Capitulo 26 (Extra): Una extraña navidad entre amigos
4 Años después…
Navidad, es aquella maravillosa época del año donde el amor y la paz florecen en todos lados. Las familias y parejas se dedican a compartir la calidez del hogar y recibir al niño Jesús en sus manos como la más maravillosa bendición.
Todo es armonía… Jajajaja a quien queremos mentir navidad para los niños se trata de regalos y para los más grande es una época muy estresante siempre con algún motivo para pelear, pero al final de todo una cena en familia el 24 de diciembre a la noche pareciera que podía extinguir todos los problemas.
La navidad tiene su esplendorosa magia de cuento de hadas que al final todo lo repara.
Por increíble que pareciera, lo que también puede ser considerado un milagro de la navidad, las cuatro parejas amigas habían logrando ponerse de acuerdo para pasar una navidad todos juntos cuando lo habitual era compartir el año nuevo.
La casa que se eligió como sede del festejo fue…
-¡¡¡Maldita sea!!! Otra vez se quemo la carne- protestaba Shinobu arto ya de su noveno intento fallido por hacer aquella carne con especias que su amigo le había enseñado.
Resignado no pudo hacer más que dejar la cocina en manos de Misaki quien intentaba calmarlo en vano.
Pero Shinobu no era el único inútil en las labores domestica, Usami Akihiko un hombre inteligente y exitoso no sabía servirse ni una taza de café y esa era la única satisfacción que le daba al rubio la certeza de que algún día, Muuuuuy lejanoooo, podría ser el esposo perfecto para Miyagi.
Miyagi por otro lado se encargaba de armar el comedor para la cena y gracias a Dios que la mesa era grande porque si no varios comerían en el piso.
Mientras tanto Usami tenía la responsabilidad de cuidar que los niños no encontraran los regalos que desde hace unas semanas se ocultan todos en el armario del despacho del profesor.
Shinobu arto de sentirse tan inútil decidió que era hora de comenzar a bañar a los más pequeños.
-Miyagi necesito que meta esto al horno- pidió Misaki quien se asomaba por el marco de la puerta.
Celoso el escritor de ver al profesor ayudando a su amado se paro del sillón y camino hacia el interior de la cocina, entonces vio como Miyagi metía al horno una pesada bandeja que por lo menos superaba los 5Kg de carne.
-¿Por qué no me pediste que te ayudara?- protesto Usami.
-Porque todo lo que tocas perece- dijo Misaki serio mientras cerraba el horno.
El profesor sin pensarlo dos veces desapareció para no desatar la furia celosa del escritor.
Usami con rapidez tomo de la cintura a su esposo y lo beso con pasión respondiendo a sus locos deseos de tocarle el trasero.
-Akihiko los niños pueden vernos- jadeaba Misaki deseoso de que su esposo hiciera oído sordo a sus quejas y continuara con aquellas caricias.
Mientras ambas manos del escritor tocaban la parte bajo del castaño su boca se dedicaba a descender por aquella dulce piel hasta el cuello, una zona muy sensible de su esposo que lo hacía soltar leves gemidos que lo enloquecían.
Misaki no podía negarse y termino rodeando el cuello de su marido con sus largos brazos.
-Nosotros estamos aquí- dijo con voz monótona y el ceño fruncido.
Misaki exaltado empujo a su marido y miro todo avergonzado a sus dos hijos mayores.
-¿Qué hace aquí?- pregunto con la voz temblorosa.
-Nagisa necesita un cambio- dijo Ryu mostrando a su pequeña hermanita de 3 años que tenía toda su ropa manchada con jugo de naranja.
Misaki corrió hacia su pequeña y la tomo en brazos.
-Usagi cuida a los niños, Nagisa y yo nos iremos a cambiar- dijo Misaki saliendo apresurado de la cocina hacia su casa.
-Pero…- Akihiko no tuvo tiempo de protestar pues su esposo ya no estaba.
Kai y Ryu se rieron en la cara de su padre y al ver la cara de enojado de este echaron a correr lo más rápido que podían.
09:00 p.m. (o 21:00)…
Ya todos estaban reunidos en la lujosa casa de los terroristas. Todos muy arregladitos y compartiendo una amena charla.
-Entonces mientras los muchachos distraen a los niños en el patio nosotros colocamos los regalos bajo el árbol de navidad y volvemos a la cocina, Ryu será quien haga sonar el cascabel para crear el efecto final que a los más pequeños les dará la ilusión de la llegada de papa Noel- dijo Misaki en un susurro.
-Okey- dijeron Kisa, Shinobu y Hiroki que escuchaban muy atentos al castaño.
-¿Y por que soy yo el encargado del cascabel?- pregunto Ryu molesto.
-Porque eres el más discreto- dijo Misaki regalándole una sonrisa.
-¿Y cómo cuantos años mas seguiremos con el circo?-pregunto Ryu.
-Sera así hasta que todos los niños sean grandes- dijo Hiroki.
-Pues si siguen teniendo niños como hasta ahora no acabamos mas- dijo Ryu rodando los ojos.
-¡¡Ryu!!-le reprocharon todos tan rojos como un tomate.
-Sí, si ya se- dijo Ryu yéndose de la cocina sin escuchar.
La operación “papa Noel llego” fue todo un éxito y como cada año los niños se creyeron el cuento de que el gordo bonachón había entrado por la chimenea (en este caso por la ventana del segundo piso) y había colocado los miles de obsequios apilados bajo el gran pino decorado con luces de colores.
Ahora todos estaban compartiendo una maravillosa cena familiar.
-Deja de patearme- dijo Yamato enojado.
Pero el pequeño Hayato de ahora 8 años no paraba de balancear sus pies con toda la mala intención de golpear al chico que tenía en frente, igual que su padre le encantaba colmar la paciencia del hijo gruñón de su tío gruñón.
Yamato cada vez fruncía mas el ceño sintiendo como si en cualquier momento explotaría.
-Papa dice que hacer eso con las cejas te amarga la vida y te envejece- dijo Hayato sacándole la lengua.
-Pues deja de molestar- susurro entre dientes un furioso Yamato.
Una mano despeino sus anaranjados cabellos.
-Solo está jugando- dijo Takeru con dulzura.
-A mi no me gustas esos juegos- dijo Yamato haciendo un puchero.
Por debajo de la mesa Takeru deslizo su mano y tomo la de su novio.
-Te amo- susurro para que solo ellos pudieran oírlo.
Fue inevitable que Yamato se sonrojara como un tomate.
-¡Son novios, son novios, se aman, se toman de las manos, se besan, se encierran en el cuarto!- canto divertida Hana.
-Hana no cantes eso- dijo Misaki exaltado al oír la letra del cantito.
-Pero mami Ryu y Mika cantan todo el tiempo- dijo Hana con inocencia.
Ambos amigos se miraron con complicidad al verse descubiertos.
-¿Quién de los dos es el autor de tal obra maestra?- pregunto Misaki enojado
Los niños se miraron y luego miraron al castaño.
-Es culpa de Yamato- dijeron al unisón.
-Jajajajajajajajajajajajajajajaja- comenzó a reír descontroladamente Miyagi.
Todos los adultos miraron enojados al profesor haciéndolos callar.
-No me diga que eres tu el que le enseñas tales cosas a nuestros hijos- dijo Usami acusadoramente.
-Momento yo no soy un pervertido, en ese caso seguramente lo aprendieron de ti- dijo Miyagi de manera acusadora.
-Por cierto Misaki seria genial si gritaras menos cuando lo haces con tu marido, los vecinos de la cuadra han corrido el rumor que alguien de la zona esta poseído porque grita como perra en celo- dijo Shinobu de manera burlona.
Misaki se sintió totalmente avergonzado, tomo una zanahoria de su plato y se la lanzo en la cara a su amigo rubio.
-Come y calla.
-Misaki compórtate- ordeno Hiroki serio.
-Cállate tu- dijo Misaki arrojándole una arveja.
-No le den el mal ejemplo a los niños- dijo Yukina con su encantadora sonrisa.
-Tu come calladito que esto se puso bueno- dijo Kisa callando a su esposo con un pedazo de salmón que forzosamente metió en su boca.
Shinobu molesto por lo que su amigo le había hecho tomo una papa y se la lanzo a su amigo pero este se corrió haciendo que el proyectil de comida fuera a parar al rostro de Kai… mala suerte.
-Pelea de comida- grito Kai, tomo puré de papa con la cuchara y se la lanzo a Yamato con clara intención de seguir molestándolo.
Todo su sedoso cabello naranjado ahora estaba sucio con restos de puré.
-¡¡Mueran!!- grito Yamato enojado y comenzó a lazar comida a todos lados, para mala suerte de muchos había heredado la puntería de su padre el demonio Kamijou.
Papa, carnes, arvejas, zanahorias, pan, salmón, sándwiches, servilletas, mariscos y la bebida volaban por los aires en una loca batalla de comida.
-Disfrútalo- dijo con malicia Kaito mientras echaba su vaso de gaseosa dentro de la remera de Kai.
Kai sintió como el frio hielo de la bebida subía y bajaba por su columna haciendo muecas raras por el frio que sentía.
-Sírvete un poco de este rico puré de calabaza- dijo Mika embarrándole su plato en la cara de Kouji quien divertido reía de las bromas de su amiga.
-¡¡Contraataque!!- grito Hana echándole en el cabello de Mika su jugo de naranja.
Ryu comenzó a reír como loco por lo ridículo que se veían sus amigos todos sucios.
-Hermano- dijo el más pequeño de los Usami quien respondía al nombre de Taiga (el tenia cuatro años, había heredado una dulzura muy parecía a la de su madre, era de cabello negro y ojos avellanas).
Ryu separo a su hermanito y vio que al abrazarlo, siendo tan pequeño todavía, había limpiado su rostro sucio en la parte de su entrepierna.
-¿Quién es el ridículo ahora?- pregunto Mika sin parar de reír.
Por otro lado Yamato y Yumiko habían empezado una batalla campal.
-Es mío- dijo Yumiko echándole gaseosa sobre la camisa que vestía el pelinaranja.
-Es mío- dijo Yamato de manera demandante echándole sobre la cabeza una ensalada de tomates y rucula.
-¿Por qué se pelean?- pregunto un curioso Makoto al chismoso de su hermano.
-Se están peleando por la primera porción del postre helado que preparo el tío Misaki- dijo Hayato.
-Ahhh- dijo Makoto pensando en lo ridículo que se veía ese par.
-Una cosa más- dijo Hayato volteándose a ver a su hermano.
Makoto abrió la boca para preguntar algo pero rápidamente fue callado por un pedazo de tomate en la boca, y el odia el tomate pues el sabor le resultaba repugnante.
-Toma eso por comerte la ultima factura con dulce de leche- dijo Hiroki arrojándole un pan a Akihiko.
-¿Enserio?- pregunto este quien en el aire había barajado el pan.
-Hiroki se hace así- dijo Miyagi mientras echaba por la espalda una cazuela de mariscos al interior de la camisa del escritor.
Nowaki y Yukina jugaban con Sakura (de cuatro año que sería la más pequeña de las hijas de la pareja egoísta, poseía cabello azul y ojos lilas) ayudándola a manchar a los más grandes.
Todo se había salido de control.
-¡¡Se acabo!!- grito un enojado Misaki quien había aparecido con el palo de amasar gigante.
-Alguien dormirá en el sillón hoy- dijo Shinobu con burla mirando al escritor.
… 2 horas después todo se hallaba en orden. Los niños y adultos ya estaban limpios después de un rápido baño y usando prendas que les prestaron para que no regresaran algunas familias hasta sus casas para arreglarse. Después de desperdiciar toda la comida solo les había quedado los sándwiches que habían sido puestos en la mesa.
-Esta navidad no fue como esperaba- dijo Misaki algo triste.
-Nada de eso, esa pelea de comida fue genial- dijo Kisa emocionado.
-Para la próxima organizamos una guerra de comida en tu casa, pero no pretendas que te ayude a limpiar- dijo Shinobu enojado.
-Jamás te forzaría a hacer algo que no te sale- dijo lisa con malicia.
Pum… Kisa recibió un golpe en la cabeza.
-Tan tierno como siempre- pensó Miyagi.
-Hablando de tiernos ¿Dónde está Usagi?- pregunto Misaki preocupado.
-Akihiko de tierno no tiene nada- dijo Nowaki.
-Por eso lo digo, el nivel de perversión ha disminuido a grados críticos- dijo Misaki pensativo.
Miyagi y Yukina no pudieron evitar reírse.
-El niño está con los niños- dijo Hiroki quien entraba al comedor para entrarse junto a su esposo.
-¿No me digas que tu marido también espera a que papa Noel le traiga un regalo?- pregunto Shinobu sorprendido.
-Si no le colocaba algo bajo el arbolito el pobre iba a colapsar- dijo Misaki soltando un suspiro.
El reloj anuncio la media noche.
Todos elevaron las copas y brindaron.
-Regalos- gritaron los más pequeños y se abalanzaron sobre los obsequios que habían bajo el arbolito.
Las mamas hicieron retroceder a los niños y fueron repartiendo los regalos según el nombre que llevaban pegado.
-Mama llego la cigüeña- dijo Hana emocionada, dando brinquitos.
-¿La cigüeña?- pregunto Misaki confundido.
Hana asintió enérgicamente y le extendió al castaño una hermosa muñeca que había dentro de la caja de obsequio.
-La cigüeña trajo a mi bebe- dijo Hana con inocencia.
-Amor quien trajo el regalo es papa Noel- dijo Misaki con dulzura.
-Pero tú siempre dices que un hijo que viene del amor de ambos padres es traído por la cigüeña- dijo la nena con una clara expresión de confusión.
-Tu aun eres muy chica- dijo Misaki riendo por las ocurrencias de su hija.
Hana hizo un puchero pero rápidamente se le fue la tristeza y corrió a los brazos de Kouji para mostrarle el obsequio a su novio, aunque solo quedaba entre niños ese secreto.
Los niños presumían sus regalos.
-Es lo que quería- dijo Akihiko exhibiendo el nuevo oso robótico que había salido al mercado.
-No estás viejo para estas cosas- pregunto Ryu que se sentía avergonzado de lo infantil que resultaba ser su padre.
-Mejor esta mi ps4- dijo Kai presumiendo su obsequio.
-Eso no es nada con mi nuevo oso que trae incluido un dispensador de regaliz- dijo Usagi con superioridad.
-Pues el mío trae incluido el quit move- dijo Kai con una sonrisa burlona.
Padre e hijo tenían ese mismo gusto por acumular juguetes.
Por otro lado Mika presumía su nueva cámara de foto, sin dejar pasar la oportunidad de tomar fotos de las parejas adorables y de los más pequeños con sus juguetes.
Hana estaba sentada en las piernas de su novio mientras cuidaba de su nueva muñeca.
-Mmm- Usami carraspeo la garganta mientras fulminaba con la mirada a aquel que osaba tocas a su princesa.
Era un padre celoso dispuesto a darle una buena lección al mocoso, cuando…
-Tú te vienes conmigo- dijo Misaki furioso jalándole de la oreja.
Por otro lado mientras Kai recibía besos en la mejilla de su novio, su adorado cuñadito Kaito le pellizcaba el brazo. Seguramente mañana tendría un moretón horrible.
Takeru no soltaba la mano de su lindo Yamato quien insistentemente por la vergüenza que sentía le pegaba violentamente en el hombro, sin dejar de mencionar que Hayato los molestaba diciéndoles que eran novios.
Todos ya habían abierto sus regalos y ahora disfrutaban de unos deliciosos postres que misak y Nowaki habían preparado para la ocasión.
-Falto un regalo- dijo Yuki quien traia en las manos un sobre.
Todos los adultos intercambiaron miradas para ver quién podría ser el responsable de aquel sobre, pero ninguno dijo nada.
Kisa tomo la carta y la observo por todos lados.
-Aquí dice para la familia.
Se volvieron a mirar pero nadie dijo nada.
Shinobu arto de tantas vueltas le quito de las manos el sobre a su amigo y lo abrió.
-Es…