Capitulo 2: la fiesta.
Una cuatro por cuatro se estaciono frente a la entrada de la gran mansión Ijuuin. Las puertas traseras se abrieron bajo la atenta mirada de algunas personas que estaban bebiendo cerveza y otros tragos en la entrada principal de la casa.
De la camioneta bajaron cuadro jóvenes cada uno con un disfraz diferente; había un vaquero, un mago, un militar y gatubela. El chofer se despidió de los jóvenes y se retiro en la camioneta.
-Llegamos- susurro gatubela solo para los oídos de sus amigos.
-Shinobu realmente me incomoda como nos están mirando- dijo el mago.
-Es porque realmente nos vemos sexis Misaki- dijo el militar.
-Esto es humillante- refunfuño el vaquero.
Una mano se poso sobre su hombro y volteo a ver quién era.
-No seas tan gruñón Hiroki- dijo el militar con una sonrisa.
-No te pongas pesado Kisa- dijo Hiroki, el vaquero.
Shinobu llevaba un ajustado traje de gatubela de una sola pieza color negro (la parte del pantalón era tan ajustado que macaba su trasero y entrepierna, la parte superior con forma de musculosa de breteles anchos y escote cuadrado tenía un cierre al medio ajustándose a su pequeño cuerpo, una máscara de cuero con orejas de gato y unos borsegos de media caña negros), Misaki llevaba un disfraz de mago color rojo y negro ajustado (un mini short negro ajustado con picos en las puntas y con una banda de gasa en la parte superior con una luna en el lado superior izquierdo que le llegaba justo donde terminaba su trasero, en la parte superior llevaba puesto un corcet rojo que le llegaba hasta encima del ombligo con una cinta negra cruzada en el medio, una torerita negra manga tres cuartos con picos, unas medias bucaneras de red, una botas de caña larga arruchadas sin taco y un sobrero de bruja negro con una cinta roja), Kisa vestía un disfraz de militar en diferentes tonalidades verdes (un mini short ajustado, unos borsegos caña larga negros, unas gafas de sol negras, una gorra de colores militares y una chaqueta verde militar entallada manga tres cuartos con solo dos botones prendidos dejando su ombligo al descubierto) y Hiroki tenía puesto un disfraz de vaquero (llevaba un chaleco de cuero marrón que no cubría su ombligo, un pañuelo celeste atado en el cuello, un sombrero de vaquero negro, unas botas cortas de cuero negro y un short negro súper ajustado con una especie de pantalón marón que dejaba descubierta el trasero y la parte interna del muslo hasta las rodillas). Todos llevaban un antifaz negro para ocultar su identidad.
Entraron a la casa... La música hacia vibrar las paredes, el humo del cigarrillo era visible en el aire y en suelo ya había varias botellas y vasos de donde se había bebido. Muchos de los invitados estaban bañados en sudor y seguramente sin control sobre sus cuerpos.
-Qué asco- se quejo Hiroki.
Los jóvenes siguieron caminando hasta llegar a la barra.
-Al fin estamos aquí- dijo Shinobu emocionado mientras con la mirada daba un rápido estudio al lugar.
-¿Crees que se estén usando alguna de las habitaciones?- pregunto Kisa con picardía.
Shinobu volteo a verlo y comenzó a reír.
-¿Recién comienza la noche y ya estas pesando en quien será tu próxima víctima?- pregunto Shinobu.
Kisa solo le guiño un ojo y se giro hacia el barman.
-Barman, cuatro sex on the beach- pidió Kisa.
-¿Vamos a tomar?- pregunto Misaki dudoso.
-Un trago no hace mal a nadie- dijo Kisa con tranquilidad.
-No estoy de acuerdo- dijo Hiroki firme.
-ES solo un poco, además no vinimos a emborracharnos- dijo Shinobu sentados frente a la barrar.
-Bueno- dijo Misaki confiado.
El barman entrego los tragos a los chicos. Kisa tomo su copa y la elevo.
-Quiero que brindemos por nosotros y nuestros cuerpos de infarto- dijo Kisa.
-Kisa no digas eso- dijo Misaki totalmente abochornado.
-Oh vamos Misaki, ese cuerpo tuyo se luce en este disfraz- dijo Shinobu dándole una palmadita en el trasero.
Misaki se exalto y derramo algunas gotas de su trago.
-Mejor bridemos por nuestra primera salida nocturna- propuso Kisa.
Todos elevaron sus copas y brindaron. Todos dieron el primer sorbo al trago.
-Puag, esto sabe feo- se quejo Misaki.
-A mi me parece bastante rico- dijo Hiroki sorprendido de sus propias palabras.
-Este es un trago más suave que otros pero aun así no te emborraches o quien sabe donde terminaras, en que cama te meterás- dijo Shinobu en tono burlón.
Hiroki simplemente lo ignoro y decidió terminar su trago.
Se quedaron un momento tranquilos en la barra bebiendo sus tragos mientras observaban a la gente desarmarse en movimientos sensuales en medio de la pista de baila.
Kisa dejo sobre la barra su copa bacía y se puso de pie.
-¿Qué les parece si vamos a dar una vuelta?- propuso Kisa mirando a sus amigos.
-Vamos- dijo Shinobu tomando a Misaki de la muñeca.
-Yo prefiero quedarme un momento aquí, no me gusta el amontonamiento- dijo Hiroki mientras jugaba con el sorbete.
-Está bien- dijo Kisa sin darle mucha importancia.
Kisa tomo de la mano a Misaki y este jalo el brazo de Shinobu, comenzaron a meter se entre la multitud.
-Borracho- fue lo último que grito Shinobu antes de alejarse logrando enojar a Hiroki, quien solo frunció el seño y se volteo a hablar con el barman.
La música sonaba fuerte, Shinobu y Kisa bailaban con mucha sensualidad atrayendo a más de una mirada. Por otro lado Misaki estaba a unos pasos de donde bailaban sus amigos apoyado contra una pared.
El castaño pudo observar como Shinobu y Kisa rechazaban a otros muchachos que descaradamente intentaban conquistarlos por una noche. Vio que sus amigos se acercaron a él.
-Vamos- dijo Kisa extendiéndole una mano al castaño.
Misaki negó con la cabeza y sonrió.
-Sabes que no me gusta bailar.
-Pero eso es solo en público porque tú mueves las caderas de manera muy provocativa- dijo Shinobu con picardía.
Misaki rodo los ojos con un fuerte color carmín en sus mejillas.
Kisa vio pasar a un mozo con una bandeja donde llevaba tragos y le hizo una seña. De la charola tomo dos tragos de vaso ancho que tenían un color anaranjado.
-Toma esto- dijo Kisa entregándole uno de los tragos.
Misaki lo recibió confuso y miro a Kisa en busca de una respuesta.
-Te ayudara a quitarte la vergüenza- dijo Kisa con una sonrisa.
-No lo sé- dijo Misaki dudoso sin dejar de observar el trago.
-Confía en mi, con dos de estos te sentirás mucho mejor y todavía estarás cuerdo- dijo Kisa.
Misaki seguía dudoso pero acerco el vaso a su boca y dejo que aquel líquido rosara sus labios, el sabor era fuerte incluso más que el primer trago.
-Bébelo todo de una sola vez- le aconsejo Kisa.
El castaño sabía que no podría negarse. Cerró los ojos y conto hasta diez y de una sola vez se tomo todo el trago. Cuando el liquido bajo por su garganta su cara fue la misma que uno pone al chupar limón.
-Ahora el otro- dijo Shinobu obligándolo a tomar el otro trago.
Misaki fue más listo eta vez y casi sin pensarlo hizo fondo blanco.
-Esto sabe horrible- dijo Misaki mientras le entregaba el vaso vacio.
-Lo que tomaste es un whisky sour, te recomiendo que solo lo tomes para bajar un poco la tención- dijo Kisa mientras colocaba los vasos vacios en la bandeja de un mozo que pasaba cerca de ellos.
Sin darse cuenta Misaki había sido arrastrado a la pista de baile.
Shinobu y Kisa habían comenzado de nuevo con su sensual baile. Misaki estaba dudoso, pero entonces comenzó a sentir algo cálido recorrer su cuerpo que le hacía tener ganas de bailar. Sin darse cuenta había comenzado a moverse al ritmo de las canciones llamando la atención de muchas personas.
Misaki estaba tan sumido en ese cálido deseo que no noto cuando alguien lo tomo de la cintura. Se exalto totalmente al sentir el extraño rose de una erección contra su trasero. Todo sonrojado se volteo a ver quién era.
-Que alegría es encontrarte Misaki- dijo un gladiador.
-Ijuuin- dijo Misaki sorprendido.
Ijuuin vestía una falda estilo gladiador con un short negro abajo y sandalias marrones.
-Gracias por invitarnos- dijo Shinobu abrazando por la espalda a su amigo.
-Estábamos buscándolos para invitarlos a tomar unas copas- dijo Ijuuin con una encantadora sonrisa.
Misaki volteo a ver confundido a sus amigos.
-No se le puede negar una petición al dueño de casa- dijo Kisa divertido.
Ijuuin sonrió y los guio a través del salón hasta un área de la mansión que llevaba el letrero de “vip”. El lugar era espacioso y había sido divido en un living con una mini barra personal y una pista de baile.
Ijuuin se acerco a un grupo de seis chicos (un ángel, un vampiro, un pirata, un indio, un conejo y un policía) que se reía a carcajadas.
-Chicos traje a unos amigos- dijo Ijuuin mientras se sentaba junto a un chico disfrazado de conejo.
-Yo soy Ritsu- dijo un castaño disfrazado de ángel que les hizo una seña para que se sentar junto a él.
-Llegan a tiempo para jugar a verdad o reto- dijo un joven sonriente disfrazado de pirata.
-¿Verdad o reto?- pregunto Misaki con curiosidad.
-Si la botella te apunta deberás elegir verdad o reto, en caso de que no cumplas con lo que te piden habrá prenda a elección del grupo- dijo el conejo que lo miraba con una encantadora sonrisa.
-Yo primero- dijo animadamente un joven disfrazado de indio.
El joven hizo girar la botella, la cual se detuvo en Shinobu.
-¿Verdad o reto?- pregunto el indio a Shinobu.
-Reto- dijo Shinobu emocionado.
Todos soltaron gritillos de emoción e intriga.
-Tu reto será beber cinco mojitos cubanos en tres minutos, en caso de no cumplir habrá prenda- dijo el indio.
-Acepto- dijo Shinobu con seguridad.
Misaki no estaba de acuerdo con el reto pero sabía que sería en vano pedirle a su amigo que se retractara ya que este era muy orgulloso.
El barman apareció con una bandeja donde estaban los cinco vasos, los dejo sobre una pequeña mesa. Ijuuin preparo el cronometro en su celular.
El joven disfrazado de indio asintió con la cabeza.
-Tu tiempo comienza ahora- dijo Ijuuin para comenzar con el conteo.
Con rápidos movimientos y sin respirar Shinobu comienza a beber los tragos de una sola vez.
-Tiempo- dijo Ijuuin al mismo tiempo que Shinobu colocaba el ultimo vaso vacio sobre la mesa.
-Gane- dijo Shinobu emocionado.
Tomo la botella y la hizo girar. Fue Kisa el elegido.
-¿Verdad o reto?- pregunto Shinobu de manera desafiante.
-Reto- dijo Kisa relajado.
-¿Quién es el que más aguanta la bebida?- pregunto Shinobu al grupo.
-El- dijeron todos al mismo tiempo señalando al joven vestido de indio.
-Te reto a competir con él a ver quien bebe mas- dijo Shinobu.
-Acepto- dijo Kisa.
-Yo también- dijo el indio.
-Que sea el que beba más rápido diez mojitos cubanos- dijo Shinobu.
-Eso es muy fácil- se quejo Kisa.
-Entonces que sean diez bloody mary, el que beba más gana- dijo el conejo con malicia.
-¿Bloody mary?- pregunto Misaki confundido.
-Es un trago hecho a base de vodka, jugo de tomate, sal, pimienta y salsa tabasco- dijo Ritsu, el ángel.
-Qué asco- dijo Misaki de solo imaginárselo.
-Yo no lo probé pero al igual que tú con solo saber lo que contiene me repele- dijo Ritsu divertido.
Kisa y el indio se sentaron en el suelo enfrentados. El barman coloco diez tragos para cada uno.
-Comiencen- dijo Shinobu emocionado.
Ambos con dificultad trataron de tragar la bebida que les quemaba la garganta y le repugnaba al paladar.
-Esto es asqueroso- se quejo Kisa cuando recién acababa el tercer trago.
El indio tan solo había tomado cuatro y casi no había diferencia entre ambos.
Al quinto trajo ambos cayeron rendidos sobre la mesa.
-Me rindo- dijo el indio sin poder darle un sorbo mas a la bebida.
-El se rindió, gane- dijo Kisa agitado.
-No ganaste, fue empate- dijo Shinobu molesto- ahora tendrás que hacer una prenda.
Kisa rodo los ojos y solo espero a que Shinobu hablara.
-Debes besar durante cinco minutos al policía con el mal sabor de la bebida- dijo Shinobu entretenido.
Se oyó la risa de todos.
Kisa se paro con dificultad pues los tragos ya empezaban a hacerle efecto. Camino hasta el policía y se sentó en su regazo, rodeo con sus brazos el cuello de aquel joven y sin vergüenza alguna comenzó un apasionado beso con lengua.
-Que caliente- gritaban el conejo y el indio totalmente divertidos.
Kisa estaba totalmente perdido en la excitación que sintió con el rose de sus lenguas, pero no era el único el policía había tomado de las caderas a Kisa en busca de mas contacto. De ser por ellos hubieran continuado hasta el final pero…
-Tiempo- dijo Shinobu con malicia.
Kisa se separo del policía con la respiración agitada y a regañadientes, muy bien disimulado, se sentó junto a Misaki.
Tomo la botella y la hizo girar. Fue Ijuuin al que señalo.
-¿Verdad o reto?- pregunto Kisa.
-Verdad- dijo Ijuuin.
-Mmm… ¿Cuántas veces al día te masturbas?- pregunto Kisa con malicia.
Muchos gritos de emoción se oyeron entre el grupo.
-Sin mentir son siete veces al día- dijo Ijuuin mientras miraba a Misaki.
Los gritos de emoción no se hicieron esperar.
Ijuuin tomo la botella la hizo girar, esta vez fue el turno del policía.
-¿Verdad o reto?- pregunto Ijuuin con malicia.
-Verdad- dijo el policía totalmente relajado.
-¿Con quién fue tu primera vez?- pregunto Ijuuin con malicia.
-Fue Samanta Lewis nuestra profesora de literatura de la secundaria- confeso el policía totalmente divertido.
-Eso no lo sabía yo- dijo el conejo fingiendo enojo.
-Me toca- dijo el policía.
Tomo la botella y la hizo girar. Fue el turno del conejo.
-Jojojo me toco Usagi- dijo el policía divertido.
-Elijo reto- dijo Usagi de manera desafiante.
-Ni siquiera me dejo preguntarle verdad o reto- dijo el policía haciéndose el enojado, soltó una risilla y continuo- te reto a hacerle un baile erótico al que la botella apunto.
-Acepto- dijo Usagi.
Usagi tomo la botella y la hizo girar. El baile iba a ser para Misaki quien se había sonrojado. Usagi se acerco y le extendió la mano al castaño para que se pusiera de pie, Misaki se dejo guiar por el conejo el cual lo puso contra la pared y comenzó a bailarle de manera muy caliente.
Los gritos de emoción y los silbidos no se hicieron esperar. Usagi deslizaba sus manos por todo el pequeño cuerpo de Misaki. Ijuuin trataba de contener la rabia pues solo era un juego pero había otra personita que no esta contento con lo que ocurría y no estaba dispuesto a dejarlo pasar.
Usagi hizo que Misaki se volteara y pusiera las manos contra la pared y el comenzó a rozar su creciente erección contra el trasero de Misaki que comenzaba a excitarse con todo ese jueguito.
El policía noto que la cara de uno de sus amigos delataba que en cualquier momento la cosa se pondría fiera.
-Listo- dijo el policía divertido.
Ambos volvieron a su lugar. Usagi tomo la botella y la volvió a girar, lo más gracioso es que volvió a apuntar hacia Misaki.
-¿Verdad o reto?- pregunto Usagi con malicia.
-Verdad- dijo Misaki algo incomodo.
-¿Te gusta hacer o que te hagan sexo oral?- pregunto Usagi.
-No voy a contestar eso- dijo Misaki totalmente abochornado.
-¿Seguro?- pregunto Usagi divertido por la reacción del castaño.
-Si- dijo Misaki seguro.
-Prenda, prenda- comenzaron a gritar todos eufóricos.
-El odia los tragos fuertes- lo delato Shinobu el cual recibió un codazo de parte de Kisa.
Usagi sonrió con malicia.
-Tú prenda será tomar tres absolut tequila- dijo Usagi.
El barman apareció con las tres copas.
Misaki agarro la primera dudoso.
-Todo, todo, todo- los gritos de los presentes no se hicieron esperar.
Misaki por impulso y cierta presión de quienes lo acompañaban se tomo sin respirar las tres copas.
-Increíble- gritaba el policía por la capacidad para tomar del castaño.
Misaki se puso de pie con dificultad.
-Necesito ir al baño- le susurro Misaki a Ritsu.
-Toma el pasillo junto a la barra y dobla a la derecha, es la última puerta del pasillo- le indico Ritsu.
Misaki asintió con la cabeza.
-Ya vengo- le dijo a sus amigos.
Con paso poco preciso camino entre las personas y llego al baño. Entro y cerró la puerta con pasador. Toda la cabeza le daba vueltas. Poso sus manos sobre el lavatorio y agacho la cabeza tratando de recuperar el aliento.
Se miro en el espejo, todo se movía a su alrededor y no estaba muy seguro de que era lo que tenía enfrente.
-Creo que será mejor regresar a casa- pensó Misaki con la poca cordura que le quedaba.
Con las manos temblorosas y la vista borrosa salió del baño y volvió a meterse en la pista de baile. Trataba de saber por dónde iba pero entre tanta multitud se perdió.
Nuevamente sintió el cuerpo caliente y un fuerte cosquilleo en el estomago. Estaba tan concentrado en las sensaciones que experimentaba que no vio por donde iba que término chocando con un hombre alto de cuerpo escultural.
El hombre se volteo a verlo y lo miro con una sonrisa.
-¿Bailamos?- le propuso Misaki con picardía.
El hombre asintió y lo tomo de la cintura… allí fue cuando la cabeza del castaño se desconecto totalmente de la realidad.
Shinobu ya comenzaba a preocuparse por la demora de Misaki, además comenzaba a sentir los efectos de tanto alcohol y Kisa lo único que hacía era estar sentado en el regazo del policía con el cual mantenía una charla muy entretenida, lo peor es que no supo en qué momento Kisa se había alejado de su lado para ir a coquetear.
El grupo inicial se había desintegrado después de la partida de Misaki. Ijuuin había sido llamado por uno de los de seguridad. El indio, el pirata y el conejo habían desaparecido en la pista de baile y el ángel había desaparecido quien sabe a dónde con el vampiro que había resultado ser su novio. Si el rubio se había quedado solo y preocupado. El barman le ofreció un demonio verde para que bajara la tención, Shinobu lo recibió de un solo trago lo bebió todo.
Shinobu tambaleándose se puso de pie y se metió entre la multitud. Muchas mirada estaban sobre su cuerpo y algunas mujeres se sintieron morir de envidia.
En lo que iba caminando una chica le puso el pie y el tropeo. Shinobu estaba tan mareado que pensó que caería al suelo pero unos fuertes brazos lo atraparon.
-Deberías tener cuidado- le susurro una varonil voz que se le hacía conocida.
Shinobu elevo la mirada encontrándose con el zorro y quedo cautivado con esos ojos que lo miraban con preocupación.
-Perdón por la molestia- dijo Shinobu sonrojado.
-Te perdonare si me concedes esta pieza- dijo el zorro tomándolo de la cintura.
-Sonaste como un viejo- dijo Shinobu divertido.
-Pues soy un viejo- dijo el zorro divertido.
Shinobu soltó una risilla y le sonrió.
-Gracias por ayudarme.
-Descuida, además fue muy desagradable ver a una mujer rebajarse por envidia- dijo el zorro.
-¿Te molestan las mujeres?- pregunto Shinobu.
-Hace una semana pelee con mi novia por algo parecido y terminamos, no le volví a hablar y la verdad es que no se si ella quera reanudar la relación. Yo realmente creo que el noviazgo que tuvimos ya no da para más y debe quedar en el pasado- le dijo el zorro.
-No te preocupes, estoy seguro de que llegara algo mejor- dijo Shinobu sonriéndole con dulzura.
El zorro también le sonrió dejándolo totalmente cautivado.
A Shinobu le pareció ver algo sospechoso entre la multitud pero estaba tan ebrio que ya no le importaba nada más que estar con aquel hombre.
-He leído todos los libros de ese autor, me fascina todo lo que escribe- dijo el barman mientras le entregaba a una piña colada a una despampanante rubia.
-Es tan intenso- dijo Hiroki contento mientras le daba un sorbo a su Martini.
-Barman deme un tequila- dijo un joven disfrazado de indio con una encantadora sonrisa.
El barman le sirvió una medida y se la entrego, el joven de un solo trago la bebió.
-¿Qué es?-pregunto Hiroki con curiosidad.
-Es tequila, una bebida muy fuerte- dijo el barman.
-Yo también quiero- dijo Hiroki.
El barman le sirvió y se lo entrego.
-Debes tomarlo todo de una sola vez- le indico el indio.
Hiroki asintió y de un solo trago lo bebió.
-Puag, es muy fuerte. Ciento como si me quemara la garganta- se quejo Hiroki.
-No es algo que cualquiera pueda beber- dijo el indio con la misma sonrisa agradable.
-¿Te estás burlando de mi?- pregunto Hiroki con el seño fruncido.
-No- dijo el indio sin cambiar la expresión de su rostro.
-Barman deme otro- dijo Hiroki.
El barman le sirvió otra medida de tequila y Hiroki de una sola vez se lo bebió.
-Yo también quiero más, deme tres medidas- pidió el indio.
El barman algo dudoso le sirvió.
Hiroki no supo en qué momento se había convertido en una competencia de quien podía beber mas tequila. Suponía que ya se había tomado unos 15 tequilas, pero no estaba muy seguro pues todo le daba vuelta.
-No puedo mas- dijo Hiroki cayendo rendido sobre la barra.
-Fue demasiado alcohol- dijo el indio poniéndose de pie y extendiéndole la mano.
Hiroki la tomo y se puso de pie con dificultad.
-Vamos te llevare a casa- se ofreció el joven.
Hiroki frunció el ceño y negó con la cabeza.
-¿Entonces que deseas hacer?- pregunto el indio preocupado pues hace rato que había notado que aquel joven se había pasado de copas.
-Vamos a bailar- propuso Hiroki arrastrándolo a la pista.
Allí murió la cordura del castaño.
Cada uno se había ido por su lado olvidándose de lo que los rodeaba sin control sobre su cuerpo… ¿Que ocurrirá?
