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El Viaje para Encontrarte por ZuminoeRiriko

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Notas del capitulo:

=^.^=

7,064 palabras porque los quiero n.n

y la carita "¬¬" del otro fic

se debe a que mi hermano grocero lo subio X3

jeje

Habían pasado 4 meses con 1 semana, 5 días, 14 horas, 29 minutos y 16 segundos desde que se dio la noticia del embarazo de Tsuna…

Sip… ese era el tiempo que había transcurrido ahora, y la pancita del joven capo ya se veía un poco abultada…

Pero de momento eso era lo que menos le interesaba, ya que el siguiente síntoma de su niño ya se había hecho presente… pero el anterior no había desaparecido aun…

Según lo dicho por el doctor, Shamal, la razón por la que el síntoma de bipolaridad no desaparecía, se debía a que…

“Dios te odia”

Se lo había dicho con una clara fascinación.

Era claro que al maldito doctor pervertido, le agradaba esa situación, tanto o más que a los bastardos mafiosos, que simplemente le echaban leña al fuego cuando su amado estaba sensible.

-¿Ed~?- decía el menor con voz melosa.

-¿Si mi amor?- le respondía el otro de forma amorosa y con una linda y tierna sonrisa.

-¿Qué es esto de aquí?- decía el menor señalando su plato en la mesa.

Su rostro se mostraba alegre, con una linda y tierna sonrisa, sus ojos miel miraban a su amado con tranquilidad y ternura infinita.

Pero Ed sabía que era una trampa…

Lo sabía él y el resto de los ocupantes de la mesa que miraban todo con verdadera burla y lástima.

-Lo que me pediste mi amor- le respondía el oji-dorado con parsimonia.

-Si~~~ y… ¿Se puede saber qué es?- preguntaba el menor tomando el plato en sus manos y mostrándole una radiante sonrisa a su Ed.

Los mafiosos solo miraban todo con una sonrisa que mostraba claramente, como se mofaban de la suerte del mayor.

Pero el alquimista simplemente los ignoro y se dispuso a responder la pregunta del menor.

-Son los sándwich de plátano con chocolate en polvo que me pediste… amor… ^^

-¡PUES YA NO LO QUIERO!, ¡¿Qué no viste que lo quería cuando se me antojo!?, ¡COCINA OTRA COSA!- gritaba enfurecido el menor, tirando el plato al suelo, haciendo que se destrozara en pedazos y que la comida que antes su amado le había hecho, se uniera a la recientemente creada.

Pues claro, antes de esos asquerosos sándwich, el alquimista le había preparado otros “platillos”, que en realidad parecían, algún tipo de veneno-tóxico-radiactivo, que fue sacado de una planta nuclear, que después navego por las cloacas, para luego ser comido por un perro y vomitado, para que luego ese vomito lo recogiera un indigente y lo almorzara también, para luego ser desechado por el sistema digestivo y… que después de todo ese proceso, aquel material fue a parar al plato de su amado.

Hasta cierto punto se sintió feliz de que su amado le hubiera tirado al suelo los primeros 27 platos, ya que le habría sido difícil besarlo después de eso.

La idea de besar a su niño con vomito en la boca, se le hacía más agradable a cualquiera de esos venenos desperdigados en el suelo.

Lo bueno es que ahora, la comida estaba volviéndose más “decente”.

-¿Y qué quieres comer mi vida? ^^- preguntaba alegre y con una bella sonrisa el alquimista.

Eso era algo que todos en el lugar le admiraban.

La paciencia con la que soportaba a Tsuna era digna de un dios, claro que el oji-dorado se había buscado aquello, pero ninguno de los presentes habría soportado a su uke en aquella situación.

Yamamoto y Al probablemente sí, habrían aceptado gustosos cuidar a sus parejas en aquella situación.

Pero el resto no, más Reborn, Hibari y Byakuran los cuales dirían algo como:

“Lo siento amor, pero Obama me necesita ^^7” y se irían de los más campantes.

-¡Quiero comer carne de hamburguesa con miel y chispas de dulce!, ¡¡AHORA!!- gritaba más que enfurecido.

-A la orden mi amor ^^

Sin duda el alquimista de acero tenía mucho aguante…


* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *

5 meses con 3 semanas, 2 días, 21 horas, 0 minutos y 47 segundos desde que se dio la noticia del embarazo de Tsuna…

Para ese tiempo los síntomas de antojos raros y bipolaridad había desaparecido, ahora solo quedaban los ascos, los cuales eran más fácilmente de sobrellevar.

-Buenas noches amor- decía amorosamente el oji-dorado.

-S..si… buenas… noches…- respondía cohibido el menor, ya que seguía avergonzado por la forma en la que trato al alquimista hasta hace poco.

Una vez que Ed apagara la luz, se tapó así mismo y a su amado de forma protectora, evitando en todo momento, hacer algún movimiento brusco que dañara a su amado.

O al menos eso quería aparentar Ed, la verdad es que su niño lo había dejado lo suficientemente traumado en los últimos meses, que hasta temía tocarlo con el pétalo de una rosa, por miedo a que a su niño le regresara la bipolaridad y le dijera que ya no quería estar con él.

Cosa de la que Tsuna se dio cuenta… o al menos hasta la mitad.

Sabía que su amado lo evitaba, y eso lo ponía nervioso.

Ya no dudaba del amor de su amado, pues el aguantarlo con esos severos cambios de humor, era suficiente prueba de todo el amor que le tenía.

Pero aun así, no podía sentirse tranquilo.

-Ed…- llamaba el menor, pero el otro solo le respondió con un gruñido- ¿E…estas… eno..jado?- preguntaba mientras se escondía debajo de las sábanas.

Ante eso el alquimista solo lo abrazo y le dio un seco…

-Te Amo…

Un “Te Amo”, que a pesar de ser cortante, expresaba claramente los sentimientos del mayor.

Tsuna pudo sentirse feliz por eso, sabía que su amado era de expresión dura y pocas palabras. Por eso, apreciaba con todo su ser las frases de amor y dulzura que en ocasiones le recitaba, al igual que esas palabras lindas y tajantes que le daba.

El menor se destapo un poco y abrazo a su amado, el cual lo beso y protegió entre sus brazos, ya sin nada más que decir. Ambos se dejaron apresar en las fantasías que Morfeo les ofrecía.

Sin embargo…

_ Afuera de la Mansión _

-Así que aquí estabas perra…- susurraba para sí mismo un chico de cabellos verdes y puntiagudos, el cual, se convirtió en un perro y comenzó a andar a la entrada de la mansión- ahora si me pagas todas.

Decía el peli-verdoso, transformándose ahora en un ratón y entrando como si nada a aquella mansión.

_ A la Mañana Siguiente _

-Bu..buenos días…- decía un mareado capo, mientras entraba a la cocina.

-Décimo, buenos días, ¿Se encuentra bien?- preguntaba preocupaba una tormenta, la cual estaba sentada en su lugar al igual que el resto.

Sin embargo, el menor no le respondió, solo se dispuso a sentarse en la mesa y ver su comida con repugnancia.

-Le han llegado el tercer síntoma, anoche se la pasó vomitando- respondía el alquimista por su amado.

-Mmm… que interesante…- decía el doctor, con una cara pensativa.

-¿Te parece interesante que el Décimo se sienta mal?, maldito pervertido- decía una molesta tormenta.

-Ma ma cálmate Hayato.

-¡Tú Callate friki del béisbol!

-Jajaja lo que tú digas amor- respondía la lluvia con una cara de idiota. Que hizo tanto como enojar y sonrojar a la tormenta, quien solo susurraba maldiciones para su amado.

-¿Por qué es interesante-kora?

-¿Es malo?- preguntaba ahora Al, asustando un poco a todos.

-Para nada, es solo que los síntomas se desarrollan muy bien y demasiado rápido- decía el doctor con un aura maquiavélica y una sonrisa que nadie supo interpretar.

-¿A qué te refieres Honey?- decía una peli-chicle, la cual abrazaba por el pecho a su amado.

-Habla de una vez herbívoro, no tengo todo el día.

-Kufufufu, concuerdo con Ave-kun, ¿Qué es lo que intentas decir?

-Nufufufu, en un mundo alterno yo te mate al joderme doctor-kun~- amenazaba un sonriente oji-violeta.

Haciendo que al doctor se le erizaran los pelos de la nuca a causa del miedo.

-Solo dilo y ya Shamal- decía un potro muy sonriente y… ¿ojeroso?, aunque nadie pareció darse cuenta de ese detalle o… tal vez por el simple hecho de ver ingresar al Cavallone con paso cojeante decidieron no tomarle importancia, por lo evidente de la situación

-Bueno, como todos sabrán, los síntomas del embarazo de un hombre son cuatro, los cuales sabemos con: bipolaridad, antojos, náuseas y…- decía con una sonrisa pícara.

-Apetito sexual insaciable…- terminaba de decir el hitman, compartiendo una sonrisa cómplice con el doctor.

Luego de que el hitman dijera eso, todos miraron al joven capo con una sonrisa maliciosa. Claro, todos menos la tormenta, quien pensaba que su querido jefe no podía levantarse por un buen tiempo.

Ante aquello, Ed también miro a Tsuna, pero luego dirigió su mirada a Shamal, mirándolo de una manera interrogativa y amenazadora. Ya que si le estaban montando una broma con eso, ninguno de esos malditos quedaría vivo por darle falsas esperanzas. Pues hace tiempo que no tocaba el cuerpo de su amado.

-Tranquilo Edward, te juro por mi hermosa niña que no es mentira- decía un muy alegre el doctor, abrazando con fuerza a la chica en su pecho.

Ed miro de nuevo a Tsuna, el cual tenía la cara matizada con un hermoso rojo brillante. El cual solo hizo sonreír al alquimista de forma pervertida.

-Oya oya alquimista de cuarta, pareces feliz- decía la niebla, pero el alquimista no se inmuto con el insulto.

-Lo estoy- respondía el oji-dorado, sin la más mínima intención de ocultar su excitación.

Que logro poner como una lámpara roja la cara del menor.

-Jajaja parece que todo el martirio por el que pasaste tendrá recompensa Ed- decía el potro muy alegre.

Cosa que sorprendió a muchos, ya que uno pensaría, que con lo sobreprotector que era el Cavallone con su hermanito menor, se habría opuesto y llevado lejos al capo, para no ser abusado por el violador del cielo.

Claro que nadie sabía, que el alquimista le había ayudado al joven potro con su problema amoroso.

-Vaya~, eso es bueno…- decía Kusakabe con una dulce sonrisa- -¿No lo crees?, ACERO.

De un segundo a otro la cocina fue tirada patas arriba.

La había deshecho completamente, creando así, una cortina de humo.

Una vez que este se hubo disipado, todos miraron confundidos al alquimista, el cual abrazaba en forma nupcial a su jefe, pero… hubo algo que no les cuadro y era… esa mirada de… ¿miedo?, no, no podría ser así.

Lo primero que el oji-dorado pudo ver, fue que frente a él, estaba un oji-turquesa muy enojado.

-¡¿Qué demonios te pasa idiota?!, ¡¿Es que quieres lastimar al Décimo?!- gritaba una furibunda tormenta, la cual era abrazada por su amado. A lado de ellos se encontraba, Mukuro, Byakuran y Ryohei, quien cargaba a Lambo e Ipin.

De lado izquierdo estaba Reborn, Coronello, Hibari, Dino, Shamal y Bianchi.

Y por último, del lado derecho, estaba Al, Chrome y… “Kusakabe”…

Los mafiosos se vieron tentados a reclamar al alquimista, pero su cara de horror y grito de pánico, alerto a todos.

-¡AL, ALEJATE DE EL, ES ENVY!

Los presentes no entendieron eso de “Envy”, ¿quién era Envy?

Pero su duda fue fácilmente resuelta, al ver como el menor de los alquimistas, miraba de forma horrorizada al tipo de pelo gracioso junto a él. El oji-pardo no se hizo esperar, tomo en brazos a su amada y acato a la velocidad de la luz la orden de su hermano mayor, colocándose a un lado de él.

La mayoría aun no razonaba lo que pasaba, pero dado por la actitud de los hermanos Elric, quedaba clara una cosa: ESE NO ERA KUSAKABE.

-¿Eh?, Acero, ¿Qué sucede?- preguntaba confuso el peli-chistoso, provocando una mirada colérica del alquimista mayor.

-¡No te hagas el tonto Envidia!, desprendes ese olor a muerte donde quiera que estés, además… aquí nadie me llama por mi título de alquimista estatal- dictaba el mayor, mirando con cautela al tipo frente a él.

Los demás solo eran espectadores.

-JAJAJAJA ¡¿Quién lo diría?!, de modo que me descubriste PERRO DEL EJERCITO- decía el peli-chistoso, consternando a todos por el repentino cambio de voz.

Pero lo que más los dejo descolocados, fueron los rayos rojos que emanaban de su “Amigo”, convirtiéndolo ahora, en un chico delgado, de abdomen ligeramente marcado, cabello puntiagudo, largo y de color verdoso, junto a una ropa reveladora, una banda de un triángulo en su frente, expresión intimidadora y un raro tatuaje en la pierna izquierda.

Sin duda eso era algo impactante.

Pero tratándose de algo relacionado con ese par, no les impresionaba demasiado.

-Más les vale que se expliquen- amenazaba el hitman, escondiendo la mirada bajo su fedora e invocando a su fiel amigo león.

-Lo explicare luego, pero por ahora… ¡PROTEJAN A TSUNA!- gritaba el mayor desesperado, cosa rara en él, pero nadie dijo una palabra, solo obedecieron al oji-dorado, claro, que de muy mala gana.

Todos los mafiosos se colocaron frente a Tsuna, haciendo un escudo para que el Cielo no resultara dañado.

-Te lo encargo- decía Ed, dejando a su amado en brazos de la única persona que confiaba y le inspiraba confianza.

-No es necesario que lo digas- le respondía el hitman, tomando en brazos a su alumno y colocándose en medio de los demás guardianes. Para así, tener todos los puntos cubiertos y evitar ataques sorpresa.

-JAJAJA ¿Piensas que con eso me vas a detener Acero?, unos inservibles humanos no serán capaces de hacerme llorar de cosquillas- decía el homúnculo con altanería.

-¡¿Qué dices maldito?!, ¡Ya verás!- gritaba molesta la tormenta.

La cual rompió la formación y encendiendo 10 cartuchos de su preciada dinamita, se la arrojo. Sin embargo, el otro ni se inmuto. Cuando los cartuchos hubieron extinguido toda la mecha, se creó una gigantesca explosión y una enorme cortina de humo.

-¡Ha!, ¿Qué decías maldito?- decía victoriosa la tormenta, dándose la vuelta para ir y decirle a su…

-JAJAJA ¡No me hagas reír!- decía la voz burlona del homúnculo, para luego cambiar de una forma drástica y espeluznante- ¿Eso es todo?...

La mirada del tipo frente a él se había vuelto más fría… no tenía signo de vida… podía sentir crueldad y una… una cosa horrible…

Ese tipo le inspiraba un miedo profundo.

No sabía por qué, pero ese tipo era diferente a todos con los que se había enfrentado antes.

Sus piernas flaquearon y su rostro empalideció al ver la sonrisa que el peli-verdoso formaba en su rostro…

“Grotesco” era lo que pensaba.

Se vio tentado, a que la desesperación le ganara y se tirara a golpearlo. Pero un fuerte agarre en el cuello de su camisa lo detuvo, y más porque lo levanto y mando volando hasta los demás, cayendo de posaderas al suelo, justo en frente de su amada lluvia.

Su amado lo levanto, pero no reacciono sino hasta que sintió una fuerte bofetada en su mejilla, propinada por el alquimista oji-dorado.

-¿Qué?- fue lo único que logro articular el peli-gris.

-¡Idiota!, no te quedes congelado en una pelea, ¡Y menos con este tipo!, ¿Qué harás si te mueres y dejas a Tsuna y Takeshi solos?- regañaba el alquimista.

Todos miraron la situación atentos, pero con un ligero sentimiento de culpa.

Ya que todos se habían quedado en estado de shock al ver aquel nuevo personaje, el cual, no les inspiraba nada de calma.

Sabían que algo andaba mal, lo sabían, ese tipo no era normal, no inspiraba miedo… sino… Horror… era horror lo que se sentía de él… la Parca, era como un niño juguetón comparado con el sujeto que veían.

Cosa de la cual, Ed y Al se dieron cuenta.

Y no pudieron más que hacer una mueca de fastidio, pero… a la vez de comprensión.

Algo que los alquimistas habían notado cunado llegaron, era que los mafiosos eran muy “sensibles” por así decirlo. Ya que se habían acostumbrado a sentir la alquimia de los hermanos, por lo cual, no les sorprendía que sintieran a… la Piedra.

-Sus armas no sirven, no se metan, solo protejan a Tsuna- fue la orden del mayor.

La cual, nadie contradijo. Ya que la forma en la que el castaño se ocultaba en el pecho de su tutor, les impedía hacer algo alocado.

Era, primero lo primero.

Y lo primero era la protección de su jefe, amigo y familia.

-Oh~ que asco- decía más que fastidiado el peli-verdoso. Llamando de nuevo la atención de ambos alquimistas.

-Al, cúbreme.

-Siempre, hermano.

El alquimista de Acero convirtió su brazo en una fina daga, tan típica de él y se lanzó a atacar al maldito frente a él. Comenzando de ese modo, una batalla brutal.

Donde Ed golpeaba, apuñalaba y transmutaba cosas, mientras que el otro, solo esquivaba, golpeaba y dañaba al alquimista con las propias armas que el oji-dorado transmuto.

Era una pelea épica, digna de ver.

O al menos eso pensaban los mafiosos, ya que se notaba que el novio de su Cielo estaba sudando la gota gorda, y eso que se encontraba en perfectas condiciones.

Con la Parca entendieron que volviera en estado deplorable, solo por el hecho de dejarse apuñalar. Pero aquí era diferente. Su salud, tanto mental como física estaba al cien.

No había razón lógica, como para que semejante tipo, que estaba frente a ellos, pudiera pelear con él a la par.

Bueno, eso era lo que pensaban ellos, al ver los movimientos y bruscos ataques.

Pero lo que nadie noto, a excepción del alquimista oji-pardo, era que por cada herida que Ed hacía, Envy se estaba curando tres.

Cosa que desconcertó en sobremanera a ambos alquimistas, pues se suponía, que la piedra filosofal de Envy estaba muy gastada. Usada por tantos años en regenerarlo, cambiándolo de forma, abriendo la puerta de la verdad y la otra en el cuerpo de gula… fuera como para que su poder no estuviera ni a la mitad de la mitad.

¿Qué es lo que pudo haber pasado?

/// POV de Al ///

¿Qué sucede aquí?, se supone que Envy ya no debería de tener poder para regenerarse, ni siquiera de poder cambiar de forma.

Por como reacciono el circulo de transmutación cuando intentamos regresar a nuestro mundo, era de creer, que la piedra no aguantaría mucho, Envy debió de haberse desintegrado al abrir la puerta.

Entonces… ¡¿¿¿Por qué???!

Honestamente, no le encuentro nada de lógica a esto… no tiene sentido…

¿Por qué esta aquí?

La verdad debió de habérselo tragado… la Verdad… él no… no… ¡imposible!

Me auto regañe, era totalmente irracional, la Verdad no pudo haber ayudado a Envy, ¿Qué razones tendría él para ayudarlo?

Aunque… si lo pienso bien… en la Verdad… esta “Padre”, el que creó a Envidia… dudo que él tenga todo el poder, pero…

La Verdad es una maldita… ya sea por… diversión o… no…

No puede ser algo tan trivial como diversión…

Debe haber una razón… una razón para todo esto, pero… ¿Cuál?, las razones siempre son simples, entonces… ¿por qué no puedo ent…?

En un segundo sentí como si un balde de agua callera sobre mí…

Ahora que me acuerdo… cuando llegamos a este mundo… mi hermano dijo que…

/// Flash Back ///

“En la alquimia, existen lo que son los círculos de transmutación. Como lo dice el nombre, es un círculo, pero dentro, tiene que ir la construcción de la ecuación. Ninguna puerta es igual a la otra. Tal vez dentro de la puerta puedan existir cosas similares a las de otros mundos, pero LA ECUACION DEL CIRCULO ALQUIMICO DE ELLA ACTUA COMO UN FILTRO O CODIGO, PARA QUE NINGUNA OTRA COSA QUE NOS PERTENEZCA AHI ENTRE O SALGA”.

/// Fin del Flash Back ///

¿Será eso?, me preguntaba muy preocupado.

¿Era posible que la Verdad quisiera sacarnos de este mundo?, ¿Por eso mando a Envy y le recobro sus poderes al cien?

¡Espera!... si nada de otro mundo puede entrar aquí… para no alterar el orden…

/// Fin del POV de Al ///

Ed pelaba codo a codo contra Envy, le era muy difícil derrotarlo con sus poderes a su máxima capacidad.

“Maldita Verdad” pensaba más que hastiado y angustiado… pues había llegado a la misma conclusión de Al.

/// POV de Ed ///

Maldita sea…

Maldita sea…….

¡PUTA VERDAD!

No lo puedo creer, nos mandó a este mundo para luego sacarnos, es un hijo de…

¡Tsk!

Si trajo a Envy aquí para acabar con nosotros, no le encuentro ningún problema, perder la vida por proteger a Al es un precio que estoy más que dispuesto a pagar… pero…

Pensé mientras esquivaba un ataque y giraba a ver a mi niño, tan lindo y tierno, me miraba con preocupación y amor mal disimulado, su vientre abultado, por favor, ¡Se veía hermoso de esa forma!... pero no era momento de pensar en eso…

De un momento, pude ver a mi hermanito, el cual observaba con preocupación a mi amado.


Al parecer se había dado cuenta.

Infiltrarnos en este mundo, en sí, altera en sobremanera el orden, pero juntar ambos mundos con el nacimiento de un bebe… lo altera de una forma inimaginable…

No creo que la Verdad haya mandado a Envy solo por algo tan insubstancial como el regocijo.

No…

Esto solo deja pensar una cosa…

LA VERDAD QUIERE MATAR A NUESTRO HIJO.

/// Fin del POV de Ed ///

Envidia todo uno de los pilares que Ed había transmutado y estuvo a un segundo de clavarlo en su cuerpo, de no ser porque Al creo una enorme pared cubriendo a su hermano.

“Gracias” decía el alquimista mayor a su hermano con la mirada. El cual le respondió con una sonrisa un “No es nada”.

Ed estaba algo cansado, hacía tiempo que no se enfrentaba de esa forma a Envy, y la verdad, se le dificultaba un poco. Los homúnculos sí que le costaban un ojo de la cara poder matar.

Hubo un instante en el que Ed y Envy se miraron. Ambos recuperando fuerzas y el aliento.

Hasta que uno de los dos se decidió a hablar.

-¿Por qué te empeñas en luchar?, solo ven conmigo, sabes que no tienes oportunidad- decía el peli-verdoso.

-Ya~, antes muerto que irme contigo- lo retaba el alquimista, provocando una mueca de disgusto en Envy. Quien aparto su mirada por un segundo de Ed y la dirigió al pequeño niño castaño en brazos del azabache.

La mirada del Cielo y el peli-verdoso se encontraron.

Tsuna miraba con cara de temor al homúnculo… mientras que el otro le regalaba una mirada de completo desdén. Cosa que no pasó desapercibida por Ed.

-La pelea es entre tú y yo- le recordaba el alquimista, al ver las intenciones del peli-verdoso, el cual ni se inmuto, simplemente se sentó en el suelo en forma de indio y con los brazos cruzados.

Dejando en claro que quería dialogar.

Ed imito su acción, eso le daba un momento para descansar.

Ambos estuvieron escrutándose con la mirada durante varios minutos, más ninguno hizo nada para romper el silencio, esperando a que el otro diera la primera palabra para empezar la conversación.

Por otro lado, los mafiosos estaban desesperándose, pero tampoco pronunciaron palabra alguna ni hicieron movimientos bruscos. Solo observaron, no debían de llamar la atención en ese momento, por más que les gustara irrumpir, si se volvían objetivos del peli-verdoso, Tsuna estaría en medio de la batalla, y eso era algo que no podían permitir. No solo por el bienestar del cielo, sino también por el del bebe que estaba en camino.

Ed noto la preocupación de los mafiosos, así que para tener al peli-verdoso centrado solamente en él, creó un domo en el que solo ambos estuvieran dentro. De ese modo, Envy no tendría a su completa disposición a su amado.

-¿Por qué estas con ese humano?- preguntaba Envy rompiendo el mutismo.

-Hasta que te decides a hablar.

-Lo que quiero hablar contigo es delicado, solo quería privacidad.

-Vaya, ¿será que es para no afectar mi relación con mi hermano y al niño al que le guardas tanto odio?

-Cállate.

-Pues wow, gracias.

-Responde mi pregunta.

-Porque lo AMO- fue la respuesta del mayor, cosa que logro enojar más al homúnculo.

-Ese mocoso no te conoce.

-Es probable- fue la respuesta del oji-dorado.

Una respuesta muy sincera a decir verdad, cosa que sorprendió a Envidia. Pero más al mismo Ed, ya que lo antes dicho le salió de la boca automáticamente.

Pero no lo pudo evitar, él ya lo sabía, lo sabía perfectamente. Tsuna no sabía casi nada. A pesar de haberles explicado a todos la razón por la que llego ahí, omitió muchas cosas. Lo único que los presentes sabían era de la transmutación de su madre, la ida de su padre, el cuerpo temporalmente perdido de Al y datos de su maestra.

El resto lo había explicado científicamente, para que ninguno de los presentes en aquella ocasión entendiera, solo su hermanito, pero… su hermanito tampoco lo sabía todo… le aterraba que se enterara de lo que hizo en aquellos años a sus espaldas.

-Esto no tiene futuro y lo sabes. A los perros del ejercito como tú les gusta mucho la “equivalencia de intercambio”, y como te gusta, has de saber. Que todo lo que has hecho, será cobrado- insistía el peli-verdoso.

-Si tiene o no futuro es mi problema y si lo que he hecho me será renumerado no me importa, lo aceptare con creces, de igual forma, lo merezco. Pero de momento, luchare por estar con quienes amo.

-Tú sabes que es imposible.

-Una vez tú dijiste que "Es imposible que existan cosas imposibles".

-Ese no es el punto aquí, tú no tienes derecho a ser feliz, eres un pecador que fue en contra de las leyes de dios.

-Es algo irónico escucharte hablar a ti de dios o sus leyes. Ya que si yo soy un pecador, tú eres una blasfemia con tu simple existencia. Siendo esto así, entonces, tú tampoco tienes derecho a ser feliz al igual que yo. Al igual que la ley de equivalencia debería de ser pareja para ti, has hecho cosas iguales a mí.

-Tsk… pues recuerda de donde salí. Y es cierto lo que dices, pero existe una clara diferencia entre tú y yo.

-¿Cuál?

-Que yo no estoy buscando ser feliz y limpiar mis males en la inocencia y pura moral de un niño, como lo haces tú. Solo busco estar con alguien que comprenda la puta realidad de este jodido mundo al igual que yo, y la equivalencia… eso es algo que no me importa, a diferencia de ti, yo no tengo nada que perder, ni siquiera una vida. Tengo millones dentro.

-¿Y se supone que esa persona soy yo?

-Ya hemos tenido sexo, ¿cuál es el problema ahora?

-Eso fue equivalencia de intercambio. Tú nunca te habrías prestado de buena manera a ayudarnos a volver a nuestro mundo. Lo que hicimos solo era un gaje del oficio.

-¡¿Cómo puedes decir eso?!, ¡YO TE AMO!, ¡Y sin embargo me tratas de forma cruel!, ¡¿Qué diferencia existe en ese niñato y yo?

-¿En verdad quieres que te responda esa pregunta tan estúpida?

-Pero… ¡Ese mocoso no te conoce!, ¡NO TE CONOCE COMO LO HAGO YO!, ¡Yo sé todo de ti, siempre estuve observándote, sé todo lo que has hecho por ese maldito mocoso que con tanto cariño llamas “Hermano”!, ¡Ese niñato por el cual tienes un lazo de sangre solo te ha causado dolor!, en cambio yo… ¡YO SIEMPRE TE HE PROTEGIDO!

-Envidia, ¿Has dicho la verdad alguna vez? O ¿desde qué te crearon siempre has mentido?, ¿Acaso no recuerdas todas esas ocasiones en las que me intentaste matar?, incluso ahora, de no ser por mi hermano, ya estaría muerto.

-¡Ha!, no me hagas reír, ¿En serio no te diste cuenta?, todas esas veces que salve tú vida no era porque fueras un buen “sacrificio”, como solía decirlo Padre. Siempre te salvaba porque te amaba, incluso cuando peleábamos, siempre me asegure de no dejarte a una pulgada de tu vida y nuestras batallas continuamente se daban en lugares que alguien pidiera auxiliarte al momento. La razón por la que nunca te dije nada, era por Padre. Si él sabía lo que sentía por ti, habrían creado a otro Envidia, y ahora si mi amor. De ese no te salvabas, él te habría matado sin miramientos.

-Entonces ¿debo creer que siempre me has cuidado?

-Exactamente.

-¿Y qué me amas?

-Eso mismo he dicho.

-Aunque lo que digas suene impresionante, hay un gran defecto en todo esto.

-¿Cuál?

-Es el que, aunque tú me lo hubiera dicho antes, yo no habría sentido más que una gran repulsión a ti, más de la que ya siento ahora. También está el hecho, de que decírmelo en este momento no hará cambiar mis sentimientos. Yo amo al niño que está ahí, lo amo con todo mi ser y justo ahora, el espera un hijo mío, mío y de él. Que es la clara muestra de nuestro amor.

-Su amor se acabara cuando sepa la verdad. Al igual que tú “querido hermano”, cuando se entere de todo lo que has hecho, te odiara.

-Eso es probable, pero de igual modo no importa. Ya se lo dejare a ellos. Pase lo que pase, yo siempre estaré a su lado para protegerlos.

-Eres un iluso.

-Podría decir lo mismo de ti.

-Si vienes conmigo, no matare a ninguno de tus seres queridos.

-¿Quién dice que te lo voy a permitir?

-Jajaja me gustabas más cuando eras un niño, eras tan fácil de alterar y caías en el juego de una manera tan realizable.

-Supongo que sabes que todo cambia, Envy.

-……

-……

-Ese niño…

-A ese niño yo lo amo.

-Te lastimaras.

-Para ti mejor, ¿no?

-No lo malentiendas, por ti Acero, soy capaz de todo. Matar un país entero e incluso de romperte los brazos y piernas o dejarte completamente en estado de coma para que te quedes conmigo. Pero no tengo ni la más mínima intención de romperte el corazón. Los huesos son otra cosa, los humanos tienen 206.

-Vaya, que halagado me siento. Entonces… ¿Qué harás?

-……………… ………….. ….. …….. …………..

-¿Perdón?

-Te perdono.

-Idiota.

- ………… …… …… …… ………… ……………… ……………… …………… ………… …… …………… ……… ……… …………..

-Me parece un trato justo.

_ Fuera del Domo _

-¡¿Por qué demonios tardan tanto?!- gritaba un muy molesto y ansioso Gokudera.

Todos miraban con atención esa media esfera de tierra, muy atentos, a la espera de que alguna de las dos personas dentro saliera o, que el suelo saliera volando a causa de alguna transmutación o fuerte golpe.

-Ma ma relájate amor, seguro que Ed lo tiene controlado- decía la lluvia no muy segura de sus palabras.

-Reborn… Ed no pudo… o… ¿sí?- preguntaba el menor con los ojos llorosos y cara anhelante, tenía miedo de perder a la única persona que había amado en toda su vida de la forma romántica.

-No digas tonterías Dame-Tsuna, seguro está bien.

-Nufufufu ¿Y si los dos murieron?

-Oya oya, Byaku-chan~ te matare si sigues asustando a todos ^^# - amenazaba la niebla, al ver que por el comentario de su amado, la gran mayoría se había tensado.

-Tsk… ¿Qué está haciendo el imbécil de tu hermano?- preguntaba Hibari.

Pero Al simplemente lo ignoro, observando aquella bovedilla con un deje de tristeza. Cosa que no pasó desapercibida por el hitman.

-Alphonse- llamo con voz gruesa y autoritaria el hitman, sacando de su ensoñación al menor.

-¿Si?- respondía de lo más ido.

-¿Qué tanto hace tu hermano ahí dentro?- preguntaba el hitman.

-Lo más seguro es que estén negociando.

-¿Negociando?, ¿Negociando qué-kora?- decía ahora el militar.

-Tsuna es muy importante para mi hermano, no solo porque lo ama, sino porque van a tener un hijo y a ustedes también los aprecia, aunque no lo saque a relucir mucho, así es. Y dado que yo estoy aquí, que para mi hermano soy igual que importante que Tsuna. Deben de estar llegando a un acuerdo.

-Pero… ¿Un acuerdo de qué?, ¿Acaso ese tipo no vino a matar a Ed?- preguntaba ahora Dino.

-No realmente.

-¡EXPLICATE AL EXTREMO!

-Solo quiere llevárselo.

-¿Lle…varse a Ed-sama?- preguntaba ahora Chrome.

-¿Por qué quiere llevarse a Otto-san?, ¡Ese Baka no puede llevarse a mi Otto-san!- reclamaba ahora una vaquita con lágrimas en los ojos.

-¿Qué quieres decir con que se lo quiere llevar chavalín?- decía ahora Shamal.

-¿Esos dos tienen alguna relación?- preguntaba ahora Bianchi.

Provocando que Tsuna se tensara un poco.

-Se podría decir que sí y no. Envidia ama a mi hermano- termino de decir por fin Al.

Dejando a todos un tanto descolocados.

-Si lo ama… ¿Entonces por qué intento matarlo?- preguntaba Dino.

-¿Un amor grotesco?- respondía el menor con otra pregunta, mientras se encogía de hombros, restándole importancia al asunto.

-Siendo ese el caso… entonces… la razón por la que está aquí-kora…

-Vino tras mi hermano porque lo ama y no piensa dejarlo ir. De paso para matarme a mí y a Tsuna de paso. No entiendo realmente porque me guarda tanto odio, pero lo de Tsuna es fácil, ya que le quito el único amor de su vida. Es por eso que se encuentran tratando, mi hermano no quiere ponernos en peligro y Envidia no quiere que mi hermano lo odie más de lo debido.

Ante eso Tsuna se quedó de piedra… pensando en sí…

“No, no, no y no, Ed no puede irse… ¿verdad?... o… ¿serme infiel?” se preguntaba muy preocupado el joven capo.

-No te preocupes Tsuna, dudo que mi hermano sea capaz de serte infiel- lo consolaba el menor de los alquimistas.

-¿Ah?... s..si…- respondía el castaño, girando su rostro un tanto avergonzado por sus propios pensamientos.

-¿Y de qué crees que estén negociando?- preguntaba el hitman.

Pero el menor solo pudo poner una mirada de tristeza y encogerse de hombros… pero esta vez con algo de depresión.

-No lo sé… a veces siento que mi hermano me esconde cosas…- declaraba el menor con un poco de depresión.

Los demás iban a seguir con su interrogatorio, pero de la nada el lugar se arregló por completo, desapareciendo el domo y reconstruyendo el jardín, junto a la cocina.

Lo siguiente que vieron, fue como el mayor de los Elric caminaba campante hacia ellos, buscando a su amado y encontrándolo en brazos de la persona a la que se lo confió.

Ya una vez frente a ellos.

-Listo, gracias- decía el oji-dorado como si nada, tomando en brazos a su amado.

-“¿Listo, gracias?”, ¿Es todo lo que vas a decir hermano?- reclamaba el oji-pardo, de forma muy seria.

Ed solo rodo los ojos, en son de cansancio. Primero el embarazo de Tsuna, luego la aparición de la lagartija y ahora los reclamos de su hermanito adorado.

-No te preocupes Al, llegamos a un acuerdo y ahora todo está bien- decía el mayor encaminándose adentro de la mansión.

-¿Qué tipo de acuerdo-kora?- preguntaba el militar dudoso, examinando su cuerpo con la mirada en busca de alguna marca que delatara su traición en contra de Tsuna. Pero no solo él, los demás también lo hacían.

Más no encontraron nada que lo pudiera incriminar.

-Solo que si vuelvo a parar un pie en nuestro mundo luego de que Tsuna se canse de mí, seré su fiel sirviente y tendré que satisfacerlo cada noche y… Bueno, en resumen, me violara hasta que me muera y me amputara el brazo y pierna que aún tengo buenos- decía el mayor como si nada.

-¡¿Qué?!, ¡¿Y tú aceptaste?!- preguntó de lo más preocupado el cielo.

Haciendo que Ed detuviera su andar y lo mirara con una ceja alzada.

-Sí, ya que no permitiré que este hermoso niño entre mis brazos se canse de mi- respondía el mayor mostrando una sonrisa seductora, provocando que el menor se sonrojara y se ocultara en su pecho.

Ya con eso la situación quedo zanjada, y ahora todos se dirigían a desayunar.

Pero… (El temido “Pero” XD)

_ En Otro Lugar _

/// POV de Envy ///

Maldita sea, me arrepiento de haber hecho ese maldito trato. Pero bueno, será grato ver a ese maldito llorando hasta mí y…

Mierda…

Mierda…

Mierda…

Mierda…

Mierda…

Mierda…

Mierda…

¡MIERDA!

¡Estúpida Verdad!

De todos los lugares a los que me pudiste mandar… ¡Elegiste precisamente ESTE! Grite en mi mente completamente asustado.

Lo bueno que aquí es de noche, si me voy con sigilo tal vez nadie me…

-¿A dónde tan apurado Homúnculo?- escuche que decían a mis espaldas… Mierda…

Ahora si no me salvo…

-Vaya… Roy Mustang… ¿Qué haciendo afuera tan noche?- me mostré burlón y con una mirada hostil, si no quería que notara mi miedo, debía de actuar normal.

Ese bastardo Coronel solo me mirab… un momento él…

-¿No me digas que eres…?

-Así es, ¿Sorprendido?, bueno, aunque lo estés eso no cambia nada. ¡Señores mantengan sus posiciones!- ordeno.

Espera… ¿Señores?... gire a todos lados y miles de luces se encendieron, no lo había notado antes por la oscuridad, pero me encontraba en el mando central, rodeado de varios asquerosos militares, junto a sus armas y también habían varios alquimistas estatales muy reconocidos. Iba a levantarme para escapar, pero me congele al ver que debajo de mí, había un círculo de transmutación humana.

Eso explicaba el por qué aparecí aquí… pero… este bastardo… ¿cómo lo sabía?, además… ¿Qué no estaba ciego?

Levante mi vista para verlo, y ahí estaba, observándome de manera fría y calculadora. Iba a sacar a relucir mi pregunta, pero el bastardo se me adelanto.

/// Fin del POV de Envy ///

-¿Sabes Envidia?, cuando Acero asesino a tú “Padre” y se transmuto a sí mismo, para reunirse con Al del otro lado de la puerta. ¡Ah! y claro, luego de que te lanzaras al círculo para irte con Acero, recupere mi vista y como lo puedes ver, soy lo que soy. Pero aparte de eso, siempre quise preguntarte, ya que tú eras el último de los homúnculos que quedaban, ¿Fuiste tú el que mato a Meas Hughes?- preguntaba el alquimista de fuego, con una mirada más que helada.

Muchos de los militares y alquimistas estatales que conocían a Roy Mustang, solo pudieron hacer una mueca con un deje de tristeza, al ver que su compañero aun no superaba la muerte de su fiel amigo y camarada.

Ante esto Envy hizo una mueca grotesca en su rostro.

-Venga Alquimista de Fuego, ya han pasado 5 años ¿y usted sigue con eso?- preguntaba el peli-verde con una sonrisa burlona.

Provocando un poco de confusión en los presentes.

-Así que para ustedes han pasado años…- decía de lo más normal el azabache, poniendo una mirada pensativa y analizando lo antes dicho por el homúnculo.

-¿Qué quieres decir?- preguntaba Envy un tanto confundido por lo antes dicho por el azabache, el cual se giró a verlo como si estuviese mirando basura.

-Te responderé si respondes mis preguntas- el peli-verdoso de mala gana acepto, la curiosidad le ganaba más- ¿Cómo y dónde están los hermanos Elric? Y responde la pregunta anterior que te hice.

-Los hermanos Elric están bien, de hecho… muy bien diría yo… - respondía burlón el homúnculo.

Pues sabía que el alquimista de Fuego, el bastardo de Avaricia y Cicatriz que vio entre los soldados, estaban enamorados, al igual que él, del mayor de los Elric.

Al ver la cara de desconcierto y frustración de los antes mencionados, pues aunque no les hubiera detallado toda la situación, sabía que los tres enamorados se habían dado cuenta de lo que hablaba.

No pudo más que sentirse de maravilla.

-Explícate- decía Ling Yao parándose en frente del homúnculo.

Junto al Ishbalano que lo miraba con una cara que decía “Habla o te mato, aquí y ahora” y claro, Envy no se hizo de rogar.

“Veamos qué tal le va a esa perrita que me robo a mi Ed, si bien los deje ir, me pregunto qué harán con la ira de un condecorado de la guerra de Ishbal, un Ishbalano y Codicia” pensaba maliciosa la Envidia.

-Temo decirles, que eso tendrán que averiguarlo solos- les respondía el homúnculo de forma maliciosa.

-¿Y dónde está el alquimista?- preguntaba ahora el Ishbalano con voz profunda.

-Están en una puerta con grabados de fuego, no se su nombre y me importa una mierda. Una vez que crucen por ella, vayan a un lugar llamado Sicilia y pregunten por Vongola, toda la gente de ahí es una idiota, así que hasta se ofrecerán a llevarlos.

Decía Envy, al recordar como todos esos humanos imbéciles se ofrecían con una sonrisa a su muerte.

-Teniente Hawkeye.

-Sí, Señor.

-¿Anoto todo?

-Así es señor.

-Bien homúnculo Envida, ahora solo falta que respondas la última pregunta para dar por terminada la noche. ¿Tú mataste a Maes Hughes?

El homúnculo se lo pensó, algo le decía que no debía responder, sin embargo, quería que el azabache le respondiera la duda del tiempo que había transcurrido ahí.

-Sí, yo lo mate. Me transforme en su esposa y el bastardo no pudo hacer nada contra mí. Esa debilidad de los humanos siempre me ha parecido tan ilógica e inservible jajaja.

Al decir aquello, se arrepintió al instante… en ese momento… pudo ver un cambio drástico en la cara de aquel hombre que siempre estaba calmado… se había formado una sombra horrible bajo sus ojos, pero aun podía verlos… sus ojos negro ardían como las llamas del infierno… su rostro se endureció y contraía de una forma en la que las venas de su semblante se marcaban…

En resumen…

Daba miedo…

Había respondido a las preguntas del alquimista de Fuego por curiosidad…

-Bien, cumpliré mi palabra- decía, pero su vos sonaba de ultratumba, asustando hasta a los que estaban bajo su mando- Homúnculo Envidia, aquí solo han pasado 7 meses con 2 semanas y 3 días desde que desaparecieron.

Envy estuvo a punto de decir algo, pero solo pudo emitir un grito de dolor al ser cruelmente quemado, y luego de eso, siguieron más explosiones de fuego, y más y más.

Los soldados y alquimistas miraban todo con horror… más nadie dijo nada, sabían de sobra que ese adefesio se lo merecía.

Envidia había respondido a las preguntas del alquimista de Fuego por curiosidad…

Sin saber que la curiosidad mato al gato… y en este caso… lo mato a él…

Continuara…
Notas finales:

=^.^=

Me muero de ganas por subir el siguiente!!!!!!!!!!!!!

que tengas una linda mañana, tarde, día y madrugada!

si así es, lo sé ¬¬ se duermen a las 2 o 3 de la mañana leyendo Yaoi

(o buen... yo lo hago!!!!! XD)


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