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El Viaje para Encontrarte por ZuminoeRiriko

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Notas del capitulo:

Jeje espero les guste n.n

-Bien, más les vale que me digan que fue lo que averiguaron- decía seriamente un azabache de patillas.

Ahora todos estaban en reunión, la operación de Ed había salido a la perfección, claro, que Shamal se desquito un poquito mientras le ponían las prótesis a causa de la regaño que le había metido el Hitman, pero al final, todo había salido bien, después de salir de la sala de operaciones podía mover su brazo, así que con la alquimia de Xing, se curó, y para sorpresa de todos, en un día, justamente para la reunión que se levaría acabo, eso les parecía sorprendente, pues su poder de sanación era casi igual de eficiente que el de Ryohei y Ganryu, solo que tardaba un poco más.


De modo que, ya que Ed estaba bien y podía pelear, Reborn se dispuso a seguir con lo planeado.

-¿Entonces?- pregunto de nueva cuenta al ver que nadie decía una palabra.

-Reborn…- decía su antiguo alumno.

-¿Qué pasa Dame-Dino?

-¡No me digas Dame!... pero tengo una duda- dijo el potro de un modo más sumiso, al ver la horrible mirada que su ex tutor le había mandado por gritarle- ¿Qué hace él aquí?- dijo señalando a Ed, el cual se encontraba en la esquina derecha de la oficina, sentado en un pequeño sillón para dos personas atrás del escritorio de su hermanito.

Todos miraron a Edward, y el potro tenía razón, ¿Por qué Reborn dejaba que alguien que no era de la mafia y mucho menos de la familia, se metiera en discusiones que solo le concernían a esta?

-Es porque él se está quedando a vivir aquí y naturalmente, no lo hará gratis- decía de forma maligna el hitman.

Ahí fue donde la mayoría entendió las razones del Ex Arcobaleno.

-¡Reborn!, ¿Cómo puedes ser así?, ellos est…- regañaba el cielo, pero un disparo en medio de sus alborotados cabellos castaños lo hizo callar y dejarlo con una cara de temor.

Cosa que le saco una mueca de disgusto al alquimista, ¿Cómo se atrevía ese bastardo a dispararle a Tsuna?, se suponía que al ser su tutor debía de cuidarlo, ni siquiera el Coronel que había sido un completo bastardo le había hecho algo como eso… bueno… la Teniente si… pero ella incluso le disparo a su perro.

De igual modo, eso no quitaba el hecho de que estaba enojado con ese bastardo de traje por dispararle al pequeño castañito. Cosa de la que se dio cuenta la nube.

“Maldito Carnívoro” pensaba molesto Hibari al notar que el bastardo de la otra esquina, estaba interesado en SU gatito, no lo pudo evitar, y simplemente le dio una mirada fulminante al alquimista.

Y el otro, al sentirse observado, giro a ver quién le daba aquellas “cálidas” miradas, y fue ahí cuando miro al tipo de los “te morderé hasta la muerte”, ya sabía que ese imbécil estaba interesado en el pequeño oji-miel, pero lo ignoro, ya que él tenía clara ventaja con el “Cielo” como llamaban todos a Tsuna, así que se limitó a darle una sonrisa de autosuficiencia.

Cosa que hizo encolerizar al amante de la disciplina, y esto no pasó desapercibido por un hitman y un potro, el primero dejo en paz “eso” que se estaba dando, ya lo arreglaría más tarde, y el último, solo estaba triste de que su amor no se molestara en ocultar sus sentimientos por su hermanito.


-¡Calla Dame-Tsuna!, ahora el resto, díganme que fue lo que encontró, primero tú Cavallone, y como digas que no tienes nada, te sacare los inútiles órganos que tienes, los venderé por un alto precio y me comprare una casa de playa y otro auto, claro, solo si me dan algo por ellos, sino se los tirare a los perros en la calle para que se los coman y jugare a saltar la cuerda con tus intestinos- amenazaba el azabache, poniendo completamente azul al potro.

-Yo… yo… ¡LO SIENTO NO ENCONTRE NADA EN EL TUNEL!, ¡es que este siempre regresábamos al mismo lugar!- gritaba mientras trataba de huir despavorido de la habitación, pero antes de que se pudiera ir, un increíble hitman ya lo había atrapado con su querido amigo León transformado en látigo.

El resto solo lo veían con lástima, incluso Tsuna, nadie sería tan tonto como para intervenir.

-Mala respuesta Cavallone, espero tengan a alguien más para el puesto de jefe en tú familia, porque tú, te mueres hoy- decía el hitman mientras convertía ahora a León en una Gatling gigantesca.

-¡Jefe/Dino!- gritaban asustados Tsuna y Romario.

-Ya déjalo en paz- decía como si nada Ed mientras miraba por la ventana, asombrando a todos por la valentía que tenía el oji-dorado al retar a ese monstruo, quien ahora tenía un arma de ese calibre…

Sin duda también estaba muerto…

-¿Qué dijiste?, ¿Acaso quieres morir en su lugar?- decía el Hitman en un tono divertido y mostrando una sonrisa sádica, apartando el arma de Dino, quien estaba hecho bolita en el piso y llorando a mares, con la cara azul, en verdad creía que iba a morir.

Por otro lado Tsuna veía asustado la escena, mientras los otros, solo se miraban interesados.

-No es su culpa no haber encontrado nada- decía mientras giraba a ver a Reborn con una mirada seria, y este último, solo torno su expresión a una más relajada, pues eso quería decir, que él sabía algo.

-Habla- ordeno el Hitman, Ed solo sonrió, al parecer el chico al que se refería como Cavallone no lo había notado.

-¿Recuerdas cuando entramos al túnel?

-Sí.

-¿Y recuerdas lo que hice?- pregunto divertido Ed.

Ante la incógnita Reborn solo se puso a pensar, ¿Lo que había hecho?, ¿a qué se refería?

-Te refieres a cuando tú…

Dijo recordando.

/// Flash Back ///

Reborn miraba atentamente el túnel, este parecía una especie de mina, estaba perfectamente excavado, debía admitir que era un trabajo impecable.

El lugar era estrecho, como para que al menos 5 personas pudieran caminar a la par, había vigas, las cuales sostenía la estructura de este y no se viniera abajo, y también, había crayones regados por todos lados, junto a unos dibujos de gente muerta.

“Parecen dibujos de un niño trastornado” pensaba Reborn, preocupándose un poco por su dame-alumno.

En ese Ed se detuvo.

-¿Qué pasa?- pregunto el hitman girándose, ya que este estaba delante de Ed.

-Nada- le dijo con tono serio, mientras aplaudía y posaba sus manos en la pared, Reborn se preguntó qué era lo que iba a hacer, pero al ver que no ocurría nada, solo enarco una ceja.

Ed no le hizo casi y siguió caminando.

-¿Para qué era eso?- le pregunto un tanto curioso Reborn y Ed solo sonrió.

-Lo veras en su momento- fue lo último que dijo para caminar en silencio, dejando con la duda a Reborn.

/// Fin del Flash Back ///

-Correcto, la razón por la que el lugar no voló en pedazos, fue porque pude sentir el olor de pólvora en el lugar, era leve, muy leve, al inicio pensé que ese aroma venia de ti, pero recordé que las balas que usas no eran normales, por lo que llegue a la conclusión de que la mina era una trampa que explotaría en cualquier momento, por lo que cuando tú me viste poner mis manos en las pared de tierra y creer que no ocurría nada, estabas completamente equivocado, porque deshice la composición de la explosivo, y no solo eso…- explicaba el alquimista con orgullo en sus palabras- también sé dónde comienza la excavación, es decir, el lugar en donde esta esa maldita parca, lo único que restaría hacer, sería que con mi alquimia reconstruyera el camino de pólvora que descompuse.

Todos escuchaban maravillados, al principio creían que habían visto de todo, pero ahora veían que se habían equivocado.

-¿Por qué no lo dijiste antes?- pregunto fríamente el hitman, haciendo que fuera Ed el que ahora enarcara una ceja.

-¿Por qué?, simple, no me preguntaste- le dijo el peli-dorado mientras se giraba a ver a la ventana de nuevo, donde estaba su hermanito jugando con Lambo e Ipin, ignorando el ambiente pesado que se había formado en la sala, pues pensaron que el hitman le dispararía hasta dejarlo agujerado como un colador, pero para sorpresa de todos, el azabache solo transformo a León en el típico camaleón verde que era y lo dejo sobre su sombrero tranquilamente.

Algunos ignoraron esto, ya que no les parecía muy interesante (Fran y Shamal).


-Entonces, se podría decir que ya tenemos una pista del paradero de la Parca, ¿no? – decía Tsuna un tanto asustado, la verdad no quería enfrentarse de nuevo a él, ese tipo tenía un algo que asustaba mucho.

-No te preocupes, esta vez te aseguro que lo mato, no dejare que te toque un uno solo de tus cabellos- decía tranquilamente Ed, mientras le mostraba una media sonrisa muy amable, para que se le bajaran los nervios al castañito frente a él.

Aquellas acciones y palabras, solo tuvieron el efecto contrario, ya que hizo que se pusiera más nervioso e hicieron sonrojaron mucho al castaño, y también lo confundieron un poco, ya que pensaba que Elric-san lo odiaba por la forma fría y cortante con la que lo había tratado antes.

“E.E…Entonc-es…. ¿tengo… ¡¿tengo oportunidad?!” Pensaba muy alegre el cielo, y con su rostro tan rojo como un semáforo.

Pero estas acciones enojaron de sobremanera a una nube y tormenta, causando así, un poco de gracia en algunos de los presentes.

-Y-ya v-v-veo… gracias- decía el cielo para girarse a ver a la persona detrás de él que le había dado aquellas palabras de confort, tenía el rostro rojo, tan rojo como un jitomate maduro, esto le encanto a Ed, ese chiquillo era… ya no sabía con qué palabra describirlo, solo se limitó a regresar su vista a la ventana mientras seguía sonriendo.

El hitman veía todo con cierta diversión.

-¡Tú no te creas la gran cosa solo porque el Décimo es amable contigo!, que aquí el único que lo protegerá seré yo- decía con orgullo- así que no se preocupe Jundaime, no dejare que nadie le haga daño.

-¿Ah?, oh sí, claro- decía el castaño, pensando en cómo su mano derecha le había quitado el “ambiente”.

Por otro lado Yamamoto solo escondió su mirada, ya estaba empezando a no soportar el trato que tenía Gokudera con Tsuna…

-Bien, dejando eso de lado- decía el Hitman de mejor humor, estaba empezando a pensar en algo muy divertido, pero lo llevaría a cabo más tarde- Fran, ¿Dónde está Xanxus o su segundo al mando?- preguntaba ante la falta de presencia de alguno de estos dos, ya que era raro que ninguno estuviera presente, y más que mandaran al de menos experiencia.

-El inútil de Levi está en una misión con Mamá Luss en Francia, el príncipe falso no quiso venir porque estaba afilando sus cuchillos, el jefe esta tirado en la cama con el capitán tiburón, y el capitán tiburón esta acostado por que el jefe fue muy rudo la otra noche y no se puede levantar, y no lo culpo, dado los gritos que dio en la madrugada- dijo con su voz monótona y su rostro carente de expresiones… como siempre…

Algunos se sonrojaron ante lo escuchado, otros simplemente lo ignoraron, todos sabían de la relación de esos dos, y les daba igual, pero escuchar eso de alguien tan joven, sin mencionar la forma fría en que lo dijo y decía con toda naturalidad, sí que desencajaba un poco a los presentes.

-¡NO NECESITABAMOS SABER ESO AL EXTREMO!- decía un Ryohei un tanto traumado por unas imágenes que se le pasaron en la cabeza.

-Kufufufu, concuerdo con el boxeador- decía con una sonrisa de burla / desagrado la niebla.

-Tsk, maldito herbívoro, te morderé hasta la muerte su sigues diciendo esas cosas tan sucias- amenazaba la nube mientras sacaba sus tonfas.

-Como sea- decía como si nada el menor, quien tenía sus ojos clavados en Ed desde hace rato, cosa que incomodo a Tsuna, pero el resto ni cuenta se dio, a excepción de Reborn y el destino de esas miradas.

-¿Y qué fue lo que averiguaron Fran-chan?- preguntaba Tsuna, para que el chico peli-verde dejara de posar la vista en el oji-dorado y lo mirara a él, sin embargo, no funciono, ya que este seguía viendo al chico que le llamaba tanto la atención.

-El capitán cabeza de Atún me dio esto- dijo el chico de voz monótona, sacando unos papeles y acercándose para entregarlos.

Reborn extendió su mano para recibirlos, pero cuál fue su sorpresa al ver, que el chico peli-verde desaparecía y reaparecía en la esquina de derecha detrás de Tsuna, donde se encontraba Ed mirando por la ventana y le entregaba los papeles.

A la niebla pareció darle gracia lo que su alumno había hecho, pues el hitman se había enojado al ser dejado en segundo plano tan fácilmente.

Ed dejo de ver a la ventana, y miro con un semblante extrañado al tipo que estaba a su lado, pues, ¿por qué este le entregaba los papeles a él?

Lo dejo pasar de momento y le recibió los papeles con una leve sonrisa, haciendo que el menor se sonrojara un poquito, eso le causo gracia a Ed, pues ese chico inexpresivo era muy chistoso, pero dejo de hacerlo al ver la cara que había puesto el castañito.

Pues claro, que a Tsuna, esto no le causaba nada de gracia, ese simple gesto le molesto, haciendo que hiciera una ligera mueca de disgusto, que le gusto a la niebla, el hitman, al potro y a Yamamoto, a excepción de la nube, si bien esta se hallaba feliz de que el peli-dorado estaba coqueteándole a otro, ahora estaba cabreado de que eso le afectara a su gatito.

-Gracias- dijo Ed con una voz cortante, para que no lo malinterpretara el leoncito, no quería que este pensara que le coqueteaba a la rana, aunque el tono que uso con este pareció no molestar al peli-verde, quien se sentó a su lado, esto extraño a algunos, pero lo dejaron pasar, claro, menos Tsuna, ¡por dios!, ¡él también quería sentarse junto a Ed!, pero no podía porque como buen jefe, debía estar en el escritorio frente a todos.

Después Ed le lanzo los documentos a Reborn, ya que este lo estaba viendo con una mirada de burla, la verdad era que le importaba poco a quién le dieran los papales, si es que con ello su alumno sacaba esa mirada, era raro verlo enojado.

-Bien…- decía el Hitman ya con los documentos en mano- según la información de Varia la familia responsable…

_En el Jardín_

Lambo era perseguido por una muy molesta Ipin, pues a la vaquita se le había ocurrido mojar a la niña con la nueva pistola de agua que le había regalado su hermano Tsuna, a él y a la pequeña niña, así que ahora los dos se encontraban peleando en una batalla humeda.

Mientras un muy lindo castaño claro, veía el cielo sin nada que ver en realidad, recordando lo que había pasado el día anterior, cuando intento recuperar sus recuerdos.

/// Flash Back ///

-¿Empezamos?- decía un Reborn molesto por la tardanza que se estaba tomando esos dos.

-Claro, niño, ven y acuéstate aquí, también ponte esto.

-Sí- mientras tomaba el caso de las manos de Verde y se lo colocaba, para, a continuación, acostarse en la camilla.

“¡Por fin!, ya podre saber lo que me oculta mi Hermano” pensaba alegremente el menor….

O al menos eso creía, ya que era una extraña mezcla de emociones…

Algo le decía que no debía recuperar sus recuerdos…

Pero lo ignoro y se fue a hacer lo antes ordenado.

Ya acomodado en la cama y con el artefacto sobre su cabeza, se quedó dormido, no sabía muy bien por qué, solo le entro de repente un enorme sueño y cayó rendido a los brazos de Morfeo.

/// POV de Al ///

Mmm… ¿Dónde estoy?, me pregunte.

¡Ah!, ¡Ya lo recuerdo, esta es mi casa!, pensé con mucha alegría.

Ya casi olvidaba este lugar…

Podía ver una enorme casa, esta era de dos pisos, blanca, con cinco ventanas y una puerta en medio, aun lado había un enorme árbol, el cual tenía un columpio sujeto, era donde mi hermano y yo solíamos jugar, todo estaba cercado con una cerca de madera blanca… Esa era la casa de mamá y papá, donde mi hermano y yo vivíamos con ella, desde que papá se había ido, ¡oh!, ahí está…

De repente aparecí dentro de la casa, era tan acogedora, me querían saltar las lágrimas solo de verla.

Vi a mi padre, se estaba despidiendo de mamá en la puerta, esta parecía tener ganas de llorar, jaja ahí estoy yo y mi hermano, es genial, mi hermano aún conserva su brazo y pierna, veo como comparten palabras, mamá se ve triste, pobre de ella, debió de afectarle mucho eso…

Pero… ¿Por qué se fue papá?, ¿Hicimos algo malo?, las lágrimas amenazaban con salir de nuevo de mis ojos, ¿Qué era esto?, de repente ya no quería ver más, ¡no!, debo seguir, no puedo dejar que mi Hermano siga cargando con mi pérdida de memoria solo.

Si, ahora lo recuerdo, mi hermano y yo crecimos y aprendimos alquimia, aunque ahora no sé cómo funciona, recuerdo que leíamos los libros de papá y todo, pero… en verdad no sé cómo hacer alquimia.

¿Are?, de repente estaba en otro escenario, mama está en la cama, viste un camisón rosa y se nota enferma, ah… ya lo recuerdo, el verano en el que estábamos aprendiendo alquimia, nuestra madre enfermo durante la epidemia y murió.

Mamá… no puede ser, perdóname mamá, perdóname por no recordarlo, en verdad lo siento…

Me decía mientras estaba frente a la lápida de mamá, ya no quería ver eso, ya no quería…

-Me pregunto si podríamos traer de vuelta a nuestra madre- escuche que decía mi hermano, ¿traerla de vuelta?, ¿A qué se refería?, seguí escuchando con atención.

-Pero, los libros dicen que está prohibido traer a la gente de nuevo a la vida- decía mi yo pequeño.

¿Traer gente a la vida?, ¿yo dije eso?, ¿En serio era posible?

-Entonces, que sea un secreto entre nosotros- me responde mi hermano.

No lo entiendo, de repente comienza a dolerme mucho la cabeza y me siento mareado, ahora estamos en otro lugar, estamos dentro de la casa, y hay un enorme círculo de transmutación en el suelo, mi hermano y yo ya somos más grandes.

Mi hermano comienza a hablar, y pongo mucha a tención, pues sentía que estaba a punto de caerme.

-Agua 35 litros, carbón 20 kilogramos, amonio 4 litros, lima 1.5 kilogramos, fosforo 800 gramos, sal 250 gramos, nitrógeno 100 gramos, fluorina 7.5 gramos, hierro 5 gramos, silicona 3 gramos, y otros 15 elementos más.

Eso… ¿Qué era eso?, lo sé… ¡sé que lo sé!

Me sentía mal, ¿era posible desmayarse estando dormido?, no lo entiendo, que pare… ¿Qué es esto?, ¿por qué me da miedo saber?

Unas imágenes horribles de repente aparecieron en mi mente, ya no lo soportaba….

¡¿Qué era esto?!

Esos ojos violetas… unos ojos violetas…

¡¿De quién?! , ¡¿De quién son?!

No quiero… ¡no quiero!

¡QUE PARE!

De repente las visión mía y de mi hermano, junto a aquellos ojos de los cuales no sabía su procedencia, desapareció.

Ahora solo me encontraba en aquella habitación, donde aquellos hombres me veían sin entender nada, y con una ligera preocupación a ver mi rostro en lágrimas…

Espera… ¿lágrimas?, a si… en una parte del camino me tire a llorar… y sigo llorando…

/// Fin del POV de Al ///

Verde y Reborn veían al chico con un poco de lastima, la forma en que lloraba y los gritos que daba se escuchaban horribles.

Ninguno de los tres presentes sabía lo que ocurría ahí.

-De momento lo posponemos- dijo el azabache para salir con el chico a rastras, dejando a un muy confundido Verde con una maquina rota, pues esta por la intensidad de los pocos recuerdos que habían visto, se había quemado completamente.

“¿Qué es lo que paso que incluso dejo la máquina así?” pensaba el azabache ensimismado en sus pensamientos, justo ahora tenía una gran incógnita.

Pero el hitman no se quedaría con la duda.

/// Fin del Flash Back///

El oji-pardo no lo entendía, ¿qué había pasado cuando los dos eran niños?, sin duda había una laguna enorme en sus recuerdos, y solo sabía que esta había empezado desde que era un niño.

Tan absorto estaba en sus pensamientos que no se dio cuenta de que los niños habían ido a jugar dentro de la “casa” y que… alguien se acercó atrás de él… muy sigilosamente…

_En la Oficina de Tsuna_

-¿Estás diciendo que quien trato de secuestrar al Décimo fue…?- preguntaba la tormenta sin creerse la información antes dicha, pero no pudo terminar de formularla ante el grito de un menor que Ed conocía muy bien.

-¡HERMANO!

-¡¡Al!!- grito Ed, al escuchar el grito de terror de su hermanito menor, miro por la ventana, y su hermano…

No estaba…

-¡¡¡HERMANO!!!- volvió a escuchar el grito, este se escuchaba más lejos, no espero más y corrió despavorido a su encuentro.

El resto de los que quedaban en el interior, salieron de igual forma, al escuchar como una gran explosión de hacía presente.

-Tsk, morderé hasta la muerte a esos herbívoros molestos- decía en voz alta Hibari mientras llegaba al patio.

-¡YO TE AYUDARE AL EXTREMO!

-Kufufufu esto se pone interesante, vamos mi querida Nagi.

-Sí, Mukuro-sama- y así ambos ilusionistas desaparecieron.

-Esos malditos, como se atreven molestar al Jundaime, ¡los hare volar en mil pedazos!

-Ma ma tranquilo Gokudera-kun.

-Esto no me concierne, adiós- decía una voz monótona mientras iba desapareciendo.

Ya solo quedaban en la habitación ocho personas.

-Reborn, ¿ellos podrían ser…?- preguntaba un asustado Dino.

-Estoy seguro de que sí- decía mientras escondía su mirada.

-¿Qué haremos-kora?- decía un muy preocupado militar.

-Ustedes dos quédense a proteger a Tsuna y no salgan- decía el hitman refiriéndose al potro y el militar-, yo me encargo de esto, y ustedes ya saben a dónde ir.

El doctor y los mecánicos solo asintieron, y corrieron al panel de control.

-Pero Reborn…- empezaba a alegar el cielo, pero fue callado por una mirada seria de su tutor, pero para sorpresa de él, esta no era de amenaza, ni de orgullo o molestia, sino de pura preocupación.

Por lo cual dejo de alegar, y se dispuso a hacer lo que su tutor le decía.

-Está bien, déjanoslo a nosotros Reborn-san- decía Romario.

-Sí, protegeré a mi hermanito con mi vida- decía un muy decidido potro, apoyando las palabras de su subordinado.

-Más les vale- decía ahora amenazadoramente el hitman para salir por la ventana, pero antes de que se perdiera de vista Tsuna, este le hablo.

-Espera Reborn…- le decía el menor a su tutor con rostro preocupado, y este se detuvo, pero sin mirarlo- Ten mucho cuidado, tengo un mal presentimiento- Le decía agobiado por las emociones tan fuertes que estaban naciendo de repente en su interior, pero lo malo, es que estas no eran sensaciones agradables, como las que sintió cuando Ed le había sonreído.

Por lo cual solo pudo mostrarle su temor al azabache con una expresión totalmente preocupada y dolida por lo que estaba por acontecer.

-¡Uhmp!, Dame-Tsuna, olvidas que hablas con el mejor asesino del mundo, tú solo ve a que no te secuestren como la otra vez, o si no, tendré que castigarte al estilo Vongola.

-¡HIEEEE!, Claro- decía muy asustado el menor mientras se escondía detrás de su autoproclamado hermano mayor.

Después de eso, el hitman solo se fue con una sonrisa maliciosa, dejando en sus manos, a su querido alumno, que aunque no lo demostrara mucho, la verdad era que lo quería mucho.

-Bien hermanito, tenemos que ir a un lugar seguro- decía el potro tratando de animar a su hermano que se veía decaído.

-Si…- respondía el oji-miel no muy animado, ese sentimiento que lo abordaba lo acaparaba por completo con una sensación desagradable.

-Vengan rápido-kora- decía el militar mientras revisaba ambos lado del pasillo, para ver si alguien se acercaba, pero al ver que no había nadie de un lado ni de otro- iremos a la sala de control, es el sitio más seguro y podremos ver todo desde ahí-kora.

-Lo más seguro es que los otros ya estén ahí, hay que apresurarnos- coincidía el potro, mientras jalaba a su hermanito, para ir al lugar “seguro”…

“Por favor… cuídense” pensaba el capo muy preocupado por todos… lástima que no se fijó en sí mismo…

No sabía que en la próxima vuelta del pasillo, acabaría algo que no había ni comenzado…

-Hola, Décimo…- decía una voz tétrica…

Continuara….
Notas finales:

Hasta luego, y no olviden sus RW

Que yo escribo por ellos n.n


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