En un bosque se encontraban un rubio junto con dos chicos de cabellos negros, los cuales ya llevaban bastante tiempo caminando y recolectando frutas.
-Estoy agotado dattebayo- decía Naruto mientras se sentaba en el suelo, para recargarse en el tronco de un árbol.
-No seas flojo y camina dobe- dijo Sasuke seriamente.
-Pero estoy cansado- dijo haciendo un puchero –Hay que descansar un poco- dijo cruzándose de brazos.
-No hay tiempo camina- dijo Sasuke tomándolo de la muñeca para llevarlo arrastrando.
-Eres malo conmigo- dijo dramáticamente con falsas lágrimas.
-Ceo que Naruto tiene razón, descansemos un poco- dijo Itachi a los otros dos.
-¡Tu si me quieres Itachi!- dijo Naruto zafándose del agarre de Sasuke, para después abalanzarse sobre Itachi, quien lo recibió mas que gustoso, todo esto bajo una inquisidora mirada, que no era nada más que de Sasuke.
-¡Estupendo! Quito al mapache del camino y ahora tengo que librar con Itachi ¿Podría ser peor?- pensó Sasuke con fastidio, pero después vio que Naruto estaba aferrado a Itachi además de que ambos estaban temblando -¿Qué les sucede par de torpes?- dijo Sasuke irritado.
-Kosuke no te muevas- le dijo Itachi mientras se alejaba lentamente-
-¡Que se supone que hacen ni crean que me dejaran aquí!- grito Sasuke, ya que no quería que Itachi estuviera con su Naruto a solas, porque podría hacerle cosas pervertidas –Si alguien le pervertirá a Naruto ese seré yo- pensó Sasuke, mientras imaginaba las cosas que podría hacerle, pero fue sacado de su pervertida mente por un grito.
-¡CORRAN DATTEBAYO!- grito Naruto, para después él e Itachi salir corriendo.
-¡Hey par de idiotas ¿a dónde creen que van?!- grito Sasuke, pero después escuchó un bufido a sus espaldas, al voltear se encontró con un gran jabalí, que no se veía nada contento, así que hizo lo que haría todo Uchiha que se respete, inhalo aire y… -¡Espérenme!- salido corriendo, para alcanzar a Itachi y Naruto –No es una huida es una retirada táctica, no es una huida es una retirada táctica- se repetía mentalmente Sasuke, el orgullo Uchiha ante todo.
Mientras esos tres huían, bueno hacían su “retirada actica” del jabalí, en otra parte no muy lejos de ahí, estaban Deidara y dos pelirrojos.
-¡Te prohíbo que te acerques a ese pelirrojo cara de mapache!- decía Sasori, que ya llevaba discutiendo con Deidara buen rato.
-¡No lo hare! Tú no puedes decirme que hacer- decía Deidara.
-¡Soy tu novio!- le gritaba Sasori.
-Te recuerdo que cuando me declare tu dijiste “No quiero nada serio”- dijo Deidara haciendo una mala imitación de su voz.
-Pero eso no significa que puedas estar con otros y mi voz no suena así- le decía Sasori.
-Tu coqueteas con otros y no te hago una escena de celos, así suena tu voz, tienes voz de… de… de oso engripado- decía Deidara.
-Te recuerdo que hiciste explotar a una mujer que solo quería vendernos chocolates, Deidara eso no tiene sentido, los osos no hablan y nunca has oído a un oso engripado no puedes saber cómo se oye- decía Sasori que ya empezaba a perder la paciencia.
-¿Vender chocolates? Por favor la muy zorra se te estaba insinuando, sino hubiera estado ahí seguro que tienes sexo con ella, tienes voz de oso engripado y si se cómo se oyen- decía Deidara.
-¿Insinuando? ¿Tener sexo con ella? Deidara ¡era una anciana ¿cómo puedes siquiera pensar eso?! Lo que dices ni siquiera tiene lógica- decía Sasori desesperado.
-Me vale una @%&# la lógica- dijo Deidara arrojándole un mango a la cara el cual arrojo muy fuerte, tanto que quedo embarrado en la cara de Sasori.
-Esto es la guerra- dijo mientras se ponía detrás de un árbol igual que Deidara, mientras ambos se arrojaban mangos, uvas, plátanos, cocos y pescados, todo esto era visto por Nagato que estaba detrás de una roca para no ser blanco de algún tiro.
-¿Cómo me metí en esto?- decía Nagato con pesar –Estúpido Kisame si no fuera por él, ahora mismo estaría en la cueva y no con estos dos- decía mientras cascaditas caían de sus ojos.
Mientras en la cueva de los Akatsuki, Kiba e Hidan estaban observando a su objetivo que no era nada más ni nada menos que Shino.
-Bien ¿recuerdas el plan?- decía Kiba a Hidan.
-Sí, cuando tu des la señal soltare a estas comadrejas- dijo mostrándole un grupo de 6 comadrejas que tenía atadas con correas- para que lo ataquen, ya cuando esté sufriendo, iras hacia allá y él te dirá “¿Por qué?”- dijo imitando una voz lastimera- y u le responderás “tú sabes por qué”- dijo felizmente con una sonrisa.
-Emm no ese no, el otro plan- dijo mientras reía nerviosamente.
-Ahh ¿el de los celos?- pregunto Hidan mientras aun sostenía a las comadrejas salvajes de las correas.
-Si ese plan- dijo Kiba.
-Bien- dijo mientras arrojaba a las comadrejas para cualquier lado, que después de arrojarlas se oyeron muchos ruidos, trastes que se caían y rompían.
-¡QUITENME ESTAS COSAS!- se oían los gritos de Yahiko.
-Y Yo que había conseguido una gran jabalí también, pero se me escapo y lo que me costó pensar en un nombre y ponerlo en una placa.-dijo Hidan como si hablara del clima mientras ignoraba los gritos de auxilio de Yahiko.
-¿Crees que este bien Yahiko?- dijo Kiba en forma preocupada.
-Si no te preocupes a lo mucho perderá sangre y se desmayara pero nada grave- decía despreocupadamente Hidan.
-¡AHH MIS OJOS!- seguía gritando Yahiko.
-Bueno seguimos con tu plan- decía Hidan ignorando aun los gritos de ayuda que daba Yahiko desesperadamente.
-Está bien- dijo Kiba con una sonrisa mientras aún se escuchaban los gritos de auxilio junto con cosas romperse.
Mientras tanto Sasuke, Itachi y Naruto seguían con su “retirada táctica” de ese jabalí, al cual tenía una placa con su nombre, que había notado Sasuke, lo cual lo llevo a pensar que tenía dueño.
-Cuando encuentre al dueño de ese jabalí me vengare, lo agregare a mi lista de venganzas- decía mientras sacaba de su bolsillo un pequeño cuaderno de color negro, en el cual en la portada decía “Lista de venganzas” y debajo del título el símbolo del clan Uchiha, y al abrirlo en la contraportada tenía un sello que decía “Certificado por Orochimaru-sama” junto con una serpiente que tenía una mano con un pulgar en alto, Sasuke empezó a anotar vengarse del dueño del jabalí a su ya de por si larga lista de venganzas, en la cual había un nombre que estaba resaltado y encerrado con rojo el cual era el de Gaara –La venganza es dulce- dijo para después sonreír mientras aún seguía huyendo del jabalí junto con Itachi y Naruto.