Kuroko como pudo se levantó de la cama para darse un baño, varias veces se cayó pero después de media hora llego al baño, abrió la regadera y empezaron a caer las gotas de agua por todo su cuerpo mientras trataba de relajarse y despejar su mente para que no le doliera a miles su pobre trasero
Kuroko: ese maldito de Haizaki a sido una bestia – decía kuroko utilizando un vocabulario no propio de el – me ah dejado con un dolor de los mil infiernos – mientras se llevaba una mano a su entrada y noto como el semen que Haizaki le dejo en su interior comenzó a escurrir – justamente se tenía que correr dentro de mi.
Como pudo se sacó todo el semen que tenía en su interior, salió después de una hora ya que sacarse el semen era sumamente doloroso además Haizaki había dañado su entrada si ya le dolía como el infierno esto eso era tortura, por lo que cada vez que se sacaba un poco esperaba unos minutos para que el dolor cesara un poco y pudiera continuar. Después de que salió se puso el uniforme de teiko y salió a la escuela.
Intentaba caminar con normalidad pero le dolía demasiado, pero lo que más le importaba era de que no sabía como le aria para que sus amigos-compañeros de básquet no se dieran cuenta. Por lo que dejo que durante las clases se le ocurriera algo. Llegando a la escuela y en sus pensamientos que no vio que kise venia corriendo y con su típica sonrisa poniendo los brazos en forma de abrazo como el suele hacer.
Kise: KUROKOCCHI –grita como siempre y se lanza a abrasarlo –
Kuroko recuerda las palabras que le dijo Haizaki el día anterior por lo que esquiva a kise haciendo que se estrelle con el muro de la escuela
Kise: kurokochhi eres malo TT.TT – lloraba como siempre lo hace – solo es un pequeño abrazo no tenias por que golpearme
Kuroko: kise-kun yo no te golpee – decía con su semblante sin expresión como suele ser – además tú mismo chocaste con la pared yo simplemente me aparte y te golpeaste con la pared por lo que no es mi culpa – explicaba recordándolo lo que en verdad paso –
Kise: TT.TT ere cruel kurokochi
En eso suena la campana dando inicio a las clases
Kuroko: kise-kun tenemos que apurarnos si no queremos llegar tarde a clases – decía con su típica cara de naipe –
Kise: TT-TT esta bien kurokocchi – todavía seguía llorando –
Una vez ya dentro del salón pensaba en como hacer que no se notara que le dolía su cuerpo, en especial tenía que ocultar que le dolia su parte trasera, además de las marcas que le había hecho Haizaki el día anterior.
Mientras pensaba e en una idea que le funcionara no noto que cierto pelirrojo de ojo color rojo y n ojo color dorado lo observa ya que su compañero-amigo estaba más distraído de lo normal y no prestaba atención a clases como suele hacerlo, simplemente tenía la mente en otro lugar.
Ya una vez finalizado las clases tenía que ir al club de básquet a entrenar, pero durante todo el día o mas bien durante todas las clases no se le ocurrió como evitaría que al momento de cambiarse en los vestidores del club, como aria para ocultar sus marcas que le hizo Haizaki.
Kuroko: aaahh… -- suspiraba deprimido – no se me ocurre que hacer para ocultar las marcas que me hizo Haizaki, sobretodo no debo de dejar que mes la vea Akashi ahh.. – Nuevamente suspiro ya que Akashi era uno de los pocos que podía sentir su presencia y si lo veía con esas marcas quien sabe que pasaría – pero por el momento no importa que tanto me duela mi cuerpo voy a caminar y entrenar con normalidad sin importar que desde dentro este llorando no permitiré que mis amigos lo noten, por lo tanto esta es mi decisión, ocultar mi dolor a través de mi cara que nunca expresa sentimiento y actuar con normalidad – pensaba internamente –
Una vez llego al club de básquet se quedó un tiempo para que todos se cambiaran y que lo dejaran a él solo cambiarse. Estaba tan sumido en sus pensamientos que no noto que todavía seguía una persona más en los vestidores, esa persona noto que tenía marcas en su cuerpo para ser más precisos más que marcas eran chupetones.
Una vez cambiado se dirigió a la cancha de básquet a entrenar normalmente sin que nadie sospechara que le pasaba, pero la persona que estaba en el vestidor con el notaba ligeramente que cojeaba y que intentaba no sentarse o caminar muy deprisa ya que noto que le dolía la cadera en especial su trasero.
Kuroko ya había llegado a las canchas, junto con la persona que lo venía siguiendo desde los vestidores sin que se diera cuenta.
Aomine: EY MURASAKIBARA DEJA DE ESTAR HOLGAZANEANDO Y PONTE A JUGAR SERIAMENTE – decía seriamente (no muy típico de él) gritándolo a un gigante de dos metros que estaba comiendo en las canchas de básquet – y ya deja de estar comiendo en la cancha.
Murasakibara: eh~~~ pero no quiero está muy rico – decía mientras agarraba otras de sus tantas fritura que sacaba de quien sabe dónde –
Mientras esos dos discutían una chica de ojos y cabello estaba buscando a su proclamado novio.
Momoi: Tetsu-kun donde estas?
Mientras corria de un lugar a otro gritando su nombre no se dio cuenta que siempre estuvo a su lado
Kuroko: momoi-san estoy a lado tuyo
Momoi: KYAAAAA!!!! – da un grito de espanto como suele hacerlo al ser sorprendida – desde cuando estas ahí? – preguntaba un poco mas relajada –
Kuroko: siento haberte espantado y estuve todo el tiempo a tu lado solo que no te diste cuenta de mi presencia – decía con su cara usual de póker
Momoi: no te preocupes Tsu-kun solo fue el asombro de verte – decía mientras le salían estrellitas y corazones a su alrededor al ver como se disculpaba kuroko por haberla espantado –
Una vez que ya dejo de molestar momoi a kuroko, se dispuso ir a entrenar con sus compañeros de equipo, pero solo hubo uno que no dejaba de observarlo, ya que era el único que podía ver por muy ligera que sea cualquier malestar que tuvieran las personas incluyendo que podía saber las emociones de las personas por muy excelentes que engañaran a la gente pero para él era fácil de notar.
Ya finalizado el día, el entrenamiento y las típicas discusiones de Aomine con todos, de lo único que se alegró ese día era que no había aparecido Haizaki todo el día por lo que se dispuso a ir a su típico lugar donde compraba su típico licuado de vainilla.
Lo que no esperaba era que llegando a su casa donde vivía solo iba a ser un infierno. Desde ese dia y para siempre o hasta que lo quiera el destino.
CONTINUARA.....................