Capítulo 6 ~Este otro (Jodido) día acabó~
Entro al departamento con la tarjeta que aún conservaba, tampoco es que tuviera muchas ganas de ir, pero la ama de llaves de su casa le había dicho "Señorita Amanda, hace casi un mes que el señor L'Cierm no deja recados... ¿No le parece extraño?"
¡Y sí! Sabía que era extraño, sabía que estaba muy molesto la última vez que se vieron, era claro que destilaba furia pero en Jean los corajes no duraban, sabía que todavía estaba muy molesto el día que a su casa entró una llamada de su oficina para pedir que enviarán a alguien por sus cosas, o que se desharía de ellas, era claro que seguía molesto pues la llamada la hizo Carol, la asistente de Jean... Pero según Amanda cuando el coraje inicial pasara, empezarían desde cero... El punto importante era que, las llamadas debían seguir llegando en lugar de desaparecer... ¿Entonces porque Jean se había limitado a llamar una única vez, y ni siquiera hacerlo en persona?
Se sabía la única mujer capaz de "amarrar" a Jean, así que ¿Cual era la razón para cortar por completo la comunicación? De seguir así se podría enfriar su relación y eso no estaba en sus planes, ellos ya tenían planes para su vida juntos, un futuro cómodo, prometedor y lleno de lujo. No se podían desvanecer tan fácilmente.
¿Cómo deshacerse de todo tan fácilmente?
Jean definitivamente no podría, era un hombre que fácilmente hacia vínculos, y desatenderlos era impensable, el hombre no era capaz de vivir con culpas...
Por ejemplo:
En una ocasión, Jean falto a una cena, una simple cena, no era una ocasión especial, ni un compromiso importante; pero para Jean había sido terrible el faltar a su cita, pasaron días y semanas, llegó a ser mes y medio, el que el moreno se disculpo, con un ramo de rosas entregadas a la puerta de la casa de los O'Hara, la familia de Amanda, justo a las 8 am, fue Amanda quien forzó a Jean parar de enviar las flores, con 3 medios hermanos mayores, La chica no soportaría un burla más.
Así que pensando en eso... ¿Cómo era que Jean marcara tanta distancia entre ellos? Ahora se sentía muy confusa... Jean sobrevivió 28 días sin ella... Cuando lo normal era que se vieran a diario con cualquier excusa... Había momentos en los que ella se sentía sofocada... De hecho esa era la razón del "Incidente" pero unos días sin él, le mostraron lo mucho que "Apreciaba" su presencia... No es que suspirara de amor... Pero sí lo quería, de no ser así ¿Porque aceptaría casarse con el hombre más idiota del mundo?... ¡Ah! ¡Claro! Él podía hacerla reír por más deprimida, triste, furiosa o dolida que se sintiera... El increíble encanto de todo idiota.
Abrió la puerta de madera con el ventanal, y entró, avanzó con la vista en su cartera, a esa hora Jean ya debía estar en casa, entraría al estudio y le exigiría respuestas, término de guardar la tarjeta de entrada y metió la cartera junto con las llaves en el bolso, alzó la vista y...
Ahí, en el comedor, el fino comedor que Jean había comprado, y era horrendo, pudiendo comprar uno más grande y lujoso, compró esa "Cosa" fina y cara, pero tan sencilla, ¡Un desperdicio!, pero el alegó:
"Lo quiero para comer, no para que me baile, el otro con ese precio seguro lo hace Ja Ja, además el pavo se verá hermoso, ¿Eh? Amanda, no te enojes amor, estará en mi feo departamento así que combina, ¿No crees? ¿Amor~?"
¡Sí ajá! Para comer...
Justo frente a ella estaba la peor y más imposible escena...
Un tipo rubio le daba la espalda sentado en las piernas de "Alguien" y claro entre el trasero del rubio había un pene metido a medias...
Era obvio quiénes eran... Jean el de abajo, o Arthur que también tenía llave del departamento; y un puto cualquiera trepado exhibiéndose.
Revisando... Arthur podía ser... No, demasiado "Recto" para esas cosas, ya estaba comprometido, imposible que le fuera infiel a la abogaducha de Anne... Jean por otro lado... Nunca lo había imaginado pero tal vez el coraje le había hecho probar nuevas "Cosas", y por estas "Cosas" es que no la había llamado... Definitivamente no lo pasaría por alto, Jean era suyo, era su prometido, casi esposo, y nadie la cambiaba a ella por un puto cualquiera.
—¡¡¡¡¡JEAAAAANNNNNNNN!!!!!— Grito con todas sus fuerzas.
Pararon en seco, ninguno podía moverse por la impresión, Adam fue el primero en reaccionar, bajo su cabeza y oculto su rostro en el cuello de Jean.
—¡Amanda!— Soltó Jean por fin, asomándose por el costado de Adam, viendo fijamente a la mujer frente a él, con el rostro más complicado de su vida.
—¡Eres de lo peor!— Amanda dio la vuelta y salió corriendo, se escucho el tremendo golpe de la puerta al cerrarse seguido de otro portazo, este un poco más apagado.
—¿N-no deberías ir tra-tras ella?— Dijo Adam desde su "Escondite", con un tono preocupado —Ella se irá s-sí no la alcan-zas— Se aferro al respaldo de la silla para ayudarse a parar, respirando profundo para dejar atrás su entrecortado hablar —Sólo me visto y salgo de aquí, lo más pronto posible y así tú...— Se impulso para pararse pero Jean se lo impidió abrazando su cintura —¿Eh? ¡Se va a ir!— Levanto el rostro alarmado.
—¡Ya cállate mocoso idiota!— Grito Jean con una voz ronca y profunda, no se parecía en nada a su voz "Normal" —Intentó pensar y tú sólo parloteas— Suspiro —No entiendes que no puedo pensar más que en "Esto"— Recuperó su tono normal —En lo que hacemos, tú y yo, justo ahora sólo puedo pensar en ti y en lo condenadamente estrecho y delicioso que eres— Miro a Adam esperando su respuesta.
—Entonces quieres seguir— Afirmó mientras se soltaba de la silla y abrazaba al moreno.
—Sí, pero aquí no, es un poco incómodo— Aún con su miembro dentro de Adam se levanto de la silla, este soltó un quejido —Aguanta un poco— Jean lo beso sin prisas, fue lento y profundo, se aventuro a descubrir la boca del menor mientras caminaba en dirección a su habitación, llevando entre sus brazos el pequeño cuerpo de Adam.
Al entrar en la habitación Jean posó suavemente la espalda de Adam en la cama.
—La verdad es que preferiría no salir de ti— Adam se sonrojo por completo —Pero dime tú, ¿Te lastima mucho? ¿Quieres que lo saqué?— Volvió a besarlo, fue un beso fugaz lleno de ternura.
—No— Resolvió con calma e inmediatamente busco la boca del moreno, este fue a su encuentro, ahora era un beso demandante, sin despegar sus labios tomo el miembro de Adam y empezó a acariciarlo lentamente, provocando gemidos y jadeos sonoramente, que escapaban de entre el beso, poco a poco fue hundiéndose dentro de la cavidad del menor con mayor facilidad.
—J-jean, me to-cas por f-fa-vor— Gimoteo entre jadeos, el moreno llevó su mano libre al vientre del menor y la movió acariciando cada parte del cuerpo bajo él. Se detuvo un momento, Adam soltó un bufido.
—Adam ya está todo adentro, ¿Que hago?— Se le quedó viendo... Después de un segundo, el segundo más largo en la vida de Jean, el rubio subió sus piernas en los hombros del otro.
—S-se supone, que de-debes embe-embrestime... Pero haz-lo con cuidado, por fav...— Jean lo calló con un suave beso.
—No te lastimare— Afirmó como en una promesa viendo directamente a los claros ojos de Adam, perdiéndose en ellos unos segundos, al reaccionar acaricio sus piernas y también beso lo que pudo alcanzar de ellas, retomó su tarea acariciando el torso del menor, y dando besos tanto en el rostro como en el pecho mientras empezaba a moverse dentro del otro.
—Je-Jean más— Gimió bajito el menor, Jean se auto controlaría tanto como pudiera, empezó a embestir lentamente y sin llegar a entrar por completo, una y otra vez marcando un ritmo lento y tortuoso, disfrutando de la fricción provocada en cada movimiento, esperando el momento adecuado para dejar salir el deseo que nació en él.
—¡Ahhh! ¡Sí!— Eso era lo que esperaba, la señal que le indicaba que Adam lo disfrutaba de verdad, subió el ritmo —¡Ahhh! ¡Ah! ¡Mmnnn! ¡Je-jean!— Subió aún más el ritmo, ahora sí entraba hasta donde podía y entonces... —¡Aghhhh! ¡Jean! ¡Jean! ¡Ahí! Por favor más— Jean encontró por azar la próstata de Adam, cuando después del espasmo que arqueo su espalda, está volvió a tenderse entre las sábanas, Jean acaricio la frente del menor llevando sus cabellos hacia atrás dejando ver por completo su sonrojado rostro, y depósito un beso en la perlada frente descubierta.
—A-Adam— El y el rubio conectaron sus miradas —E-eres hermoso, yo... Gra-gracias s-supongo— Jean tomo el miembro de Adam, lo beso en los labios y se dejó ir.
Embestía con fuerza y profundidad al mismo ritmo que su manos masajeaban el miembro y pezones de Adam, una y otra vez, se sentía llegar tan profundo, y de vez en cuando daba directo a ese punto que había ya memorizado, la habitación estaba llena de gemidos, jadeos y suspiros sin control, Adam rompió el beso y se aferro con las uñas a la espalda del moreno.
—!Ahhhhgnnnn!— Soltó en un alarido cuando llegó a su orgasmo, Jean dejó caer su cabeza en el pecho del menor al sentir como se oprimía su interior, los dos se vinieron, uno dentro del jovencito, y este entre los dos, llegando a salpicar el rostro del mayor.
Jean se levanto y salió del pequeño con lo que le quedaba de fuerza, tomo las sábanas y las puso sobre ellos, luego tomo entre sus brazos el pequeño cuerpo del joven, que parecía estar completamente dormido, lo acurruco entre sus brazos pegándolo a él tanto como le fue posible.
—Duerme tranquilo, Adam— Dejó un beso en su frente —Y sueña lindo— Así se dejó llevar por el cansancio hasta el reino de Morfeo.
—Buenas noches Jean— Adam alzó la mirada para encontrar el rostro durmiente del mayor, cerró los ojos al cerciorarse de que efectivamente dormía —Estoy seguro de que no me equivoqué contigo... Fuiste una buena elección para mi primera vez— El rubio se acercó tanto como pudo al cuerpo del contrario —Fuiste muy amable— Estiro una mano, con ella acaricio la mejilla de Jean y dejó un dulce beso en ella.
—Merci, mère— Murmuro entre sueños, Adam sonrió y acurruco su rostro en el pecho de Jean.
—Cuando se entere, Tyler no me dejara en paz— Su sonrisa lo acompañó toda la noche.
* Merci, mère - Gracias, mama.