Un hormigueo recorrió todo su cuerpo desde sus pies hasta las puntas de sus cabellos. Su estómago comenzó a revolverse mientras que sus manos empezaban a sudar. Su mochila se hacía más pesada y sus pasos más lentos. Su respiración se entrecortaba y su vista se nublaba. Parecía que colapsaría pero no lo hizo. Aún tenía aquel papel en su mano. Lo estrujo lo más que pudo y lo tiro en un tacho de basura que encontró en la calle. No solo el papel fue desechado si no sus sentimientos también. Tenía que dejar sus sentimientos de lado si quería mostrar un lado fuerte ese dia. Su último dia con el mayor.
Suspiro pesadamente arreglándose la mochila ya que parecía que se le caería del hombro. Dio unos pasos más antes de adentras a aquella ya conocida cafetería.
Compro un café americano y unas galletas de salvado y trigo. Recorrió el local con la mirada hasta encontrar un lugar perfecto para comer. Al final se decidió por una de las mesas del fondo. Miro las galletas con pena antes de darle un mordisco.
Si bien esas galletas nunca fueron de su agrado, ahora sentía que iban a la perfección con su estado de ánimo actual. Rara comparación pero así las había clasificado el moreno.
Miro a la gente de su alrededor. Había varias parejas tomando un cappuccino y una que otra persona solitaria como él.
Tomo un sorbo de café y se recostó sobre la mesa. En esos momentos su mente estaba llena de pensamientos y todos ellos eran debido a KyungSoo.
Se preguntó qué le diría el bajito en la reunión de más tarde.
Aquel papel que le había entregado el mayor lo había dejado desconcertado.
Aun recordaba claramente lo pasado hace pocas horas. Si no hubiera sido por JongDae que lo saco de su estupefacción posiblemente ahora seguiría en la puerta de su salón.
KyungSoo había ido a su salón al término de clases dándole aquel papel y un beso en la mejilla. Al mayor se le veía feliz y eso posiblemente se debía a que hoy era su último dia.
En dicho papel decía claramente que debía reunirse con el mayor a las 6PM en el parque cerca al centro comercial que frecuentaban.
Miro la hora en su reloj. Aún faltaban 2 horas para el encuentro.
Sintió una mirada fija en él provocando que se levantar de la mesa y viera como una de las empleadas del local lo veía fijamente. El moreno termino su café y dejo las galletas que no había probado en la mesa. Se puso la mochila en el hombro y salió del local.
No quería ir a casa por lo que decidió ir a aquel parque a esperar al mayor.
Parecía que Dios quería recordarle su miseria ya que cada dos por tres se topaba con parejas de la mano o besándose. Harto decidió caminar con la mirada fija en el piso.
A pesar de chocar varias veces con las personas a su alrededor, él permaneció con la vista baja. Fue un claxon lo que le hizo levantar la mirada.
El conductor de un auto comenzó a gritarle millones de groserías solo para que se quitara del camino. Con pesadez cruzo lo más rápido que pudo la pista dándose cuenta de que por fin había llegado al tan añorado parque.
Aun había niños corriendo de un lado al otro por el parque mientras sus madres los miraban sentadas en un banco cerca de ellos.
El moreno pasó de frente sin darles importancia a los niños y se dirigió a su lugar favorito de aquel parque. Tiro su mochila a un lado del árbol para después sentarse junto a ella.
Había pasado bastante tiempo desde que no visitaba ese lugar. Decidido sacar su cuaderno de dibujo de su mochila pues así se distraería un poco.
Saco su cuaderno dejándolo a un lado mientras buscaba un lápiz. De pronto su vista fue captada por una cajita color plateada al fondo de su mochila. Estiro un poco más su brazo y la tomo entre sus manos.
Era la cajita con el anillo para KyungSoo.
Se preguntó quién habría metido el anillo en su mochila ya que él recordaba haberla dejado sobre su escritorio. Rápidamente la respuesta llego a su mente: su mamá.
Cerró el cierre de su mochila dejando sus cosas a un lado. Miro atentamente la cajita y suspiro.
Se suponía que ese anillo marcaría el principio de una hermosa relación y ahora, nada. El anillo ya no le servía para nada más que recordarle lo que pudo y no fue.
Suspiro pesadamente una vez más. Dejo la cajita sobre su mochila y cogió su cuaderno y lápiz. Dibujar lo distraería un poco.
No supo cuánto tiempo estuvo dibujando hasta que sintió una fragancia ya conocida cerca de él. Bajo su cuaderno de su vista y vio a KyungSoo sentado frente a él. El mayor tenía una sonrisa algo tímida en el rostro y se notaba que estaba nervioso.
-¿Terminaste de dibujar? – pregunto el mayor.
-Eso creo – contesto a duras penas. KyungSoo se acercó más a él y le quito el cuaderno
-Sigues dibujando muy bien, JongIn-ah – el menor tembló al escuchar la forma en la que el otro lo había llamado
-…
-¿Podemos hablar? – el menor asintió dejando su cuaderno aun lado.
KyungSoo suspiro y lo miro fijamente. El corazón del moreno latía rápidamente porque sentía que el fin se acercaba cada vez más y más a cada segundo. Por la mirada que le daba KyungSoo sabía perfectamente que este estaba debatiéndose en hablar o no.
Para colmo de JongIn, el ambiente en el que estaban iba de acorde a su situación. El sol había bajado su intensidad y el las nubes de lluvia hicieron aparición. Parecía que en cualquier momento empezaría a llover.
Al ver que KyungSoo aún no se animaba a decir palabra alguna, él decidió hacerlo.
-Hoy es el último dia ¿no?
-Si – susurro el bajito
-A…. ¿a qué hora acabara esto? – pregunto dudoso
-….Cuando tú quieras pero – suspiro -JongIn yo….yo
-Te amo hyung
-¿eh? – soltó sin darse cuenta
-No sé desde cuándo pero…te amo hyung – el mayor sonrió
-JongIn, yo…yo también – el menor alzo su mano en señal para que se detuviera de hablar
-Sé que hyung no siente lo mismo – tomo aire – Así que después de esto hyung no me volverá a ver
-JongIn
-Hyung! Calla y escucha! – se puso de pie ante un atónito KyungSoo
-Sé que hice mal. Fui un completo idiota al enamorarme de mi mejor amigo pero…no lo pude evitar
Tomo aire una vez más y trato de sonreír. Recogió su cuaderno y lápiz y los guardo en su mochila para luego colocar está en su hombro.
El bajito al ver a JongIn a punto de irse, se levantó y tomo su mano. Quería decir muchas cosas. Quería negar las suposiciones de JongIn y decirle que lo amaba pero su voz se había ido. Esta era su oportunidad. La ultima que le daban y él solo no podía hablar.
-Hyung – apretó la mano que lo detenía – Basto un mes para enamorarme de ti – susurro. Quito la mano de su hyung delicadamente y comenzó a avanzar.
El bajito dudo un poco pero lo siguió y lo abrazo por la espalda para evitar que se fuera. En ese momento pequeñas gotas comenzaron a caer sobre ellos. Había, al parecer, empezado a llover.
JongIn soltó una especie de sonrisa irónica. Parecía que el cielo lloraba por la situación tan dolorosa que estaba viviendo. Agarro las manos de KyungSoo y las aparto suavemente de su cintura.
Se dio la vuelta y no pudo evitar acercarse y besar a KyungSoo. El último beso que le daría al mayor.
Se separó lentamente del mayor y salió corriendo por miedo a que el otro lo siguiera.
Cuando el bajito salió de su ensoñación solo podía ver a JongIn doblando la esquina.
No pudo evitar y varias lágrimas corrieron por sus mejillas confundiéndose con la lluvia.
El dolor en su pecho se incrementaba tanto así que se le hacía difícil respirar. Se dejó caer el suelo sin saber qué hacer.
Había perdido la última oportunidad de amar y ser amado. JongIn se había ido sin saber sus sentimientos. Sin saber que él también lo amaba.
Respiro hondo tratando de llevar algo de oxígeno a sus pulmones y se levantó.
No alcanzo a dar dos pasos cuando sintió la necesidad de voltear.
Al hacerlo algo brillante llamo su atención.
Sin saber, su corazón comenzó a latir con más fuerza y un hormigueo comenzó a recorrer todo su cuerpo. Como diciéndole que aún tenía una oportunidad.
Una oportunidad para estar con JongIn.
The End