Capitulo 3: ¿Qué paso ayer?
La música era muy sensual y movida, obligando a todos a pegar sus cuerpos y frotarse entre sí de las maneras más eróticas.
Las delicadas manos del mago se posaron sobre las fuertes y grandes manos de su acompañante que estaban posadas sobre su pelvis. Sentía como una creciente erección rosaba su trasero robándole más de un jadeo.
-Más…- susurro el mago con sensualidad.
El agarre de aquellas fuertes manos se intensifico, el mago podía sentir como una fina tela separaba aquella erección de su caliente piel….
En medio de la pista se había colocado un pequeño escenario con dos caños. Como todo un profesional enredaba su delgado y esbelto cuerpo en uno de los caños dedicándole miradas apasionadas a aquel policía que lo observaba embobado.
-Muéstrame mas- pedía el policía ansioso.
El militar le guiño el ojo y siguió bailando con mucha sensualidad.
-Para ti lo que sea.
El policía se mordió el labio deseoso.
No muy lejos estaban bailando gatubela y el zorro.
Las hábiles manos de gatubela se deslizaban por el bien formado cuerpo del zorro. sus cuerpos estaban tan pegados que ambos miembros se rozaban.
Había mucha lujuria entre ambos cuerpos.
-Déjame ver mas- suplicaba gatubela aferrándose al cuerpo del zorro- quiero darte mas, entregarte todo de lo que ella te privo.
-Tú sabes que las cosas no son tan fáciles como deseamos- susurro el zorro.
-Sin importar que quiero llegar hasta el final- dijo gatubela uniendo sus labios con los del zorro.
El vaquero bailaba descontroladamente en medio de la pista derrochando sensualidad. Por otro lado el indio lo miraba a cierta distancia, sentía el cuerpo caliente.
-Ven- le decía el vaquero con sensualidad.
El indio solo negó sin borrar aquella encantadora sonrisa.
El vaquero corrió hacia él y se colgó de su cuello.
-Vamos, vamos. Yo quiero bailar solo contigo- suplicaba con sensualidad mientras movía el trasero haciendo que más de uno se les quedara viendo.
El indio tomo al vaquero por la cintura y lo beso de manera posesiva haciendo saber que era solo suyo.
La cabeza le dolía horres y el estridente sonido de la alarma lo puso de mal humor. Tanteando el mueble con la mano logro encontrar el aparato infernal y lo apago.
-Misaki hazme un té de tilo- pidió Hiroki con voz cansada.
-Hiroki me siento muy mal como para pararme de la cama- susurro Misaki mientras se tapaba aun más con las sabanas.
Se despertó exaltado con la cabeza dándole vueltas.
-¿Cómo llegamos aquí?- pregunto Hiroki asustado.
Misaki también se despertó exaltado y con los ojitos adormilados pudo reconocer el dormitorio de Hiroki.
-¿Qué paso ayer?- pregunto Misaki preocupado.
Hiroki agacho la mirada y pudo comprobar que todavía tenía el disfraz puesto solo que desarreglado. Por el dolor de cabeza, el dolor corporal (especialmente en las caderas), el malestar del estomago y el cansancio podía suponer que era la resaca de todo lo que había tomado, aunque no recordaba cuanto alcohol había ingerido.
Misaki se quito las sabanas y corrió al baño pues todo lo que parecía haber bebido anoche debía ser evacuado.
Después de hacer sus necesidades regreso al dormitorio aun confundido. Se acerco a su cama y se dejo caer rendido.
-No recuerdo nada- dijo Hiroki sobándose la cien pues pensar tanto le daba jaqueca.
Misaki refregaba su cuerpo entre las sabanas. Sentía una cierta inquietud, algo muy dentro suyo le decía que tenía que recordar lo ocurrido.
-Quisiera saber que fue de nosotros pero no lo sé- dijo Misaki preocupado.
-El último recuerdo que tengo fue el mío estando en la barra entablando una conversación amena con el barman- dijo Hiroki.
-Yo tengo el recuerdo de Ijuuin, estábamos con el jugando a verdad o reto-dijo Misaki pensativo.
Hiroki miro con preocupación a Misaki.
-Shinobu- dijo Misaki exaltado parándose de un brinco.
Sintió un pequeño mareo y una punzada en el trasero pues se había parado de golpe. Cuando logro recuperarse comenzó a caminar hasta la entrada del departamento. Tomo la llave de emergencia pues no sabía donde había ido a parar la suya y salió, seguido por Hiroki, al departamento contiguo.
Golpeo desesperadamente varias veces.
-¡Shinobu ábrenos!- grito Hiroki.
Misaki y Hiroki tocaron y le llamaron varias veces a su amigo pero no contesto. Hiroki le quito las llaves a Misaki y busco la del departamento del rubio.
Los castaños estaban a punto de insertar la llave en la cerradura cuando repentinamente la puerta se abrió pero no fue a Shinobu a quien se encontraron.
-Kisa- dijeron ambos castaños sorprendidos.
-¿Qué hacen levantados tan temprano?- pregunto Kisa aun adormilado.
-Deberíamos ser nosotros quienes te preguntáramos que haces aquí- dijo Hiroki molesto.
-Yo estaba durmiendo hasta que llegaron dos psicópatas a patear la puerta- se quejo Kisa.
-Pero aun no comprendo cómo es que estas en el departamento de Shinobu- dijo Hiroki.
-El policía me trajo- dijo Kisa despreocupadamente.
-¿La policía te detuvo?- pregunto Misaki exaltado.
-Nada que ver… porque no mejor pasan y les cuento- dijo Kisa haciéndose a un lado para que los castaños ingresaran al departamento.
Misaki se fue a la cocina a preparar un café mientras Kisa buscaba en el botiquín del baño cafiaspirinas para quitarse el dolor de cabeza. Hiroki por otro lado estaba sentado en los sillones pensativos tratando de recuperar sus recuerdos.
-No trates de forzar tus recuerdos, tomara un tiempo que recuerden que ocurrió anoche o quizás simplemente no recuerden nada- dijo Kisa mientras le entregaba dos pastillas y un vaso de agua.
Repentinamente la puerta del dormitorio se abrió y apareció Shinobu aun aturdido por la resaca. Llevaba el disfraz de gatubela, excepto que en vez de llevar la máscara traía colgando del cuello un sobrero del zorro.
-¿Qué hacen todos aquí?- pregunto Shinobu al notar la presencia de sus amigos invadiendo su casa.
Misaki llevo una bandeja con cuatro tazas de café. Todos se habían acomodado en los sillones. Ya habían tomado cada uno dos cafiaspirinas y solo esperaban que alguien dijera algo.
-¿Qué paso anoche?- fue Hiroki el primero en hablar.
-Y yo que voy a saber, con todo lo que tome no sé cómo no caí en un coma alcohólico- se quejo Shinobu.
-Lo que quiero saber es como llegamos a casa- dijo Misaki preocupado.
-Bueno yo recuerdo que me trajo un policía- dijo Kisa pensativa.
-Explica eso- dijo Hiroki molesto.
-Veras recuerdo bajar de un auto acompañado de alguien disfrazado de policía- dijo Kisa.
-Seguro es el chico que estaba con el grupito de Ijuuin- dijo Shinobu despreocupadamente.
-La verdad no sé quien era ni que paso entre nosotros, solo tengo el recuerdo de que me trajo aquí, que supongo que fue porque yo le dije, y me tope con Shinobu en la puerta. Creo que estaba con alguien pero el recuerdo es borroso- dijo Kisa.
-¿Solo eso recuerdas?- pregunto Hiroki molesto.
-Por lo menos yo si se como llegue aquí y creo saber quien me puede contar lo que paso- dijo Kisa en tono burlón haciendo enojar a Hiroki.
Una almohada voló e impacto en la cara del pelinegro.
-Auch, no hagas eso porque estoy muy sensible- dijo Kisa molesto mientras se sobaba la cabeza.
-No me hagas ponerme más impaciente de lo que ya estoy- dijo Hiroki frustrado.
-No es mi culpa que te emborracharas- le reprocho Kisa.
Hiroki estaba a punto de contestar, pero termino por dejar escapar un pesado suspiro pues sabía que era la verdad.
-Quien hubiera pensado que nos pondríamos borrachos a tal punto de no recordar nada- dijo Misaki preocupado.
-Ya no es momento de lamentarse- dijo Kisa.
-Algo debemos recordar- dijo Hiroki.
Todos se pusieron a pensar tratando de no forzar demasiado a su memoria.
-Yo recuerdo algo- dijo Shinobu tan fuerte que exalto a todos.
-¿Qué cosa?- preguntaron todos al mismo tiempo.
-Estábamos jugando a verdad o reto en el área vip con el grupo de Ijuuin. Recuerdo que bebimos mucho, también que Kisa se beso con el policía y que a Misaki le hicieron un baile erótico- dijo Shinobu, lo último lo dijo con tono burlón.
-No recuerdo eso- dijo Misaki asiéndose el desentendido con un fuerte sonrojo en sus mejillas.
-Mentiroso, tu cara dice lo contrario- dijo Shinobu divertido.
-Pero después de eso Misaki tuvo que cumplir una prenda de tomar tres tragos por no responder en verdad- dijo Kisa.
-Y fue después de eso que Misaki fue al baño y no volvió más- dijo Shinobu.
-¿Y lo dejaron ir solo?- pregunto Hiroki molesto.
-No pensamos que se perdería, trate de buscarlo pero no se qué fue lo que paso- dijo Shinobu enojado por la actitud de Hiroki de querer culparlo de todo.
-Por eso les dije que no teníamos que ir a la fiesta- protesto Hiroki con el seño fruncido y de brazos cruzado.
-Eso no es cierto, la culpa es nuestra. Sabíamos cuales eran las consecuencias de nuestros actos, el hacerlo o no era elección nuestra- dijo Misaki serio.
Hiroki sabía que el castaño tenía razón pero toda esta situación era realmente frustrante para todos, en especial para él.
-No tiene caso recordar- dijo Hiroki resignado.
-¿Y entonces que haremos ahora?- pregunto Kisa.
-Seguiremos con nuestras vidas como si nada hubiera pasado, y si llegamos a saber algo de lo que paso ayer le haremos saber al resto- dijo Hiroki.
Los jóvenes dieron por acabada la conversación sobre lo que paso la noche anterior y decidieron pasar de pagina, solo que ellos no sabían que lo ocurrido en aquella noche haría que sus vidas dieran un giro de 360°.