_Con Reborn_
Reborn miraba atentamente el túnel, este parecía una especie de mina, estaba perfectamente excavado, debía admitir que era un trabajo impecable.
El lugar era estrecho, como para que al menos 5 personas pudieran caminar a la par, había vigas, las cuales sostenía la estructura de este y no se viniera abajo, y también, había crayones regados por todos lados, junto a unos dibujos de gente muerta.
“Parecen dibujos de un niño trastornado” pensaba Reborn, preocupándose un poco por su dame-alumno.
En ese Ed se detuvo.
-¿Qué pasa?- pregunto el hitman girándose, ya que este estaba delante de Ed.
-Nada- le dijo con tono serio, mientras aplaudía y posaba sus manos en la pared, Reborn se preguntó qué era lo que iba a hacer, pero al ver que no ocurría nada, solo enarco una ceja.
Ed no le hizo casi y siguió caminando.
-¿Para qué era eso?- le pregunto un tanto curioso Reborn y Ed solo sonrió.
-Lo veras en su momento- fue lo último que dijo para caminar en silencio, dejando con la duda a Reborn.
Pasaron 26 minutos hasta que Ed se volvió a detener.
-¿Qué te pasa?- le pregunto, pues era la segunda vez que se detenía en el camino.
Este último solo enarco una ceja.
-¿Qué te pasa a ti?- contraataco Ed, Reborn no entendía.
¿Qué le pasaba a él?, ¿Acaso estaba buscando pelea?, pensaba un tanto excitado por la idea de partirle la cara.
Ed noto esto en su mirada, y no quería hacer más compleja la situación de lo que ya era.
-Eso- señalo el camino de la mina.
-¿Qué pasa con eso?- pregunto enojado Reborn de que Ed se diera tanta vuelta.
-Es un circulo- le dijo Ed como si fuera lo más obvio del mundo.
“¿Circulo?” pensaba el hitman, ¿a qué se refería con círculo?, ahí fue cuando lo recordó, a Ed no le hacían efecto las ilusiones de Mukuro, y ahora que lo pensaba, cuando Yamamoto lo atacaba, el no logro tener al menos una sola herida, pero el recordaba bien que la capa de llamas que cubría el filo de la katana de la Lluvia, si había logrado tocar a Ed, pero no le había hecho daño alguno.
Lo mismo pasaba con las tonfas de Hibari, estas también estaban cubiertas con llamas, y ellas lo habían logrado tocar, pero no le había dejado una sola rasgadura en su gabardina roja, es más ni siquiera la había manchado, y las balas de él, eran tomadas como simples balas de plástico, porque en sí, estas no contenían pólvora normal, era pólvora escupida de las llamas de León y él juntas, entonces, siendo la cosa así, eso significaba que…
“Las llamas no lo afectan… es por eso que solo se cuidaba de la dinamita de Gokudera y los ataques cuerpo a cuerpo” fue la conclusión del hitman, ahora sabía que ese personaje no le había tomado la delantera por ser más fuerte, sino, que sus ataques eran ineficientes contra él.
Por un momento se sintió algo presumido por haber deducido eso, pero a la vez se sintió algo frustrado, pues eso significaba, que hasta cierto punto, era débil.
“Pero solo si uso llamas, cuerpo a cuerpo será presa fácil” pensaba ahora más vanidoso, olvidándose por un momento la razón por la cual estaban en aquella fosa.
“Ya se dio cuenta” pensaba Ed al ver la cara de satisfacción que tenía el azabache frente a él, pues, antes de que Reborn llegara a esa conclusión, el día anterior Ed ya lo había resuelto, no era tonto como para no darse cuenta de que algo no andaba bien con los ataques que la mandaban, estos eran muy débiles, lo cual no se creía por el aspecto de asesinos profesionales que tenían todos.
-Hace un rato pasamos por aquí y nos mandó de regreso al lugar donde empezamos- empezó a explicar Ed, igual, si ya se había dado cuenta de que sus llamas no hacían efecto en él, daba lo mismo, ya no se podía hacer nada- como seguías caminando e ignorando eso, pensé que solo tomarías el otro camino, pero veo que sigues por el mismo- dejo Ed como diciendo “¿Eres idiota o qué?”
Cosa que molesto a Reborn, pero lo dejo pasar, pues lo que dijo antes llamo más su atención.
-¿Cuál otro camino?
-Este- dijo Ed enarcando una ceja y señalando la pared del lado derecho, Reborn la miro, parecía una pares real, ¿En serio era una ilusión?
“Al parecer a ellos les afecta mucho eso de las “ilusiones”, esto es como sacado de un libro de ninjas” pensó Ed con algo de diversión, pero luego la abandono para seguir con el camino, ya que el de patillas frente a él, no parecía tener intenciones de moverse, al parecer a un dudaba de si Ed le dijera o no la verdad.
Aunque claro, no había razones para dudar, eso no beneficiaba en nada a Ed, pero, simplemente Reborn no lo creía.
“¿Alguien mejor que Mukuro haciendo ilusiones?, ¿Quién será esta persona?” se preguntaba algo receloso.
Después vio cómo Ed desaparecía atravesando la pared, pues bien, ahí quedaban claras sus dudas de que si, había alguien más hábil que Mukuro, que incluso era capaz de engañarlo a él.
“Fue bueno venir con él” pensaba el hitman, hiriendo a sí mismo un poco su orgullo, pero debía admitirlo, en esos momento Ed era muy útil, no solo porque así podían seguir el camino sin problemas, sino, que si llegaban a enfrentarse con el creador de esas ilusiones, aunque el cayera bajo el poder de una, Ed no lo haría, eso les daba la ventaja.
Ed se detuvo por segunda vez.
-¿Otro pasaje?- pregunta Reborn.
-No.- respondió tajante el otro agudizando su oído.
Esto llamo la atención del hitman, ¿Qué era lo que escuchaba con tanta atención?, agudizo todos sus sentidos, y lo pudo sentir, era débil, muy débil, pero estaba seguro de que era la llama de Tsuna.
También pudo escuchar unas voces, una era la de su pupilo.
-“¡Hieeee!, ¡no!, ¡no!, ¡no quiero!” escuchaba que decía muy asustado el oji-miel.
-“Vamos, solo mételo a tu boca y veras que te gustara~”
-“¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡NOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!”
“¿Meterlo a su boca?” pensaba Reborn muy asustado, “¿Podría ser que ese maldito….?” Reborn corrió con todas sus fuerzas, no lo iba a permitir, no lo iba a permitir, en definitiva no lo iba a permitir.
Ed corrió detrás de Reborn, igualmente preocupado.
“¿Lo estarán violando?” algo en su corazón se removió, Tsuna tenía unos lindos ojos color miel, pero lo que más llamaba la atención en ellos (según Ed) era esa pureza que se notaba a kilómetros.
Apresuro su paso, no conocía muy bien a Tsuna, pero no permitiría que alguien le quisiera hacer daño a una persona tan amable como él que los recibió con los brazos abiertos.
-“¡No! ¡Detente!, ¡no quiehfo shfalo!”
La voz de Tsuna se escuchaba más cercas, y también se escuchaba como si le hubiesen metido algo a la boca.
Esto, provoco que tanto el azabache como el peli-dorado, se encolerizaran, al pensar que era lo que le estaban obligando al pobrecito meterse a la boca.
-“¿Ves~? ¿A que está muy rico~?”
La voz ya se encontraba más cercas, girando por un pasadizo a la izquierda, era justamente donde se encontraba aquel tipo, que pronto no sería más que carne para perros.
En cuanto giraron, esperaban ver la peor escena del mundo, sin embargo, lo que vieron los de mudos.
Ahí estaba, Tsuna, sobre las piernas de aquel tipo extraño, que le estaba dando a comer…. ¿Un murciélago?
Ed y Reborn tenían esta cara O_O, cosa que era rara, ya que ambos no mostraban mucho sus emociones.
-¡Ahfdeehn mhe!- traducido al idioma de Bocasinmurcielagoalaparrilla, lo que quería decir nuestro querido capo era “¡Ayúdenme!”, grito al ver que las personas frente a él, no hacían nada más que ver cómo era alimentado por esas cosas asquerosas.
Después de su carita comenzaron a brotar pequeñas lágrimas, ya que el sabor y el olor de lo que se encontraba en su boca, no era para nada agradable.
-jajaja lo sabía, esta tan rico que hasta lloras, ¿verdad?- decía el otro personaje mientras un aura rosada y llena de florecitas lo rodeaba.
Eso sirvió para que Ed y Reborn reaccionaran.
-Maldito…- decía Reborn encolerizado- Pagaras las consecuencias de….
Pero no pudo terminar su amenaza, ya que el tipo de la máscara lo había interrumpido.
-¡¿EEEEHHH?!, ¿pagar?, ¡Pero ya debo mucho dinero!, a mí nadie me dijo que por secuestrar a un niño me iban a cobrar, el tipo ese había dicho que él me pagaría.
“¿El tipo ese?” pensaba Reborn, eso quería decir que le habían pagado para secuestrar a Tsuna, pero, ¿Quién?, en cuanto le iba a preguntar, este lo volvió a interrumpir.
-¡¿Sera posible?!- decía mientras se tomaba de la cabeza- ¡Ese hombre me engaño y no me pagara!, ¡¿Ahora que hare?!- decía con un aura depresiva rodeándolo y haciendo un baile de lombriz bastante extraño- ¡tengo 9 hijos y 6 niñas, 7 esposas y 2 amantes!, ¿Ahora como los voy a mantener?, tendré que vivir en la calle, alimentándome de lagartijas y bichos, siendo denigrado por las familias ricas y vendiendo mi cuerpo para poder….- en eso guardo silencio por un momento, y un aura pervertida se formó a su alrededor- jeje… con que…Vender mi cuerpo ¿eh?- decía mientras un aura tétrica se formaba alrededor de él- ¿Cuánto debería cobrar?
En eso Ed se quedó estupefacto, al igual que Tsuna y Reborn, aunque este último no lo demostrara.
-¡jajajaja Es Broma!- decía aquel personaje recobrando la…. “¿compostura?”- no estoy casado y tampoco tengo hijos…. Mucho menos novia….- decía esto con un tono deprimido, arrinconándose en un lugar, mientras lágrimas salían de los ojos de la máscara.
“¿Qué le pasa a este tipo?” pensaba Ed con una ceja enarcada y mirando como aquel personaje bailaba como una colegiala enamorada, es decir, con las piernas cruzadas, sacando el trasero y moviéndolo de un lado a otro y con las manos en los cachetes de la máscara, mientras gritaba unos cuantos: Kyaaa.
Tsuna solo miraba todo con los ojos en un mar de lágrimas, la supuesta comida que le había dado aquel tipo extraño, sabia ¡horrible!, jamás pensó que probaría algo tan asqueroso.
-¡Déjate de tonterías y dime ¿Quién te contrato?!- decía ya fuera de sus casillas Reborn, ese estúpido espectáculo lo estaba jodiendo en sobremanera.
-Eso no te lo puedo decir~~~- decía el otro como respuesta, mientras tomaba a Tsuna como un costal de papas y se daba la vuelta para irse, mientras seguía cantando, pero ahora una canción distinta.
“Taan Tarra ran tan,
Taan Tarra ran tan,
Cuando vayas a la guerra debes ver,
Cuando vayas a la guerra debes ver,
Los cadáveres regados,
Las personas suicidar,
Y una granada poder detonar~~~
Cuando vayas a la guerra debes matar,
Cuando vayas a la guerra debes matar,
Violar a los hombres,
Matar a las mujeres,
Y hacer estallar a los demás~~~
Cuando vayas a la guerra debes estar,
Cuando vayas a la guerra debes estar,
Debajo de una trinchera~
Con el casco bien puesto,
Porque si no~ tu cabeza explotara~
Taan Tarra ran tan,
Taan Tarra ran tan~~~”
Cantaba de una manera alegre, sacando de lugar a Ed y asustando más a Tsuna.
-¿A dónde crees que vas?- decía Ed en un tono amenazante, mientras aplaudía y posaba sus manos en la pared, haciendo que saliera un enorme puño de este y golpeara al personaje perturbador.
Lo cual logro con éxito, ya que lo había aplastado y no se movía.
-¡Itetete!- decía Tsuna que había salido volando de los brazos de su captor, y ahora estaba en el suelo con un enorme chichón.
“Demasiado fácil” pensaba tanto el hitman como el alquimista con desconfianza, y vaya que tenía razón al sentirla, pues el tipo había roto el enorme puño de una patada y ahora se encontraba levantándose mientras se tomaba del cuello.
-Hummm… eso dolió… ¿Creen que debería ir con el quiropráctico?-decía mientras se tronaba los huesos del cuello- ¡Ah! mucho mejor ajajaja, pero ya te lo dije~~~, no puedo decirlo, la verdad ni yo lo sé.
“¡Tengo miedo!” pensaba con una expresión asustada, para luego cambiarla a una seria “No, no es tiempo para esto… él es muy fuerte, tengo que hacer algo… pero… ” Ahora el rostro del capo había pasado a ser uno de frustración, “No puedo romper las cadenas” mientras se movía de un lado a otro, pues desde que había despertado se encontraba encadenado.
“Están anulando mis llamas” pensaba impotente Tsuna, pues desde hace rato trataba de romper las cadenas con una sobre carga, pero estas no cedían, lo bueno era, que su tutor y Ed lo habían encontrado.
Pero hasta cierto punto dudaba de que realmente fuera eso algo bueno, ya que, aunque las cadenas anularan sus llamas, no anulaban su intuición, sabía que la situación era muy grave.
“Qué diablos…” pensaba Ed muy sorprendido, pues ese golpe era como para matar a una persona, o por lo menos, romperle varios huesos “¿Un homúnculo?” pensó no muy seguro, pues, no sabía si en ese mundo existirían cosas como esas, pero el no saber, no es lo mismo a que así es.
“Tendré que averiguarlo por mi cuenta” Mientras el alquimista planeaba lanzarse al personaje “Si encuentro la marca de uroboros, será una pista para volver a Amestris”
Reborn noto las intenciones de Ed, y antes de que este emprendiera marcha hacía el sujeto frente a ellos, convirtió a León en un látigo y lo regreso a su lado.
Cosa que molesto en sobremanera a Ed.
-¿Qué?- dijo molesto al verse interrumpido.
-No hagas nada estúpido- lo regaño el mafioso, Ed solo pudo indignarse, ¿quién se creía él para decirle lo que podía y lo que no podía hacer?
Decidió dejarlo pasar de momento, y se regresó su vista al captor del cielo, pero al hacerlo, se dio cuenta de algo que no se había dado cuenta antes, y que lo asusto un poco.
En el techo, justo encima, del lugar donde iba a pasar Ed para asestarle un golpe al de la máscara, había una enorme cuchilla que estaba siendo sujetada por un pequeño hilo, un hilo, que Ed siguió con la vista, y noto, que este provenía de la mano de aquel sujeto.
Ed volvió a ver la cuchilla… pero ahora reflexionándolo más…
Y se giró a ver a Reborn con una expresión seria.
-Gracias…- fue lo que dijo el alquimista, pero no lo decía como una obligación o por decir nada más, nop, se lo decía sinceramente y con un rostro preocupado.
“Al… perdóname… por poco te dejo solo otra vez” pensaba en su mente con algo de culpa el oji-dorado.
Reborn solo hizo un pequeño movimiento con la cabeza, asintiendo.
-¡HAYYYYYY!, ¡Arruinaste la sorpresa!- decía el hombre espeluznante, con el tono de un niño pequeño enfurruñado.
-Acabemos esto rápido- decía el hitman.
Ed solo asintió.
-Pero antes…- decía llamando la atención del enemigo- ¿Cómo te llamas?
El mafioso solo enarco una ceja, ¿Para qué quería saber su nombre si de todos modos lo iba a matar?
-¿Eh?, mi nombre… mi nombre… ummmm… no lo sé jajajajaja- decía despreocupadamente el de la máscara, como si olvidara que estaba en medio de una batalla- muchos me dicen “La Parca Sangrienta” o….- dijo mientras se daba la vuelta, y estrepitosamente volvía a girar pero con las manos en la cintura y en el rostro de la máscara, ahora llevaba puesto un bigote y se había puesto un sombrero de charro- ¡Me pueden decir, Juanito Pérez! Jajaja.
Ed se sintió estúpido por un momento, pero que más daba, solo suspiro y siguió hablando.
-Bien “Parca” yo soy El alquimista estatal de Acero, Edward Elric, es un gusto- decía mientras se ponía en posición de batalla.
Reborn solo lo miró, ¿de qué iba esa presentación?, le parecía una estupidez.
“Como quisiera que para mí fuera igual” pensaba Ed al sentir la mirada que le mandaba el hitman, como diciendo “idiota”, pero para él era más que una simple presentación, era algo que llevaba haciendo se años a causa de una linda niña, que hubiera deseado, no haberla conocido nunca…
Continuara…