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INTERNADO DE DONCELES por yesnightles

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Notas del capitulo:

HOLAAAAA!

Niñas, lo lamento tanto u_u no haber podido actualizar...pero tengo una razon (??) anatomia es tan dificilllll :((???) y las practicas en el hospital me dejan muerta, que no tengo tiempo para escribir :(

en fin no los aburro y dirfruten el cap. No es tan largo....perooo ya se acerca lo bueno ayyy me emociono <3 <3 xDD

 

 

                                  CAPITULO 12

6 semanas después

La vida en el internado volvía a recorrer lentamente. Atrás ya habían quedado los problemas que lo acecharon, y es que el enterarse que el doncel mas bello, el orgullo del internado, había perdido las orejas, fue un trauma bastante mayor.

Lo peor de todo fueron los padres, rumoreaban los aldeanos. Ellos al enterarse de tamaña desfachatez por parte de su hijo, intentaron por todos los medios ingresar al internado, ocasionando un gran revoltijo que fue mermado solo cuando un Lian apareció frente a ellos. Lucia pálido y asustado, temblando de pies a cabeza, cuando se enfrento a sus padres al aire libre. Sus padres lo observaron con tristeza y es que su único hijo había dejado de ser puro a los 14 años y lo peor de todo era que negaba tajantemente mencionar quien había sido el culpable.

Forest reprimió toda la furia que lo embargaba al ver su hijo, tan desprotegido y humillado que se negaba a mirarlo a los ojos. Por un acto de consuelo hacia él, no dijo nada afuera del internado, se limito a observarlo y luego indico a un Lim lloroso, que lo llevara a su hogar.

Una vez dentro, Forest se permitió embargarse por la furia, desolación, tristeza, decepción que llenaban su alma. Tomo a Lian de los cabellos rojos, tan idénticos a él, para arrojarlo a lo que había sido su cuarto. Lian cayó en el piso frio llorando a lágrima viva, asustado de aquella reacción de su padre. Forest no se conformo con eso, sino que lo azuzo de un brazo obligando a que rebele el nombre del malnacido que lo había profanado, obteniendo, como siempre, una negativa. Aquel acto lo enfureció mas, y odiándose el mismo, comenzó cruzando el hermoso rostro de su hijo, con una bofetada tan fuerte que rompió los belfos de este, provocando que mane una sangre tan roja de ellos, como sus cabellos.

“!no te golpearía, si es que me dijeras quien ha sido el maldito que te hizo esto!”

Lian continuaba en su trance. Su padre lo había golpeado tan fuerte que por un instante contemplo darle el nombre de Daniel, sin embargo reacciono volviendo a la negativa.

Lim al ver los golpes de su esposo a su niño bello, se arrojo a los pies de este, para calmarlo, siendo el también arrojado a un lado. No se rindió, e intento ponerse en medio de Lian y su padre, acto que finalizo obteniendo él también una gran bofetada, erróneamente dada.

“¡no lo hagas! ¡Para! por favor Forest, es un niño. ¡LO VAS A MATAR!”

Lian no resistiendo mas golpes que llegaban a su menudo cuerpo, se había ya abandonado, echándose en posición fetal en el frio lugar, bloqueando las palabras y golpes de su padre, simplemente refugiándose en aquel momento en que había tenido a Daniel entre sus brazos. Aun podía escuchar los latidos del corazón de este, podía sentir la suavidad de sus cabellos, aun lo sentía dentro de él.

“Forest, piedad por favor. Es tu hijo. ¡Golpéame a mí! Soy yo el responsable por no haberlo educado bien…pero ya no lo golpees, por favor…”

Lim fervientemente había vuelto a la carga, intentando inútilmente de frenar a su marido. Sollozaba cada vez más fuerte al ver como Lian ya no respondía ante tamañas golpizas y en un acto de amor y desesperación, se tendió completamente encima de su hijo, cubriéndolo con su delgado cuerpo, intentando él recibir los golpes.

Forest al ver aquella acción, freno sus movimientos. Visualizo a su amado esposo temblando y llorando a lágrima viva sobre el cuerpo maltrecho de su hijo… ¡¿Qué había hecho?! Pensó.

Nublado por el remordimiento y el miedo, salió de la habitación jadeando y trastabillando, intentando controlar su furia.

Alrededor de una hora más tarde, ingreso a su cabaña, topándose con la oscuridad total. Camino a la habitación de su hijo, encontrando a un Lian tendido, casi desnudo, en su lecho y aun Lim sentado en la orilla de este.

Su hijo ardía en fiebre, le había dicho su esposo, sin mirarlo y es que solo tenía ojos para su niño. Intentaba él bajarle la temperatura con pequeños pañitos de agua fría que reposaban en su frente y sutilmente Lim mojaba su rostro con agua de jazmines.

Espero toda la noche junto con su esposo que no le dirigía ni una palabra, sentando en aquel sofá del cuarto. Fue cerca al alba en que Lian por fin despertó recibiendo como bienvenida una sonrisa triste de su papa, que no se había movido ni un segundo de su lado.

“¿estás mejor?” le había preguntado. Lian no respondió y es que no estaba mejor. Se alzo un poco y diviso a su otro padre recostado en el sofá. Lo observo largo tiempo. No lo culpaba por su reacción porque incluso cuando divisaba venir los golpes, observaba una lagrimilla traviesa escurrirle de sus ojos. Su padre estaba sufriendo y él había sido el culpable.

Forest despertó sobresaltado y al ver los luceros celestes de su niño abiertos, se dirigió presuroso a su lecho. Lian al ver a su padre observándolo, intento rápidamente cubrir con sus mantas su desnudes.

“No intentes cubrirte ante tu padre, cuando con otro no lo hiciste….”

 

 

Lian paso alrededor de 2 semanas en su cabaña, recuperándose de los golpees de su padre. Este no había vuelto a hablar con él desde aquel día, solamente cruzaban palabras de saludo, mas nada. Lim intentaba reconciliarlos pero era tan inútil como si hubiera intentado separar el mar en dos.  Pasada las dos semanas, Lian ya se había recuperado y estaba ansioso por regresar y es que en esas dos semanas, no había tenido rastro de Daniel.

Cuando regreso al internado, había sido conducido al lado opuesto de donde antes era su dormitorio. Ahora tenía un cuarto solo para él, sin embargo era mucho más pequeño que el anterior. Se había despedido de su padre Lim cuando lo había dejado en el internado pero Forest no había ido con él. Le comunico que se iba ese día en el desayuno, obteniendo por respuesta un leve asentimiento de cabeza, mas nada.

Suspiro y se dispuso a ordenar sus pertenencias para después intentar buscar a Daniel y a su amigo Yari.

Llego a los terrenos inferiores pero no diviso a su amante ni a su mejor amigo. No estaban.

Un poco alicaído se dirigió a su nuevo dormitorio, topándose gratamente en el camino con un Véra que lo observaba con asombro. Él no pregunto nada, simplemente converso con él de temas triviales, como si nunca se hubiera enterado de lo que hablaba todo el internado incluso hasta el pueblo. Lo condujo a su dormitorio el cual para sorpresa de Lian también estaba habitado por una sola persona y es que Aya había sido alejado del internado por sus padres cuando se le presento un buen pretendiente.

Lian decidió, entonces, mudarse con él.

 

 */*/*/*/*/*

Ahora había transcurrido 6 semanas, mas de un mes, y Lian solo había tenido algunas cartas por parte de Daniel, traídas por un Véra mas que entusiasmado por aquella misión que se le había dado.

-¿Sabes, Véra? Daniel me dijo que en menos de un mes se Iria, y yo le dije que me marcharía con él – conto ahora acostado en su lecho.

-Imposible – dijo él en la misma posición de su amigo – Ralá me hubiera dicho que se marcharía.

Y es que en estas 6 semanas muchas cosas habían cambiado. Una de ellas era el acercamiento que Véra había mantenido  con Ralá. -No importa la fecha de cuando se irán porque yo me iré con él.

-¡Entonces yo también! – rio jovial.

-¿sabes algo de Yari? – Pregunto como siempre lo hacía – No puedo creer aun que no lo haya visto en estas 6 semanas. Es como si hubiera desaparecido.

-Lo que yo estoy enterado, es que no ha desaparecido. Sigue asistiendo a clases y ahora comparte su dormitorio con otro doncel.

-Me parece estupendo – susurro – es mejor que tenga otro tipos de amigos. Yo solamente le traería problemas.

-¿cuántas veces mas, vas a humillarte? – Pregunto colérico – que no tengas las orejas, no significa que seas un cualquiera que se abre de piernas a todos… ¿o sí? – pregunto

Lian no pudo evitar esbozar una carcajada y es que Véra era tan abierto a esos temas, que él se sentía cómodo con ello.

-no, al menos yo no – contesto con una sonrisa picara – es mas te confieso que solo paso “eso” con Daniel, una vez. Fue cuando perdí las orejas, a partir de ese momento no lo hemos vuelto a hacer.

Véra inmediatamente se arrojo al lecho de Lian, asombrado.

-¿solo una vez? – Pregunto - ¿Qué le pasa a ese marino? Teniéndote a ti como amante y solo te ha tocado una vez… es extraño – dijo dudoso.

-¿extraño? – Frunció el ceño – ¿quieres decir que ya no le parezco atractivo? – pregunto cada vez mas asustado.

-¡no! Digo…quizá no ha encontrado el momento – aseguro con una sonrisa alentadora.

-Pues cuando me vaya con él, encontrara todo el momento que quiera – se sonrojo por sus propias palabras pero estaba seguro de ello.

 */*/*/*/*/*/*

Aquellas dos semanas sin saber absolutamente nada de Lian,  para Daniel, habían sido un calvario. Deambulaba por el internado intentando escuchar noticias sobre él a los profesores pero no las oía.

Solo sabía que no se encontraba ahí. Se lo habían llevado sus padres.

Aquella única noticia lo recibió de la persona que menos quería ver en ese momento. Se acerco hacia él, con aquella mirada inocente y más bello que nunca, a comunicarle aquello.

Daniel se obligo a no mirarlo a los ojos, quizá avergonzado de aun guardar sentimientos por él sin embargo Lian caló en su mente y disipo todo aquello, llenándolo de dulces recuerdos al lado suyo.

Fue suficiente para él eso, así que amablemente agradeció aquellas noticias y se despidió de él, dejando a un desorientado Yari.

Conforme el tiempo pasaba Daniel meditaba aun más lo dicho por el doncel.

¿Estaba dispuesto a llevárselo?

Era una de las grandes preguntas que se hacía. En algunas ocasiones eran un sí rotundo pero al pensarlo muy bien, Daniel obtenía un no. Lo amaba tanto que no estaba dispuesto a hacerlo sufrir por su egoísmo de tenerlo al lado de él, cuando no tenía un hogar establecido en tierra firme. Estaba convencido, la vida en altamar era muy dura y Lian no lo soportaría.

Decidido a abandonar aquel amor, un día de esos recibió noticias de Lian y su corazón, traicionando a su mente, comenzó a latir nuevamente.

No lo podía ver porque era muy arriesgado pero aquellos minutos que pasaba leyendo aquellas cartas perfumada con jazmines, eran suficientes para alimentar aquel amor. No sabía que depararían las diosas para ellos, no obstante estaba dispuesto a luchar cada día por aquel amor que los unía a la distancia.

 

 

*/*/*/*/*/*/*

Sentía como su cuerpo era embargado por el miedo. Se sentía desfallecer, mientras escuchaba los alaridos de aquella persona. Oía como esas palabras crudas eran dirigidas hacia él. Divisaba la silueta de esa persona encima de él intentando  maniatarlo. No obstante, no podía enfocar su rostro, solo percibía su furia por no poder dominarlo.

Fue hasta el momento en que sintió como aquella persona por fin logro su cometido pues se sentía siendo alzado en vilo, escuchaba sus jadeos nítidamente, la fuerza con que era cogido por las piernas…cuando despertó.

Estaba sudando copiosamente, con las sabanas enredadas alrededor de él, jadeando sobre su lecho y con la misma sensación de temor del sueño.

Intento descifrar aquella pesadilla pero por más que intentaba, no lo lograba. No era la primera vez, que él recordara cada semana aquel tormento lo acechaba, causándole mas temor el no poder entender aquello.

Diviso sus ventanales y comprendió que pronto amanecería. Otro día más de cautiverio, se dijo.

Ahora en su línea focal se caló su amigo. Aquella personita que dormitaba tiernamente agarrado de su oso de felpa. Por primera vez entendía lo que era una amistad. Una amistad pura, sin altibajos ni maldad de por medio.

Sin embargo su amigo hizo una mueca de disgusto en sueños e inmediatamente abrió aquellos luceros solo para alzarse sobre su lecho y correr a tropezones en dirección a los servicios.

Véra quedo pasmado ante aquella escena, no obstante se recupero rápidamente dirigiéndose al lado de este.

Y fue ahí donde lo encontró inclinado sobre el excusado, jadeando en sobremanera pues había vomitado.

-¡Lian! Diosas… ¿te encuentras bien? – dijo colocándose al lado de él, intentando alzarlo.

-Ya estoy bien…parece que la cena de anoche hizo estragos en mi – sonrió dificultosamente poniéndose de pie con ayuda de su amigo.

Véra lo observo con el ceño fruncido y es que Lian no se veía nada bien. Tenía el rostro pálido y los ojos cristalizados, señal de que estaba enfermo, se dijo.

-No creo que estés bien – bufo – es mejor que vallamos a la enfermería ¿no crees?

-¡no! Véra por favor te lo suplico, no me lleves ahí…les tengo pánico a los sanadores – rogo cogiéndolo de un brazo obligándolo a que desista.

Véra muy preocupado aparto los cabellos mojados de Lian producto del esfuerzo  para poder palpar su frente. Grande fue su sorpresa cuando cayó en cuenta de que su amigo ardía en fiebre.

Rápidamente pasó un brazo de Lian sobre sus hombros y dificultosamente lo condujo de nuevo hacia su lecho donde lo acostó. Lian simplemente se dejaba hacer, estaba ya sin fuerzas.

Véra hizo lo que estaba a su alcance y a sus conocimientos. Abrió la parte superior del pijama de Lian, intentando refrescarlo, corrió sus mantas a un lado y se apresuro en mojar un pañito en la corriente de agua de los servicios. Era todo lo que podía hacer por él.

-¿Seguro que no quieres ir donde los sanadores? – Pregunto después de haber pasado algún tiempo colocándole las compresas – yo te acompañare. No tendrás miedo, lo prometo – susurro intentando convencer a su amigo.

Lian negó frenéticamente y es su fobia hacia ellos no había menguado a pesar de los años transcurridos.

-Ya estoy mejor gracias a tus cuidados – sonrió aun con la presencia de la enfermedad en su rostro – Solo necesito descansar para sanar completamente – agrego.

-Me preocupas, Lian. Es evidente que dentro de tu cuerpo posees alguna enfermedad – dijo con el ceño fruncido – ¿este síntoma a lo habías sentido alguna vez? – Pregunto preocupado – es decir, la presencia de los vómitos mas la fiebre…

Lian medito un buen rato y es que Véra tenía razón. Nunca había sentido aquello. Si bien es cierto que algunas ocasiones había padecido de fiebres altísimas, sin embargo la presencia de vómitos era nula.

-Creo que no…de hecho la última vez que padecí de calentura fue en casa de mis padres pero disminuyo en una noche gracias a los cuidados de ellos. No fue muy grave – dijo fingiendo estar despreocupado – tranquilo, Véra, seguro es una infección estomacal, producto de la cena de anoche – sonrió desde su lecho.

Véra no estuvo muy tranquilo con la respuesta de Lian, no obstante siguió menguando la fiebre de su amigo, ya sin hacer más preguntas.

-Lian, creo que ya estás en tu temperatura correcta – dijo palpando por enésima vez su frente – creo que mejor iré donde Ralá para que le comunique a Daniel que has enfermado

-¡NO! No digas nada – gimoteo aferrándose a  la delgada muñeca de su amigo – no quiero preocuparlo, Véra. Por favor no digas nada… - susurro.

Véra medito un rato sobre aquella petición, atrapado en ese dilema, sin embargo el divisar aquel hermoso rostro atravesado por la desesperación, sucumbió ante su petición. Se acostó ligeramente al lado de un ya más calmado Lian, dispuesto a pasar el día a su lado.

Lian al ver a su amigo aceptar su pedido, respiro aliviado.

Podía engañar a Véra pero a él mismo no. Algo en su interior afloraba como una flor en primavera, él lo sabía. Lo sentía dentro de él mismo. Instintivamente corrió su mano hacia su abdomen aun plano y quizá con un poco de miedo rozo con las yemas de sus dedos la tersura de este. Ahí estaba, desarrollándose ajeno al mundo exterior, ajeno a los problemas que traía su estadía ahí  y sin embargo, destinado a venir a este mundo.

Mientras sus dedos acariciaban esa zona, Lian derramaba lágrimas silenciosas de desesperación, miedo…temor.

¿Qué iba  a hacer ahora? ¿Qué iba  a hacer con “eso” que brotaba de su interior? – se dijo.

Notas finales:

QUE TAL LES PARECIO??? ahhh estoy nerviosa...

ya saben dejenme su comentario para ver si les gusto, n_n Me hace muy feliz leerlas por aca..!

"anonimo" no voy a abandonar el fic, de hecho tengo la historia en mi cabeza, pero lo que me falta es tiempo :(

me voyy... no se cuando reaparecere ....pero lo hare..muajajaja                

saludoss <3               


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