Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Que paso ayer? por Caperusita Kiryuu

[Reviews - 326]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Holaaaaaa!!! aqui estoy yo actualizando como todos los viernes...

Hoy les he traido un capi un tanto confuso y tal vez tedioso pero muy importante para poder continuar asi que espero que lo disfruten....

Capitulo 18: contratiempos.

 

Una nueva semana comenzaba.

El día era frio y nublado, la gente caminaba abrigada por las calles.

Después de desayunar en el departamento de los castaño se encaminaron hacia la universidad.

Desde el día anterior Hiroki y Misaki hacían notado el extraño comportamiento de Shinobu. Suponían que aquella aura de tristeza y rabia había sido provocada por la inesperada visita de su hermana, pero el simplemente no quiso tocar el tema y solo los ignoro.

 

Shinobu iba en su propio mundo, tangándose las ganas de llorar y darle el gusto a su hermana de verlo sufrir.

A causa de un inesperado encuentro ahora se veía encadenado a la arrogante de Risako. No quería abandonar a su amado, pero la fragilidad de su condición lo dejaba sin salidas.

No quería ser directo, no quería que alguien más percibiera sus problemas. Para cumplir con su deber de esclavo debía de convertirse en lo que más odiaba, un niño mimado y caprichoso. Debía convertirse en el reflejo de su hermana.

La noche paso mientras estaba recostado en la cama, no paraba de pensar como su bebe era tan fuerte como para soportar los extremos cambios de emociones que el tenia, seguramente había sacado su carácter pensó divertido.

Nuevamente estaba solo en esta encrucijada.

 

 

Se dividieron, cada uno fue a su aula correspondiente.

Hoy le tocaba clase de derecho penal con el profesor Ishida, alguien con una paciencia de oro para soportar a los burros de los alumnos que le había tocado.

Se sentó casi al final, más que nada para poder calmar su malestar matutino producido por las nauseas y mareos. Poco a poco se había acostumbrados a sus malestares pero parecía que el día de hoy no le daría tregua el bebe después de aquel malestar emocional que le hizo pasar.

Sin darse cuentas las lágrimas comenzaron  correr por su mejilla, ya no podía contener sus emociones y simplemente se quería dejar llevar por esos frustrantes sentimientos solo por un instante sin ser juzgado.

Sabía que los castaños estaban sospechando que algo había pasado, pues había quedado claro que las visitas de su hermana no eran precisamente agradables.

Soltó un suspiro sin impedir que sus lagrimas mojaran sus apuntes.

 

 

Hiroki se acomodo en el banco de siempre sin dejar de fruncir el seño, lo que provoco que varios alumnos se alejaran lo más posible de el sin importantes que tuvieran que tomar la clase sentados en el piso.

-¿Qué pasa que traes esa cara?- pregunto Kisa mientras se sentaba junto al castaño.

-Algo paso con Shinobu- dijo Hiroki serio.

-¿Por qué lo dices?- pregunto Kisa curioso.

-Ayer vino de visita su hermana y desde que ella se fue lo note mas perturbado de lo normal- comento Hiroki mientras abría su cuaderno de apuntes.

-¿Crees que esa bruja lo está obligando de nuevo a que arregle las cosas con Miyagi?- pregunto Kisa.

Hiroki negó con la cabeza y carraspeo la garganta.

-Hay algo mas ahí, si fuera solo por eso no tendría los ojos rojos como clara señal de que había estado llorando- dijo Hiroki.

Kisa se quedo mudo y tratando de procesar esas palabras, ¿Shinobu llorando? No recordaba haberlo visto llorar en algún momento.

-¿Y si ella descubrió el embarazo?- fue una pregunta casi automática que broto de los labios de Kisa al recordar la charla de ayer.

-Nos hubiera dicho si ese fuera el caso- dijo Hiroki mirando a Kisa serio.

-¿Tu lo crees?... el es lo bastante listo como para saber que si nosotros supiéramos de algo como eso queríamos intervenir confesando la verdad, algo que para él no es lo deseado por ahora- dijo Kisa cruzando las piernas.

Hiroki no pudo pronunciar palabra alguna y mientras el profesor anunciaba su llegada el comenzaba a maquinar en su cabeza la posibilidad de que esas palabras fueran ciertas.

 

 

Misaki iba caminando tranquilamente por los pasillos de la universidad, aun era temprano para su primera clase. Un mensaje de su amado llego a su móvil diciendo que lo esperaría en el invernadero de la universidad.

Sin pensarlo mucho se encamino hacia el lugar indicado con una enorme sonrisa y un sonrojo en sus mejillas.

Lo que él no había notado era que unos ojos avellane le estaban siguiendo desde lejos.

Velozmente se adentro al invernadero, cerca de las rosas donde su apuesto novio lo estaba esperando.

-Usami- dijo Misaki emocionado con un tierno sonrojo en sus mejillas.

El apuesto escritor estrecho en sus brazos el pequeño cuerpo de su amado y robo de aquellos labios un apasionado beso.

-Te extrañe mucho- susurro con voz ronca en el oído del castaño.

Misaki se sonrojo aun más si era posible.

-Pero si ayer estuvimos juntos todo el día- dijo Misaki apenado.

-Pero desde que pude acercarme a ti solo compartimos escasos minutos como una verdadera pareja- susurro Usami sobre los labios del castaño robándole otro apasionado beso.

Las grandes manos del escritor ahora se habían posado sobre el trasero del menor masajeándolo, mientras que Misaki había rodeado el cuello del mayor con sus brazos y sus dedos acariciaban las plateadas hebras del mayor.

El crujir de unas ramas alerto a la pareja. El escritor tomo al castaño de las manos y lo guio corriendo hacia la salida sin ser vistos por quien fuera que los estuviera siguiendo.

Fue un momento que hizo reír a los dos, que corrían de la mano por los pasillos vacios de la universidad.

Usami guio al menor hacia el área de maestros y se metieron en la oficina de Miyagi cerrando la puerta.

El escritor recostó el frágil cuerpo de Misaki sobre el escritorio el cual esa limpio, sin un papel a la vista.

Desesperado mutuamente se quitaban la ropa arrojándola a cualquier lado.

Se besaban con desesperación y deseos mientras sus manos exploraban el cuerpo del otro.

No hacía falta prepara aquel orificio para la penetración.

De una sola estocada, arrastrado por el ferviente deseo se adentro en el interior de su amado.

-Ahhhhhhhhhh…- un fuerte gemido broto de esos dulces labios.

Misaki había enredado sus piernas en la cadera del escritor mientras este le sostenía de la cintura realizando fuertes y precisas envestidas que tocaban ese punto que enloquecía a su amado.

Al otro lado de la puerta su persecutor había logrado localizar a Misaki pero todavía no estaba seguro de si estaba con la persona que se imaginaba. Las oficinas de los maestros tenían paredes y puertas gruesas que retenían el sonido lo que le hacía imposible descifrar que decía el castaño entre gemidos.

-Demonios, este enano es escurridizo… Y no pude comprobar si están con Akihiko. Podría también estar con Miyagi porque es su oficina pero la verdad es que suena extraño, aunque siendo el amigo de Kisa no me podría esperar menos de esa zorra. Sea como sea tengo que descubrirlo con las manos en la masa- gruño el desconocido conteniéndose las ganas de golpear la pared y hacer obvia su presencia.

 

 

Su primera clase había terminado y él se había quedado dormido, una de sus compañeras se apiado de él y le ayudo a despertarse avisándole que la clase había terminado. Antes de desaparecer le dejo un pañuelo diciéndole que los ángeles no deben llorar.

Su celular sonó sacándolo de sus pensamientos. Era un mensaje de Risako.

“Ve ahora mismo a la lavandería de siempre a recoger mis prendas, llévalas a tu departamento, yo las pasare a buscar.”

Shinobu soltó un bufido molesto y salió de la universidad. Paro un taxi y se dirigió a la lavandería.

-Demonios- musito Shinobu irritado por tener que hacer el trabajo de un esclavo.

La señora dueña de la lavandería simplemente reía con simpatía.

-¿Quién demonios manda la ropa interior a la lavandería?- se preguntaba Shinobu tratando de comprender la derrochadora mente de su hermana.

Pero eso era lo menos problemático; la cosa se complicaba con las 17 prendas, surtidos entre tajes y vestidos de fiesta o de calle, que debía llevar hasta su departamento manteniéndolas intactas.

-¿Si quiere podemos llevarla hasta su residencia?- dijo la mujer.

Dios estaba de su lado.

-Si, llévenme las 17 prendas a esta dirección- dijo Shinobu mientras anotaba la dirección de su departamento.

La mujer asintió y le dio la orden a uno de sus empleados de que llevara en una de las camionetas la ropa del joven.

Mientras realizaba su viaje hasta el edificio recibió otro mensaje de su hermana.

“Te dejare pasar por alto el que hayas recibido ayuda para poder trasladar la ropa, pero tu solito deberás hallar la forma de subir todo hasta tu departamento”.

Shinobu desganado guardo su móvil.

Llegaron a destino y el empleado algo extrañado dejo toda la reciente mercadería en la entrada de un edificio.

El portero le abrió la puerta a Shinobu y aunque intento ayudarlo este se negó con amabilidad.

Con mucho ingenio subió todo al elevador.

Se cruzo de brazos mientras esperaba llegar a su piso. Las puertas se abrieron e inesperadamente se topo con dos pares de ojos que lo analizaban minuciosamente.

Arrastro el carrito con toda la ropa y la introdujo en su apartamento seguido por Hiroki y Kisa.

-¿Nos dirás que te pasa?- pregunto Hiroki mientras seguía con su mirada todos los movimientos del rubio.

Pero Shinobu no dijo nada y una vez que dejo toda la ropa en la sala de su departamento se arrojo al sillón grande para descansar.

-¿Risako se entero de tu embarazo?- pregunto Hiroki manteniendo su postura seria.

Shinobu pensó que en otra ocasión hubiera hecho una reacción que dejara en claro que habían acertado pero simplemente en este momento no podía darse ese lujo.

-¿Por qué tanto interés?- pregunto Shinobu con indiferencia.

-No lo sé, ¿Sera porque somos amigos?- cuestiono Hiroki con sarcasmo.

Shinobu simplemente lo ignoro y fingió mensajearse con alguna persona.

-RESPONDEME- ordeno Hiroki molesto.

Kisa simplemente se mantenía serio dispuesto a intervenir si era necesario.

Shinobu arrastrado por aquel dolor reprimido arrojo su teléfono a alguna parte de la habitación.

-¡¡YA BASTA!! ¡¡NO TE METAS EN MIS ASUNTOS SI NO TE LO PIDO!!- grito colérico.

-¡¡NO ME GRITES, YO NO SOY EL CULPABLE DE TUS MALES!!- grito Hiroki ardiendo de la rabia por el repentino comentario de su amigo.

-¡¡TAMPOCO TE PEDI QUE TU ME AYUDARAS!!-grito Shinobu sentándose repentinamente en el sillón.

-¡¡PERO YO SI NECESITO UNA RESPUESTA!! ¡¡NO PUEDO IGNORAR TU DOLOR, PORQUE TAMBIEN ES EL MIO!!- grito Hiroki posando sus manos en el pecho, le dolía el corazón.

-¡¡PUES NO ES CULPA MIA QUE TE SIENTAS ALGUIEN EN MI VIDA!!- grito Shinobu sintiendo lagrimas de impotencia correr por su mejilla.

Hiroki sintió que se quedaba sin aire en los pulmones y su lengua se paralizo quedando incapaz de responder algo. Sintió el corazón oprimirse en su pecho.

-Vete de mi casa- ordeno Shinobu agachando la cabeza.

-¿Por qué haces esto?- pregunto Hiroki mordiéndose el labio sintiéndose impotente.

-No hay una razón, solo quiero estar solo- susurro Shinobu dejándose caer sobre el respaldo del sillón.

-Eres muy cruel- dijo Hiroki dándose media vuelta.

-Solo soy egoísta- dijo Shinobu desviando la mirada hacia un punto fijo en la pared.

-Yo también lo soy… por creer que podía ocupar el lugar que le corresponde a una madre- susurro Hiroki para luego salir del departamento corriendo seguido por Kisa.

La habitación quedo en silencio y Shinobu simplemente sentía como se hundía cada vez más en su amargura.

Repentinamente la puerta se abrió y se dejo ver a una mujer que vestía un vestido de estampado leopardo de marga tres cuartos y cuello en v.

-Buen trabajo- dijo Risako con burla de ver la desgracia de su hermano.

Shinobu simplemente ignoro el comentario.

Ella se sentó al lado del rubio y miro sus prendas.

-Eres un niño obediente, has cumplido con tu parte- dijo Risako.

-Fuiste muy cruel al pedirme que me decidiera de ellos- dijo Shinobu tragándose sus lagrimas.

-Era eso o que tu secreto sea revelado- susurro Risako con malicia.

-Lo más importante para mi es mi hijo- dijo Shinobu acariciando su vientre.

Risako acaricio la rubia cabellera de su hermano con fingido cariño solo para herir aun más el lastimado corazón del pequeño.

-¿Por qué haces esto?- pregunto Shinobu arrastrado por aquella ola de dolorosos pensamiento que embriagaba su corazón.

-Para que aprendas que en la vida no existen los actos justos- dijo Risako con aires triunfadores.

-La justicia cae en manos de tiranos- dijo Shinobu quitando con brusquedad la mano de su hermana.

-La justicia está del lado de los más fuertes- aseguro Risako con enojo.

Shinobu sonrió de lado.

-Siento pena de ti, de que creas tener el derecho de decir que tus actos son justos al pensar que humillar a los más débiles te hace dueña de la verdad haciéndole creer al resto que es menos que tu… un ser egoísta, envidioso y egocéntrico- escupió con asco.

Una fuerte cachetada hizo arder su mejilla.

-¡Insolente!… solo por esta vez te permitiré que olvides tu lugar, pero no correrás dos veces con la misma suerte- dijo Risako furiosa mientras se ponía de pie.

Shinobu simplemente asintió con la cabeza mientras se hundía en su propio dolor.

Risako abrió la puerta e hizo pasar a dos hombres que tomaron sus cosas y se la llevaron. Risako sin más se fue no muy satisfecha con su labor.

 

 

Un nuevo día comenzaba y parecía que el clima no deseaba cambiar. Hacia frio y llovía.

Se removía en su cama inquieto, no sabía cómo tomar el control sobre su nueva vida. El primer día había sido muy duro y no se sentía capaz de sostener por mucho tiempo este circo.

Soltó un suspiro y comenzó a estrujar entre sus manos las sabanas. Era el momento de elaborar la gran mentira que mandaría a la mierda toda su vida… Pero sabía que había ganado la guerra, pues sin importar que ahora estuviera a merced de Risako tenía la certeza de que solo él podía ser el dueño del corazón de Miyagi.

-Prometo que esto no quedara así… mientras Risako cree bloquea la salida frontal yo me escabullo por los rincones. Ahora ella tiene el control pero solo yo se que este jueguito terminara en un mes cuando al fin sea yo quien revele la verdad sin importar que mi familia me dé la espalda- dijo Shinobu acariciando su vientre.

-Pero también sé que esta jugada tan arriesgado me puede dejar en la nada, con las manos vacías… si de verdad me amas Miyagi se fuerte y espérame- pensó Shinobu con tristeza sin dejar de acariciar su vientre.

 

 

Misaki y Hiroki desayunaban en silencio, el primero se hallaba perdido en sus pensamientos mientras el segundo lo observaba atentamente.

-¿Pasa algo Misaki?- pregunto Hiroki preocupado.

Al oír la voz de su primo Misaki se exalto y se ruborizo completamente al darse cuenta de que estaba divagando en sus pensamientos frente a Hiroki.

-No realmente, solo estaba pensando en ayer me pareció que alguien nos estaba observando a mí y Usagi- dijo Misaki mientras bebía un poco de jugo de pomelo.

Hiroki frunció el entrecejo.

-¿Usagi? ¿Y que se supone estaban haciendo juntos?, mejor dicho ¿Cuándo se encontraron?- pregunto Hiroki con una voz de ultratumba.

Misaki se estremeció y se mordió el labio inferior nervioso.

-Yo no tengo clases en la primeras horas los lunes así que nos vimos un rato con Usagi- dijo Misaki algo incomodo.

-¿Desde cuándo le dices Usagi?- pregunto Hiroki algo molesto por ese cariño tan repentino de parte del castaño menor.

-Bu… bue… bueno es… es que… me… me salió accidentalmente… en… en vez de…. Decirle Usami… le dije Usagi y… y… y como a él le gusto… quedo así- dijo Usami nervioso tartamudeando en momento, su rostro estaba tan rojo que parecía un tomate.

Hiroki bufo molesto y dio una enorme mordida a su tostado de jamón y queso a modo de protesta.

-¿Y Shinobu?- pregunto Misaki tratando de cambiar de tema.

Pero esto solo enfureció mas a Hiroki al punto de que se levanto de la mesa y se encerró en su pieza sin decir nada.

Misaki se quedo confundido en su asiento, no era el enojo de su primo lo que le llamo la atención, lo que realmente le perturbo fue ver cristalinos aquellos ojos avellanas como si estuviera a punto de llorar. Algo andaba mal y seguramente por ser el más “pequeño” no le dirían nada.

Preocupado por la situación le mando un mensaje a la única persona que podía ayudarlo.

 

 

Los alumnos llegaban a la universidad en grupos numerosos; algunos charlaban con amigos otros se mensajeaban y algunos simplemente iban concentrados leyendo un libro.

Shinobu caminaba lo más alejado posible de la multitud, no tenía ganas de nada. Sabía que al terminar la hora de literatura debía enfrentar la temporal verdad.

Entro al salón y se sentó en el medio junto al pasillo para no incomodar a la mayoría de los alumnos presentes.

El profesor Miyagi hizo acto de presencia en el aula para comenzar sus clases. Su mirada se topo con la de su amado pero este al verle desvió la cara. No quiso darle mucha importancia a ese hecho en el momento pues era hora de cumplir con su trabajo.

Shinobu se mantuvo alejado de todo lo que le rodeaba e ignoro toda la clase concentrándose únicamente en ver el paisaje por la ventana del salón.

El timbre sonó anunciando el fin de la hora.

Todos los alumnos comenzaron a salir hasta que únicamente quedaron Miyagi y Shinobu.

El menor bajo las escaleras y se paro frente al escritorio.

-Te extrañe amor- dijo Miyagi mientras se paraba y rodeaba el escritorio.

Sin embargo cuando intento abrazar a su amado este se hizo para atrás rechazando el contacto, la mirada del menor era fría.

-Miyagi vine para hablar no a jugar- dijo Shinobu serio.

El profesor quedo perplejo ante la dureza con la que su pequeño le hablaba.

-¿Qué pasa?- pregunto Miyagi confundido.

-Quiero que te alejes de mi- dijo Shinobu sin titubear.

-¿Qué demonios estás diciendo?- pregunto Miyagi exaltado.

-Quiero que tomemos un tiempo, necesito tener paz solo por un momento y quiero que tu aclares todo con Risako- dijo Shinobu sintiendo como en su interior su alma gritaba de manera desgarradora.

-¿Estás loco?, seguro que todo esto es a causa de tu estado- dijo Miyagi acariciando con cariño las rubias hebras del menor.

Shinobu de un manotazo quito la mano y miro con el seño fruncido al profesor.

-No estoy jugando, hablo enserio… necesitamos darle un alto a la situación, se bien que Risako no se detendrá y quiero estar seguro de que tu de verdad estas dispuesto a seguir con esta locura- dijo Shinobu.

-¿A dónde quieres llegar con todo esto?- pregunto Miyagi comenzando a sentirse perturbado por la situación.

-Solo aléjate… y si de verdad me amas regresaras- dijo Shinobu agachando la mirada, mordiéndose el labio para no llorar.

-¿Me estas dejando o me estas pidiendo que regrese con Risako porque ella te obligo?... yo no quiero renunciar a ti después de todo lo que pasamos- dijo Miyagi tratando de acercarse al menor, pero este retrocedía un paso por cada uno que daba el mayor.

-Solo te pido un mes- susurro Shinobu casi suplicando.

El menor choco con la primera hilera de bancos y el profesor le obligo a elevar la mirada cuando poso su mano en el mentón de su estudiante.

El profesor se sorprendió de ver pequeñas lágrimas correr por la mejilla del menor.

-¿Qué está pasando?- pregunto Miyagi con desesperación de ver a su amado llorar.

-Necesito un tiempo- dijo Shinobu.

Sin pensarlo dos veces empujo al profesor y salió corriendo del lugar sin dar más explicación.

Miyagi quedo petrificado sin saber cómo reaccionar antes las palabras del menor.

 

Un par de ojos azules vio como la pequeña figura del rubio corría por los pasillos, sin pensarlo mucho decidió seguirlo.

 

Shinobu había llegado al invernadero. Ahora se hallaba sentado en uno de los canteros llorando amargamente dejando salir su dolor. Sentía tantas ganas de mandar todo al diablo pero simplemente todavía no era el momento de dar el jaque mate.

Era tan sonoro su llanto que no hoyo las pisadas de la persona que ahora se adentraba al lugar entre las plantas.

De pronto sintió unos fuertes brazos rodearlo por la espalda y una cálida sensación de protección lo invadió.

-Confía en mi- susurro Nowaki con dulzura.

Shinobu dejo que las cálidas lágrimas rodaran por su mejilla mientras su dolor era contenido en aquellos protectores brazo.

-Ella lo sabe todo- dijo Shinobu sintiendo como la tristeza lo venció ante esa persona tan bondadosa.

-¿Quién es ella?- pregunto Nowaki.

-Mi hermana- respondió Shinobu mas tranquilo pero sin que sus lágrimas dejaran de fluir.

-¿Qué descubrió ella que te tiene tan mal?- pregunto Nowaki acariciando los rubios mechones del menor como si fuera un hijo.

-Descubrió lo de mi embarazo, pero no es ese el verdadero problema- susurro Shinobu sintiendo como nuevamente la presión del momento oprimía su corazón.

-Puedes confiar en mí- dijo Nowaki con dulzura.

Shinobu rompió el abrazo y volteo para verlo a la cara, el lo miraba con dulzura.

-Tengo miedo a que ella descubra la verdad-dijo Shinobu sintiendo que sus ojos ardían.

-¿Le temes a que ella dañe a tu bebe?- pregunto Nowaki preocupado reflejando en sus pupilas sus emociones.

Shinobu solo pudo asentir mientras se aferra al fuerte pecho del médico.

-¿Ella sabe que el bebe es de Miyagi?- pregunto Nowaki mientras acariciaba los cabellos del menor.

-Ella solo sabe que estoy embarazado, pero no le di ningún otro detalle…. Después de la separación de Miyagi y mi hermana las cosas han estado complicadas en casa porque mi mama está en desacuerdo con la actitud que el tubo y mi padre simplemente cree que fue una consecuencia de los caprichos de Risako. No puedo llegar yo repentinamente y decir que estoy embarazado de mi ex cuñado, especialmente si Risako todavía quiere conquistarlo- conto Shinobu con tristeza.

-¿Ella es quien te pide que actúes así?- pregunto Nowaki.

Shinobu solo asintió sintiéndose impotente ante la situación en la que había terminado.

Nowaki repentinamente lo abrazo y acogió con su cariño paternal el herido corazón del pequeño.

-No estarás solo, de eso estoy seguro… pero estas hiriendo a muchas personas- susurro Nowaki con delicadeza para no preocupar al menor.

-Eso lo sé- dijo Shinobu con la voz temblorosa.

-Déjame ser tu cómplice- pidió Nowaki.

Shinobu elevo su rostro y miro confundido al médico.

-Déjame ser el que sepa todo, el que cuide de tu secreto… quiero ayudarte para que estés a salvo y nada malo pueda pasarte hasta que el esperado día llegue- dijo Nowaki con dulzura.

Shinobu sonrió entre amargas lágrimas y afirmo con la cabeza dando a entender que aceptaba.

-Cuida de mí y aquellas personas que he herido- pidió Shinobu mientras se dejaba abrazar por el calor de ese cuerpo amigo que lo refugiaba de su infierno.

Nowaki beso la frente de Shinobu como si de un padre y su hijo se tratasen.

-Yo seré tu guardián- afirmo el médico sellando así un secreto y comenzando una larga espera antes de que la verdad salga a la luz.

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado el capi...

 

Pregunta para mis lindas o lindos jaja lectores:

¿Que tendra Shinobu? ¿Sera niño o niña? ¿Gemelos, mellizos o trillizos? ¿Como se imaginan que seran fisicamente?¿Que nombre le pondrian al bebe?

estas preguntas las hice porque me gustaria que todos pusieran sus opiniones y me ayudaran a decidirme...

Gracias por los bellisimos comenarios del capi anterior y muchas gracias por no matarme...

Besos a todos y todasssss


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).