Era ya de mañana, yokozawa estaba en los brazos de su amante, aunque no quisiera, Kirishima se habia vuelto muy sobre protector desde hace aproximadamente dos meses, que fue cuando Yokozawa le confeso a su querido novio que estaba esperando un hijo suyo.
-Kirishima-san, sueltame.
Kirishima no respondió y fingio estar dormido, lo cual molesto mucho a el oso, el cual decidio a como de lugar, quitarselo de encima.
-Mmm.... Zen, creo que no podremos llegar con el médico si no te levantas y me sueltas.
Luego de esas palabras, Kirishima se levanto y corrio a tomar una ducha, dejando a el pelinegro solo en la habitacion.
-Jaja, hijo, realmente tu padre adora la idea de tenerte, tanto que se emociona con lo relacionado a ti, aunque sea lo mas minimo.
Yokozawa reia mientras acariciaba su vientre, y su platica se detuvo gracias a que unos pasos rapidos se escucharon en el pasillo. Una pequeña niña castaña entro a la habitacion con un felino en brazos.
-¡Takafumi, buenos dias! Ah, espera, creo que no debería dirigirme asi, lo siento Yokozawa-san.
Yokozawa sintio extraño, hiyo estaba algo rara, y solo pregunto.
-Solo sigue diciendome Oniichan ¿quieres?
Hiyo sonrió y salio de la habitación, dejando a el pelinegro algo incomodo, no sabia que pasaba con ella, lo ignoro y se dispuso a arreglarse para su consulta.
*En el consultorio mas tarde*
-¿Y bien? ¿Que es doctor?
-Felicidades Yokozawa-san, usted esta esperando un varon.
Los ojos de Kirishima se iluminaron y abrazo muy fuerte a Yokozawa con lagrimas en los ojos.
-Takafumi, gracias, es hermoso, un chico, que ojala sea como tu.
-¿Eh? Pero, yo soy muy feo, sera mejor que se parezca a ti.
Se sonrojo al decir eso y recordo que aun estaban con el medico, el cual tenia una sonrisa en el rostro disfrutando de lo bien que se llevaba la pareja.
-Bueno, ya pueden retirarse, aqui esta la receta con el medicamento.
-Gracias Akari-sensei.
Los amantes salieron del consultorio, y Kirishima llevo a Yokozawa a un parque luego de almorzar en un restaurante familiar cerca de el hospital.
-Takafumi
-Qué.
El ojiazul volteo a ver a el castaño y antes de lograr decir otra palabra, sus labios fueron sellados en un beso dulce y apasionado.
-Dime, ¿Cómo se llamara nuestro hijo?
-Rei
-¿EH? ¿Ya has decidido el nombre? ¿Cuándo?
-Cuando tú no me ves, obviamente
-Oso malo.
Kirishima sonreía viendo a Yokozawa, el cual sintió la mirada ajena y se incomodo, lo volteo a ver y algo nervioso dijo:
-¿Qué me ves?
-Lo genial que eres y pensé como serias como padre y esposo- Kirishima se levantó, y se arrodilló ante Yokozawa, con una sonrisa suave que impresiono a Yokozawa y sacando una cajita negra de el bolsillo de su traje para luego abrirla y mostrar un sencillo anillo a el pelinegro, el cual miraba impresionado- ¿Aceptas casarte conmigo y ser padre de Hiyo?
Yokozawa comenzó a derramar lágrimas de alegría, y sonrió y extendió su mano, al fin lo había dicho, y era lo que más había esperado.
-Si, te acepto, Zen.
Kirishima abrazo fuerte a Yokozawa y asi fue como al fin se comprometieron, de la forma mas improvisada posible, según Kirishima.
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