Pareja 1
Alumnos: Yuki Yamaguchi/ Sora Minamoto
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Gruñó unas cuantas veces al verlo entrar. Lo odiaba. Un odio puro y sincero, ese era el sentimiento de Yuki por Sora, detestaba todo de él... Su baja estatura, su cabello negro, sus ojos tan apagados y grises que no se perturbaban con su presencia... Y lo peor de todo, el epítome de su odio... Era otaku, el odiaba a los otakus, a los gritones, a los callados, a todos, detestaba ver cuando llegaba con algún abrigo con un símbolo raro atrás, que siempre se la pasara de teto leyendo esa basura que él llamaba manga.
-Tsk estúpido anormal- el chico como siempre pasaba tranquilo con su mirada fría, su emblema se encontraba en su bufanda nueva... Seguramente de algún nuevo anime que vio, pero a diferencia de otros días, Sora llevaba puesta una camisa de botones completamente blanca, era evidente que no era suya... Le quedaba enorme, a las chicas les parecía adorable, pero al pelirrojo no, tomo la botella de gaseosa de un amigo y camino hacia él, a paso decidido y con una sonrisa victoriosa. El pálido pelinegro acomodaba con tranquilidad sus libros en el casillero, hasta que sintió el frío en su cabeza y recorrer su espalda, se paralizo unos momentos. Todo era rutina... Ahora el moreno se enfadaría con el pelirrojo, se insultarían, se gritarían y finalmente serían llevados con la psicóloga escolar, la cual les regañaría como siempre... Pero hoy no sucedió. Sora dirigió su mirada hacia Yuki... Y calló, solo se escuchó un suspiro de parte del blanquecino otaku, y por alguna razón Yuki adivinó que esta vez había logrado molestar en plenitud a la "lagartija virgen" como lo llamaba, sonrió satisfecho y se dio la media vuelta dejando a Sora solo en aquel semidesértico pasillo.
....Más tarde....
-Yuki, te habla la señorita Wreack- dijo la delegada tocando el hombro del mencionado.
El pelirrojo se levantó con molestia.-Bien, bien si me va a castigar... Que sea ahora- caminó lento por los pasillos hasta la oficina de Nao Wreack o mejor conocida como Psico-wreack debido a sus tendencias torpes y en ocasiones extrañas. Yuki se sentó con las piernas extendidas, notando que el joven otaku no estaba en la habitación, quejándose o insultándolo como siempre. La psicóloga de cabellos magenta se acomodó un poco en la silla.
-"Bien, ahora si me matará" - pensó el pelirrojo, la psicóloga nunca lo había visto así, parecía que quería matarlo, y no estaba tan erróneo.
-Joven Yamaguchi -dijo seria- ¿Me puede, ‘por favor’ -haciendo énfasis- explicar por qué razón le arrojó el refresco al joven Minamoto?
-"Ese asqueroso virgen salió corriendo a esconderse tras la psicóloga" -pensó el pelirrojo -Vamos no es para tanto, solo se manchó su camisa y ya- dijo tranquilo.
-Sabes Yuki, por lo general soporto sus discusiones diarias, pero esto ya fue demasiado.
-"Ok... Ahora SI exagera esta mujer"- ¡Bien! ¿Quiere que me disculpe?- dijo burlón el pelirrojo.
-Eso no bastará, Yuki.
-¡Oh vamos! ¡Es solo una camisa!
La joven de cabello magenta suspiró -No Yuki, no lo es... verás, hace dos años falleció el padre de Sora -el pelirrojo abrió los ojos en demasía, ahora recuerda su gozo al no verlo en clase por un semana- Pasaron muchos problemas y los tíos de Sora se quedaron con las pertenencias de su padre... Menos con una cosa... Esa camisa... Sora solo se pone esa camisa una vez al año- el pelirrojo ya sentía caer la bomba, y con ella, su valor humano -solo la usa en el aniversario de la muerte de su padre- y explotó la bomba.
Hubo un gran silencio en la habitación. -Yuki, lo creas o no, he luchado por ver a Sora tan alegre como antes... Pero TÚ lo arruinas cada vez más -Sonrió de forma maléfica -Así que pagarás.
-¿Pagar? ¿A qué se refiere con eso?
-Fácil Yuki, deberás ser amable con Sora durante un mes completo, y no solo eso... ser su amigo -El pelirrojo puso cara de asco ante tal reto- y para verificar que lo cumplas... Esto podría perjudicar tus notas... y bien... ¿Aceptas?-preguntó extendiendo su mano.
-Pues... Supongo -respondió con desgane.
El día paso normal para los dos... "El día de mañana será duro" pensó el pelirrojo abrazando protectoramente su almohada. Tendré que volverme amigo del estúpido virgen. Estaba por caer en un profundo sueño hasta que escucho su celular el cual contenía un mensaje.
*Yuki, estoy segura de que aún no te duermes, además creo firmemente que me mentirás sobre ese mes, por lo que debes mandarme una foto diaria de ustedes dos ¿Vale? Sin más, ¡Hasta mañana!... y recuerda... no me llaman Psico-wreack por nada.*
-¡¡¡Ahg!!! Estúpida psicóloga ¡¡¡Está loca!!! Es... es... ¡¡¡Una psicóloca!!! -gritó para después taparse completamente con el futón y dormir al fin.