Capitulo 21: un ataque directo al corazón.
No había podido conciliar el sueño en toda la noche. Se paso todo el día esperando a su amado y nunca llego, cuando lo llamo contesto Hiroki diciendo que ya estaba dormido.
No dejaba de darle vuelta en la cabeza que algo malo estaba pasando y tenía miedo de descubrir que podía ser.
Misaki se había levantado de mejor humor con la mente renovada por el bien del pequeño que crecía en su vientre.
Comió saludable y abundante para luego ir a la universidad junto a sus amigos, menos Shinobu que andaba desaparecido. Kisa era el único que sabía del paradero de su amigo pues le había confesado toda la verdad ya que compartían a medias la renta, esta nueva noticia no solo había traído preocupación al peliazul si no que había sido la oportunidad para Yukina de mudarse junto a su amado temporalmente hasta que este se recibieran y luego irían a vivir a la casa que la familia le había dado.
Misaki se despidió de sus amigos y se fue por un camino diferente.
Iba tan perdido en sus pensamientos que no noto cuando unas manos lo tomaron con delicadeza de la cintura. Un sabor conocido llego a su boca, era su pareja quien los estaba besando.
Sin pensarlo dos veces se separo de él con brusquedad y se limpio la boca con la manga de su abrigo.
-No me toques- ordeno Misaki enojado.
Usagi sonrió divertido pensando que esto era simplemente una reacción de vergüenza porque lo había besado en un lugar público, pero cuando intento acercársele nuevamente fue rechazado.
-¿Misaki qué pasa?- pregunto Usami preocupado.
-¿Y todavía tienes el descaro de preguntar?- pregunto Misaki serio abrazándose a sí mismo, buscando protegerse de los encantos del escritor.
-No sé de que hablas y me preocupa que actúes así de agresivo- dijo Usami tratando de acercársele pero a cada paso que daba el castaño retrocedía.
-Hasta ayer te funciono muy bien el teatro y las mentiras… ¿Cuánto tiempo pensabas que duraría?- dijo Misaki sintiendo como la voz se le quebraba.
Usami sintió como si de repente le cayera un balde de agua encima, había sido descubierto.
-¿Cómo es que…?- Usami intento formular la pregunta pero el asombro lo retenía.
Misaki sonrió con melancolía mientras agachaba la cabeza.
-Lo recordé todo- respondió con simpleza.
Akihiko intento abrazarlo pero esta vez fue rechazado con una fuerte cachetada en su mejilla.
-No quiero verte, déjame- pidió Misaki sintiendo el dolor acumulado en su pecho.
-Misaki- le llamo Usami preocupado.
-Déjame… ya has hecho demasiado daño- dijo Misaki mirándolo con tristeza.
-Mi intención jamás fue engañarte- dijo Usami agachando la mirada.
-No me dijiste la verdad y eso fue traicionar mi confianza- dijo Misaki secando una rebelde lagrima que había escapado de sus ojos.
-Si hubieras sabido la verdad me hubieras rechazado por aprovechado- dijo Usami dolido.
-Quizás, pero ni siquiera lo intentaste… para ti valía más el bienestar de tus sentimientos sin ponerte a pensar que pasaría si yo recordaba todo- dijo Misaki.
-También lo hice para protegerte- dijo Usami elevando la mirada.
-¿Protegerme de qué?- pregunto Misaki con molestia de verse envuelto en tantos líos a medias.
-Ijuuin jamás permitiría que tú estés conmigo así de simple… Además Sumi está obsesionado conmigo y si supiera la verdad no contendría sus deseos de quitarte del camino- confeso Usami con un fuerte dolor en su pecho.
Un silencio incomodo los abrazos y ellos sin saber que hacer simplemente se miraron con tristeza y anhelo.
-Dame tiempo- dijo Misaki desviando la mirada.
-No me pidas algo imposible- suplico Usami con la mirada cristalina sintiendo que en cualquier momento lloraría como nunca lo había hecho.
-Es la única forma… necesito aclarar mi mente, has ocultado muchas cosas que no puedo dejar pasar por alto- dijo Misaki sintiendo como la voz se le quebraba.
-¿Cuánto tiempo tendré que soportar el tenerte lejos?- pregunto Usami con temor.
-El que sea necesario, cuando esté listo yo volveré a tus brazos- confeso Misaki sintiendo como sus mejillas se sonrojabas mientras que en sus bellos ojos se acumulaban las lagrimas.
-Por lo menos concede un ultimo beso que me de las fuerzas para seguir adelante- pidió Usami acercándose a Misaki dejando a ambos rostros a escasos centímetros uno del otro.
Misaki con timidez rodeo el cuello de su pareja y lo beso con pasión permitiendo que ambas lenguas se enredaran entre sí.
Fue el beso más dulce y amargo que habían probado.
La falta de aire los obligo a separarse y sus miradas se encontraron.
-Siempre te esperare Misaki- dijo Usami con seguridad.
Fue una despedida dolorosa pero necesaria. Lo que ninguno de los dos pudo imaginar es que una inesperada persona se toparía con aquella escena logrando despertar sus pensamientos mas retorcidos.
Entre todos empaquetaban las pertenencias del mas jóvenes de los allí presentes.
Miyagi y Yukina hacían uso de su fuerza para cargar las cosas más pesadas mientras Nowaki ayudaba al pequeño Shinobu con las cosas más delicadas.
Ya casi terminaban de empaquetar todas las pertenencias de la futura “madre” quien se mudaría a la casa del profesor despedido.
-Se siente tan raro abandonar este lugar- pensó Shinobu en voz alta mientras Nowaki le ayudaba a cargar la ultima caja de ropa al camión de mudanza.
-Esto hubiera pasado de cualquier forma si piensas formar una familia junto a Miyagi- comento Nowaki divertido.
Shinobu sonrió.
Un camión de mudanza se estaciono frente a la puerta del departamento, Yukina corrió a hablar con los hombre y les dio las indicaciones para que comenzaran a subir todo al departamento.
Nowaki despidió a la pareja con un cálido abrazo que fue correspondido.
-Les deseo la mejor de las suertes- dijo Nowaki.
-No hables como si no nos fuéramos a ver de nuevo- dijo Shinobu sintiendo como las lagrimas se acumulaban en sus ojos.
-Siempre pueden pasarse por casa a la noche- dijo Miyagi.
-Me alegra que hayas conseguido ese empleo- dijo Nowaki.
-Trabajar temporalmente de gerente en un supermercado no es lo mejor pero al menos tengo un trabajo y buenos ahorros en el banco- dijo Miyagi con orgullo.
-Se que lo harás bien- dijo Nowaki.
-Confió en el hombre que tengo a mi lado- dijo Shinobu mientras abrazaba a su pareja.
-Tengan cuidado- dijo Yukina quienes les sonreía con alegría.
-Tu cara boba me da a entender que le sacaras fruto a esta nueva vida en parejas- dijo Miyagi con picardía.
-Como si fuera el único- dijo Yukina.
Todos rieron menos el pequeño Shinobu que no había comprendido.
-Creo que debemos irnos- dijo Miyagi.
Nuevamente se despidieron con abrazos.
La pareja subió el auto del mayor que al arrancar fue seguido por la camioneta de mudanza.
-Esto será muy difícil para ellos- dijo Nowaki preocupado.
-Pasaran por muchas dificultades pero lo harán bien- dijo Yukina confiado.
Hiroki no dejaba de golpear el banco con sus dedos, estaba ansioso. Algo había ocurrido con Misaki porque al parecer había ignorado en todo el día al escritor pervertido.
Kisa notaba la extraña actitud del castaño y la única respuesta que encontró para su comportamiento fue que sospechaba que algo ocultaba Misaki.
El timbre del fin de clases sonó. Todos los alumnos comenzaron a abandonar el salón dejando únicamente al par de amigos.
Una voz rompió el tenso silencio que los acompañaba.
-Me dirás que están ocultando tú y Misaki, porque la verdad no me he creído eso del mal estomacal- dijo Hiroki serio.
-No sé de que hablas- respondió Kisa con seguridad.
-Conozco a Misaki y el hecho de que no quiera hablar conmigo y darme detalles le delatan que algo malo pasa y como solo tú has estado pegado a él supondré que eres su cómplice- dijo Hiroki mirándolo desafiante.
El pelinegro sonrió complacido.
-Tienes mucha imaginación para ver cosas que no son- dijo Kisa relajado.
-Supongo que te harás el difícil- dijo Hiroki sonriendo forzadamente.
-No busques pingüinos donde crecen fuertes robles- dijo Kisa guardando sus cosas y poniéndose de pie.
-Déjate de juegos- dijo Hiroki tomándole de la muñeca mirándolo con seriedad.
-Yo no estoy jugando, además si Misaki no quiere contarte algo es seguramente por tu actitud sobre protectora- dijo Kisa serio.
-Ósea que si ocultan algo- afirmo Hiroki sintiendo rabia.
De un tirón el pelinegro se libero del agarre.
-Deja de ver cosas donde no las hay- dijo Kisa.
-Estoy preocupado por el- dijo Hiroki agachando la mirada.
Kisa sintió remordimiento al oír esas palabras, realmente Hiroki se preocupaba mucho por todos como una mama. Separo sus labios con la intención de decir algo per el estrepitoso sonido de las puertas abriéndose de golpe le robo toda su atención.
-¡Kisa, Hiroki!- grito una joven que acababa de entrar con la respiración agitada y la frente húmeda por el sudor.
Ambos jóvenes velozmente bajaron las escaleras y corrieron a auxiliar a la joven.
-¿Qué te ocurrir?- pregunto Hiroki preocupado a la desconocida.
-….Mi… Mi….Misaki….- pronuncio con dificultad sintiendo como el aire le faltaba.
-¿Qué ocurre con él?- pregunto Kisa alterado.
-…Sumi… Sumi…- pronuncio la joven acelerada sin poder hablar mucho pues aun sentía la falta de aire en los pulmones.
-¡¿Qué ocurre con esos dos?!- pregunto Hiroki a los gritos alterado por la intriga de la noticia.
-Beso… Usami… Enojo… Venganza…- la joven decía palabras sueltas entre respiros.
-¿Usami los vio besándose y se enojo tanto que quiere venganza?- pregunto Hiroki.
La joven negó con debilidad.
-Hiroki no seas idiota la chica dice que Sumi vio a Misaki y Usami besándose… Es bien sabido por todo el campus que ese tipo está obsesionado con Akihiko, seguramente al verlos se enojo tanto que ahora quiere vengarse de Misaki- dijo Kisa alterado.
-¡Mierda!- grito Hiroki molesto.
-¿Donde oíste eso?- pregunto Kisa a la joven que ahora se veía mar relajada.
-Lo oí decirlo de sus propios labios, estaba en el segundo piso- dijo la joven mirándolo preocupado.
-¡Carajo!... Misaki tiene clases en el segundo piso ahora- dijo Kisa alterado.
-Debemos alcanzarlo- dijo Hiroki.
El pelinegro asintió y después de agradecerle a la joven salieron corriendo en dirección al lugar indicado.
Debían llegar rápido antes de que ocurriera una tragedia.
Misaki caminaba tranquilamente por los pasillos en dirección al aula del segundo piso para tomar las clases de Literatura.
Se sentía un tanto inquieto por los recientes hechos y no había podido encontrar calma en su interior. Su mente solo podía centrarse en su actual situación.
Oía un extraño zumbido en sus orejas pero simplemente lo ignoraba.
Comenzó a subir las escaleras para poder llegar al segundo piso.
… todo ocurrió muy rápido.
Cuando llego al segundo piso sintió la voz de Kisa. Vio como este lo empujaba al costado. En ese mismo instante Sumi se había lanza con las intenciones de empujar a Misaki pero el pelinegro se interpuso y fue él quien piso mal y rodo escaleras abajo.
Hiroki quien todavía iba subiendo media escalera intento atraparlo pero no logro alcanzarlo y solo pudo correr escaleras abajo al igual que Misaki para socorrer a su amigo que al pie de la escalera se encontraba inconsciente con una herida en su frente que sangraba.
Sumi enfadado por su error solo pudo huir y recurrir a su segundo plan, darle la gran noticia a Ijuuin.
Shinobu y Miyagi con la ayuda del servicio de mudanza lograron desempacar todos los muebles que había traído el menor.
Ahora estaban recostados en la cama del mayor abrazados compartiendo mutuamente el calor de sus cuerpos. Miyagi acariciaba con ilusión el abultado vientre.
-Estoy muy ansioso por que nazca- comento con dulzura.
-A mí también me hace mucha ilusión el poder tenerlo ya en mis brazos- dijo Shinobu con felicidad.
-¿Tu qué crees que será, niño o niña?- pregunto Miyagi emocionado.
-Creo que será un niño muy parecido a ti- dijo Shinobu todo sonrojado.
-Pues yo creo que será una niña tan adorable como tu- susurro Miyagi con voz ronca al oído del menor.
-Mmmm- Shinobu sintió como rápidamente la temperatura de su cuerpo comenzaba a subir mientras sus caderas tomaban vida propia logrando que su trasero se frotara contra el miembro de Miyagi.
El profesor sin poder contenerse se posiciono sobre el y comenzó un ardiente beso.
La ambulancia había trasladado el cuerpo de Kisa al hospital de los Kusama donde fue recibido con urgencia.
Misaki y Hiroki estaban sentados en la sala de espera con la ilusión de que apareciera Nowaki con una hermosa sonrisa que les diera la tranquilidad de que todo estaría bien.
Pasaron 40 minutos aproximadamente cuando Nowaki apareció por la puerta con una expresión seria.
De un salto el más joven de los castaño se lanzo sobre el médico con desesperación.
-¿Nowaki como esta Kisa?- pregunto Misaki desesperado.
El médico se masajeo la sien y soltó un suspiro.
-Verán las cosas están un poco complicadas- confeso Nowaki sintiendo impotencia de tener que revelar aquella noticia de la cual hace solo un par de segundos se había enterado.
-Habla Nowaki, ¿Qué está pasando?- pregunto Hiroki serio poniéndose de pie.
-la caída por la escaleras dejo serias lesiones en el área del abdomen…- Nowaki respiro hondo tomando el valor necesario para dar la siguiente noticia-… y quien recibió todos los daños hasta morir fue el bebe de tres semanas que crecía en su vientre.
Fue como un balde de agua fría…
Misaki no tuvo fuerzas para soportar la noticia y se desmallo en brazos del médico.
-¿Ya se lo dijeron?- pregunto Hiroki.
El médico negó con la cabeza.
-Primero realizaremos la intervención para quitar el embrión y limpiar su interior… después de que despierte le daremos la noticia- dijo Nowaki tomando entre sus brazos el cuerpo de Misaki.
Hiroki agacho la cabeza y dejo que unas silenciosas lágrimas rodaran por su mejilla.
Usami y Yukina acaban de recibir el mensaje de Hiroki sobre el accidente, ahora los dos se dirigían a toda velocidad al hospital en el deportivo rojo del escritor.
Misaki estaba sentado junto a la cama de su amigo acariciándole los cabellos, se sentía culpable de todo pues su amigo al querer protegerlo había sufrido graves secuelas.
Sentía como sus tibias lágrimas marcaban un recorrido hasta su mentón para luego caer en la mano del dormido pelinegro.
Hiroki no tuvo la fuerza para entrar y ver a su amigo, no tenía el valor para contarle la verdad a Kisa.
Nowaki lo había refugiado en sus brazos.
-¿Misaki esta embarazado de Usami?- pregunto Hiroki sin ataduras.
-Así es- confirmo Nowaki sin dar detalles.
-Kisa intento proteger a Misaki pero termino dañándose a sí mismo y a su bebe- pensó Hiroki en voz alta.
-El no tenia forma de saber que esperaba un hijo de Yukina sin una prueba de embarazo- trato de consolar Nowaki.
-¿Qué Kisa qué?- pregunto la temblorosa e inconfundible voz de Yukina.
Hiroki se exalto y con los ojos cristalinos miro a Yukina.
-Yukina te pido que respires hondo y busques la calma- dijo Nowaki poniéndose de pie.
El castaño arrastro los pies hasta la puerta de la habitación y la abrió de golpe. Sus ojos se llenaron de lágrimas y el dolor oprimió su corazón al ver a su amado tendido sobre la cama de hospital con el abdomen vendado. No podía dejar de llorar.
Misaki se exalto al oír la puerta y al voltearse se encontró con un destrozado Yukina.
-Perdóname, perdóname, todo fue mi culpa- sollozo Misaki con la mirada empañada en sus lágrimas.
Yukina corrió hacia él y lo abrazo con fuerza sin lastimarlo.
-Por favor no llores, nadie tiene la culpa- trato de consolarlo Yukina a quien también se le había quebrado la voz entre tantas lagrimas.
-Yo no quería que esto pasara- dijo Misaki aferrándose con fuerza al novio de su amigo.
-Lo sé, lo sé…- dijo Yukina acariciándole el cabello y mojando el hombro del menor con sus lagrimas.
Unos suaves quejidos los obligaron a separarse para ver como poco a poco despertaba.
Yukina y Misaki sintieron que la intensidad de sus lagrimas aumento al verlo abrir sus ojos y verlos con una encantadora sonrisa.
-Estoy bien, no quiero que lloren- susurro suavemente Kisa.
Misaki s mordió el labio inferior y desencadeno un sonoro llanto que no fue capaz de controlar.
Repentinamente todos entraron y contemplaron la escena de un confundido Kisa y un Misaki y Yukina llorando.
-¿Qué pasa?- pregunto Kisa preocupado sin comprender lo que pasaba.
Todos quedaron en silencio dejando que el llanto fuera su único sonido de fondo.
-Kisa hay algo que necesitas saber- dijo Nowaki serio.
Kisa miro con más preocupación al médico y comenzó a temblar suavemente.
-Kisa la caída provoco el aborto del bebe que llevabas en tu interior- pronuncio Nowaki sintiendo como las fuerzas se le escapaban en un respiro.
Fueron solo un segundos de silencio en los que Kisa tardo en procesar la información. Su respiración comenzó a ser irregular y quejidos de dolor brotaban de sus labios. El dolor en su abdomen solo logro desesperarlo, haciendo obvia la pérdida.
-Mi bebe, mi bebe…- pronuncio Kisa asustado tocándose el abdomen.
-Kisa- pronuncio Yukina con suavidad.
Intento acercarse para protegerlo entre sus brazos pero de un manotazo su pareja alejo sus brazos.
-¡¡¡Noooooo, noooooooo… quiero a mi bebe!!!- grito Kisa desesperado.
El dolor en su pecho era agudo y parecía no querer cesar.
Nowaki y los demás, incapaz de controlar la situación, llamaron a una de las enfermeras para que le diera una dosis de sedante a Kisa, el cual cayó nuevamente en un profundo sueño.