9/03/14
-Ah, ¡AH! ... Ngh
Yokozawa estaba en una posicion realmente vergonzosa... Con Kirishima dándole por detrás.
Con el paso del tiempo, ya estaba mas que acostumbrado a todo tipo de peticiones extrañas de parte de su querido prometido, pero ésta... Era la que menos deseaba.
-Tómalo con calma, estas muy apretado ¿sabes?
-¡Callate! Es tu culpa
-Ja, como digas...
-Es mas bien que tu cosa es enorme, y ahora soy aun mas sensible.
Yokozawa estaba siendo demasiado sincero, ya a estas alturas no se avegonzaba en lo absoluto.
-Mmm... Pero te gusta...
-¿¡Quien ha dicho algo como eso!?
-En palabras no... Pero con acciones si.
En ese momento, estaba en su límite, a punto de venirse, pero Kirishima con cualquier pequeña accion, hacia que se le fueran las ganas.
Yokozawa sentia que se desmayaba, y agradecia que Kirishima no lo estuviera viendo a la cara, no deseaba que viera expresiones que de seguro harian encenderse a cualquiera.
-Ah, ngh...
-No te contengas, sácalos, quiero escuchar tu voz.
Seguía en su límite, y se estaba desesperando, los constantes masajes a su miembro, los repentinos apretones a la punta mientras introducia sus dedos llenos de lubricante y masajeaba su interior lo tenian vuelto loco.
-Bueno, eso es suficiente...
Kirishima introdujo la "cosa enorme" en el interior de Yokozawa, quien al instante solto un sonoro gemido, sintiendo que Zen comenzaba a moverse lentamente, para luego comenzar con rapidas y numerosas estocadas.
Zen cambio de posicion, incandose en la cama con Yokozawa pegado a su pecho, tomandolo del cabello mientras le daba duro cada vez más rápido.
No podía más y casi suplicó a Kirishima que lo dejara venirse.
-Uuu ¿podrías pedirlo de una forma más dulce...?
-Ni mierda.
-¡Vamos! ¿A estas alturas sientes verguenza?
- Zen, dejame venirme.
No era una petición que haya dejado a Kirishima muy satisfecho, pero con eso bastaba. En ese momento, Takafumi se vino en las sabanas, dejando el líquido blanquesino por la cama, y Zen terminó prenetando más profundo, viniendose en el interior de su amante.
-Ah.... No quiero ni levantarme...
Kirishima se dejó caer arriba de su amante, agotado, escuchando muchas quejas de "estás pesado" "Quítate de encima".
-Kirishima-san, haste a un lado, nos plastas.
-Oh, cierto, lo siento.
Se quito de encima, se duchó, espero a que Takafumi saliera de la ducha mientras tomaba una cerveza, y se dispuso a leer la nueva novela de Usami Akihiko.
-¿Sigues leyendo sólo de Usami- sensei....?
-¿Qué? ¿Estas celoso....?
-Claro que no...- En ese momento, tocaron a la puerta.
-¿Quien será?
Takano Masamune era el que se encontraba tocando la puerta, con Onodera a un lado, quien se veia realmente nervioso, al parecer estaba molesto.
-P-pasen.
-Gracias, con permiso, buenas noches Kirishima-san.
-Buenas noches.
El mayor estaba ¿sorprendido? Por la repentina visita, y al ver a Onodera, la pareja de Takano, se sintió más tranquilo, y los celos que estaban en peligro de aparecer y manifestarse, se fueron.
-Necesitamos de tu ayuda, Yokozawa.
-¿M-mi ayuda?
-Si, Onodera está embarazado y quiero que lo entrenes.
-¿¿¡¡EEEH!!??
Todos en la habitación estaba un padre con pose triunfal y un castaño con un pelinegro delante de el, impactados, observando a el sonrojado y embarazado Onodera Ritsu, quien no hacia mas que mirar al suelo, lleno de verguenza.
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