Caminaba por la calle sin rumbo fijo. Solo tenía puesto una camiseta blanca y unos pantalones rojos apretados que resaltaban mis piernas. Hacia frio sin embargo había salido de su departamento sin ningún suéter. Su pie ya no le dolía y podía caminar bien. Seguro debido a los masajes que le había dado Taemin el lunes que fue a verlo. Sus clases en la universidad iban bien y debido a sus buenas notas no tenía que preocuparse por nada. Salvo, por cierto pelinegro alto que lo llama pequeño cada vez que podía. KyungSoo lo recordaba y lo recordaría toda su vida.
-Maldito Kim Woobin – susurro con desprecio.
Las imágenes nítidas de la vergüenza que había pasado el dia anterior aun rondaban su mente. Cuando sus amigos le contaron lo tonto que se veía realmente se avergonzó. Y lo hizo aún más ya que JongIn presencio toda la escena. Pero la verdad es que le molestaba demasiado que alguien lo llamara pequeño. Sobre todo ese Woobin, que tenía porte de chico arrogante. Lo peor de todo es que tenía que pasar todo el ciclo con él.
Siguió caminando esquivando a las personas de vez en cuando mientras seguía divagando en sus pensamientos. No sería amigo de Kim Woobin ni en sueños. Es más, aun no entendía como JongIn podía decirle hyung. Y lo que más le sorprendía era ver como un chico tan agradable como Jong Suk pudiera estar dispuesto a casarse con tremendo matón. No conocía a ninguno de los dos chicos pero por la primera impresión que le dieron podía adivinar como eran. Jong Suk parecía ser un chico tranquilo y dulce, casi como él, pero con un carácter fuerte cuando se molestaba. Mientras que Woobin era un simple matón que disfrutaba de molestar a otros. ¿Cómo podían estar comprometidas dos personas tan diferentes? Se preguntó si él y JongIn se verían así. El moreno no era un matón de 1.90 m con mirada arrogante pero era muy distinto a él. ¿Los dos encajaban?
-Tal vez si – se auto respondió.
Hubiera seguido con sus pensamientos de no ser por una ráfaga de viento que casi le rompe los huesos. Se froto los brazos tratando de darse calor y al no encontrar ningún efecto decidió entrar a una cafetería cercana. El local parecía lleno pero si uno se fijaba bien, había mesas vacías. KyungSoo entro haciendo sonar una pequeña campanilla que avisaba a los empleados la entrada de un nuevo cliente. Se acercó rápido a la caja y pidió una café americano. Iba a ordenar unas galletas cuando se dio cuenta de que dos pares de ojos lo miraban.
-Qué casualidad! El pequeño está aquí – comento burlón Woobin desde una mesa cercana. Frente a él estaba Jong Suk.
-Unas galletas de ajonjolí – pidió a la señorita que lo miraba expectante.
-Hola KyungSoo – saludo Jong Suk. El bajito le devolvió el saludo moviendo su cabeza.
-¿Por qué no te acercas pequeño? Conversemos un rato – sonrió irónico. KyungSoo iba a acercarse a patearlo cuando se dio cuenta de que tenía a Jong Suk a su lado.
-Simplemente ignóralo – susurro - ¿Vamos a la mesa? – asintió recogiendo su café y sus galletas.
Ambos se acercaron a Woobin quien los recibió con una sonrisa. Jong Suk cambio de asiento sentándose al lado de Woobin mientras el bajito se sentaba frente al alto.
-Parecen que tienen los mismos gustos – comento divertido Jong Suk. Los otros dos se miraron sin comprender. – Galletas de ajonjolí – comento rodando los ojos.
-Son mis favoritas – comentaron ambos al mismo tiempo.
-Ojala te atores con una galleta – susurro bajito KyungSoo
-Ojala te de indigestión – contraataco Woobin. Jong Suk los miraba riendo.
-Ojala te ahogues con tu café
-Ojala te atropelle un auto – KyungSoo lo miro con odio.
-Ojala Jong Suk te deje – se acercó desafiante.
-Ojala JongIn te de tan duro que no puedas caminar por un mes – comento. El bajito se sonrojo y Jong Suk se atoro con el café que bebía.
-Deja de decir cochinadas! Eres un sucio! – grito Jong Suk.
-Él empezó – señalo a KyungSoo
-¿Eres un niño? – se burlo
-Quieres que te muestre que no soy un niño – respondió Woobin comenzando a desabotonarse la camisa.
-Basta! – interrumpió Jong Suk. – Deja de hacer tonterías – le dio un zape a Woobin.
-¿Por qué siempre me pegas? – se quejó. El otro lo ignoro.
-¿Acaso cada vez que se vean se pelearan? – los otros no dijeron nada – Son compañeros de clase así que tienen que llevarse bien
-No me gusta que me digan pequeño
-Pero eres pequeño!
-Woobin, basta – el alto agacho la cabeza. – Este idiota te dejara de decir así. ¿No es verdad? – el alto asintió
-Bien. Entonces, empecemos de nuevo. Soy Do KyungSoo – estiro su mano
-Kim Woobin. Un gusto – estrecharon manos sonriéndose.
-Así me gusta – comento alegre Jong Suk
-Debes tener frio. Toma – el alto se sacó su casaca y se la dio a KyungSoo que se sorprendió por la repentina modestia del otro – Eres el novio de JongIn así que nos tenemos que llevar bien. Le debo mucho a ese niño.
-Gracias – dijo poniéndose la casaca que, por supuesto, le quedaba grande.
-De verdad eres pequeño – comento Woobin
-¿En qué quedamos? – se quejó Jong Suk
-Está bien, déjalo – dijo KyungSoo. Los otros dos lo miraron sorprendidos – Creo que no se le quitara la costumbre de llamarme pequeño así que deberé acostumbrarme. Como dijiste, tenemos que llevarnos bien. Eres el hyung de mi novio
-Eso me gusta –comento alegre Woobin
-¿De verdad no tienes problema? Yo puedo obligarlo a que se le quite esa costumbre – intervino Jong Suk
-Está bien. No hay problema
-¿Con que no hay problema? – pregunto JongIn. El bajito se quedó de piedra.
-Hola JongIn – saludo Jong Suk
-Ya era hora que llegaras mocoso! Nos tienes esperando hace mucho – se quejó Woobin. El moreno lo ignoro y se sentó junto a KyungSoo quien miraba sus galletas.
-Hola hyung – saludo JongIn
-Hola
-¿No se van a dar un beso? ¿Así se saludan los novios?
-Woobin, cállate – el alto miro enojado a su prometido
-Nosotros somos otro caso, hyung – trato de cambiar el tema el menor
-JongIn – llamo KyungSoo. El moreno giro su rostro para verlo y KyungSoo lo beso.
KyungSoo beso a JongIn
Maldición! Debí haberlo hecho antes, pensó KyungSoo.
-Parece que el pequeño lleva los pantalones en la relación – se burló Woobin. KyungSoo se separó de JongIn completamente sonrojado. A pesar de haber sido solo un pequeño beso, para KyungSoo significo la gloria misma. JongIn pensó lo mismo.
-Cállate hyung – reclamo JongIn sonrojado también.
La reunión entre los cuatro siguió entre bromas y discusiones por parte de Woobin y JongIn. Los otros dos reían al ver como sus novios peleaban hasta por la más estúpida cosa como por quien había mirado pasar a una mosca primero. Al ver que la gente los miraba Jong Suk decidió que era hora de irse por lo que pagaron la cuenta y salieron del local. El moreno no había cruzado palabra con KyungSoo y este asumió que era por lo del beso. Aun así se sintió bien. Había besado a JongIn y de eso no se arrepentiría nunca. Decidieron ir al parque de diversiones pero cuando estaban por tomar un taxi Jong Suk recibió una llamada, al parecer urgente, por lo que él y Woobin se fueron disculpándose con ellos.
El ambiente fue tenso. JongIn no miraba a KyungSoo y viceversa. Ambos suspiraban y veían a la gente pasar a su alrededor. El menor tenía sentimientos encontrados. El beso que le había dado KyungSoo había sido uno de los más dulces que había recibido sin embargo ese sentimiento lo hacia sentir ansioso. Su hyung lo había besado solo para hacer callar a Woobin. Solo por eso. Por otro lado el bajito comenzaba a ponerse nervioso ya que el silencio de JongIn no lo ayudaba para nada.
-Me voy a casa – el moreno lo miro y suspiro.
-Te acompañare – susurro comenzando a caminar siendo seguido por KyungSoo.
La situación no había cambiado para nada. A pesar de haber intercambiado esas pocas palabras el ambiente seguía tenso. Y para colmo, según KyungSoo, la actitud de JongIn no ayudaba para nada. Pasaron los minutos y KyungSoo cayó en cuenta de un detalle. Aún tenía puesto la casaca de Woobin.
-No le devolví su casaca a Woobin – susurro
-Se lo puedes devolver mañana – dijo JongIn
-Tienes razón
-Hyung – KyungSoo lo miro - ¿Por qué me besaste?
-….Somos novios ¿no? – el moreno asintió – Eso hacen los novios. Creo que debimos haberlo hecho hace tiempo
-…..Ta vez
Siguieron caminando unas cuadras más hasta que llegaron al edificio del mayor. Ambos se quedaron en la entrada sin saber qué hacer. La tensión ya había desaparecido pero ambos se sentían ansiosos. De pronto, JongIn tomo la mano de KyungSoo sorprendiéndolo. El bajito lo miro curioso pues JongIn tenía una mirada decidida y sus mano libre estaba en forma de puño como si quisiera hacer algo pero no se atreviera.
¿Pensara besarme?, se preguntó KyungSoo
-JongIn, ¿Qué suce – el alto lo interrumpió posando sus labios sobre los de él. Literalmente era el paraíso para ambos. Los labios de JongIn se movían lentamente sobre los del bajito saboreando cada parte de su boca. Sus manos estaban entrelazadas y sus cuerpos uno junto al otro. KyungSoo jadeo un poco cuando se separaron para tomar aire mientras JongIn esbozaba una sonrisa apoyando su fuente sobre la del otro. Rápidamente KyungSoo se recuperó y volvió a unir sus labios con los de JongIn. El moreno se sorprendió un poco por la iniciativa del otro pero aun así correspondió al beso. Pasaron algunos minutos hasta que por fin se separaron, cada uno con la respiración entrecortada.
-Nos vemos mañana Dororo – se despidió JongIn. KyungSoo no pudo evitar sonreír al escuchar su apodo de nuevo.
-Sí, cariño – el moreno sonrió.