Ambos azabaches caminaban asea la salida del “hotel” de los ambus, siendo seguidos de los akatsukis y de taka, kakashi junto a los gemelitos namikaze, yamato, iruka y los jóvenes amigos de los gemelos se encontraban ahí para despedirlos.
Llegaron frente al grupo de ambus y se miraron de unos a otros con semblante serio pero al final todos relajaron la mirada y sonrieron a excepción de sauke, sai, kakuzu y uno que otro que no le gustaba andar con sonrisas en el rostro.
-Gracias por la hospitalidad.- hablo de manera amigable el cuervo, kakashi dio un paso al frente estrechando su mano como saludo, en este caso como alianza entre ellos y “amistad”
Apretaba con fuerzas los puños dejando la piel blanca sobre sus nudillos aquello que había escuchado hace unos segundos le hizo hervir la sangre ¿razón? Ni el lo sabía, el simple hecho de la mención de su nombre le hacía sentir una sensación desconocida para él y ahora con aquella orden que acaba de recibir del patriarca de su clan una furia desconocida se apodero de él, aquella reacción fue notada por los ojos profundos del cuervo quien se mantenía con la mirada inexpresiva, no era ciego y eso era demasiado evidente para el menor ya que se dio cuenta de que su hermano lo veía de reojo, mantenía el ceño fruncido así que respiro de manera disimulada varias veces volviendo a su semblante neutro
Madara los observaba sin pestañar esperando una respuesta de los 3 menores, posó su mirada sobre el mayor quien, para luego mirar a sai y de ultimo al uchiha menor.- ¿y bien?- dijo a un a la espera de una afirmación
-¿Cuánto tiempo tenemos?- pregunto de manera en que daba a entender que aceptaba el nuevo trabajo que se les había encomendado, cruzo sus piernas en espera de una respuesta, observo de reojo al menor quien se mantenía con la mirada la uchiha pero por dentro estaba que hervía su sangre, sai por su parte ignoraba los sentimientos que fluían en su “queridísimo” primo
Madara sonrió de medio lado como solo un uchiha sabia hacerlo.- ¿me “jubilare en un mes” tienen hasta entonces.- concluyo con un brillo desconocido en sus ojos
-¿”Jubilarse”?.- pregunto un confundido sai, no es que fuera ideota es solo que en realidad jamás ponía atención en las “reuniones” familiares.- ¿a que se refiere?.- volvió a preguntar
La sonrisa de madara se volvió irreconocible.- dejare mi puesto como patriarca.- observo a fukaku que se mantenía sentado en un sofá de un plaza.- fukaku será el siguiente líder.- el aludido ni se sorprendió ya que el conocía a la perfección los planes del mayor, los 3 azabaches si les do algo de sorpresa pero no lo mostraron, regreso su mirada a los menores.- digamos que esta vida… ya me aburrió.- concluyo.
-¿y para que quieres a los gemelos Namikaze?.- cuestiono el joven vampiro, siendo evidente la molestia en su voz, madara no paso desapercibido aquel tono que uso sasuke con él, su mirada se volvió dura de nuevo y observo fijamente los ojos ónix del otro
-Tráiganmelos.- su voz era bastante profunda.-¡es una orden!.- alzo la voz, con aquello dio a entender que los quería fuera de ahí y que no se hablaría mas del tema, ha sasuke no le gusto el hecho que ignorara su pregunta, estaba por reclamar pero fue interrumpido
Aun no me has respondido.- hablo de manera latanera
-Sasuke.- llamo su padre quien ya se había incorporado de su lugar, le dirigió una mirada de reproche.
-Tsk.- chasqueo la lengua, sin decir más se levanto saliendo el lugar, madara observo la reacción del menor y no le gusto para nada frunció el seño, no sabía por qué reacciono así pero era mejor tenerlo vigilado, los tres azabaches se pararon frente al mayor e hicieron una reverencia para salir del lugar
-manténgame informado.- fue lo último que dijo para volver su atención a varios documento que tenia sobre su escritorio
-Hi.- respondieron los 3 antes de salir
El filo de su espada dejaba caer gotas color rojo, aquel liquido vital de los humanos, aquello que los mantenía con vida. Ladeo de nuevo su espada, con un simple movimiento le corto el cuello a aquel sujeto de cabello negro, la sangre salpicaba del corte llegándole a manchar la mejilla derecha
-¡¡Maldito!!.- grito al ver como su compañero había sido degollado ase unos segundos, el miedo lo invadió y su cuerpo temblaba tal cual gelatina, su rostro palideció al ver la mirada fría del contrario aquellos ojos vacios y aquella aura aterradora, sus piernas flaquearon, y asiendo uso de la cobardía se dispuso a correr, sus piernas pesaban impidiéndole avanzar por más fuerza que pusiera el ambiente pesado se lo impidió, llego cerca de una escaleras dispuesto a bajar, sin importarle el hecho de chocar con todo lo que estaba frente a el corrió mas hasta el inicio de las escaleras, fueron segundo, sintió el filo de aquella catana en su cuello, sentía la respiración pausada, tranquila en su nuca así como aquel aura que deprendía haciendo que su cuerpo se tensara y sintiera un calor sofocante.-….- intento hablar pero simplemente no pudo su lengua se negaba a algún movimiento
-no te preocupes.- hablo aquel sujeto de capucha negra.- ya verás a tus amigos.- hablo cerca de su oreja como si de un secreto se tratase, el joven de ojos negros trago en seco no termino de pasar saliva cuando sintió un ligero movimiento del contrario, abrió ligeramente los ojos sintiendo el liquido caliente que corría de su cuello y milésimas de segundos transcurrieron para que el mismo viera su cabeza desprenderse de su cuerpo. El de la capucha observo la cabeza rodar escaleras abajo dejando un rastro de sangre por donde pasaba, sus ojos fríos no mostraban nada
-Tsk.- se oyó un quejido a su lado, creando un pequeño viento que le movió los mechones que caían sobre sus rostro, el sujeto ni se intimido por ello, mantenía su mirada fija en la cabeza rodante.- aquí no hay nada.- hablo un sujeto igual vestido con una gabardina de capucha negra unos centímetros más alto que el otro.- es mejor irnos.- concluyo el recién llegado, saltando el cuerpo sin cabeza que se hallaba al inicio de las escaleras con un charco de sangre a su alrededor
mmmm…- murmuro con un tono diferente al de hace unos momentos, sus ojos ya no mostraba aquella frialdad.- no van a matar.- se quejo llevando sus manos a sus mejillas de forma dramática, vio al más alto con un puchero bastante infantil
jejeje.- rio ante aquella expresión.- tenemos que apurarnos.- dio de manera seria causado que el otro volviera a su semblante serio
-hi.- respondió con una sonrisa.- espero que sea más entretenido-dattebayo.- concluyo mientras ambos salían por la puerta de aquel departamento.
*al final lo olvidaras… Naru…*….
-Cálmate.- pidió de nuevo, mientras colocaba ambas manos en los hombros del rubio, el peligris sabia que su suegro estaba que no lo calienta el sol, y por ello también sabía que podría llegar a ser imprudente por lo cual tenía que calmarlo.- cálmate Minato.- pidió de nuevo, soltando loa hombro del de ojos azules. El rubio suspiro dejando se caer sobre el sofá color marron
-no puedo dejarlos ir….- llevo sus manos a su rostro ocultando sus ojos en ellas.- no puedo dejar que se los lleve.- hablo con dolor notorio, sus ojos se humedecían en solo tener aquellos pensamientos, pensar que sus niños volverían a sufrir, que no los volvería ver, que perdería a la mujer que ama… no, no podía permitir que lastimaran a su familia…
-Minato.- llamo el del ojito feliz.- no crees que es hora de ¿buscarlos?.- pregunto con el ceño fruncido y haciendo una mueca ante la idea de tener que recurrir a ellos.- tsk.- gruño de solo pensar en aquella posibilidad, el rubio dejo caer sus manos sobre los costados del sofá, dirigió su mirada al peligris con notoria duda
¿Eh?.- fue todo lo que sus labios pudieron pronunciar, el peligris se sorprendió por el lento racionamiento del rubio, luego de unos minutos el cerebro del rubio proceso lo dichop por el oji negro y le dio la respuesta al rubio quien alterado ante esa posibilidad de incorporo de su asiento.- ¡NO!.- dijo alzando la voz dejando ver lo desagradable de esa idea.- ¡jamás!- aclaró dándole entender a su ahora oficial yerno que no volviera a repeir aquello
-pero..- estaba por cuestionar, sin embargo el rubio no estaba dispuesto a esa opción
-¡No!.- dijo de manera seria interrumpiendo al del ojito feliz, el peligris soltó un suspiro, a él tampoco le gustaba la idea pero era la mejor opción, mejor que nadie sabía que su sensei se negaría y ver su rostro serio y con el semblante molesto estaba más que claro que no los involucrarían.
-Bien.- hablo de manera resignada.- tenemos que buscar otra opción.- aclaro el peligris
-Creo que sería mejor que regresen a estados unidos.- dijo el rubio, su mirada se puso triste ante lo dicho, cuando sus pequeños apenas 3 meses después de ser regresados fueron los peores momentos para minato y kushina no solo por el hecho de que sus nenes hayan estado secuestrados durante 6 años, si no que después de ellos sus hijos ya no eran felices y aunque ellos querían seguirlos a estados unidos no pudieron por las empresas y ahora volver a separase de ellos le dolía pues no tenía ni un mes desde que volvieron, kakashi igual sintió un encogimiento en su corazón ante esa idea, era verdad que él y menma se veían al menos cada 4 meses pero durante ese tiempo para él era insoportable y ahora que ya lo tenía para él no lo quería ni estaba dispuesto a dejarlo ir.- no es algo que me guste.- aclaro al darse cuenta de la mirada triste de su pupilo.- pero es mejor.-llevo su mirada al piso de madera fina.- aun que … no… quiera.-finalizo sintiendo su corazón doler ante la idea de volver a perder a sus hijos
-lose.- su voz sonó triste demasiado para ser exactos.- aun asi.- dirigió su mirada a la mesita de la sala viendo los vasos vasillos donde solía haber agua, se incorporo para volver a llenarlos, vertiendo el liquido cristalino de la jarra de vidrio.- creo que no es conveniente alejarlos.- acerco uno de los vasos al rubio quien lo tomo entre sus manos sin apartar la mirada del contrario observando con detalle cada acción.
- puede que tengas razón.- bebió del vaso, para luego asentarlo en la mesita de madera frente a él.- no sabemos cuáles son las capacidades de madara y menos sus límites.-
- tendremos que doblar la seguridad en ambos.-
-por ahora seria lo mejor.- apoyo el rubio.- aun que…-
¿hn?.-
-no sé si sea prudente que se mantengan cerca de los uchihas.- mencionó con un tono preocupado
-mmm.- dudo.- ¿hablas de la “alianza con akatsuki y taka?.- pregunto dudoso
-confió en nagato, yahiko y konan.- aclaro asiendo énfasis en el hecho que el pelirrojo de ojos lilas es su cuñado.- per…
-no en los demás.- termino la frase el peligris
-Exacto- afirmo el rubio, cruzo sus piernas y apoyo su barbilla sobre la palma de su mano.- puede que no tengan nada que ver, pero aun así, tengo que mantener la seguridad de mis hijos.- continuo mirando fijamente al peligris
-¿Qué sugieres hacer?- pregunto
-Por ahora vigílalos.- ordeno, se incorporo y camino hasta la puerta se detuvo con la mano en la perilla.- aléjalos de mis hijos.- ordeno antes de salir del lugar sin esperar una respuesta del menor.
Llevaban más de media hora ahí sentados esperando a que ese tipo se dignara a aparecer, naruto ya estaba que se dormía de aburrimiento dando pequeños cabezazos, mientras pestañaba en un intento de mantenerse despierto y como no querer dormirse con un sofá bastante cómodo y estando en una habitación con poca iluminación y sin ningún ruido salvo el de los chasquidos de lengua del oji azul mayor, menma por su parte estaba que molía a golpes al sujeto cuando apareciera odiaba que lo hicieran esperar.- tsk.- volvió a gruñir por milésima ves en esa media hora.- ¿Quién se cree para hacernos esperar?.- su voz denotaba su molestia, se incorporo de manera brusca del sofá haciendo que el rubio se despertara por la acción
-neee onii-san.- llamo el rubio frotándose sus ojitos, mostrando una tierna imagen ante mena quien de la nada corrió y lo abrazo de manera melosa.- tengo sueño.- dijo con un puchero, el mayor restregó su mejilla con la contraria.
-naru-cahn.- con corazoncitos en sus ojos.
Onii-san.- se quejo por el agarre fuerte del mayor, hizo un puchero para que lo soltara pero solo sirvió para que lo abrazara mas.- suéltame..- pidió un poquito azul por tanto amor.
-Vaya vaya, que lindos.-ambos gemelos voltearon en busca del dueño de aquella voz gruesa, sus miradas se dirigieron a un hombre de unos 50 años de cabello negro, llevaba vendado el ojo derecho, dejando visible su “único” ojo de un tono café claro, ante la vista de los más jóvenes era un hombre de apariencia frágil pero el aura que lo rodeaba hacia saber que no era así, los gemelos seguían en aquella posición cariñosa observando al mayor, ambos se miraron y asintieron regresando a una postura de superioridad que hizo poner nervioso al hombre pero este no lo mostro
.- ¿Quién eres?- hablo naruto, exigiendo saber