Capitulo 5: asuntos pendientes.
La música sonaba muy fuerte, el tema que hacia vibrar la pista de baile era on the floor de Jennifer López. Se dejaba llevar, baila moviendo las caderas de manera sensual como su amigo le había enseñado. Lleno de deseo, de sensaciones que desconocías, se pegaba al cuerpo sudado de su acompañante.
Sintió como su cuerpo caía pesadamente sobre aquel fuerte pecho desnudo.
-Mmm estoy agotado- dijo haciendo un tierno puchero.
-Te llevare a tu casa- le contesto con dulzura y esa encantadora sonrisa.
-No, no- pidió rodeando aquel fuerte cuello con sus delicados brazos.
-Pero no quiero que te pase algo malo- dijo el joven con preocupación.
-Entonces llévame contigo- susurro al oído de aquel joven con sensualidad.
Lentamente se acerco a aquello labios y comenzó un apasionado beso lleno de necesidad. Sintió como las dos lenguas se enredaban entre sí.
…
Despertó exaltado con todo el cuerpo bañado en sudor. Su respiración era agitada y sentí el cuerpo caliente.
-¿Qué demonios fue eso?- se pregunto Hiroki a si mismo aun sin salir de su confusión.
Se sentía tan nervioso nunca tuvo un sueño de esos y menos con un hombre.
-Ese trió de locos me está pegando sus malas mañas- musito Hiroki molesto.
Se levanto con pesadez de la cama. Tomo un cambio de ropa y una tolla para tomar un baño. Al salir del cuarto se encontró con un Misaki ya vestido preparando el desayuno.
-Buenos días Hiroki- dijo el castaño con una alegre sonrisa.
-Buenos días- saludo Hiroki con el seño fruncido.
-¿Has tenido un mal dormir?- pregunto Misaki preocupado.
-No, ¿Por qué lo preguntas?- pregunto Hiroki.
-Por nada, ve a darte una ducha rápida y luego ven a desayunar- dijo Misaki como si de una madre se tratara.
Su rubia cabellera se perdía entre las rojas sabanas. Sus respiración era tranquila, todo en el desprendía un aura de paz. Su cuerpo descansaba plácidamente en la cama.
-¡¡¡Despierta de una maldita vez Shinobu!!!- gritaba Kisa histérico mientras jalaba del pie del rubio.
Pero Shinobu ni se inmutaba.
-¡¡¡Llegáremos tarde!!!- seguía gritando desesperadamente Kisa mientras juntaba todas sus fuerzas para tirar a su amigo de la cama.
Pero parecía que nada daría resultado. Agotado se dejo caer al piso ya cambiado.
-Llegaremos tarde a la clase de Miyagi y no nos dejara entrar, y si me salto otra de sus clases deberé preparar un trabajo para rendir los finales- susurro Kisa preocupado.
De repente la cama, sobre la cual Kisa apoyo su espalda, se movió con brusquedad y unas sabanas le cayeron encima.
-Nadie llegara tarde a la clase de Miyagi- dijo un enérgico Shinobu que dio un salto de la cama y corrió a cambiarse a toda velocidad.
Kisa soltó un suspiro molesto y se revolvió los cabellos.
-Si hubiera sabido desde un principio que con eso despertaría me hubiera ahorrado toda la fuerza que hice.
Los más populares del campus estaban reunidos cerca de la entrada principal.
-¿Así que Akihiko viene hoy?- pregunto con cierta emoción un chico de ojos y cabellos color café.
-Pareces un niño en una juguetería Sumi, no te recordaba tan ansioso de ver a mi primo desde mi fiesta- dijo Ijuuin con picardía.
-Ni me lo recuerdes- dijo Sumi molesto.
-¿Por qué esa actitud?, tengo entendido que mi primito se llevo a la cama a un joven muy sexy en su auto la noche de mi fiesta- dijo Ijuuin confundido.
-Pues no era yo- dijo Sumi de brazos cruzados.
-Bueno, tampoco es para que te ponga de mal humor- dijo Ijuuin cansándose de los berrinches de su amiguito.
-¿Y qué pasaría si alguien viniera y te dijera que tu primito se fue con tu amado Misaki? Te aseguro que a ti no te haría ninguna gracia, y aunque fuera tu primo lo mandarías a matar- dijo Sumi con malicia.
-Eso fue golpe bajo- dijo un divertido Yukina.
-Tú no te metas- dijo Ijuuin furioso.
-Cuanta energía negativa- dijo un chico de cabellos negros y ojos café que se acerco al grupo.
-Llego el gobernado- dijo Sumi escupiendo veneno de la rabia que tenia.
-Eso lo dices de envidioso, yo a mi novio lo tengo donde quiero- dijo Takano con una sonrisa triunfante.
Sumi estaba a punto de contestar cuando un deportivo rojo se estaciono frente a la entrada de la universidad M atrayendo más de una mirada.
Misaki venia caminando a paso acelerado pues antes de venir a la universidad tuvo que pasar por la oficina de su jefa a recoger un traje que tenía que usar para un trabajo en la mansión Usami donde habría una reunión de empresarios importantes. Las maid del café habían sido contratadas para un trabajo de meseras fuera del local y eso ponía nervioso Misaki porque fácilmente podría ser confundido con una chica y terminaría en un lio grande que afectaría a su jefa, pero lamentablemente no pudo salvarse pues Someya prometió vigilarle como una sombra.
Misaki venia viendo hacia adelante cuando apareció frente a él un deportivo rojo que estación en la entrada de la universidad. Vio que la puerta del conductor se abrió pero solo alcanzo a ver unos cabellos plateados pues todas las mujeres se amontonaron frente a aquel desconocido.
Una fuerte puntada en su cabeza lo obligo a detenerse.
-----------------------------------------------------------FlashBack-----------------------------------------------------------
Sus pies caminaban con torpeza pues no tenia tanto control sobre su cuerpo, el cual desprendía sensualidad e inocencia.
De pronto tropezó, creyó que caería al suelo pero unos fuertes brazos lo tomaron por la cintura para luego cargarlo como princesa.
Misaki elevo su mirada con las mejillas sonrojadas y miro a aquel hombre que lo cargaba en sus fuertes brazos (Misaki no logra ver el rostro de aquel hombre)
-¿Usagi?- pregunto nervioso.
El hombre lo miro con una encantadora sonrisa. (Solo alcanza a recordar la sonrisa de ese hombre)
-No te preocupes Misaki, te dije que cuidaría de ti- dijo el hombre con voz sensual.
Misaki rodeo con sus brazos el cuello de aquel hombre y pego su cabeza a aquel fuerte pecho.
Siguieron caminado hasta el estacionamiento donde se detuvieron frente a un deportivo rojo.
-¿Ese auto es tuyo?- pregunto Misaki asombrado.
-Si- dijo el hombre con orgullo depositando un beso en los castaños cabellos de Misaki.
--------------------------------------------------------Fin del FlashBack----------------------------------------------------
-¿Qué fue eso?- se pregunto Misaki a sí mismo a un sobándose la sien.
De pronto sintió como dos manos lo jalaron de los brazos. Abrió los ojos exaltados y vio como era arrastrado al interior de la universidad por Shinobu y Kisa.
-¿Qué pasa?- pregunto Misaki aturdido.
-Llegamos tarde a clases- dijeron Shinobu y Kisa acelerados.
Hiroki estaba en su primera clase esperando la llegada Kisa o el profesor, lo que fuera primero.
Las puertas se abrieron del golpe mostrando a un agitado Kisa. Velozmente el pelinegro corrió a lado de Hiroki, sentándose en el banco de la derecha.
-¿Y ahora por que llegas tarde?- pregunto Hiroki más por cortesía que por interés.
-Shinobu- dijo Kisa mientras sacaba sus libros.
-Ese chico sí que tiene el sueño pesado- dijo Hiroki con su mirada puesta en la puerta del anfiteatro.
Kisa estaba a punto de contestar pero la llegada del profesor Miyagi le hizo saber que deberían dejar su charla para después.
Shinobu y Misaki habían tomado caminos diferentes. Misaki a duras penas había llegado antes a su clase que su profesor. Para su mala suerte el castaño había quedado muy atrás, donde se sentaban los que no tenían interés en clase. Algo frustrado se sentó en la hilera de adelante a la de Sumi, uno de los más populares de la universidad.
-Abran los libros en la página 76- dijo el profesor.
-¿Y ya lograste descubrir quién es el misterioso chico que se fue con Usami el día de la fiesta?- pregunto en un susurro una voz chillona del grupo detrás de él.
-La verdad es que no, pero cuando sepa quién fue la puta la revolcare de los pelos por todo el campus y le hare pasar la peor de las humillaciones- murmuro molesto Sumi.
Misaki negó con la cabeza pues sabía que escuchar conversaciones ajenas era de mala educación, pero al estar tan lejos del profesor le costaba escuchar la lección y, además, las voces de atrás eran demasiado fuertes como para no oírlas.
Ya habían pasado un mes desde la afamada fiesta de Ijuuin y extrañamente un poco después de aquel gran evento comenzó se sentirse descompuesto. Se la pasaba encerrado en casa después de la universidad pues vivía mareado hasta el punto de no poder ponerse de pie, cada vez que ingería aunque sea un poco de jugo corría al baño a vomitarlo y hace aproximadamente dos semanas había comenzado con esos locos deseos de comer comidas extrañas a cualquier horario. Se sentía algo frustrado con el extraño comportamiento de su cuerpo, pero se negaba a ir al médico pues no quería oír al paranoico de su padre y a la molesta de su hermana.
Soltó un suspiro mientras golpeaba la mesa de su banco con su lapicera pues estaba muy ansioso. Esta última semana en especial le habían dado ganas de vomitar en clases por lo cual se gano el reproche de los profesores, pero esta clase en especial su cuerpo parecía no querer resistir.
Sus compañeros de al lado se sentían incómodos con lo inquieto que estaba Shinobu.
-¿Alguna duda alumnos?- pregunto la profesora, un mujer mayor de contextura robusta y de cabellos y ojos café.
Shinobu fue el primero en levantar la mano.
-Si señor Takatsuki- pregunto la profesora con algo de fastidio en su voz.
-¿Puedo ir al baño, por favor?- pidió Shinobu ansioso.
La mujer golpeo con la palma de su mano el escritorio con cierto enojo.
-Señor Takatsuki usted hasta hace una semana atrás era un ejemplo a seguir para los alumnos, era un estudiante trabajador y respetuoso… pero ahora no hace más que pedir permiso para ir al baño tres veces en cada clase. Esto realmente es molesto para mí y sus compañeros, y por eso exijo saber el porqué de su comportamiento- dijo la mujer con ira.
-Realmente ciento muchas nauseas- dijo Shinobu pálido y algo mareado.
-Señor Takatsuki como el adulto joven que es de el ejemplo y aguante las ganas- dijo la mujer enojada.
Shinobu supo que no habría más remedio que salir de todos modos pues su cuerpo ya no aguantaría ni un minuto más las ganas de vomitar. Acomodo todas sus cosas dentro de su bolso y se dispuso a ponerse de pie, pero ya era demasiado tarde.
Apenas se puso de pie comenzó a vomitar, lamentablemente el que estaba sentado frente al rubio fue ensuciado con el vomito que se escurría desde la cabeza hasta los hombros y seguía descendiendo.
La profesora se quedo muda de la impresión y los demás alumnos no dejaban de murmurar, y algunos hasta con ganas de vomitar después de ver lo ocurrido.
Shinobu estaba a punto de disculparse con su compañero pero de repente su cuerpo se sintió pesado. Perdió el control de sí mismo y sus parpados cayeron pesados. Lo último que recordó fueron las lejanas voces de sus compañeros y las profesoras pidiendo ayuda.
Misaki estaba saliendo de su prime clases cuando…
-Misaki, debemos irnos- dijo Kisa acelerado mientras lo arrastraba del brazo.
El castaño estaba totalmente confundido por la velocidad de los hechos. Cuando Misaki pudo reaccionar se encontraba dentro de una ambulancia junto con Kisa, Hiroki y Shinobu que descansaba en una camilla.
-¿Qué está pasando?- pregunto Misaki confundido.
-Su primo sufrió una descompensación así que lo llevaremos al hospital que está afiliado con la universidad- dijo la enfermera que iba en el asiento del copiloto.
-¿Se refiere al hospital que pertenece a la familia Kusama?- pregunto Hiroki.
-Si- respondió el conductor.
Hiroki hizo una seña para que nadie preguntara nada más. El resto del viaje fue bastante silencioso.
La ambulancia llego al hospital, mientras Shinobu era llevado a la sala de emergencias los demás debían aguardar en la sala de espera.
-Esto está muy loco- dijo Kisa ansioso.
-Ni me lo digas… Yo le dije a Shinobu que se hiciera ver pero el muy testarudo se negaba rotundamente- dijo Misaki preocupado.
-Ya no podemos hacer nada. Lo hecho, hecho esta ahora solo debemos esperar- dijo Hiroki apoyado en una pared junto a Misaki.
Se oyó la puerta abrirse.
-¿Qué hacen ustedes acá?- pregunto una voz masculina que les era familiar pero que no lograron reconocer.
Los tres jóvenes elevaron la mirada y observaron al joven alto de cabellos azulados y ojos zafiro, el cual llevaba una bata blanca de médico, que les observaba con preocupación.
Aquella mirada desconocida se clavo en los avellanas del castaño el cual sintió un fuerte cosquilleó en el estomago.
-¿Te conocemos?- pregunto Hiroki de mal humor.
El joven primero los miro con asombro para luego sonreír.
-Nos conocimos en la fiesta de mi amigo Ijuuin, estuvimos un buen rato charlando antes de irnos cada uno por su lado- dijo el joven con una encantadora sonrisa.
-Discúlpanos por no recordarte, aquella noche bebimos de mas y estoy seguro que hicimos muchas cosas de las que no fuimos consientes- dijo Kisa despreocupadamente.
Misaki estaba tan pálido como un muerto y Hiroki ardía de rabia pues su amigo había hablado de mas, lo había hecho ver como un grupo de borrachos.
-Entonces me presentare de nuevo. Yo soy Kusama Nowaki estudiante de medicina- se presento el joven sin dejar de mirar a Hiroki, lo cual perturbaba al castaño aunque se mostrara sereno.
Los tres chicos lo miraron con asombro.
-¿Tienes algo que ver con el dueño del hospital?- pregunto Kisa con curiosidad.
-Soy el hijo- dijo Nowaki aun con su encantadora sonrisa.
-Esto sí que está loco- pensó Kisa.
-Pero aun no me respondieron que hace aquí- dijo Nowaki volviendo a tener esa apariencia de curiosidad típica de un niño.
-Shinobu nuestro amigo sufrió una descompensación y ahora le están haciendo unos estudios- dijo Misaki.
-Ya veo, entonces intentare entra r y ver qué pasa. Mientras tanto espérenme aquí- dijo Nowaki.
El joven se dio media vuelta e ingreso en el pasillo que llevaba a la sala de urgencias.
-Cómo pudiste decir algo tan vergonzoso como que estábamos borracho cuando lo conocimos- le reprocho Hiroki con el seño fruncido.
-Vamos no es para tanto- dijo Kisa despreocupadamente.
-Que fastidio que todo el mundo se entere de nuestra deplorable situación- dijo Hiroki.
-Qué más da, a todos les toca pasar una situación como esta alguna vez en la vida- dijo Kisa despreocupadamente.
Hiroki se cruzo de brazos y le dio la espalda al pelinegro.
-De lo que si estoy seguro, y fue bastante obvio, es que ese joven Nowaki no dejaba de mirarte- dijo Kisa con picardía solo para fastidiar al castaño.
-¿Y?- dijo Hiroki sin darle importancia al tema.
-Quizás te miraba de esa manera porque tuvieron algo, hasta me jugaría el alma diciendo que perdiste la virginidad con el- dijo Kisa divertido.
El castaño se volteo hacia el pelinegro con el seño fruncido.
-¡¡NO VUELVAS A DECIR IDIOTECES ASI!!- grito Hiroki muerto de la vergüenza.
Así comenzaba una larga discusión entre el castaño y el pelinegro.
Mientras tanto en la sala de urgencias Shinobu había logrado regresar en sí y ahora lo llevaban a hacerse unos análisis acompañado de Nowaki, quien había conseguido el permiso de su padre para estar al pendiente del muchacho.