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Desire por carina_mew12

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Cap IX Chaos ·:Caos:·

- Yugi, soy yo, Tea- sonaba asustada- ha ocurrido algo terribleJoey… Joey está en el hospital…- sentenció la chica, haciendo que la poca tranquilidad del peque se desvaneciera.

Yugi tomó lápiz y papel para anotar la dirección del hospital donde se encontraba el rubio. Salió velozmente de su casa rumbo al hospital, rogando a los dioses que la condición de su amigo no fuera muy grave, no se perdonaría jamás si algo le llegase a pasar a su amigo

- *faraón...*- susurró en tono triste mientras corría

 - *yo no hice nada*- fue lo único que respondió.   

***********************

El peque siguió corriendo hasta llegar al hospital. Al llegar fue directamente a la recepción para preguntar en qué habitación se encontraba Joey; y al llegar a ésta vio a su amigo sentado sobre la cama, con algunas heridas superficiales y con Tea y Tristán a los lados, sentados sobre unas sillas.

- qué bueno que llegas n.n- profirió divertido el ojimiel aun en esa situación

 - etto... Joey, yo...- el chibi no sabía cómo disculpase por lo sucedido, temía que el ojimiel le odiara, o peor aún, que su yami terminara lo que dejó inconcluso.

- no Yugi. No digas nada- le interrumpió Joey- después de todo no fue tu culpa. Mi padre se pone así a veces cuando bebe demasiado, jeje… entiendo que sintieras miedo y hayas huido.... pero te agradezco mucho el que llamaras a la ambulancia…

 - ¿nani? [[¿Su padre?]]- no pudo ocultar su asombro

- *te dije que no había hecho nada*- le dijo su yami ante la reciente información. El peque aún no se la creía, después de todo, el faraón le había dicho la verdad, él no había lastimado al rubio y además, según las palabras del mismo, también había llamado a la ambulancia.    

 - ahora el problema va a ser en dónde voy a vivir ahora- mencionó el rubio algo triste- después de lo sucedido, mi padre no va a querer verme ni en pintura- El peque quiso invitarlo a su casa, pero era obvio que era una mala idea. Trató de contenerse lo más posible, pero no pudo; y justo en el momento en que iba a hablar, alguien intervino

 - no te preocupes, si quieres puedes quedarte en mi casa- le dijo Tris- puedes ir a la escuela y trabajar con mi papá para pagar tus gastos. Luego te acompaño a tu casa para ir por tus cosas.

- ¿de verdad? ¡Muchas gracias Tristán!- le respondió- ah, por cierto Yugi, ¿te molestaría pasar a ayudarme con mis estudios mañana que salgas del colegio? Me darán de alta justo a tiempo para el examen

 - *¿faraón, puedes ayudarlo por mí? por favor*- le pidió al mayor.

- *ok. Pero si se atreve a ponerte una mano encima lo mato... Y espero que esta vez puedas cumplir tu promesa*- contestó aún no muy convencido

- *de acuerdo*- muy bien Joey, paso mañana.

%%%%%%%%%

Por la noche, Atemu ya tenía desnudo a su hikari de la cintura para arriba. Lo besaba lujuriosamente mientras que con sus manos recorría todo su cuerpo, acariciando cada milímetro de ésta. El menor dejaba escapar uno que otro suspiro de vez en cuando.

 - no, espera Yami- lo empujó suavemente para apartarlo de sí- aún no me dices qué fue lo que sucedió en realidad

 - eso no importa- se inclinó una vez más para seguir su labor, pero el más pequeño no se lo permitió- no vas a dejarme continuar si no te lo digo ¿verdad?- el chibi asintió alegre. El faraón se bajó de él y se acomodó a su lado- u.u pues, supongo que no hay opción...

--flash back—

··· ahhh… Joey- dijo en un falso gemido y ciñó uno de sus brazos al cuello del rubio para distraerlo.

Bajó lentamente su otra mano al piso y cogió el pedazo más grande y filoso de vidrio que encontró. En ese preciso momento entró un hombre a la casa, con una botella de alcohol en mano. Al ver la escena en la sala, dio un trago a la botella y se dirigió hasta ellos. Joey se levantó de encima del chibi y encaró al hombre.

- espera papá. No es lo que estás pensando (N/A O.o?)- trató de objetarse, pero el mencionado le dio un golpe en la cara que lo hizo caer

- ¡¡Eres una puta, igual que tu madre y tu hermana!!-exclamó furioso el hombre, para luego mirar al peque- tú... tú fuiste el culpable- rompió la botella en la mesa para después amenazar a Yugi con éste.

El faraón estaba más que listo, pudo haber esquivado a aquel hombre muy fácilmente, sin embargo, algo inesperado sucedió. El rubio se levantó ágilmente y lo detuvo sujetándolo de las muñecas, para luego comenzar a forcejear entre ellos. Joey pronto terminó en el suelo de nuevo, donde su padre comenzó a golpearlo y patearlo con rabia. Atemu sólo los veía (N/A no se metió porque le resultaba muy entretenido lo que veía, sonreía sádicamente mientras los miraba, pero es obvio que no se lo dijo a Yugi) Cuando el padre del ojimiel se sintió satisfecho salió de la casa. El tricolor llamó a una ambulancia

···Voy a pasar por alto lo sucedido sólo porque tú ayudaste a Yugi [[pero temo que tu padre no correrá la misma suerte]] (N/A lo que pensó tampoco se lo dijo al chibi)-  y salió de la casa  

--end flash back---

- y así pasó- concluyó el mayor 

- ah, ya. Bueno... Gracias por ayudar a Joey, ¿pero no era mejor que te quedaras con él para asegurarte que estuviera bien?

- si me hubiera quedado tú hubieras sido culpado de su estado, aunque él hubiera dicho que fue su padre. Y sólo llame a la ambulancia por compromiso, nada más. Dije que era uno de los vecinos y había oído una pelea dentro de la casa contigua y les di la dirección

- ¿Y por qué no terminaste con lo que habías empezado?

- ya te lo dije, porque te protegió... Pero será mejor que ni te acostumbres, porque no voy a perdonarlo la próxima vez- dijo serio para cerrar el tema- ahora, ¿en donde me quedé?- miró al menor, sonriéndole libidinosamente. 

- de verdad Atemu, gracias... y para agradecerte- el chibi miró el cuerpo del faraón de arriba a abajo para luego bajar tímidamente sus manos a la entrepierna de éste, tratando de despojarlo de la ropa interior (N/A acuérdense que él duerme en bóxers)

- O///O ¡¡no Yugi, ¿qué intentas hacer?!!- detuvo con sus manos a su hikari 

- sólo quería...- acarició sutilmente la virilidad de Atemu por sobre la ropa, siendo detenido una vez más por su yami

- no pequeño, ya es tarde y mañana debes ir a la escuela

- hace un momento estabas ansioso por continuar, ¿o es a caso que no te gusta que yo tome la iniciativa?

- no es eso, es que...- dio un largo suspiro- supongo que no puedo seguir ocultándotelo. Yugi, yo... como espíritu no puedo sentir nada material, no  quiero hacer esto si... si no puedo sentirlo en realidad

- ......- el peque se quedó sin habla, no supo cómo reconfortar a su yami- [[así que lo que me dijo Shadi era verdad después de todo]]

- ¿qué? ¿Qué fue lo que te dijo Shadi?- preguntó molesto

- ¿cómo sup...?- pero calló de inmediato, había olvidado que el faraón podía leer su mente; odiaba esa maldita habilidad. Pronto Atemu supo lo que dijeron esa noche entrando a la mente de su hikari

- ya veo, con que eso te dijo- dijo secamente- [[ese idiota… cuando lo encuentre va a sufrir como nadie… rogará a los dioses que le permitan morir…]] bueno, ya que lo sabes, se me acaba de ocurrir una fantástica idea- esta vez se escuchó más alegre- ¿que te parece si le das el rompecabezas a Joey? Así yo obtengo mi cuerpo, tú y yo estaremos juntos y todos felices 

- todos menos Joey- replicó el chibi- no puedes hacer eso sólo porque lo odias, es horrible. Ustedes dos fueron grandes amigos antes, arriesgaste tu vida para ayudarlo ¿por qué tienes que ser así con él ahora?

- porque se atrevió a meterse con lo que es mío- esas palabras le hicieron sentir al peque amor y a la vez miedo, así que decidió cambiar el tema

- Debe haber otra manera de que obtengas tu cuerpo sin lastimar a alguien

- tal vez,… pero será mejor descansar por ahora- ambos se recostaron y durmieron abrazados por el otro.

%%%%%%%%%

Al otro día, después del colegio, Atemu, ocupando el cuerpo de su hikari, fue a ayudar al rubio, a éste le pareció que su amigo estaba más serio y hasta parecía otro, pero no le dio importancia. Esa vez no intentó hacerle nada al peque, tal vez porque estaba molesto con él o… o porque estaba tan preocupado por su examen que se le olvidó.

La mañana de jueves, el profesor de historia les dejó trabajo a sus alumnos mientras le hacía la última prueba a Joey; como era de esperarse, nadie estaba haciendo nada, platicaban a escondidas, dibujaban, se mandaban recaditos o cosas así, Yugi estaba muy preocupado por el ojimiel. Una vez llegado el descanso, el profesor le dijo al rubio que lo acompañara para darle su calificación. Regresó ya casi terminando el descanso, con la cabeza baja, sus amigos se acercaron a él. 

- Joey, ¿cómo te fue?- inquirió la ojiazul preocupada al verlo

- ^o^ ¡¡aprobé, aprobé!!- dijo levantando la mirada, con una enorme sonrisa- ¡¡gracias Yugi!! Lo abrazó, levantándolo un poco del suelo; después lo bajó y siguió celebrando para sí mismo. Los otros alumnos entraron apresuradamente y aventándose, seguidos de la profesora de la siguiente clase.

- buenos días- dijo la mujer mientras se dirigía al escritorio- ah,… Sr Wheeler, el director quiere verlo

- ¿nani? Pero si aprobé todas mis materias- dijo Joey

- no es por su rendimiento escolar, es algo más serio. Por favor vaya a su oficina- el ojimiel suspiró y salió del aula.

****************

Al salir de la escuela, los amigos de Yugi buscaron al rubio por todos lados, hasta que lo encontraron afuera del edificio, recargado sobre una pared. Algunos de sus mechones de cabello le caían en el rostro, impidiéndoles ver bien la expresión de su rostro

- aquí están tus cosas- profirió el castaño, pero su amigo no respondió

- ¿qué pasa Joey?- trató de averiguar el chibi, agachándose (N/A no mucho, jeje) para ver su rostro

- mi padre…- murmuró débilmente mientras algunas lágrimas bajaban por su mejilla- mi padre… está muerto- terminó de decir antes de romper en llanto. Esa noticia le cayó como balde de agua fría al peque.  

- ¿qué? ¿Cómo?- preguntó Tea asustada

- se suicidó- respondió en sollozos- lo encontraron esta mañana en un callejón desangrado, se cortó las venas… la policía dice que se sintió culpable por haberme golpeado y se suicidó…- se abrazó a la ojiazul, quien correspondió el abrazo para consolarlo.

Yugi se sentía horrible, algo dentro de sí le decía que el padre de Joey no se había suicidado, que su yami tuvo algo que ver; y la sensación de satisfacción que provenía del alma de Atemu lo corroboraba. El faraón estaba fuera de control, tenía que idear algo para que dejara de lastimar a otros…

Continued…

 


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