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Golden Milk por Satory

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Notas del capitulo:

PERDÓN!!!!!!!!!! (;_;) se subio incompleto pero ya lo arregle xD

Lamento mucho la espera~ :D ya me organice y creo que ya cada Viernes-Sábado tendrán un nuevo capítulo

Capítulo 7 ~Tres semanas antes de conocerlo~

 

 


Un fuerte olor a canela invadió sus fantasías... Seguido de un fuerte golpe...




Había caído en la tierra de los sueños con mucha tranquilidad y calidez, estaba rodeado de paz, era agradable. No sabía la trama del sueño, pues era un clásico sueño de esos que son tan buenos pero al intentar recordar se vuelven confusos, y entre más insistes, terminas olvidando. Uno de esos era el que había obtenido justo después de caer muerto de cansancio, recordaba estar en una nube de paz que se lleno del olor a canela, tan fuerte que lo saco de sus sueños, y entonces el golpe...




Abrió con rapidez sus ojos, frente a él había una mujer de largo pelo castaño y rizado que descendía hasta perderse en su cintura, llevaba un vestido blanco muy de los sesentas con un grueso cinturón negro; su bello rostro cubierto de ira, le decía que él era el culpable de la misma cuando sus hermosos ojos verdes se fijaron en los suyos. Su enorme y feo bolso negro se balanceo en el aire y fue directo a sus piernas cubiertas por unas sábanas... Al parecer azules con grabados confusos.

Y mientras definía el tono de azul el sonido del golpe llegó a sus oídos, pero no así el dolor que causaría recibirlo y entonces... Sobre él, haciendo de escudo humano, estaba un hombre de cabello imposiblemente negro.

Jean L'Cierm, francés, medio idiota, y bastante simpático. A quién conoció apenas hace unas noches... Apenas la noche anterior.




Tres semanas antes de [Ese día]




Hacía un largo tiempo desde que no dormía bien... Ya empezaba a mostrar los estragos de ello.

Uno de sus profesores se lo había hecho saber esa tarde; después de faltar a un par de clases lo mando llamar a su oficina. Bueno, aún con sólo un par de faltas el profesor Kanzaki, había decidido que no era normal ni adecuado en Adam tal situación.




Al terminar sus clases se dirigió a la oficina del profesor, un hombre japonés de mediana edad, muy listo y que hacia honor a la tan famosa disciplina japonesa.

El hombre era muy amable y fue más por preocupación que decidió hablar con el jovencito.

—Adam, ¿Estás faltando sólo a mi clase? o ¿Hay algo que este pasando en tu vida que te impida llevar tu rutina a cabo?— El hombre tenía una voz profunda, que desentonaba con su pequeño cuerpo —Si tienes algún problema podríamos hablarlo, no quiero pensar que mi mejor alumno está pasando por dificultades personales— El profesor miró con seriedad y preocupación al joven rubio sentado frente a él.

—Descuide profesor Kanzaki, pasé un par de días en casa de un amigo, y lamentablemente no llegué a tiempo a su clase... Pero le aseguro que no volverá a pasar— Dijo finalizando la conversación. Aunque el hombre no creyó del todo la excusa, se limitó a darle espacio al jovencito, sus razones tendría, y eso lo sabían los dos, no había necesidad de hablarlo.




Ahora se encontraba sentando en una banca en un extremo de Central Park, había perdido horas pensando en que era lo más prudente hacer...

Él era joven, y tenía planes, pero poco tiempo, de seguir así acabaría en una situación peligrosa y no quería llegar a eso.

—¡Hey niño!—

La voz de un hombre le llamó la atención y al voltear se topo con una mujer bastante linda sentada a su lado, rubia con cabellos muy rizados hasta la barbilla, de tez blanca y ojos azules tan claros que casi eran transparentes. Iba arreglada como sí fuese a una fiesta muy elegante con un sobrio vestido negro, guantes y un abrigo con pelaje de igual color, llevaba joyería, al parecer de un conjunto pues todas las piezas poseían los mismos diseños en forma de rosas; compartiendo la misma banca... Y reparó en el hecho de que no la había sentido al sentarse.

—Dinos, ¿Qué hace un jovencito tan lindo sólo pensando y suspirando tanto?— Miró detrás de la mujer y se topó con un hombre parado a su espalda. Era joven, rubio de ojos al parecer verdes, no estaba seguro pues eran demasiado afilados y parecían cerrarse completamente, con barba y bigote a medio creer, muy alto y fornido, era como un mastodonte, enfundado en un traje negro no tan elegante como el aura de la mujer... Él no era la primera voz que escuchó, miro alrededor para ubicar al dueño de la otra voz pero sólo había gente paseando.

—Ammm, no creo que les incumba— Miró con recelo a la pareja.

—¡Oh! Vamos niño, te ves mal— La mujer golpeó su brazo y... Algo no le cuadraba... Esa era la voz que lo sacó de sus pensamientos... Pero no era hombre... ¿O sí? —¡Sí!— Al ver el rostro del jovencito, se imaginó lo que pasaba por su mente —Soy Tyler, y soy travesti, ese hombre de atrás es Mike y es mi amigo, o más bien el que me cuida, ahora contesta niño, ¿Estás perdido o algo así?— La "mujer" lo miró con preocupación.

—Amm— Su mente procesó la información tan rápido como pudo... Así que se veía tan mal como para que un travesti ricachón y su guardaespaldas se le acercaran a socorrerlo —Nop, sólo estoy aquí pensando... Gracias por el interés— Inclinó la cabeza a modo de disculpa.

—¿En serio? Porque tienes cara de que te jodieron la vida hoy, ¿Verdad, Mike?— Tyler dio un golpe en la pierna de Mike con el dorso de su mano.

—Vamos chico, dinos qué te paso— Le sonrió el fornido hombre.

—¡Sí! ¡Sí! ¡Dinos!— Apremió la "Mujer"

—Bueno, señores no sé qué se traen, pero no tengo porqué contarles mis asuntos— Adam tenía la costumbre de finalizar las conversaciones así, tajantemente. Pero, se estaba topando con alguien muy especial...

—Sí ese asunto es de dinero— La "Mujer" levanto una ceja al notar como el jovencito reaccionó a lo dicho —Yo podría darte una opción para conseguir una buena cantidad— Adam volteó a verla.

—Bien, dígamela— Resolvió con rapidez.

—¡Oh! No tan rápido niño, primero quiero saber ¿Porque lo necesitas y que estas dispuesto a hacer por el?— Cruzo las piernas y sobre su rodilla apoyo su brazo acercándose al rostro del menor.

—¡Ok!— Respondió encarando al sujeto.

—¡Wow!— Soltó un aplauso sonoro —Mike y yo apostamos. Yo creo que son cosas de amor, tal vez tu novia no te quiere por pobretón... O algo así— Se abrazó a sí mismo con dramatismo, mirando a la nada y pestañeando excesivamente.

—Yo más bien creo que tu familia es pobre, y como buen hijo quieres conseguir algo para ellos— Se apresuró el más alto a hablar impidiendo que Tyler continuara con su show.

"Los ricos y sus locuras" Pensó con lastima para sí mismo, suspiro con fuerza para iniciar...

—Me llamo Adam, tengo 16, y tengo que pagar la universidad y conseguir un lugar donde vivir lo más pronto posible— Resumió —El problema es que no encuentro un trabajo de medio tiempo que me de suficiente dinero. Tengo una beca, así que no tengo que preocuparme por las colegiaturas, sólo por los gastos extras, que sí son altos, si consigo un trabajo podré mantener o el departamento o los gastos escolares, y tampoco puede ser un empleo que demande mucho o podría descuidar mis promedios y perder la beca...— Explicó con tranquilidad y apatía, como si el problema no fuese suyo. Ésta actitud extrañó a la pareja, que se miraron durante unos segundos.

—¿Y tus padres? Ellos podría ayudarte— Preguntó Mike volviendo a centrar su mirada en el jovencito.

—No tengo padres, vivo con mis tíos, pero... Mi tío... No es una buena persona— Su rostro se ensombreció, el rostro de Tyler se volvió una mueca de odio.

—¿Te golpea?— Dejó salir su potente y masculina voz llena de ira.

—Ojalá fuera eso— El chico se ruborizo y oculto su rostro.

—Oh~ Batea chueco— Hizo el ademán de abanicar un bate.

—No creo... Sólo... No puede mantener los pantalones puestos— Hizo una mueca de asco —Y últimamente a empeorado... Ya no sé que inventar para no llegar a su casa— Agachó la cabeza.

—¿Y tú tía? ¿Ella no está enterada?— Posó su mano lenta y ligeramente en el hombro del rubio.

—Ella no sabe nada cuando está ahogada en vodka, y cuando no lo está es... Para ella yo soy— Hizo una pausa aclarando la garganta, luego soltó con voz chillona y aguda —"Una rata que viene a robar mi comida"— Cruzó sus brazos y volvió a aclarar la garganta —Eso gritó cuando empecé a vivir con ellos, ahora me trata como si fuera una peste, ya ni siquiera soy un ser viviente para ella— Clavó la mirada en el suelo—

—¡Tyler! Ya está aquí— Mencionó Mike observando hacia la avenida.

—¡Oh!— Miró en esa dirección y devolvió la vista hacia Adam —Mira niño, si quieres entrar al negocio, márcame, ya veremos que se puede hacer, se gana bien y sólo gastarías unas horas de tú tiempo, pero hay riesgos, entiendes, ¿Verdad?— Le entregó una tarjeta... Cuando Adam la tomó notó que era negra con un simple número celular en letras de un suave rosa.

—Mmm, lo pensaré— Fue lo único que salió de la boca del menor guardando la tarjeta.

—Ok— Le envió un beso mientras los dos hombres se alejaban caminando.

Adam vio como un pequeño y regordete hombre la tomo del brazo y se le repegó.

—¡Roxanne! Eres una belleza, hoy te llevaré a comer, y después me consientes mucho, mucho— Soltó con voz melosa; el hombre parecía estar ya bastante tomado y le fue casi imposible entrar por sí sólo a la limusina que aguardaba, Mike lo ayudó con pesar junto al guardaespaldas del hombre.




[Ese día]




Ese día era como cualquier otro... Mucha gente poblaba las calles, y de entre todos esperaba que apareciera alguna clienta...

Llevaba apenas 5 noches oficiales fuera de la capacitación, en su nuevo "Empleo" y por fortuna había conseguido clientas del tipo "Novata perdedora" como las llamaba Tyler.




Cuando decidió entrar al negocio llamó a Tyler y apenas escucho que contestó le dijo "No soy gay, no esperes que acepte hombres ni travestirme".

Cuando por fin se vieron acordaron que Adam no sería la "Acompañante" de ningún rabo verde pero a cambio tendría que aceptar un pago menor, que aún sonaba bastante tentador, así que aceptó el trato.

Mike lo acompañó cada noche de su primer semana, explicándole, presentándolo con clientes regulares, exhibiéndole y dándole consejos. En algunos momentos Tyler pasaba a verlos, aunque no se quedaba demasiado tiempo, platicaron casi hasta el cansancio durante todas y cada una de esas noches, fue así como Adam se entero del pasado de esos dos...




Compañeros de la escuela elemental decidieron estar juntos en lo que fuera. Ya jóvenes, sin dinero ni familia, se les ocurrió entrar en las películas porno, a Mike le fue bien, pero Tyler... Él quería algo más sencillo, al menos más discreto, y donde pudiera ser la mujer que se sentía en el interior. Así pues empezaron su propio negocio de acompañantes para ricos, entrando en el negocio de la prostitución. Lo mejor fue que ya tenían buenos contactos y no habían tenido problemas con los jefes de esas mafias.

Su plantilla consistía en apenas siete chicos y dos chicas, incluidos Adam y Tyler, cada uno tenía un cuidador... Adam todavía no tenía uno en específico, pero dado a que hacía trabajos esporádicos y sólo cuando su escuela se lo permitía, era posible para Mike vigilarlo. Justo ese día su "Cuidador" llegaba tarde así que sólo veía a la gente y trataba de adivinar quién podría ser clienta y quién no...

Cuando notó a un hombre alto de tez blanca con cabello negro, muy bien vestido, y perdido... como buscando a alguien. Le pareció cómico, era como sus clientas, que no miraban directamente a la gente, pero parecían buscar algo en específico, con algo o mucho rubor en el rostro producto de la vergüenza que les producía su indecente objetivo, desbordado preocupación a ser descubiertas...

Ya Tyler le había dicho como cazar clientas primerizas, y también le había insistido en acostumbrarse a los clientes masculinos, y subir al nivel de "Acompañante" y dejar el de "Puta de esquina", hasta había pasado por el curso de inducción al sexo gay impartido personalmente por Tyler y asistido por Mike. Pero él no era gay, menos pensar en revolcarse con un vejete... Aunque el hombre parecía joven, sobre todo parecía tener dinero... Y siendo primerizo, igual él podría tener más controlada la situación... Podría ser un trabajo sencillo, un hombre adulto, con el estigma "De clóset", alguien a quién sería fácil manejar y pagaría bien. Así que no lo pensó más...

Se acercó a paso firme y dejó salir su más brillante sonrisa.

—Disculpa, ¿Buscas algo?— Jodidas luces, no podía verlo bien, sólo distinguía la rojiza silueta de Saint Claus en su rostro producto de los adornos luminosos que pululaban por doquier.

—¡Oh! ¡Claro que sí!— La voz del hombre salió con demasiada alegría, eso le generó confianza ¡En verdad había atrapado uno! Eso de levantar rabos verdes era pan comido.

—¿Buscas compañía?— Empezó a desbordar la confianza obtenida, lo que hizo que tomara su brazo para guiarlo a un mejor lugar, el hombre se dejó hacer, una emoción fuerte apareció en su pecho seguida de un aroma... Él conocía ese aroma... Pero no reparó en eso.

—¿Ah?, Ammm más bien necesito ayuda, ja ja— Dijo el hombre y volteó a ver su rostro, más sencillo aún, tal vez sólo quería que lo masturbaran... O tal vez sexo oral, igual podría ingeniárselas.

—Mm eso lo puedo hacer, y más— Sonrió, ahí podía verlo bien...

Y ya estando tan cerca se dio cuenta de que el hombre era más de lo que vio a la distancia. El tipo era alto y de excelente figura, muy bien marcada con el ahora a su vista, costoso y elegante traje, ni siquiera parecía ser tela... Eso era muy fino, al igual que los rasgos de su rostro... Definitivamente extranjero, completamente blanco enmarcado por cabellos medianamente largos, tan negros... ¿Era posible esa profundidad en color?

Su cara larga pero bien distribuida, labios delgados y de un rosa pálido, nariz firme y recta, igual que sus cejas, no eran gruesas ni delgadas eran perfectas... Bueno, perfectas no, ¡Sus ojos! Ellos sí lo eran, abundantes pestañas del largo adecuado enmarcaban los ojos de un verde hermoso y profundo... En su vida había visto un color igual... Eran perfectos.

Pero lo más curioso del hombre era que no podía adivinar su edad... Parecía ser un hombre maduro, aunque demasiado joven de rostro... No podía encontrarle arrugas y sus labios siempre mostraban una sonrisa... Y su actitud, era como ver a un lindo e inocente querubín, una sonrisa se instaló en su propio rostro.

—¡Mil gracias! Podrías decirme como llegar a L'CTower? Según yo, debería está por aquí y no ubico nada— Le miraba sólo a él, eso lo hipnotizo hasta caer en la cuenta...

¿Ah?, ¿L'CTower? El hombre más perfecto que había visto, pedía indicaciones... ¡Eso debía ser una broma! ¡Momento! ¿Por qué reaccionó así?... Había metido la pata hasta el fondo, había pensado que sí era con ese hombre, estaría bien... ¡Pero claro que no!... Se río de sí mismo.

—Ah ya veo, creí que buscabas una ayudadita— Le sonrió y señaló a la entre pierna del mayor, luego apuntó hacia la calle siguiente —Sí vas a esa esquina, camina tres calles a la izquierda y ahí la encontrarás— Volvió a sonreír.

—¡Mil gracias! ¡Te lo agradezco mucho jovencito!— El tipo salió corriendo —¡Que tengas buena noche!— Y se perdió entre la multitud.

Cuando se despidió de él divisó a Mike acercándosele.

La situación le pareció tremendamente cómica, hasta pensó que el hombre sufriría un ataque de pánico, bueno, eso fue antes de perderse en su rostro...

—¡Que tal Adam!, ¿Ya te decidiste a también batear chueco?— No dijo más pues el rubio le soltó un fuerte golpe en el estómago con su brazo.

—No idiota, el burro buscaba una dirección— Finalizó la conversación.

 

Notas finales:

Espero que les gustara~ ;) dejen comentarios!!! :D que nada más Talbot-chan se anima xD


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