Un silencio los acompañaba pero no era en absoluto incomodo, era un silencio acogedor que los tranquilizaba, ambos observaban al frente admirando el bello jardín del lugar, además de disfrutas las brizas de aquella mañana si sus cálculos no fallaban debían ser aproximadamente las 10 de la mañana o un poquito más el rubio aun permanecía con la duda sobre el colegio de sasuke no es que no sepa cómo son o cómo funcionan, pero el hecho de ver a tantos niños con una vida normal, o verlos haciendo amistad, almorzando felices y hablando sobre sus planes a futuro le era doloroso y no por el sino por aquello que lo atormentaba. Sasuke.- hablo bajito con la cabeza gacha.- ¿Cómo es tu colegio?.-pregunto algo apenado *de seguro pensara que soy un tonto*, el moreno lo miro se le hacía tierno la manera de actuar ehhhhhh!!... ¿Cómo que tierno?* qué diablos esto pensando*
-¿Qué clase de pregunta es esa dobe?.-hablo de manera arrogante
-No me digas así Teme!!.- reclamo con las mejillas infladas y el ceño fruncido, ante aquello el uchiha se aguanto una risita.- tsk.- se quejo estaba por irse pero el uchiha lo detuvo
-Tranquilo dobe.- hablo jalando al menor este quedo con su espalda cerca del pecho del uchiha.- solo bromeaba.- finalizo soltando al menor, quien tenía un sonrojo por el hecho de sentir al otro muy cerca de si
-No me molestes uchiha.- se aparto con la mirada seria
-Ya, ya, cálmate si.- dijo tranquilo se apoyo en el barandal del balcón.- naruto.- llamo con notoria seriedad.- ¿Por qué actuaste así por el hecho de asistir a un colegio?- pregunto de la misma manera, para que negarlo en verdad tenia curiosidad y no solo por ello si no por todo lo que sucedía en la vida el rubio, algunas veces llego a pensar que su vida era una basura al pertenecer a la mafia, pero todo aquello se iba por un abismo al darse cuenta que el rubio tiene o mejor dicho tuvo una vida peor es por ello que quería saber, tenia curiosidad. El rubio por su parte estaba con los ojos abierto *¿Por qué…porque tenias que preguntar? *tsk es que nadie se da cuenta* *tengo que mentirle* agacho la cabeza ocultando sus zafiros en su flequillo *no... no puedo… decirle... nadie debe saber… me.. me odiarían*, por que justamente el tenía que ser quien preguntara, apenas y lo conocía y ya intentaba meterse en su vida, obvio no le diría a que le temía en realidad, además, puede que no sea como Madara y por ello le ha permitido acercarse pero aun así de seguro lo miraría con odio al igual que ellos. Aun seguía pensando en una respuesta para que el otro ya no hiciera preguntas
-Etto… porque me da flojera estudiar.- dijo de manera rápida intentado no sonar nervioso.- si, por eso porque me da flojera.- sonrió nerviosos mientras se rascaba la nuca, el mayor enarco una ceja como diciéndole me crees idiota *que malo es mintiendo* dio un pequeño suspiro aquel mocosa seguía sonriendo nerviosamente
-Eres malo mintiendo.- fue todo lo que dijo viendo acusadoramente al otro
-No es cierto.- se defendió cruzándose de brazos fingiendo molestia mientras hacia un adorable puchero.- solo no pregunte.- dijo en voz baja cambiando su postura a una indefensa.- por..favor.- concluyo cubriendo sus ojos con el flequillo rubio, el moreno lo miro y le entraron unas ganas de abrazarlo, de cubrirlo con sus brazos y decirle que todo estaría bien, pero claro el orgullo no lo dejo por lo que se limito a observarlo.
-No tienes de que preocuparte.- dijo después de unos minutos de silencio.- tus amigos esteran ahí.- se acerco un poco, ante ello el rubio alzo la mirada encontrándose con aquellos ojos negros.- y yo también.- finalizo dándole una cálida sonrisa que descoloco al menor al verla.
-Sasuke.- susurro luego de unos segundos.- gracias.- finalizo, ni el sabia porque le dijo gracias, pero definitivamente con el uchiha se sentía raro pero de una manera agradable lo cual agradecía y por ello le regalo una bella sonrisa sincera.
-Eres raro.- atino a decir el uchiha desviando la cara para que no se notara el pequeño sonrojo que le causo aquella sonrisa del rubio.
-¡¡Hey!!.- Grito .- ¡¡no soy raro!!.- se defendió viendo de manera fulmínate al otro
-Y también escandalosos.- dijo con fingida molestia
-Eres un amargado.- le respondió el otro igual con fingida molestia, a menma y kakashi que veían la escena desde la sala se les hacia gracioso.
-!Pequeño mocoso a quien le llamas amargado¡.- lo miro de manera fulminante mientras un aura negra lo invadía, como se atreve ese maldito enano rubio a decirle así, *tks*, pero debía admitir que se divertía al ver las reacciones y la manera en que lo enfrentaba, a pesar de tan solo tener 15 años lo encaraba, era en realidad sorprendente y aunque el moreno no se diera cuenta con el rubia había estado sonriendo más de lo que se le estaba permitido en su vida, claro todo de manera inconsciente por lo que le dio un pequeño golpe en la cabeza
-Oye teme!!! No me golpees.- se quejo tocándose donde recibió el pequeño golpecito, el moreno se reía jajaj amaba ser más alto que el rubio.- maldito viejo amargado.- refunfuño ante la mirada divertida el otro
-¿Cómo que viejo?- una venita se le formo en la frente ante ello.-¡¡no soy ningún viejo!!.- le grito ya con otra venita en la frente* mocoso… como se atreve a llamarme viejo*
-Jajaja.- se burlo.- los viejos son unos amargados ¡¡al igual que tú!!.- le grito sacándole la lengua
-¡¡Te enseñare a respetarme enano!!.- grito el mayor, el rubio por inercia intento correr pero no pudo moverse más de 5 centímetros cuando sintió como le jalaban de un brazo intento soltarse mientras reía al igual que el azabache para que el rubio no se le escapara rodio su cintura con su brazo izquierdo y lo pego un poco a su cuerpo, el rubio seguía riéndose e intentado zafarse del agarre como si de una pluma se tratase cargo al menor por la cintura una idea maliciosa se le curos por la cabeza, el rubio protestaba para que lo bajara además de tener la cara roja al sentir la mono del moreno en su cintura, sin ningún esfuerzo sentó al rubio sobre el barandal del balcón, sosteniéndolo de la cintura, seguía gritando para que lo soltara
-Bien.- sonrió.- te soltare.-apenas y separo sus manos de la cintura del rubio por unos 2 cm y este estaba por irse de espaldas a la nada por inercia se sostuvo de los hombros del moreno en un intento de no caer, el mayor sonrió de medio lado y nuevamente llevo sus manos a la estrecha cintura del rubio.- bien… aun quieres que te suelte.- hablo con malicia
-Ni se te ocurra soltarme bastado.- respondió de inmediato, agarrando con más fuerza los hombros del contrario, se inclino un poco asea adelante acercándose al pecho del moreno
-¿Qué pasa… le tienes miedo a las alturas?.- se burlo acercándose más, por lo cual el rostro del rubito quedo oculto en su pecho.- zorrito.- murmuro cerca de su oído, de manera brusca retrocedió yéndose de espaldas, de no ser por el agarre del moreno hubiera caído, se aferro a la camisa contraria
-No me sueltes!.- chillo con el corazón acelerado del susto que se llevo, el otro dejo de rei
-¿Estás bien?- pregunto, apenas y se notaba la preocupación en la voz, ya que el igual se llevo un susto por la acción antes realizada así que el también agarro con más fuerza la cintura del oji azul
-Bájame.- pidió a la vez que alzaba el rostro quedando muy cerca del otro, sin decir nada el uchiha lo alzo un poco para bajarlo, el rubio se sintió seguro una vez que sus pies tocaran el piso.- bastardo!!.- le grito lanzándole un golpe en el hombro.- fuiste creul.- dijo haciendo un puchero, el mayor se sobo el area golpeada
-No fue para tanto.-se en congio de hombros, el pequeño lo miro de manera fulminante.- vamos no te molestes. Pidió, el oro se voltio dando le espalda dándole a entender que estaba molesto, soltó una ligera risita
-No te rías.- le señalo acusadoramente con el seño fruncido
-Y dices que el amargado soy yo.- dijo en tono divertido, se la pasaron discutiendo pero sin darse cuenta comenzaron a hablar de trivialidades, siendo ignorantes de los próximos caprichos de su destino.
Llevaba rato checando documente. Después de haber desayunado y de haberse despedido de sus hijos y de sus amigos, salió rumbo a la empresa no sin antes dejar a su bella esposa en el hospital donde trabaja junto a su madre Tsunade, a pesar del pequeño incidente con su hijo menor se sentía mas tranquilo que los anteriores días ya que sus gemelitos estaban bien pero eso no quitaba la preocupación por su cuñado kurama, había estado revisando el papeleo pendiente y otros asuntos al menos este día no sería tan atareado como otros ya que solo tenía que firmar documentos. Pero como la vida puede ser cruel en algunos momentos este día decido serlo con el rubio ya que una visita demasiado agradable le llego para hacer más fantástica su vida.
Camino a paso elegante, su figura majestosa llamaba la atención, aquel que lo viera lo reconocía al instante, el cabello negro largo hasta la mitad de la espalda, sus ojos negros como la noche, la piel pálida y el carácter fuerte y superior, aquellos rasgos que eran más que reconocidos, además de un aura dominante que hacía que cualquiera le temiera o que callera a sus pies, a unos pasos de el otro hombre con las mismas carteristas solo que con el cabello mas costo venia acompañándolo ninguno de los dos aparentaba mas de los 30 a pesar de pasar la edad, vestían con trajes elegantes tales como los de unos dignos empresarios millonarios, la recepcionista se puso bastante nerviosa a ver a los apuestos hombres frente a ella pero no fue esa la razón sino por el apellido que llevaban con demasiado orgullo, se incorporo del asiento de su escritorio para recibirlos
-Buenos días.- saludo el mayor de los morenos con una cara de seriedad y una voz elegante.-
-bu..Buenos días.- tartamudeo un poco por los nervios.-señores Uchiha.- concluyo con una tímida sonrisita y una reverencia
-Quisiera hablar con el señor Namikaze.- hablo con fingida amabilidad a la joven además de sonreiré sin valor alguno.
Por supuesto.- contesto algo nervioso, tomo el teléfono y marco a la línea de la asistente del rubio, fueron escasos segundos antes de que le respondieran, pasaron otros segundos y la joven colgó el teléfono.- por aquí por favor.- dijo de manera educada dirigiéndose al elevador y asiendo un ademan para que la siguieran
Su asistente habia tocado interrumpiendo su trabajo, con vos tranquila la invito a pasar
-Disculpe la molestia señor minato.- hablo la mujer entrando a la oficina de su jefe.- el señor madara y fugaku uchiha están aquí.- finalizo, ante la mención del nombre el rubio abrió los ojos con sorpresa y la ira lo invadió apretó los dientes intentando contenerse no se molesto en ocultar su evidente molestia ante ello
-Hazlos pasar.- hablo con molestia, suspiro varias veces intentando calmarse, unos minutos después nuevamente se escucho el sonido de los nudillos de la joven al tocar
-Adelante.- hablo de manera tranquilo
-Pasen por favor.- hablo con cortesía la joven abriendo la puerta y haciéndose a un lado para que ambos morenos entrarán.
-Buenos días.- saludo el uchiha mayor con una sonrisa sarcástica
-Buenos días madara.- hablo con notorio desprecio.- fugaku.- saludo con el mismo tono, el moreno menor solo hizo un asentimiento con la cabeza
-Con permiso.- se retiro la joven dejando a los 3 caballeros para que “hablaran”, sin pedir permiso ambos morenos tomaron asiento frente al rubio, quien aun con la mirada seria tomo asiento tras su escritorio
-A que debo su agradable visita.- su rostro se mantenía serio y su mirada fija la mayor de los uchihas
-Ah minato-kun no tienes que ser tan formal.- hablo con fingida tristeza ante el trato del rubio, embozo una sonrisilla de burla ante el enojo creciente del rubio oji azul
-¿Qué quieres madara?.- directo al punto no quería mas rodeos o mejor dicho que se dieran era mejor aclarar las cosas de una vez por todas, el moreno mayor sonrió de medio lado, el otro simplemente se mantenía serio y listo para intervenir si el asunto se salía de control aunque el también tenía curiosidad de saber ya que el otro simplemente lo obligo a ir sin decirle nada
-Quiero a los gemelos.- dijo sin rodeos y de manera seria
-¿Qué?.-fue su corta respuesta ante lo dicho pues aun no lo asimilaba y pues le tomo de sorpresa.- ¡¡jamás!!.- grito segundos después de haber reaccionado, nuevamente la ira lo invadió pero que se creía aquel tipo a pedirle algo como ello.-¡¡ jamás te los daré!!.- volvió a gritarle la fura comenzaba a nublarle los sentidos tenía que controlarse porque osino lo mataría ahí mismo, el uchiha sonrió ampliamente por lo cual el rubio se cabrío a un mas
-No es que tengas opción.- dijo de lo más tranquilo, cruzo una de sus piernas sobre la otra.- quiero a los gemelos.- volvió a decir sin cambiar de expresión, el rubio apretó los puños estaba por saltarle encima y molerlo a golpes
-¡¡¡Lárgate de mi oficina!!!.- grito sin importarle que se escuchara por todo el lugar, apretó fuerte los puños sintiendo sus uñas clavarse en la palma de sus manos.- ¡¡lárgate!!.- volvió a repetir ambos uchihas seguían sin moverse
Minato, minato.- hablo con burla.- no te conviene negarte.- continuo ignorando la mirada asesina del rubio y el hecho de que estaba por saltarle encima.- no queras que los obtenga a la fuerza.- hablo con malicia, el rubio abrió los ojos ante lo mencionado y su mirada se volvió fría, el patriarca de los uchihas embozo una sonrisa de medio lado
-Ni se te ocurra tocarlos.- amenazo con vos fría, fugaku se mantenía serio pero por dentro estaba sorprendido del gran poder que enmendaba el rubio, el ambiente se sintió más pesado y es que un aura empezaba a rodear al rubio.- no te atrevas o te mato.- amenazo el moreno le sonrió para luego incorporarse
-Dime minato-kun.- dijo acercándose al rubio, colocándose frente de el siendo separados por el escritorio.-¿Quién es más importante…- lo miro con una sonrisa maliciosa.- tu querida kushina o tus lindos hijos?.- finalizo con una mirada maliciosa y cruel, el rubio se quedo mudo con una inquietud grande su corazón se acelero ante lo dicho acaso ese bastardo le aria escoger, no era claro le estaba dando escoger entre los seres que más ama, no lo pensó mas estaba dispuesto a matarlo ahí de una vez por todas, no permitiría que sus hijos sufrieran de nuevo, no, tampoco permitiría que le hicieran algo a su amada esposa, si tenía que mancharse las manos por su familia lo aria estaba a punto de lanzarse contra el moreno cuando un brazo lo detuvo rodeándole los hombros, madara sonrió ante la intervención del otro moreno
-Cálmate.- hablo por primera vez fugaku , su vos era clamada o al menos así quiso que sonara ya que de no ser porque reacciono rápido ahora el rubio estaría por matar al patriarca de los uchihas, debía admitir que la situación no era de su agrado, él entendía lo que debía estar sintiendo el rubio, el también es padre y amaba a su esposa como a nadie pero no podía intervenir, sabía que madara no se tocaría el corazón y aria que su familia pagara por su intromisión.
-¡suéltame!- ordeno, forcejando para quitarse el brazo del moreno, el cual apretó mas el agarre no quería que una batalla se desatara.
El moreno de cabellera tomo el mentón del rubio apretándola un poco, por lo cual el oji azul chasqueo la lengua ante la acción.- te lo advierto minato o me los das por las buenas o tendré que hacerlo a las malas.- amenazo con voz fría.- tú decides.- soltó su mentón y le indico con la mirada al otro moreno que lo soltara
-No tocaras a mi familia.- hablo con el mismo tono que el otro.
-Eso lo veremos.- sin decir más se encamino a la salida, seguido por fugaku, giro un poco el rostro sobre el hombro y le sonrió a minato.- que pases buenos días.- finalizo saliendo del lugar. Se dejo caer de manera brusca sobre su silla, llevándose ambas manos a la cabeza jalo varios de sus mechones rubios por la desesperación, tenía que actuar cuanto antes.