es verdad es que la novia que tuve hace dos años me dejo en claro lo patético y feo que soy y luego se acostó con mi hermano menor y eso…

 

—Pues, querido que eso ya no te siga atosigando, no eres feo ¿Sabías que los chicos son como las chicas?

 

     Escuchar eso si me hizo reír y luego me detuve al instante de recordar que estar gimiendo debajo de un hombre no era exactamente algo bueno.

 

—Uy, te pusiste pálido bueno, a lo que me refiero es que hay chicas horribles en casa que cuando se arreglan para salir quedan como unas hermosas estrellas de cine, así son los chicos, solo que ese arte las mujeres lo sabemos manejar mejor

 

     Me sonrió y justo comenzó acomodarme el cabello.

 

—¿Hiciste lo que te pedí?

 

     Me preguntaba mi prima mientras tomaba unos maquillajes, y así Susu me colocaba unos ganchos en el cabello.

 

—Sí, me depile con la cera especial en todas las partes en que me dijiste y también me lave bien y me estuve dilatando los últimos tres días con el palo de un cepillo de diente, solo diez centímetros

 

—Primo, eso solo te ayudara un cinco por ciento, te dolerá pero échale ganas

 

     Sentí un abrazo cálido que me hizo derramar un par de lagrima, ella me las limpio y procedió a ayudar a quitarme la ropa, me dio un bóxer negro para que me lo fuera a poner.

 

     Y en un abrir y cerrar de ojos, estaba vestido incluso mi cabello castaño rojizo estaba muy peinado con mi mechones lacios a un lado con toque algo oriental me gustaban.

 

—Bello

 

Contesto Susu al espejo.

 

—¡Dan ganas de comerte!

 

     Jamás pensé ver que mi prima me viera con ojos estrellados como una fangirl o algo así.

 

—Ok, ahora el toque matador

 

     La rojiza se echó a un lado sus lacios y rojizos cabellos y tomo las botas enseñándomelas inquisitivamente.

 

—Antes que te niegues, estas botas forman parte de un cliché del negocio, además de que son especiales, se adaptan al pie a pesar de ser tan altas y gruesas

 

      Suspire, conté hasta 3,  las agarre y me las puse, extrañamente eran cómodas.

 

     Antes de salir de ese cuarto tome mi celular y me lo coloque en mi bolsillo, desde luego que me persigné.

 

     9:37 pm – Nilson~Ganbatte! (Pantalla del celular)

 

Satou

 

—Satou sama ¿Ya está listo para esta noche?

 

     Si lo estaba, desde que había arribado en Venezuela todo era monótono como siempre, aburrido, pero en fin ya había mantenido la discusión con un sujeto de mucho poder en cuanto al poder en el país latino sobre tantos inmigrantes asiáticos, lo positivo era que habíamos llegado a un acuerdo.

 

     Mi contacto en ese país previamente a mi llegada me comento sobre un sitio, un club nocturno de mucho prestigio, el cual se dedicaba en cuanto a fetiche loco el cliente quisiera también me entere que no habían muchos pedidos sadomasoquista, quizás Venezuela aún no era tan pervertido. Así que hice mi pedido, se me antojaba un lindo shonnen (muchacho) normal y corriente pero con la condición de que fuera virgen en todo el sentido de la palabra.

 

     De hecho ese era mi fetiche, quitarles ese brillo tan especial de los ojos a los adolescentes y lo había averiguado gracias a mi fiesta de cumpleaños número dieciocho, el año pasado.

.

.

.

—Takahashi sama, es un honor tenerle aquí, espero que mi club sea e su agrado

 

     Una mujer rojiza de cabello largo me daba la introducción que casi siempre me hacían los demás, ¿Cuándo había perdido interés en los demás?

 

—No necesita ser tan formal

 

     Sonreí por política.

 

—Está bien, ahora quiero presentarle a su “Shonnen”. Nil, ven aquí por favor

 

     De repente se abría el paso desde atrás del club un chico algo bajo, de cabellos peinados muy a la moda sin salirse de la tangente, traía una simple chaqueta corta de algún azul bajo con rasgos fuertes y con un short oscuro metalizado acorde ya que no era largo ni corto y lo que me impacto fue que ¿Cómo demonios a un chico le quedaban tan bien unos zapatos altos?

 

    Sus ojos felinos quizás marrones claros con delineador negro me miraron y aunque se sorprendieron, él trato de disimularlo haciéndome una reverencia estando muy tranquilo.

 

—¿Cómo alguien como tu puede ser tan puro?

 

     Él no me respondió solo siguió allí, callado y aunque sabía esconder sus sentimientos, yo sabía perfectamente el aura de miedo o quizás nerviosismo en extremo por acabar acostándose esa misma noche con alguien que no conocía.

 

—Oh, disculpe es que le exprese que debe ser casi mudo con el cliente

 

—Le pagare el triple si deja que interactúe conmigo

 

—Nil, ya escuchaste al señor

 

     Y otra vez aquella mirada descoordinada y pérdida que insistía en esconder.

 

—Ven, vamos a una mesa

 

     Lo tome del brazo y lo guie a la mesa de la esquina mientras la música se oía deliciosamente…

 

     Lo senté muy junto a mí y tome su mano para darle un beso pero reacciono alejándose automáticamente pero me miro como diciéndose al mismo que había cometido un error, por ello se inclinó y se disculpó conmigo e hizo que mi mano tomara su mano como lo había hecho para besarlo. Mis labios se curvearon, el shonnen (muchacho) me estaba divirtiendo.

 

     Vi como una chica con uniforme blanco y negro nos incitaba a ordenar.

.

.

.

 

Nilson

 

      Era mi segundo Martini y me sentía ignorado como siempre me había sentido ¿Quizás él ya había perdido interés en mí?

 

     Suspire notando como el asiático que debía admitir que era bastante guapo… cabellos naturales negros en forma casi de hongo pero a la vez tenía un corte ejecutivo y serio, sus ojos no eran tan achinados, se notaba el café de sus ojos mientras miraba a la camarera de piernas gruesas y falda casi diminuta lo que si me incomodo un poco. Él era bastante alto con un cuerpo delgado y bien torneado, ni hablar de su traje con unos pantalones que jurarían era de Gucci de esos con rayas muy pequeñas azules índigos y blancas junto con una camisa simple blanca con un saco negro con botones dorados. Por una parte estaba bien, no me lo “haría” pero por la otra parte no tendría el dinero.

 

—¿Te aburro?

 

    “Desde que nos sentamos no nos hemos dirigido la palabra, bobo chino”

 

—No, señor

 

     Le dije neutro.

 

—Mmm… ¿Señor? Eres muy educado

 

    Ok, hablaba bien el español…

 

—Gracias

 

—¿Sabes? Siento como que de verdad estás aburrido

 

     Esto debía de ser una broma ¿Verdad?          

 

     Me levante a toda velocidad.

 

—Disculpe señor, ya llamo a la señora Susu

 

     Pero en qué momento me había sujetado el brazo.

 

—¿Tanto quieres escapar de mí? En ese caso debo felicitar lo tan acertado de tus instintos pero no te salvaras, esta noche estarás en una cama gimiendo de dolor por mí

 

     Un escalofrío surco mi espina vertebral, era increíble que con aquella cara de amabilidad me había dicho todo aquello.

 

     Trague grueso, me volví a sentar…

 

—Disculpe, señor

 

—Cuando termine contigo, de seguro me estará esperando esa linda camarera en el cuarto siguiente

 

     Sonrió sugestivamente, vaya que me sentía como un mueble y eso que jamás había sentido algo de lastima cuando mi prima me decía que sus novios la hacían sentir como un mueble…

 

     Vi como de repente “mi cliente” se levantaba elegantemente y me miraba desde las alturas para extender su mano en busca de la mía.

 

     “Ay Dios, ayúdame”

 

—¿Te sientes bien? Es que me pareció por un momento que ibas a llorar

 

—Oh no, no se preocupe, estoy bien

 

     Mi mano encontró la de él para seguirle al cuarto piso a través de las escaleras eléctricas.

 

—¿Te gusta el sushi?

 

     Su voz golpeo mi ensimismamiento que esperaba que el abriera la puerta de madera frente a nosotros ¿A qué venia aquella pregunta? Y recordé de pronto que él había pagado extra tan solo por “interactuar” conmigo.

 

—Termina de pasar al menos

 

     No me había dado cuenta pero me había mantenido callado, sin contestarle. Desde luego que entre rápidamente después que él ya había encendido las luces. Me sorprendió y se me hizo agradable descubrir una gran cama con frazadas blancas y bordados en rombos bastantes pacíficos, los muebles que estaban pasando la puerta también eran blancos y la mesita era blanca con una rosa blanca allí al igual que las rosas que estaban al frente de las lámparas sobre las mesas blancas de noche. Pise la alfombra blanca gamuzada y se sentía muy bien, la gran ventana tenía una increíble vista aunque de repente fue esa vista que me recordó el por qué yo estaba allí.

 

—Ven

 

     Su voz se oyó desde atrás en mi oído, muy cerca haciéndome sentir que algo malo, muy malo se acercaba y que yo había estado de acuerdo.

 

     Sus largos y fuertes dedos aprisionaban mis caderas por debajo de mi camisa. Sus labios succionaban y lamian mi cuello sin pudor alguno. Sus brazos me voltearon y mire dos ojos negros a los cuales podía verle un vacío infinito, una oscuridad que guardaba tantas cosas macabras que me estremecí y él al darse cuenta que yo actuaba como un maniquí me beso profundamente paseando su lengua descaradamente en mi boca fugazmente para sentarse en la cama. Sin dejarme procesar lo que estaba pasando, su mano halo la mía haciéndome caer de rodilla frente a él de cabellos negros azabaches.

 

—Coopera, gánate lo que pague por quedarme con tu inocencia

 

     Su voz era nítida y sin sentimiento ¿En qué problema me había metido?

 

     Tenía que seguir, seguir hasta el final aunque la vergüenza que sentía se salía en cada uno de mis poros. Mi recuerdo era que mañana ya no estaría en este lugar, no estaría haciendo esta porquería.

 

—¡Vamos y comienza a chuparlo!

 

     Asentí bajando mi mirada y viendo que su pantalón estaba cerrado, mis manos temblaban sin medida pero necesitaba hacerlo rápido, entre más rápido mejor. Abrí el botón y saque aquel miembro exangüe, yo también tenía uno así que no estaba tan mal, tenía que hacerlo, respire profundamente. Lo tome entre mis manos y comencé a  mi lengua, cerré mis ojos y di una lamida, solo era piel, solo era piel “Vamos Nilson, tu puedes”. Lo principal era despertar la hombría en aquel miembro. Alcance a apretarlo con mis manos y pasarle mi lengua de extremo a extremo cuando sentí que eso que tenía en mis manos se endurecía procedí a introducir la punta en mi boca para succionar.

 

—Más

 

     Si, se estaba despertando pero la voz del sujeto era desinteresada y hasta deba miedo su aptitud.

 

     De pronto por como tocaba su virilidad se endureció demasiado y halo de mis cabellos para introducirlo más adentro de mi boca. Una parte de mi quiso vomitar hasta mis entrañas pero debía aguantar. Sus manos hacían los movimientos para la fricción hasta que se vino y me separe rápido al tragarme una buena cantidad de aquella asquerosa sustancia haciéndome toser de los mil rayos.

 

—Ya ven aquí, baka

 

     Primera vez que me llamaban baka, que quiere decir “estúpido” en japonés. Él señalaba que yo me le tenía que montar encima y así lo hice.

 

—Desvístete

 

    Órdenes a las que yo debía de cumplir. Me saque la chaqueta pequeña y comencé a desabotonar mi camisa con mis manos que parecían gelatina. Cuando llegue al tercer botón su voz me detuvo.

 

—Déjalo allí, ahora quítate los shorts y la ropa interior

 

      Mi cara ya debía estar tan roja como las chupetas de fresas que mi prima tanto amaba. Tenía miedo, no quería hacerlo pero ya yo había accedido, tenía que hacerlo. Me baje y comencé a quitármelo sintiendo esa mirada que carecía de morbosidad y solo tenía un matiz curioso al que fácilmente podía perder. Cuando ya lo había hecho sentí como me agarraba y me lanzaba boca bajo en el colchón mientras él se quitaba algo molesto sus pantalones.

 

     De repente mis manos eran llevadas atrás mientras me amarraba con una cinta. Me levantaba las caderas para quedar cabeza abajo y de rodilla en la cama. Sus manos acariciaron mis tetillas masajeándolas, eso extrañamente me hacía sentir cosquillas pero con un poco de placer, después su mano bajo a mi pene algo flácido tocándome de manera tan sugestiva que tuve que moverme un poco muy avergonzado, paso unos momentos más mientras me masturbaba y detallaba mi cara lo que hacía sentirme más desnudo aun.

 

—Ya es hora…

 

     Introdujo dos de sus dedos en mi boca, los paso bien y algo rustico para cuando los saco sentí como mi boca estaba un poco babosa y justo me tense al sentir como sin piedad aquellos dedos abrían con fuerza mi esfínter. Él mismo abrió más mis rodillas para meter mejor los dedos en ese estrecho agujero al que lo sentía demasiado extraño y doloroso ya que sentía una que otra lagrima recorrer mis ojos, nadie gemía, yo solo aguantaba el dolor.

 

—¡Ahh!

 

     Grite como pude al sentir que de forma cruel que él y su miembro erecto se introducían en mi orificio, así sin más, sin nada. Yo no sentía placer, eso era horrible, de mi orgullo no había quedado nada.

 

—No ¡Ah!!!

 

     Gemí como perdido en alguna dimensión que quería alcanzar para solo escapar de aquel momento.

 

     Una estocada lenta que fue como si me descuartizaba con un cuchillo sin filo.

 

—¡Ah!

 

    La segunda estocada me había dejado privado del dolor quedándome quieto al sentir como algún liquido recorría mi parte trasera, de seguro era sangre. Y así el sacaba y metía aquel miembro sin compasión, si me mataría pues, no sé a qué lugar me iría.

 

    Él seguía con aquella tarea por bastante tiempo y ya mis rodillas cuando flaquerón y cayeron el asiático salió de mí, me desamarro las manos y me volteo a lo que yo actuaba como un muñeco de trapo con vista perdida, con muchas lágrimas que se deslizaban con mis brazos a los lados de mi cabeza sin fuerzas. De repente mis piernas era montadas en sus hombros y él comenzaba de nuevo con aquel endemoniado vaivén.

 

—Ah, ah, ah no…

 

    De repente gemía con dolor y placer entremezclado pero ese pequeño placer jamás cubría por completo aquel gran dolor agudo, grave, horrible y vergonzoso.

 

—Eres hermoso

 

     Un movimiento irregular por su parte ya me había llenado de su esencia cálida que me ardió e hizo retorcerme. Vi como dejaba mis piernas debajo. Miraba como salía de mí también observando lo que salía de mí orificio. Él no había usado condón como me había dicho Susu ¡Era un maldito asqueroso pervertido! Al menos había terminado ¿No? Cerré mis ojos, ya no  quería saber más nada.

   

     Unos labios recorrían mis mejillas para darme un beso cálido en los labios para tornarlo apasionado, bajo a mi pecho, comenzó a lamer y a chupar mis tetillas y al pasar los minutos con esas tareas que hacía, mi cuerpo reacciono irguiéndose un poco. Y allí sentí una oleada de placer que apaciguaba mi inmenso dolor. El asiático succionaba con maniobras que jamás había sentido mi miembro, no dure mucho y me vine en su boca, no me levante ni nada…

 

—L-lo siento

 

     Mi garganta estaba agotada y por eso mi voz era tan poca. Volví a cerrar mis ojos y me perdí pero el sonido de una regadera me alerto de nuevo, me alegre internamente porque de seguro ya saldría de la habitación, ese maldito monstruo se iría. Me daba ánimos a mí mismo lo que me dio sentimiento y comencé a llorar acostado boca arriba, desnudo y sin saber de más nada mi brazo lo lleve a mi cara llorando con un gran sentimiento.

 

     Todos los malditos mangas de Yaoi hard no eran iguales a este momento, pensé que me prepare pero no, al parecer no fue así.

 

—Deja de llorar y compórtate como un hombre

 

     Solo escuchar aquello fue lo que me encendió.

 

—¡Me importa una mierda lo que piense! ¡Por qué no se va de una maldita vez y me deja en paz!

 

     Grite con lo que me quedaba, la defensiva verbal.

 

—¿Por qué? Simple, muchacho yo pague por ti y me voy cuando yo quiera

 

     Me calle porque no quería hablar con un imbécil creído bufándome con un gesto.

 

—Pague para que interactuáramos pues, jamás hablaste hasta me dio la impresión que no podías hablar

 

—¡No me interesa! Ahora lárguese

 

     Mis lágrimas corrían furiosas porque quería llorar a gusto y a placer solo ¡solo!

 

—No, mejor veo cómo te humillas más llorando… hasta te me haces divertido

 

    Su voz la escuche como mil kilos de plomo sobre mí y cuando se sentó en la cama me dio tanta rabia que tome una almohada y comencé a llorar así me quedara sin respiración.

 

     Una caricia en mi brazo y le lance la almohada.

 

—¡No me toque!

 

    Le grite de nuevo y por fin lo vi, estaba vestido, recién bañado con una expresión de serenidad que me molestaba.

 

      Se levantó elegantemente y se inclinó hacia mi tomando mis mejillas entre su fuerte mano para darme un beso profundo el cual manejo a su antojo. Si sabía besar, muy bien ¡Pero ese no era el caso! Se alejó de mí, una sonrisa disimuladora y genuina se asomó en su cara por lo que me quede perplejo y sonrojado.

 

—¿Crees que no me di cuenta que hasta me lleve tu primer beso? Pero quiero tomarlo como un regalo gratis de mi proveedor… tú

 

    Se bufo de mí como cansado y salió cerrando la puerta con cuidado, dejándome un poco confundido. De hecho mi ex novia me había dejado porque yo ni la había besado solo por mi inseguridad pero él se había dado cuenta y por qué le importaba.

 

Quizás no te topes con un final que no esperas

Pero no te preocupes

Porque lo que es correcto, es algo que solo tu decides

Fui capaz de ser yo mismo

Era un soñador, vivía en los sueños

Agarro mi mapa y sentimientos se desbordan

Me fui de allí porque era inocente e ignoraba lo que estaba bien y lo que estaba mal

Volé lejos, lejos

Ríete con sarcasmo del viento adverso

Como lo hace un dios travieso

Verás la belleza en lo que no puedes alcanzar

~Amazing blue / An cafe

 

     Continuará...

 

Notas finales:

Hasta la proxima...


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