-Ahí tienes tu almuerzo y cena. No te olvides de comer JongIn! No estaré en casa pero debes alimentarte – regaño una vez más su madre.
El moreno solo hizo ademan de haber entendido antes de tirarse en el sofá. Su madre se iba a la casa de su tía y eso solo quería decir algo: se quedaría solo hasta el dia siguiente.
-JongIn! – grito una vez más su mamá
-¿Qué? – pregunto sin ganas. Escucho pasos acercándose y después sintió como su oreja era jalada hacia arriba haciéndolo levantar.
-Ya me voy, mínimo dame un bezo antes de irme – soltó su oreja y cruzo los brazos esperando la reacción de él
-Ten buen viaje – susurro besando la mejilla de su mamá. Ella resoplo
-No sé qué habrá pasado con KyungSoo pero debes de cambiar esa cara. Todo se va a solucionar – le regalo una sonrisa
-Si, como sea – contesto él volviéndose a tirar en el sillón.
Su mamá bufo una vez más abandonando la sala y segundos más tarde la casa. JongIn suspiro profundamente cerrando sus ojos. No había dormido en toda la noche por solo pensar en KyungSoo.
A pesar de lo sucedido, le preocupaba el bajito y por eso se sentía aún más mal. Lo peor es que no tenía con quien desahogarse porque definitivamente nadie lo entendería. Ni su mama, ni sus amigos ni nadie. Se sentía solo, completamente solo.
Cerró sus ojos fuertemente para evitar que las lágrimas volvieran a salir pero fue en vano. No solo había estado llorando toda la noche sino que aun hoy seguía haciéndolo.
Y eso no hacía más que recordarle lo estúpido que había sido. Él sabía perfectamente que no debía enamorarse. Ni de KyungSoo ni de nadie. No debía permitir que nadie le afectara tanto, que nadie sea más importante que él mismo. Y mírenlo ahora, llorando a mares por que la persona a la cual lo ama no siente lo mismo. Porque después de horas y horas de estar pensando en la reacción de KyungSoo llego a esa conclusión. No veía otra opción.
Eso era lo único que explicaba el llanto del bajito. Seguro se sentía mal por no poder corresponder sus sentimientos y por eso no tenía ni siquiera el valor para verlo a la cara.
Y lo comprendía. Podrá sonar tonto, masoquista o como quieran llamarlo pero lo comprendía. Por qué sabía que enamorarse de tu mejor amigo estaba mal. Por qué sabía que una vez que cruzara la línea de amigos ya nada volvería a ser igual.
Todo eso de “No te quiero pero podemos ser amigos” era una total y vil mentira. ¿Quién puede ser amigo de la persona que ama? Nadie.
Él definitivamente no volvería a ver a KyungSoo como solo un amigo porque cuando este le presente un novio se sentirá a morir. Porque cuando vea que otro lo acaricia sentirá celos y así lo hará por el resto de su vida.
Y si alguna vez pensó que aquel juego no traería consecuencias, estaba equivocado.
Si pudiera retrocedes el tiempo y evitar aceptar este juego definitivamente lo haría. Preferiría mil veces nunca enamorarse de KyungSoo a sufrir como lo hacía ahora.
Sintió su bolsillo vibrar pero lo ignoro. No tenía ánimos de hablar con nadie y menos con el chillón de Taemin que seguro lo estaba llamando.
No fue hasta a la décima llamada que se cansó y finalmente contesto.
-¿Diga?
-JongIn! Tu babbo! ¿Qué demonios estabas haciendo para no contestar el teléfono?! – gritaron desde la otra línea
-Hyung, no estoy de humor ahora – respondió cansinamente
-Seguro estabas masturbandote pensando es ese –
-¿Qué quieres Woobin? – pregunto hastiado interrumpiendo al otro. Escucho un bufido del otro lado
-Un pajarito me dijo que posiblemente te había sucedido algo malo ya que no contestabas el celular desde ayer
-Ese pajarito tiene voz chillona y se llama Taemin
-….Si
-…..Maldito Taemin - susurro con odio más para sí mismo que para el otro
-Bueno, como soy tu hyung deberías de confiar en mí y decirme que te pasa
-¿Desde cuándo tan preocupado? – pregunto sarcásticamente
-JongIn, ya habíamos hablado de esto
-……
-JongIn
-…….
-Jong –
-Hablemos, pero no por teléfono
-¿En la cafetería de la otra vez?
-Si
-Ok, nos vemos en media hora – colgó
Se levantó del sillón dejando su celular en él. Subió las escaleras lentamente y entro a su habitación. Saco un suéter cualquiera y se lo puso. Tomo sus llaves y salió de su habitación.
Parecía que cada paso que daba le costaba más que el anterior y es que se sentía así. No sabía como pero algo en Woobin o había hecho confiar en él para tener planeado decirle todo lo sucedido con KyungSoo. Tal vez porque Woobin a pesar de ser el “matón” que era, era su hyung. El que lo conocía tan bien como KyungSoo.
Salió de su casa dando un ligero portazo. La mañana estaba tal y como había estado el dia anterior provocando que imágenes regresaran a su mente.
Maldijo al clima y a su mente por hacerle recordar todo de nuevo. Decidió dejar de pensar en el mayor mientras iba rumbo a la cafetería. Una vez estuviera ahí le contaría todo a Woobin y después se olvidaría de todo.
Si KyungSoo no lo amaba, bien. Él ya no lloraría por él. Ya no sería débil por nadie. Al demonio el estúpido juego que tenían.
Siguió caminando unas cuadras más cuando se percató de que comenzaba a llover.
Maldijo al clima otra vez.
No tenía paraguas y aún faltaban como 15 cuadras para llegar a la cafetería. Quiso tomar un taxi pero después recordó que solo le quedaba poco dinero de su mesada por lo que descarto la idea.
Al demonio el clima también.
Algunas personas a su alrededor sacaban paraguas de sus bolsos mientras otras corrían en busca de un refugio para no mojarse. Mientras que él caminaba como si nada importándole muy poco el que se mojara y luego se enfermara.
JongIn pensó que sería una lluvia suave.
Se equivocó. Llovía a cantaros tanto así que si alzaba un brazo podía ver como el agua caía de su suéter. Estaba más que empapado. Parecía una esponja absorbiendo todo el agua de la lluvia.
Al percatarse de aquello no pensó mucho antes de ponerse a correr para llegar a la cafetería lo más antes posible.
Choco con varias personas pero no se detuvo a disculparse. Otro dia lo haría.
Cuando ya estaba frente a la cafetería pudo divisar a Woobin caminando con un paraguas en la mano.
Maldito suertudo, pensó.
-Woobin! – grito para que el otro se percatara de su presencia.
No fue hasta el cuarto grito cuando el mayor pudo verlo.
JongIn vio a lo lejos como Woobin se reía de su situación mientras movía su paraguas restregándole en la cara que él no estaba mojado.
Bufo cansinamente sin hacerle caso.
Decidió cruzar aprovechando que el semáforo había cambiado recién a verde para peatón.
Caminaba lentamente por la pista viendo fijamente a Woobin quien seguía haciéndole estúpidas muecas. Fue cuando vio a Woobin dejar caer el paraguas cuando se detuvo.
El mayor miraba pálido a un punto a su lado lo cual le pareció curioso. Giro su vista para ver qué es lo que veía el otro cuando vio de lo que se trataba.
No fueron muchos los segundos que tuvo para reaccionar. Sintió el coche golpear contra una parte de su cuerpo y después fue casi como verse caer en la pista.
Vio como Woobin se acercaba a él rápidamente y después todo negro.
¿Estaba muerto?