Capitulo 8: buscando respuestas.
Una nueva semana comenzaba… pero las cosas estaban bastante raras y complicadas.
Misaki había sido descubierto en su extraño trabajo de maid por un famoso escritor. Para complementar este hecho el castaño fue “extorsionado” (según Hiroki) a fingir ser novio de Usami Akihiko, esto incluía citas. Además deberían hacer cosas intimitas como besarse y quizás más, si la ocasión lo ameritaba.
Shinobu todavía no sabía qué hacer con respecto a la idea de buscar al verdadero padre del bebe que estaba en su vientre. El rubio después de una charla con su intima amiga Tomoyo había conseguido un trabajo como su asistente y había decidido que el dinero que ganara lo ahorraría para su futuro bebe.
Hiroki tenía los pelos de punta con esta situación. Tenía que lidiar con los preparativos y las revisiones medicas del bebe de Shinobu que venía en camino, además ahora debía agregarle la incómoda situación de Misaki.
Kisa, por otro lado, estaba totalmente entretenido con la situación. Había decidido que el seria quien debelaría el misterio de que paso aquella noche. Creía saber por dónde debía comenzar pero en alguna parte de su interior le daba miedo saber la verdad.
Shinobu, Kisa, Hiroki y Misaki abandonaban el departamento de los últimos dos dispuestos a emprender su camino hacia la universidad.
-¡Alto ahí mocoso!- se oyó la inconfundible voz chillona de la hermana de Shinobu.
Los cuatro jóvenes se voltearon a ver a la mujer.
-¿Qué quieres Risako?- pregunto Shinobu con cierto desprecio.
-Necesitamos hablar- dijo Risako con cierto tono de frustración en su voz.
-No puedo tengo clases- dijo Shinobu dispuesto a dejar a su hermana sola.
Pero Risako lo jalo del brazo.
-¿Y qué? Nuestro padre es el decano, tú no deberías de tener problemas con los profesores- dijo Risako despreocupadamente.
-Risako no estoy de humor para hablar- dijo Shinobu con el seño fruncido soltándose del agarre de su hermana.
-Mama dijo que debías ayudarme- reclamo Risako.
Shinobu se detuvo, soltó un suspiro molesto y rodo los ojos. Se dio media vuelta y se paro frente a su hermana.
-Chicos vayan sin mí, si averiguan algo me avisan- dijo Shinobu apretando sus puños.
-Está bien- dijo Hiroki.
-Evita las emociones fuertes- le recordó Kisa.
Los tres chicos se adentraron en el elevador y los hermanos ingresaron al departamento del rubio.
Misaki Hiroki y Kisa llegaron a la universidad. El pelinegro rápidamente se despidió de los castaños y corrió hacia la cafetería.
Entro con sensualidad y busco con la mirada a la persona que podría ayudar.
-¡Kouji!- grito con voz cantarina Kisa mientras saludaba con la mano a un joven musculoso de cabellos negros y ojos azules.
El peli negro se acerco al joven que tomaba un café junto a unos compañeros, todos con la campera de equipo de futbol de la universidad.
-¿Qué deseas hoy?- pregunto Kouji mientras lo tomaba de la cintura.
El pelinegro se sentó en la piernas del jugador y rodeo el cuello de este con sus brazos.
-Necesito que me digas quien del grupo de Ijuuin estaba vestido de ángel en la fiesta- dijo Kisa mientras jugaba con los cabellos del jugador.
-Ese es Onodera Ritsu, en realidad por la única razón que él pertenece al grupo es porque es novio de Takano- dijo otro de los jóvenes del equipo.
-¿Y saben donde lo puedo encontrar?- pregunto Kisa mientras se cruzaba de piernas.
-En la biblioteca- dijeron todos.
-Gracias- dijo Kisa mientras se ponía de pie.
-Espera- dijo Kouji tomándolo del brazo.
-¿Qué ocurre?- pregunto Kisa al ver la expresión de preocupación en el rostro de los jugadores.
-Acercarte a ese chico puede ser peligroso, su novio es muy celoso y siempre esta espantando a todos los que se les acercan al castaño- dijo Kouji.
Kisa le dio un rápido beso en los labios al jugador y le guiño el ojo.
-No te preocupes por mí, yo siempre consigo lo que quiero.
Dicho esto Kisa se encamino a la biblioteca.
Risako y Shinobu estaba sentados enfrentados en la mesa. Estaban tomando un té con budín de limón.
-¿Qué te trae aquí?- pregunto Shinobu con rudeza.
-Necesito que me ayudes a recuperar a mi pareja- dijo Risako seria.
-Querrás decir ex pareja- dijo Shinobu con burla.
-Mira idiota nadie me ha dejado nunca y esta no será la excepción, además ese idiota esta muerto por mi- dijo Risako con aires de superioridad.
-¿Entonces para que quieres mi ayuda?- pregunto Shinobu con cierta molestia.
-Necesito que le lleves una nota de mi parte porque yo no me rebajare apareciendo frente a él- dijo Risako extendiéndole un sobre rosa.
Shinobu la tomo con algo de fastidio.
-¿Quién será el desafortunado?
-Su nombre es Miyagi Yo, y es profesor de literatura en la universidad- dijo Risako con voz cantarina.
Shinobu sintió que se le partía el corazón. Se puso de pie con violencia y tomo sus cosas donde metió la carta.
-Si has hecho todo un estúpido drama solo para esto ya puedes irte- dijo Shinobu con ira.
Risako sin darle más vuelta al asunto tomo su cartera y salió del departamento.
Al ver salir a su hermana sintió ganas de romper todo a su paso, pero sabía que eso no era bueno para el bebe.
-El destino es muy cruel- susurro Shinobu mientras la primeras lagrimas rodaban por su mejilla.
Salió de la casa azotando la puerta y se encamino al kiosco de la esquina para comprar unas gomitas con forma de ositos y luego partiría hacia la universidad.
Kisa entro a la biblioteca desprendiendo sensualidad.
-Sal de aquí demonio- se oyó decir la voz de una anciana.
Kisa se volteo hacia la derecha y vio como la bibliotecaria decía unas cuantas plegarias. El pelinegro camino hasta el mostrador.
-Necesito que me digas donde esta Onodera Ritsu- dijo Kisa, más bien ordeno.
-Al final del último pasillo de la última hilera de la derecha- dijo la mujer espantada de tener en frente a ese joven que en variadas ocasiones tenía encuentros fogosos entre los libros.
Kisa sonrió satisfecho y se encamino en busca del misterioso ángel.
En una mesa junto a un gran ventanal un joven castaño leía tranquilamente uno de sus libros preferidos, harry potter y la piedra filosofal.
-¿Tu eres Onodera Ritsu?- pregunto Kisa con gentileza.
El joven dejo el libro sobre la mesa y sonrió.
-Si soy yo- dijo el castaño.
-Yo soy Kisa Shouta y nos conocimos en la fiesta de Ijuuin, yo estaba disfrazado de militar- dijo Kisa.
-Oh tu eres el novio de Yukina, o algo así- dijo Ritsu divertido.
Kisa algo confundido siguió sonriendo y se sentó junto al castaño.
-Pero sabes no recuerdo lo que paso aquella noche y me urge saber- dijo Kisa.
-¿Y tus amigos?- pregunto Ritsu.
-Veras aquella noche nos pasamos de copas y no sabemos qué pasó después del juego- dijo Kisa algo apenado.
-La verdad es que yo tampoco sé muy bien que paso, pero te puedo llevar con Yukina- dijo Ritsu sonriendo.
-¿Enserio?- pregunto Kisa fingiendo emoción.
-Si- dijo Ritsu poniéndose de pie.
-Entonces vamos- dijo Kisa poniéndose de pie.
Shinobu llevaba aproximadamente unos 15 minutos frente a la puerta de la oficina del profesor Miyagi. Su cuerpo no quería aceptar que pronto serian cuñados y le impedía llevar a cabo el recado de su hermana.
Después de divagar por mucho tiempo en su cabeza, consiguió el valor necesario y se adentro en la sala.
Observo el lugar pero parecía no haber nadie, entonces noto una laptop abierta donde pudo observar lo que serian fotos de la fiesta de Ijuuin en el face de…
-Miyagi- susurro Shinobu sorprendido.
La curiosidad del rubio pudo más y lentamente se fue acercado. Miro la foto; eran cuatro hombres muy parecidos físicamente (dos rubios, un castaño y un pelinegro) todos vestidos del zorro.
Una punzada en su cabeza le obligo a cerrar los ojos.
-----------------------------------------------------FlashBack-----------------------------------------------------------------
Toda la habitación estaba a oscuras. Pero aun así pudo identificar el blanco de las paredes y los aburridos muebles de una habitación demasiado sencilla.
Aquel hombre devoraba los labios del rubio con una desbordante pasión. Sentía como aquellas fuertes y grandes manos lo sostenía por la cintura de manera posesiva mientras el rodeaba a aquel hombre con sus piernas.
La falta de aire se hizo presente y tuvieron que separarse, pero sus bocas quedaron unidas por un hilo de saliva. Shinobu no tuvo tiempo para pensar ya que la boca de aquel hombre ahora devoraba su cuello, disfrutaba de estas nuevas sensaciones que experimentaban su cuerpo.
Sintió como se deslizaba por su cabeza el sombrero que llevaba puesto, no era suyo era del zorro.
-------------------------------------------------------Fin del FlashBack-----------------------------------------------------
Abrió los ojos exaltados y tenía la respiración agitada.
-Un zorro, el papa del bebe estaba disfrazado del zorro- susurro Shinobu.
Miro nuevamente la foto. Tomo un pedazo de papel y un lápiz y anoto todo los nombres de los que aparecían en la foto. Rápidamente lo guardo en el bolsillo y quiso pasar a la siguiente foto… pero comenzó a sentirse pesado, de un momento a otro sintió caerse mientras oía a Miyagi gritar su nombre.
Misaki iba de salida de su última clase por el día de hoy cuando sintió como vibraba su celular.
Esa un mensaje de Akihiko.
“Después del trabajo te estaré esperando, te llevare al cine”
Misaki volvió a guardar su móvil y continuo su camino hacia el café, necesitaba unos cuantos consejos de Someya y quizás una muda de ropa para su cita.
Ritsu y Kisa caminaron de un extremo de la universidad al otro. El pelinegro ya se sentía cansado de lo que él decía que era un gran esfuerzo físico.
Llegaron a una de las últimas aulas del pasillo del tercer piso.
-Es allí- dijo Ritsu señalando la puerta.
-¿Ahí que?- pregunto Kisa confundido.
-Yukina está aquí dentro, el pertenece al taller de arte- dijo Ritsu.
Kisa quedo paralizado. Usualmente la gente que pertenecía a este club tenía un estilo un tanto desalineado, más específicamente vestían y se comportaban como hippies, no es que tuviera algo en contra de estas personas es solo que no se imaginaba a uno de los del grupo de Ijuuin en un club tan liberal.
-Anda, entra- dijo Ritsu mientras le daba un empujoncito.
Kisa trago con dificultad y se adentro al aula.
Allí bajo el brillo del sol, junto a una ventana, pudo admirar la imagen de lo que parecía un príncipe. Un joven de cabellera castaña, piel levemente bronceada y un escultural cuerpo quien al parecer daba pinceladas sobre el lienzo.
-¿Yukina?- fue lo único que alcanzaron a pronunciar los labios de Kisa.
El joven se volteó y al ver al joven frente a él dejo caer el pincel al suelo del asombro.
-Kisa- dijo el joven mientras se formaba una encantadora sonrisa en sus labios.
El pelinegro se acerco a paso lento a Yukina y lo miro atentamente tratando de encontrar en sus recuerdos aquellas finas facciones.
Yukina tomo una de las manos de Kisa y deposito un beso sobre esta.
-Pensé que no volvería a verte- susurro Yukina con una mezcla de esperanza y ansiedad en su voz.
Kisa sintió con la sangre se acumulaba en sus pómulos, sabía que esta sonrojado pero no podía controlar a su cuerpo que se había paralizado frente a ese joven y que respondía de manera tímida.
Sin poder evitarlo, los labios de Yukina se posaron sobre los de Kisa en un dulce beso.