CIEL POVE
Una nueva mañana ha llegado, no puedo creer que dormí tanto, y mi estómago al parecer ya está mejor. Oigo la puerta y permito que pasen, como era de esperarse, Sebastian
- Buenos días Bocchan, como amaneció – me pregunta con esa sonrisa, que hace que mi pancita se vuelva a sentir extraña, nunca me había sentido así – creo que Sebastian me enferma – *diablos lo dije en voz alta*
- Con un simple buenos días era más que suficiente – dijo para mirarme con enojo
- Lo...siento... no es lo que quise decir – me apresure a escusarme
- No es necesario que me dé “escusas”, tengo claro que mi presencia, y más cuando le hable de mis sentimientos, se haya vuelto para usted… un fastidio – veo su tristeza aunque este arrodillado frente a mí y cambiando mi ropa
- No Sebastian no digas eso, no es un fastidio – tomo su rostro en mis manos y lo obligo a que me mire
- …- nuestras miradas se conectan, quiero tenerlo más cerca, porque siento este calor en mi cuerpo, que clase de enfermedad me azota?
- Parece que Bocchan no se encuentra bien del todo, su cara esta algo roja y su cuerpo se comienza a calentar, al parecer sigue enfermo – me dice desviándome la mirada
- Es que acaso, mi enfermedad te prohíbe mirarme Sebastian – le digo, porque siento tristeza en mi voz?
- Bocchan, no quiero hablar de ello, ya que está ligado a, usted ya sabe, mis sentimientos – se levanta de mi lado, no quiero que se vaya, tomo su mano rápidamente
- Desde que sientes eso por mí, te alejas más, odio esta situación, dime si no puedes trabajar en aquellas condiciones! – grito furioso, porque todo tiene que ser así – es que acaso… las cosas van a cambiar? – no quiero que se aleje, lo necesito
- Bocchan, que más quisiera yo que tenerlo junto a mi todo el día, pero…
- Pero que Sebastian! – no lo soporto!
- DUELE EL AMOR NO CORRESPONIDO! – me grita en mi cara, se zafa de mi agarre y sale de la habitación sin decir nada
No se supone que las cosas resultarían así, se supone que era un nuevo día, y es época de navidad, siento algo húmedo en mis mejillas y al tocarlas veo que son lágrimas
DIABLOS PORQUE ESTOY LLORANDO? – me vuelvo a acostar e intentar calmarme, pero es inútil, odio esto
SEBASTIAN POVE
Realmente Bocchan, a veces, es demasiado cruel conmigo, condescendiente y agr! Un niño, como me fastidia que sea tan poco despreocupado con los sentimientos de una persona, o de un demonio en este caso, pero en serio, Ciel a veces te pasas.
- Je… jeje… eso me molesta jajaja, estoy loco – pero realmente…. Porque tuve que enamorarme de una persona como él?
No se supone que esto terminaría así, se supone que el tenía que amanecer mejor, y decir en mi presencia que le enfermo, porque todo tenía que suceder en épocas navideñas, yo solo quería estar este tiempo con él. Pero no resulto así, y ahora no sé qué sucederá con la celebración de navidad y con nosotros.
- Creo que tengo que alejarme un poco de él – lo resolví – es mejor tomar distancias
Me dirigí a la cocina, debía preparar el almuerzo, sé que Ciel no querrá desayunar, porque al parecer se ha quedado dormido, lo siento a través del contrato. Aunque es temprano, mantenerse ocupado en el almuerzo es lo unico que puedo hacer para dejar de pensar en la pelea de esta mañana.
AUTORA POVE
Aquella mañana había empezado con una pelea entre amo y mayordomo, no se supone que el día iba a avanzar así.
Después de unas horas Ciel despertó, con lágrimas cristalizadas en sus ojos y con más cansancio del inicial, no había podido dormir, y hora tenía que esperar al almuerzo. Vio su reloj de pared y marcaba el medio día, pronto Sebastian lo llamaría para que almorzara y en la tarde se dedicaría a preparar la celebración por navidad.
Como iba a ayudar en la preparación de todo (realmente solo a supervisar) tendría el momento y tiempo suficiente para poder hablar con Sebastian y arreglar las cosas, por alguna razón no quería seguir peleado con él más tiempo. Realmente le molestaba aquella situación, pero más le molestaba que los sentimientos de Sebastian en vez de mejorar la relación, los estuviera empeorando
CIEL POVE
- Si yo lo amara, cambiaria en algo la situación? – me pregunto mientras camino por los pasillos de la mansión – no lo creo, solo no fuera algo no correspondido, pero no creo que muchas cosas cambien
Me dirigí al jardín, allí encontré a Finny, y al verlo me recordó que no había comprado aun los obsequios para ninguno en la mansión.
Fue en busca de Sebastian, pero simplemente no le podía decir *Sebastian vamos por obsequios*, y menos en la situación en la que nos encontrábamos
Mi solución fue llamar a Tanaka, le dije que preparara el transporte y que saliéramos de inmediato a Londres. En menos de 20 minutos me encontraba de salida, Sebastian no lo sabía, o almenas no se lo había dicho.
Antes de que me capturara y me evitara salir , sube al carruaje y al poco tiempo estuve en Londres, deje a Tanaka con el carro cerca de una tienda y entre a ver que objetos tenían y encontrar algo para mis sirvientes
- Primero Tanaka – me dije y pensando unos minutos me dedique a buscar algo que encajara a sus características. Camine por la tienda y encontré un juego de te estilo japonés, de color marrón verdoso con el símbolo de bambú, lo tomé entre mis manos – ahora Meyrin y Finny – vuelvo a caminar por la tienda y encuentro una pañoleta de jardinero de color azul y para Meyrin un juego de mucama nuevo, de tono violáceo con blanco.- el siguiente es Bard – pero no pude encontrar nada en aquella tienda.
Me dirigí a la caja y pague lo que había comprado, pidiéndoles de favor que lo envolvieran, espere 10 minutos y con fundas en mis manos me dirigí a donde Tanaka. El cargo los paquetes y yo seguí caminando a otras tiendas, hasta que encontré en una que vendían artículos para cocina. Entré y compré un corro de chef con la imagen de un pastel, era gracioso pensar que Bard usara eso, pero me decidí como buen regalo.
- Ya está casi todo, ahora… Sebastian – y he ahí la gran interrogante - Que puedo comprarle a Sebastian?
Después de caminar y caminar y caminar, no encontraba nada como para darle. En ese momento leí en un cartel de una joyería “Se graba mensajes en sus joyas”. Me pareció interesante y entre en él
Una muchacha me atendió y le pregunte por el letrero de la vitrina, ella me explico que es una nueva técnica de grabado en joyas mediante un punzón metálico, que incluso puede grabar en color, y que puede grabarse en collares, aretes, cadenas y anillos.
- Un anillo – aquella idea me pareció buena – puede mostrarme sus anillos por favor? – ella accedió con una sonrisa
Me dirigí a una vitrina con millones de anillos, había dorados y plateados, pero aquellos colores no me parecían acorde a Sebastian, pero entre todos ellos, había un anillo rojo. Le pedí a la muchacha que me lo mostrara y lo hizo.
- Del mismo color – ver ese anillo era como ver los ojos de Sebastian – quiero este anillo
- Quiere que le grabemos algo en algún color? – me pregunto mientras tomaba una cajita
- Si – lo pensé unos momentos – quiero que le grabe este símbolo – agarre un papel y escribí mi nombre
- Claro no hay problema
- Y puede añadirle algo más? – le pregunte – puede grabar en la caja “mi alma es tuya” – vi como la chica se enrojeció
- Que tierno – me dijo con una sonrisa – como algo extra y sin ningún recargo puede escoger de estos listones el color que quiera
- Oh gracias – mire entre los listones y había un negro – ese por favor
- Claro – la muchacha tomo el listón, la caja y el anillo.
En menos de 30 minutos estaba listo, lo pague, y salí de la joyería. Mientras caminaba vi que era la 1:30 de la tarde y si no llegaba ya a la mansión Sebastian me mataría.
Regrese pronto al carruaje y le dije a Tanaka que diera prisa y así lo hizo, como nunca estuve en 10 minutos en la puerta de la mansión. Pero no fue lo suficiente, al tomar la perilla de la puerta, Sebastian abrió desde adentro y tengo que decirlo, si no estuviera convencido de que existen los demonios, porque tengo a uno de mayordomo, me habría dado un infarto en ese mismo lugar.
Sebastian tenía una cara de espanto, miedo, cualquiera que lo viera saliera corriendo.
- Bocchan - dijo con voz gutural, que miedo – la comida esta lista desde hace una hora y cinco minutos
- Ah, sí lo es – respondí tratando de entrar en la mansión
- Me puede decir a donde fue – gracias a dios, Tanaka al dejarme en la puerta se fue con el carruaje y entrar por la puerta de atrás y así ninguno viera los obsequios
- Ah… este… por ahí – le dije con una sonrisa, tratando de que Sebastian se calmara pero al parecer tuvo el efecto contrario y al tratar de entrar, puso su mano delante de mí y susurró en mi oído
- Si eso imagine – se dio la vuelta y se marchó a la cocina, pero antes de entrar en ella me dijo – si me espera DOS minutos, le serviré su comida caliente, DOS minutos Bocchan . y se marcho
- Lo repitió dos veces, que carácter – dije para dirigirme al baño, asearme un poco e ir directo a la mesa donde Sebastian ya estaba poniendo los platos
- Espero que solo mi presencia le enferme, mas no la comida
- Moo, Sebastian porque justo cuando estoy comiendo, no quiero que se me dañe el momento, si?, si quieres pelear déjalo para otro rato – le dije para continuar con mis alimentos, creí que Sebastian se quedaría callado pero no, y lo que dijo a continuación me destrozo, no solo el almuerzo, sino también la poca alegría que me quedaba al pensar en el regalo que le daría a Sebastian
- Pero claro Bocchan, le enfermo tanto que incluso quien sabe a dónde se fue y a encontrar con quien, para que lo cure
- Sebastian
- Si dígame
- ERES UN IDIOTA…. TE ODIO! – le tire la comida en la cara y Salí corriendo a mi habitación
*Como puedes pensar eso de mí?... no que me amabas tanto… te odio Sebastian…*
Algo en mi estómago no me hacía bien, y ese dolor se subió a mi pecho, me siento asfixiado, como falto de aire, porque esto tiene que pasarme a mí?
SEBASTIAN POVE
Me odia, como puede odiarme… Diablos que hice para que me odie, no, no quiero, Ciel espera!
Bocchan por favor espere – salgo a su habitación después de darme cuenta de la estupidez que acabo de cometer, siento algo extraño en el contrato, su cuerpo está sintiéndose extraño, siento que está muy mal y esto me asusta. Es mi culpa
Llego a su puerta y antes de entrar, oigo un llanto que proviene del interior, es Ciel y llora, porque lo hace?, estará enfermo de verdad?
- Bocchan, está bien? – pregunto antes de entrar
- Vete… no quiero verte… solo prepara lo de esta noche… es una orden – me dice entre llanto
- Pero.. – trato de quedarme, quiero saber que le sucede
- Es una orden Sebastian – me dice serio
- Yes my lord – respondo con duda, rápidamente cumplo con su orden, quiero que esté listo todo y rápido para verlo, quiero arreglar las cosas
Desgraciadamente no todo funciona a mi favor, tengo que hacer muchas cosas, y no las terminare pronto. Esto me ha llevado toda la tarde.
Ya entrada la noche, todo está listo, pero no pude hablar con él. Ciel aún no ha dicho ni una sola palabra y menos se ha mostrado, al menos no a mí, veo que Meyrin se dirige a su habitación con el cambio de ropa para esta noche. Un traje azul oscuro con felpa blanca en las puntas.
CIEL POVE
Llame a Meyrin para que me vistiera y así lo hizo, aunque casi nado en sangre por culpa de sus hemorragias al verme desnudo.
Cuando me vi al espejo me quede sorprendido con el traje
- Meyrin, quien escogió el traje? – le pregunte mientras me abrochaba un botón cerca de mi cuello
- Sebastian, joven amo, el escogió el traje para esta noche, perdóneme que lo diga pero está lindo Bocchan – quedo sorprendido ante lo dicho por ella, es verdad Sebastian tiene un gusto realmente bueno
- Okey gracias – hace una reverencia y se marcha – me hubiera gustado que fueras tú, Sebastian, el primero que me viera vestido así – aquello que dije hizo que mi pecho se apretara, dios que me sucede?
Salgo de mi habitación y me dirijo hacia el salón, al bajar las gradas veo la decoración del lugar, es increíble. Aquello me hace recordar con melancolía a mis padres, y me gustaría que si no fuera por la pelea con Sebastian todo fuera felicidad como aquella noche.
AUTORA POVE
Al llegar Ciel al salón, la fiesta inició, hubo baile, risas, comida y regalos.
En el momento de los obsequios Ciel dio uno a cada uno excepto a Sebastian, cosa que no le extraño para nada, y de la misma manera Sebastian no le dio uno a Ciel, eso fue algo triste para el menor, pero no se puede hacer nada. Además de eso, en ningún momento de la fiesta Ciel y Sebastian cruzaron palabra, mirada y menos aún cercanía. Si Sebastian estaba en él un lago del salón, Ciel estaba al otro, era como que estaba prohibido acercarse, cosa que lo notaron todos, pero prefirieron no decir nada.
Luego de la fiesta y ya entrada casi la madrugada. Ciel estaba sentado en el suelo junto a su cama, debajo del ventanal, con la luna alumbrándolo, con su pijama y una cobija para no congelarse. Nevaba.
CIEL POVE
En mis manos tengo el regalo de Sebastian, que al parecer no voy a poderle dar – me digo a mi mismo – si iba a ser así nunca lo hubiera comprado – digo para dejarlo a mi lado
- Porque todo tuvo que terminar así – abrazo mis rodillas y apretó más la cobija
SEBASTIAN POVE
Es verdad el regalo de Ciel quedará inservible – me digo mientras guardo un objeto en mis bolsillos.
- Pasare a ver si ya duerme – me encamino a su habitación, y al llegar toco ligeramente la puerta pero no tengo respuesta, así que decido abrirla lentamente
- Bocchan? – no lo veo sobre su cama y siento preocupación, pero diviso un pequeño bulto junto a ella y al acercarme veo que es él y está dormido.
- Bocchan despierte y acuéstese en la cama, se va a resfriar- pero no tengo respuesta, me acerco a despertarlo y al tocarlo veo que no está demasiado frio – debe ser por la cobija
En ese momento al verlo tan tranquilo se me hace un nudo en la garganta, solo quiero abrazarlo y desear que la pelea de ese día no hubiera sucedido. Con lentitud saco el objeto de mi bolsillo y lo pongo alrededor de su cuello, es una cadena de plata con una piedra azul zafiro, el mismo color de sus ojos.
- Buenas noches Bocchan, y feliz navidad – me acerco a su rostro y deposito un beso en su frente – como quisiera que no estuviéramos peleados Ciel
- Yo tampoco Sebastian – oigo un voz
- Bocchan acaso está despierto – le pregunto alejándome un poco de él, acaso sintió el beso?
- Me despertaste – me dice refregando sus ojos
- Lo lamento, no era mi intención – le digo mientras trato de tranquilizarme
- Eh? – me dice tocándose su pecho – que es esto? – ha notado el collar en su cuello – que bonito, sonrió inconscientemente, le ha gusto mi regalo
- Es un collar Bocchan
- Un collar?, pero no tengo ningún collar – me dice
- Lo sé, es mío – le respondo tranquilamente
- Y porque lo tengo yo? – me pregunta viéndome a los ojos
- Se lo di a usted Bocchan, es el regalo de navidad que apostamos en la partida de ajedrez – explico
- Oh, ya veo – me dice mientras lo analiza
- Le ha gustado – le pregunto con miedo al rechazo
- Si Sebastian, me ha gustado, gracias, es único – me responde con una sonrisa y viéndome fijamente, en ese momento recuerdo la pelea de ese día y desvió la mirada
CIEL POVE
Al verlo a la cara recordé la pelea de ese día
- Bueno Bocchan es hora de dormir – veo que quiere levantarse
- Espera Sebastian – tomo de su brazo rápidamente – quiero disculparme por lo de hoy, no quería gritarte, quiero que arreglemos las cosas, no me gusta estar peleado
- A mí tampoco Bocchan – veo como se sienta mi lado, sin pensarlo apoyo mi cabeza en su hombro y me abraza. Eres cálido Sebastian
- Yo también quería disculparme por la actitud que tome en la hora del almuerzo, me disculpo por haberle arruinado su comida
- Está bien lo acepto, pero – digo mientras me acerco más a su cuerpo – porque te pusiste así?
- Uhm… sé que sonara ridículo pero, estaba molesto por esconderme a donde se iba, sabía que fue con Tanaka pero no supe a donde – responde mientras me toma en sus brazos y me sienta en su regazo
- Fui a comprar los obsequios, era una sorpresa
- Si pero… - se queda callado
- Pero que Sebastian?
- Nada Bocchan, no importa, gracias por contármelo – me abraza fuertemente
En ese momento lo recuerdo, el regalo. Estire mi mano por detrás de él y sentí la caja, la agarre y la traje a mí
- Era por esto que no te dije nada – tome su mano y puse la caja en ella. Sebastian abrió la caja y vio el anillo
- Oh, Bocchan que lindo – me dice – es para mí? – pregunta con burla
- Ya vas a empezar, si te lo muestro no ha de ser para alguien más, demonio idiota – le digo mientras trato de levantarme de sus piernas – acabas de arruinar el momento, idiota
- Era broma Ciel – me dice para tomarme de mis brazos y sentarme más cerca de él y abrazarme – pónmelo
- Eh?
- Que me pongas el anillo
- No, eso sería raro
- Claro que no, ni que me propusieras matrimonio – ríe
- I-idiota – siento sonrojarme, cosa que no es desapercibida por él, tomo el anillo y lo pongo en su dedo anular, en ese momento nota algo
- Espera, hay algo grabado en la verdad?
- S-si – respondo
- Y dice Ciel
- Como lo supiste si no lo leíste
- Puedo reconocer tu nombre grabado en el
- Uhmm…
En ese momento todo fue silencio, pero no era incomodo
- Ciel
- Si?
- Te amo
Aquello fue repentino, muy repentino
- Lamento decirlo así sin más, pero lo necesitaba
- Lo sé, Sebastian
- No quiero incomodarte
.
.
.
.
.
.
.
.
- No lo haces
- Eh?
- Que no me incomodas
- A que te refieres?
- Sebastian, hay algo que siento en mi pecho que me presiona y me hace sentir extraño, que es?
- Uhmm, no lo sé, pero si quieres podemos ir a ver al doctor mañana
- Ujum…- y otra vez silencio
- Te amo Ciel, y no sabes cuándo – siento lágrimas en mi hombro
- Sebastian estas llorando? – pregunto conmocionado
- Lo lamento Bocchan – en aquel momento al ver el rostro de Sebastian pude entenderlo, me estaba enamorando de él, y al descubrirlo una extraña sensación se apodero de mí, entre felicidad y alivio
- Sebastian? – levanto su rostro entre mis manos y busco sus labios con los míos
SEBASTIAN POVE
Esto que siento es un beso?... si y estos labios son los de Ciel…. Ciel me está besando.
Correspondo a su beso tomándolo de la cintura y pegándolo más a mí. Pero porque es este beso?, se está burlando tal vez?. Nos separamos
- Bocchan que fue eso?
- Un beso, que más?
- Si pero porque?
- Uhm… no sé, solo me dio ganas
- Por favor Bocchan no lo haga, duele que haga esas cosas que no tienen sentimientos
- No deberá dolerte más
- Pero Bocchan… yo…
- Déjame terminar Sebastian… ya no deberá dolerte por que ya lo comprendí
- Comprender qué?
- Ya no deberá dolerte porque……..m-me …. Me… me estoy enamorando de ti
- Eh?
- ……
- Ciel! - me abraza fuertemente – te amo, no sabes lo feliz que me haces, gracias
- Te quiero Sebastian
Busca mis labios con desespero y me vuelve besar, demandante y apasionado pero sin ser salvaje y erótico, es un beso dulce. Me gustan sus labios
- Y yo a ti mi amor
- Baka no lo digas así
- Jejejeje… no lo haré… te diré mi amor, y te llenaré de cursilerías
- Tonto
- Jejeje
- Sebastian?
- Dime mi amor
- Feliz navidad
- Feliz navidad mi amor
-