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Memorias de un único, bello y Hermoso Kai(Soo) en vispera de navidad con problemas para encontrar el regalo perfecto por Malenny

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Notas del capitulo:

anden anden...a leer, :) que estoy todo muy emocionado por esste dia.

 

2 DÍAS PARA NAVIDAD

 

—!Kyungsoo! —abrí los ojos como el en cuanto lo vi, no me lo esperaba, simplemente no tenía ni la mínima idea

—Hola Jongin — me sonrió, tenía las manos frente a él y solo sostenía una pequeña mochila — no me vas a dejar pasar?

—si, claro pasa — abrí mas la puerta — un segundo — tome mi celular que no dejaba de vibrar y sonar como un loco —¿Hola?

—Kai

—Si, ¿Quién mas?

—Kai, Kyungsoo ya llego! — me dijo como dándome la noticia de la año.

—No me digas — sarcasmo — cabezón, esta aquí en mi casa….oh se va la señal grrr cccff no te oigo — y colgué sonriendo después

—¿Chanyeol? — me miro sentándose en la sala

—Dice que ya llegaste — me sonroje, ahora me ponía como un idiota viéndolo, después de meses de solo hablarle a distancia, ahora estaba aquí conmigo en mi casa.

—Si, que propio — sonrió, ah su risa, no la recordaba tan bonita, suspire solo de verlo, lo había extrañado tanto y miren que para que yo extrañe mucho a alguien es porque de verdad.

—¿Cómo encontraste mi casa? — pregunte acercándome jugando con la esfera en mis manos.

—Tu madre me la dijo — encogió de hombros — Me contaste que te habías mudado, aunque pensé que no querría saber de mí, fue amable al dármela.  Deje mis cosas en mi casa y fui a preguntar por ti, quería darte la sorpresa — volvió a sonreír

—Si que me la diste — seguí nervioso pasando la esfera entre mis manos.

—¿Ponías el árbol?— hablo cálidamente

No resistí mas y rápido corrí a sus brazos abrazándolo con mucha fuerza

—A quien le importa el árbol, Soo, ¿porque no me dices que me extrañaste? Que me quieres abrazar, besar  y que pensabas todo el tiempo en mi — casi lo ahogue en mi cuerpo, el no había crecido ni un centímetro, en cambio yo me estire unos cuantos.

—Me ahogo — lo solté para que pudiera respirar mejor

—¿Ya? — lo mire

—Ya — se acomodó la ropa — yo también te extrañe mucho niño malcriado — me abrazo y beso mi mejilla.

—Nunca te vayas otra vez, no me interesa si es a Japón, a China o al fin del mundo…si te vas, me iré contigo como un chicle y que conste que no es amenaza.

—Fui a estudiar — contesto con mucha calma

—Ya me estaba temiendo que te encontraras un japonesito y me cambiaras.

—¿Cómo cambiaria a esta piel sexy? — sonrió, sus labios en forma de corazón no podían ser mas adorables e irresistibles.

—Ya lo sé, tengo mis encantos — de pronto me volvió la autoestima.

—Pero ya estoy aquí y podemos estar juntos, por cierto, sé que tu regalo te va a gustar mucho.

—Nooo, no me digas eso — me sentí mal y comencé a hacer drama

—Veo que lo dramático no se te ha quitado.

—¿Cuál dramático? Es que…no he comprado tu regalo y…

—Kai, los regalos no son lo importante — se sentó a mi lado tomando mi mano — lo que importa es el amor, estar con aquellos que…

—Blah blah, esas son solo tonterías que se inventa la gente pobre y tacaña que no quiere regalar nada — me cruce de brazos — los regalos son importantes, a todos nos gusta recibirlos, sobre todo en navidad. ¡Admitelo!

—No digas eso, bueno claro que son importantes los regalos, pero son solo simbólicos, lo que importa es el significado y amor que pongas en ellos. Puede ser que en una simple vela aromática hecha en casa, haya más amor que en un auto deportivo.

—Sí, pero no creo que vayas por la interestatal en una vela, ¿verdad?

—Mocoso materialista, no tienes remedio ¿verdad? — me miro serio.

—Ya, dime que me compraste una vela — bromee pero me reí cuando lo vi sonrojarse

—¡¡Las velas son bonitas!! — se cubrió el rostro.

—Me compraste una vela... — solté una carcajada

—Pero es de canela…—bajo la mirada — a ti te gusta la canela…canelita como tu.

—Me gusta la canela — sonreí abrazándolo — seré muy feliz con mi vela, aunque no llegue ni a la vuelta de la esquina — reí.

—Tonto — me pego.

Lo abrace y nos quedamos en esa posición en el sillón por un largo tiempo, de pronto el cansancio del día comenzó a vencerme y cerré los ojos perdiéndome en lo cálido de su cuerpo y sus brazos.

Desperté como a media noche con el cuello torcido, me dolían los músculos y era por posición en la que me había quedado, tenía una cobija cubriéndome y una almohada pero ambas estaban en el piso. Abrí los ojos

—¿Kyungsoo? — voltee para todos lados pero todo estaba apagado y en completo silencio por lo que no podía ni ver nada. ¿lo había soñado? Me sentí triste y deprimido nuevamente, tan loco y necesitado de amor estoy que ya me lo imagino.

Casi pude ponerme a llorar ahí mismo, pero fui fuerte, me levante a asegurarme que las puertas y ventabas estuvieran cerradas, todo estaba en su lugar. Afuera caía la nieve, agarre mi cobija y me encamine a mi habitación cuando choque con el sillón individual y maldije, al menos no me pegue en el dedo meñique.

Cuando enfoque, pude ver a Kyungsoo recostado en el con una pequeña manta. Kyungsoo, Mi D.O no lo soñé. Cargado de emoción me fui sobre el levantándolo en brazos. Lo cargue con fuerza y lo lleve conmigo a mi cama, no era muy grande pero cabíamos los dos, además que no pensaba dejarlo dormir en la sala.

Al principio me dio vergüenza pero, ¿Por qué? Era mi novio y lo había visto antes, lo había visto desnudo…no había razón para sonrojarse, me arme de valor y fui por ropa para dormir, cuando regrese comencé quitarle la ropa, en eso se despertó abriendo los ojos como platos.

—Kai

—Kyungsoo — lo vi de la misma forma y con las manos en la masa, bueno en su cuerpo

—¿Qué haces? — se cubrió — si querías…solo pudiste…

—No…no, no me mal interpretes— me sonroje — solo quería ponerte la pijama —levante rápido la ropa para dar testimonio

—Ah…—sonrió — ya me había emocionado

Se quitó la ropa y se vistió con lo que le di, yo me hice de la vista gorda y que no lo veía pero de reojo sí que lo observe, seguía igual, tan pequeño y hermoso como siempre.

Nos acostamos y después de unos minutos nos quedamos dormidos nuevamente abrazados.

Despertar a lado de la persona que amas es el sentimiento mas hermoso que puede haber, no recordaba tanta felicidad acumulada en mi cuerpo, incluso afuera el sol brillaba, aunque no era suficiente para calentar.

Despertamos juntos y nos duchamos juntos, si se le puede llamar ducha a estar jugando debajo del agua, lanzando jabón y entre abrazos, no piensen mal, No hicimos nada de lemon o esa cosa…
Salimos a vestirnos y caminamos derecho a la cocina, ambos con el pelo aplastado por la humedad, pero era agradable el aroma que ahora ambos emanábamos.

—Hoy terminare contigo — amenace al pino.

—¿Porque no lo has terminado? Ya casi es navidad— dijo el sentándose en mi pequeña mesa.

—¿Puedes creer que le encargue a Chanyeol ese pino desde ...mmm yo creo que desde hace como 50000 años y apenas me lo trajo antier? Yo creo que se fue con matusalén a plantarlo porque apenas lo trajo!

—Tú siempre de exagerado, mas respeto para matusalén, que fue sabio, respeta a tu hyung — el mismo se rio por la incoherencia del tema

—Noo, y eso que me lo trajo porque estaba en oferta, si no hubiera terminado con una maceta con esferas.

Kyungsoo comenzó a reírse y yo no le veía la gracia por ningún lado.

—Te ayudare a terminarlo — me sonrió

—Esa frase me gusta.

Saque leche chocolatada y serví dos cartones para cada quien, hice huevos con salchichas y tocino. Desayunamos entre platica hasta que los dos tuvimos servido nuestro plato y estábamos sentados. “Esperare hasta que estén todos en la mesa” esa siempre fue su regla.

—Kai, has…..madurado tanto — me miraba dejando su tenedor un momento

—No entiendo, ¿de qué hablas? — mientras yo me llenaba la boca con comida y leche.

—Apenas veo algunos rastros de aquel niño malcriado que estaba bajo mi cuidado.

—Te equivocas D.O, yo siempre he sido un hombre — me pegue en el pecho, pero cuando él no me vio me queje por el dolor.

Platicamos de muchas otras cosas, su vida en Japón, mi vida en el mundo del espectáculo, le comente que había conocido a algunos famosos y sobre todo y mas importante, de lo mucho que nos habíamos extrañado mutuamente.

 

—Jongin, ¿Cómo se te ocurre poner Hot Summer en pleno invierno? — me reclamo mientras ponía luces al árbol

—¿Qué tiene? A mi me gusta esa canción — le saque la lengua y hasta me puse a bailar el tema.

—No va a la época

—Esta bien — le cambie poniendo algo mas navideño — ¿eso está bien?

—Ya que me había resignado a la otra

—Oh, quien te entiende, bipolar — me queje, igual deje la música navideña.

El árbol poco a poco fue tomando una bonita forma, adornado con esferas azules y estrellas doradas, las luces blancas y amarillas lo hacían resaltar mucho. No me di cuenta de que el día se nos había pasado en casa, platicando, estando juntos, solo el y yo, comiendo y tomando bebidas calientes. Volvimos a comprobar que los juegos de mesa no eran mi fuerte.

—Solo le falta algo mmm— se quedó pensando —la estrella — acertó

—No tendrá estrella

—¿Por qué? —me miro con su clásica expresión

—Porque aquí la única estrella soy yo — me señale.

—No seas ridículo, ponle la estrella — la saco de la caja

—No, no quiero

—¡Ponla!

—¡no!

—Entonces lo hare yo, faltaba mas —puso una escalera pequeña y se subió para ponerla, yo solo me preocupe por que no se fuera a caer así que lo sostuve todo el tiempo de la cintura. Afortunadamente todo salió bien .

—Ya pues, bájate de ahí — lo ayude y caímos juntos abrazados en el sillón.

Nos observamos fijamente por unos instantes cuando de pronto ambos comenzamos a reírnos por lo cliché y tan “clásico” de la escena salida de drama de señoras lavanderas que estábamos dando en ese momento.

 

—Mhhh ya sé que falta.

—¿Qué? — pregunto.

—¿y mi regalo?

—¿Lo quieres ahora?

—Claro…

Fue a su mochila y saco una vela gorda color rojo, la pusimos en medio de la mesita de centro y la prendimos juntos. En unos minutos mi pequeño departamento se había vuelto en un hogar demasiado cálido, caneloso y lleno de amor.

Estábamos sentados en el suelo frente al televisor viendo una película romántica, yo claro pasando mi brazo por su cuello

—Es la mejor navidad que he tenido en mi vida — confesé.

—Aun no es navidad — sonrió

—Bueno, la mejor víspera de navidad en mi vida

—¿No iras con tus padres?

—Si, pero aun no es navidad — ahora yo le sonreí.

—Te quiero — beso mi nariz

—Te amo — bese sus labios lentamente, esos que había deseado desesperadamente desde el mismo momento en el que tomo ese avión a Japón. —iba en serio lo de que no te fueras jamás…me iré contigo — lo recosté en el suelo siguiendo el beso. Demasiado esperar por el merecía su recompensa. 

Notas finales:

no somos un amor?? gracias por dejarme tan buenas ideas para el regalo (no dejen de hacerlo) pero, nimodo que salga desnudo con un moño cubriendome ahi y pues..nooo que va a decir Kyungsoo?? 

Soy sensual pero decente jaja

ojalá se pudiera detener el tiempo :C

KAI


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