El Viaje para Encontrarte por ZuminoeRiriko

Todos ahora en el presente se encontraban en el centro de un círculo de transmutación.

-bien…empecemos- dijo el rubio mientras miraba a su hermano menor y a la lagartija.

-¿estás seguro de que funcionara?- cuestionaba con un poco de miedo la lagartija.

-Cállate- le dijo con indiferencia- al final no morirá nadie si no funciona- mintió, ya que no le dijo a la estúpida lagartija que ella SI podría morir en el proceso, porque si no esa cosa asquerosa se echaría para atrás y no se acostó con el por nada.

-ya…- con inseguridad, pues el sabia que le ocultaban algo, pero paso de preguntar.

-no te preocupes, todo estará bien- el menor de los rubios intento consolas al chico de pelo negro verdoso, pero este solo hizo una mueca de desagrado y le lanzo una mirada de odio.

Cosa que hizo que el menor se asustara y en el mayor provoco una profunda ira, por lo que mejor volteo la cabeza en otro lado, ya que no le gustaba que el rubio mayor del que estaba enamorado le lanzara esas miradas de odio e indiferencia.

-déjalo Al- dijo plantándole un beso en la frente, cosa que siempre funcionaba para calmar al menor y causar una profunda irritación en la lagartija.

///Pensamientos de la lagar… Envidia///

¡¿Por qué?!, ¡¿por qué siempre es así?!, no puede proteger a su hermano siempre, ¡maldición!, ese mocoso solo lo tiene atado, haciendo que le cumpla cualquier capricho y pidiéndole siempre su atención y cariño.

¡¿Qué no ve que yo también lo quiero?!....- pensaba hecho una furia- aunque… eso se puede arreglar hoy… si… no importa si luego Eduard me odia… después entenderá que todo fue porque lo amo…. Todo… TODO siempre ha sido porque lo amo, jajajaja no se me pudo haber ocurrido algo mejor.

/// Fin de pensamientos///

-¡Envidia!- grito molesto el rubio mayor, sobresaltando a la lagartija.
-¿q…¿Qué?

-deja de hacer el idiota- dijo para pensar un rato- no… supongo que así naciste- dijo con burla.

-¿Qué dijiste?- pregunto molesta la lagartija.

Pero antes de que los dos pudieran seguir insultándose y comenzar un pelea, el menor interrumpió.

-Nii-san, ya déjalo y dile lo que ibas a decir- dijo con unos ojos de cachorro, de esos a los que su hermano siempre le dice que sí.

-ok- fue su simple respuesta. “lo ves… es un maldito manipulador…no era…eso lo acabo hoy” pensaba con malicia la lagartija.

-escucha envidia- dijo ya más calmado- tú te colocas en el centro, Al tu al lado de él y yo estaré del otro lado, cuando estemos por pasar la puerta Al… por favor corre hacía mi y no me sueltes ¿comprendes?

El menor asintió con la cabeza.

-bien- dijo para aplaudir y posar sus manos en el pecho de Envidia, a lo que este se sonrojo con el toque, pero el mayor no le hizo caso, pues una luz color carmesí se encendió por toda la habitación.

Después de que la luz se disipara, notaron que ya no se encontraban en el cuarto, sino más bien, en un lugar blanco, donde a ambos lados se encontraban dos puertas.

-oh vaya… aquí de nuevo- decía una figura negra con una hermosa sonrisa- adelante…pasen- decía invitándolos y desapareciendo.

Todos conocían a la perfección esa figura, por lo que pasaron de ella.

-Al- hable el mayor para que su hermanito fuera con él, este al escuchar su llamado fue corriendo hasta su lado con una sonrisa y mirada de felicidad, el mayor también se dirigió hasta él para abrazarlo, pero…

Paff…

Envidia había golpeado a su hermanito lanzándolo lejos, cosa que enfureció de sobremanera al mayor.

-¡¿qué mierda haces?!- grito molesto. Al ver a su hermanito parándose con dificultad, el golpe no fue malo o letal, ni le dejo herida alguna, pero si lo aturdió un poco.

-¿YO?, solo quie…- pero no pudo seguir hablando ya que recibió un golpe que lo hizo volar.

-lo pagaras- decía hecho una furia.
Entonces la lagartija comprendió que sería por la mala, el solo tenía planeado dejar al mocoso en el otro mundo y llevarse a Ed, pero este simplemente no se dejaba domar, que era lo que más amaba de él.

Por lo cual tomo la forma de una lagartija gigante, con varios rostros a los lados, empezando así una batalla campal, a lo que el menor estaba horrorizado, junto al hombrecito burlón que volvió a aparecer, ya que con la batalla estaba destruyendo varias puertas que se encontraban detrás de otras.

-¡basta!- grito preocupado el hombre burlón.

Pero todo lo que hacía por para la pelea era en vano, ellos luchaban con uñas y dientes, ninguno de los dos cedía, ya solo quedaban tres puertas de las miles que el tenia, una que era el mundo de los rubios, la otra de donde vinieron y la ultima, esta tenía unas llamas sobre ella y unos anillos raros dibujados en la puerta.

Por lo que antes de que rompieran estas decidió mandarlos a unos de los mundos para que ya no rompieran nada.

-coopera conmigo- decía envidia en su forma monstruosa.

El otro no respondió, solo lo ataco con más fiereza.

-Nii-san detente- rogaba con lágrimas en los ojos el menor. Esto basto para que al mayor se le quitaran las ganas de pelear, pues no le gustaba ver a su pequeño hermano llorar, por lo que se dirigió corriendo a su pequeño hermano, el cual se encontraba a lado de la puerta con llamas.

Envidia al ver eso también corrió hasta estos, “Ahora” pensó el hombrecito que esperaba una oportunidad, abrió la puerta con llamas y absorbió con ella a los hermanos.

-¡espera!- grito el rubio mayor “esta no es…esta no es la puerta” pensaba con desespero, miro al hombrecito el cual le dio una sonrisa de “no me quedaba opción”- hijo de…

Pero antes de que pudiera terminar con lo que iba a decir, fueron totalmente absorbidos por unas sombras, para la puerta cerrarse finalmente.

-¡maldito!- gritaba envidia molesto, pues no pudo irse con ellos- ábrela de nuevo.

-NO- respondió secamente.

-por…- pero antes de que pudiera cuestionar el hombrecito hablo.

-te dejare ir con ellos a cambio de que me ayudes a reparar todas las puertas- dijo señalando los miles de escombros en todo el lugar, pero antes de que el otro pudiera protestar siguió- ya que TU LOS ROMPISTE- resaltando la palabra y mandándole una sonrisa tétrica.

La lagartija asintió con la cabeza, pues, pudo adivinar que ni lo ayudaba no lo dejaría ir tras su amado “solo espera” decía de forma sombría en sus pensamientos, para luego empezar a levantar los escombros.

///En otro lado///

Se encontraba toda la familia Vongola, Caballone, Varia, Millfiore y los Arcobalenos, celebrando el cumpleaños del Decimo Vongola, el en último piso de la mansión, donde habían grandes mesas con manteles color blanco, sillas de madera en la que todos se encontraban sentados y muchos globos de distintos colores por doquier.

Todos estaban tranquilos… hasta que…

-YA LLEGARON- dijo tsuna alertando a todos, para que luego una gran bola de luz callera desde el cielo y formara un cráter en la tierra.

-PREPARENCE- ordenaba el Hitman sacando a su fiel arma León.

Continuara…