Capitulo 9: la primera pista.
Shinobu era muy pequeño pero aun así siempre estaba con el seño fruncido, siempre ocultando la alegría y la dulzura.
-Risako nuevamente has traído el orgullo a nuestra familia- decía una mujer muy parecida a él con un cuerpo escultural.
El se adelanto con paso seguro y tiro del saco de su padre.
-Papa la maestra me ha seleccionado para el concurso de cuentos- dijo Shinobu con voz alegre.
-Me cuentas después- dijo aquel hombre sin darle importancia a lo que el pequeño decía.
Lo hicieron a un lado para alabar los logros de la más grande de dos hermanos.
…
Shinobu tambaleándose se puso de pie y se metió entre la multitud. Muchas mirada estaban sobre su cuerpo y algunas mujeres se sintieron morir de envidia.
En lo que iba caminando una chica le puso el pie y el tropeo. Shinobu estaba tan mareado que pensó que caería al suelo pero unos fuertes brazos lo atraparon.
-Deberías tener cuidado- le susurro una varonil voz que se le hacía conocida.
Shinobu elevo la mirada encontrándose con el zorro y quedo cautivado con esos ojos que lo miraban con preocupación.
-Perdón por la molestia- dijo Shinobu sonrojado.
-Te perdonare si me concedes esta pieza- dijo el zorro tomándolo de la cintura.
-Sonaste como un viejo- dijo Shinobu divertido.
-Pues soy un viejo- dijo el zorro divertido.
Shinobu soltó una risilla y le sonrió.
-Gracias por ayudarme.
-Descuida, además fue muy desagradable ver a una mujer rebajarse por envidia- dijo el zorro.
-¿Te molestan las mujeres?- pregunto Shinobu.
-Hace una semana pelee con mi novia por algo parecido y terminamos, no le volví a hablar y la verdad es que no se si ella quera reanudar la relación. Yo realmente creo que el noviazgo que tuvimos ya no da para más y debe quedar en el pasado- le dijo el zorro.
-No te preocupes, estoy seguro de que llegara algo mejor- dijo Shinobu sonriéndole con dulzura.
El zorro también le sonrió dejándolo totalmente cautivado.
A Shinobu le pareció ver algo sospechoso entre la multitud pero estaba tan ebrio que ya no le importaba nada más que estar con aquel hombre.
…
Ambos cuerpo sobre la cama, estaban envueltos en pasión.
-Ahhhh… Ahhhh…- Shinobu gemía con fuerza arañando la fuerte espalda de aquel hombre.
Aquel hombre dejaba escapar roncos gemidos de excitación al sentir aquellas delicadas manos herir su piel.
-Ahhh… mas, mas… Ahhhh- gemía Shinobu descontroladamente.
Sus manos comenzaron a subir por aquella espalda hasta enredarse en esa negra cabellera.
…
Abrió los ojos exaltado.
-¿Estás bien?- oyó una voz que le resultaba familiar.
Giro su rostro hacia la izquierda y vio a Nowaki de pie frente a él acompañado de Miyagi.
-¿Nowaki que paso?- pregunto el joven desorientado.
-Son solo síntomas normales, sufriste un mareo. De casualidad llegábamos Miyagi y yo logrando atraparte antes de que impactaras contra el suelo, algo así sería malo para el bebe- dijo Nowaki con dulzura.
Shinobu sintió mucha vergüenza al ser su secreto descubierto frente a la persona que amaba.
-No te preocupes, Nowaki ya me conto todo y prometí no decir nada- dijo Miyagi con una relajada sonrisa.
-Me ha contado Hiroki por teléfono que es muy frecuente en ti los mareos y desmayos… si la cosa es así creo que deberías de tomarte un tiempo y dejar de asistir a la universidad- aconsejo Nowaki.
-No puedo- dio Shinobu con tristeza.
-¿Por qué?- pregunto Nowaki confundido.
-Mi papa no debe enterarse de mi condición- dijo Shinobu con tristeza.
-¿Qué tiene que ver tu padre en esto?- pregunto Nowaki confundido.
-Mi padre es el decano de la universidad… el controla mi asistencia y mis notas ya que pactamos que a cambio de un buen rendimiento académico mío el me pagaría el departamento y todo lo que necesite. Si el supiera la verdad me echaría a la calle y se olvidaría de mi- dijo Shinobu con desesperación.
-Cálmate- pidió Nowaki con gentileza.
Shinobu trato de relajar su cuerpo y respiraba lentamente.
-Mantendremos todo esto en secreto, pero recuerda que no podrás ocultar por mucho tiempo el embarazo, en algún momento tu pansa se hará más grande y deberás dejar de asistir a clases- dijo Nowaki.
-Para ese entonces ya tendré otro hogar- dijo Shinobu con la mirada cristalina.
-¿Y el padre del bebe?- pregunto Miyagi interviniendo en la conversación.
Una lagrima salada rodo por la mejilla de Shinobu.
-No lo sé, yo estoy solo en esto- dijo Shinobu con la voz temblorosa.
-¿Y aun así piensas tenerlo?- pregunto Miyagi con cierto asombro.
-Sé que soy muy infantil y vanidoso, probablemente es cierto que soy un asco en la cocina y en todos los quehaceres domésticos… pero jamás abortaría o abandonaría a mi propio hijo- dijo Shinobu con seguridad a pesar de que el peso de la realidad lo estaba destruyendo por dentro.
-¿Estás dispuesto a soportar todas las consecuencias de este embarazo?- pregunto Miyagi.
-¿Si usted fuera el padre de este hijo que haría?- pregunto Shinobu.
-Esto no tiene nada que ver conmigo- dijo Miyagi tranquilamente.
-Solo responda- pidió Shinobu.
-Cuidar un hijo es mucha responsabilidad- fue lo único que salió de los labios d Miyagi.
-Si es cierto, un bebe es una responsabilidad muy grande… pero siendo usted un adulto frente a un niño que dejo embarazado debería dar el ejemplo y hacerse cargo, porque un embarazo no es cosa de a uno- respondió Shinobu de manera desafiante.
-Pero este no es mi caso- respondió Miyagi con cierta frialdad en la voz.
Shinobu con ayuda de Nowaki se bajo de la camilla y se puso de pie frente al profesor.
-Eso es muy cruel de su parte… Usted sabe que yo de verdad lo amo y aun así es tan despiadado con mis sentimientos- dijo Shinobu sintiendo como las lagrimas brotaban de sus ojos.
Miyagi estaba a punto de contestar cuando la puerta se abrió de golpe dejando ver a un castaño de ojos avellanas.
-Vamos a casa Shinobu- fue lo único que pronunciaron los labios de Hiroki.
El rubio asintió, tomo sus cosas y se retiro de aquel lugar junto a su amigo dejando a Nowaki y a Miyagi solos.
-Jamás imagine que fueras esa clase de persona- dijo Nowaki con frialdad.
-¿Qué estas queriendo decirme?- pregunto Miyagi confundido.
-Hiciste sentir a aquel joven como una maldita ramera. Fuiste muy cruel al decir que nada de esto se relacionaba contigo y limpiaste el piso con el corazón de un embarazado que esta solo… Yo sí creo cuando él dice que te ama- dijo Nowaki con el mismo tono de voz mirando fijamente al profesor.
-No es mi problema el que se haya embarazado- dijo Miyagi enojado.
-Shinobu estuvo en la fiesta de Ijuuin, aquella noche se emborracho y no recuerda nada de lo que paso. Pero resulta que tu también asististe a esa fiesta y también te pasaste de copa, recuerdas que te acostaste con un hombre pero no son lo suficientemente claro los recuerdos para saber quien era ese misterioso chico… ¿qué harías si verdaderamente fueras el padre de ese bebe?- planteo Nowaki mientras se apoyaba en la camilla.
Miyagi se quedo helado sin saber que decir… sin importar cuánto quisiera negarse sabía que era una hipótesis valida.
-Si ese fuera el caso entonces yo me haría cargo de ese bebe y probaría enamorarme de él- dijo Miyagi con seriedad.
Kisa y Yukina lentamente se separaron a causa de la falta de aire. Sus miradas estaban unidas por un mágico sentimiento.
-¿Kisa como me encontraste?- pregunto Yukina aun sin salir de su asombro.
-Ritsu me trajo- dijo Kisa que estaba totalmente sonrojado.
Yukina tomo de la mano al castaño y lo guio hasta donde estaba pintado, primero se sentó el en la banqueta y luego hizo que Kisa se sentara sobre sus piernas.
-Estoy feliz de verte- susurro Yukina.
Entonces el pelinegro recordó la razón de su encuentro.
-Pero en realidad vine por otra cosa- dijo Kisa.
-¿Qué cosa?- pregunto Yukina algo desilusionado.
-Veras no recuerdo nada de lo que paso en la fiesta de Ijuuin y mis amigos tampoco, la verdad es que estamos en una emergencia y tenemos que revelar unos misterios- dijo Kisa.
-Está bien, te diré todo… pero habrá una condición- dijo Yukina.
-¿Cuál?- pregunto Kisa con curiosidad.
-Deberás aceptar una cita conmigo mañana, allí te contare todo lo que se- dijo Yukina.
Kisa se puso de pie. Saco una lapicera de su bolso y escribió su número en la palma de la mano de aquel joven. Le dio un fugaz beso en los labios sonrojándose por completo.
-Llámame y arreglamos- dijo Kisa mientras salía del salón guiñándole un ojo.
Yukina vio al joven salir y soltó un suspiro, a su cabeza llegaba una frase que lo había torturado todo un mes.
-Sabes ese tal Kisa es la peor puta de esta universidad. Meterte con el cómo su pareja es ser un masoquista, es querer llevar el cartel de cornudo en la frente- esas había sido las palabras de Sumi.
Miro la palma de su mano y sonrió.
-Quiero comprobar por mi mismo si solo te acuestas con cualquiera o si realmente existe algo entre nosotros- susurro Yukina para si mismo.
La verdad es que a Yukina últimamente no le agradaba para nada la manera de pensar de Sumi. Puede que ese chico desde siempre haya sido parte del grupo, pero la verdad es que sabía muy bien que él era un envidioso y una de las personas más desagradables de toda la universidad.
El turno de Misaki había terminado y ahora se dirigía a la oficina de su jefa para empezar su transformación en Misa, la novia del famoso escritor.
Toco varias veces la puerta hasta oír el pase.
Se adentro a la oficina hecho un manojo de nervios y se dejo caer sobre el sillón más grande del juego de living de su jefa.
-Vamos Misaki no estés tan tenso, además se que te atrae Akihiko- dijo Someya mientras le entregaba un cambio de ropa.
-Casualmente eso es lo que me pone inquieto - dijo Misaki avergonzado.
-Esta será tu oportunidad de conocer bien a ese hombre y de hacerles esas preguntas que te tiene tan inquieto- dijo Someya.
La verdad es que Misaki aquella noche que estuvo con Usami había escuchado palabras que lo había dejado confundido. El escritor había mencionado su primo y una fiesta, además sabia su nombre y no le dijo el porqué, esta era su oportunidad de descubrir toda la verdad. Tenía que quitarse varias dudas y quizás esta sería su única oportunidad.
Misaki tomo la ropa e ingreso en el baño personal de la jefa para alistarse. Tomo un rápido baño y se vistió.
Llevaba puesto un jean azul ajustado, una musculosa negra, un chaleco blanco y unos borsegos marrones.
Su jefa se había comprometido a llevar sus cosas hasta su departamento.
Misaki se despidió de todos y salió a la calle, justo frente al local estaba estacionado el convertible rojo del escritor, que por cierto llamaba mucho la atención.
Totalmente apenado el castaño se acerco a él.
-Vamos- dijo Usami.
Se acerco a la puerta y se la abrió a su novio y luego subió el. El auto arranco.
Hiroki y Shinobu habían regresado al edificio en silencio. Estaba en el departamento del rubio tomando un café.
-¿Qué paso dentro de ese consultorio?- pregunto Hiroki con calma.
-Creo que Miyagi es el padre- fue lo único que sus labios pudieron pronunciar.
Hiroki gracias a Dios tenía la boca vacía, de lo contrario hubiera escupido todo el líquido del asombro.
-¿El te dijo algo?- pregunto Hiroki impaciento.
-No, pero tuve un recuerdo- dijo Shinobu.
-¿Cómo?- pregunto Hiroki confundido.
-Veras recordé un sombrero de zorro y el cabello negro de aquel hombre con quien lo estaba haciendo. De casualidad cuando entre en la oficina de Miyagi vi que en su laptop había una foto que tenía en su face donde había cuatro personas vestidas del zorro, que según los comentarios fueron los únicos con ese disfraz, donde el único que tenia e cabello negro era el- dijo Shinobu.
-Entiendo que sospeches de que es el zorro con quien te acostaste pues a la mañana siguiente despertaste con el sombrero, pero quizás fue un producto de tu imaginación el creer que es Miyagi, quizás tu deseo por el modifica tus recuerdos- dijo Hiroki con seriedad.
-De todas formas anote todos los nombres, pero estoy seguro que él es el padre- dijo Shinobu serio.
-Primero debemos investigar a fondo antes de sacar conclusiones- dijo Hiroki.
-Pero tenemos otro problema- dijo Shinobu con tristeza.
-¿Cuál?- pregunto Hiroki preocupado por la actitud de su amigo.
-Puede que Miyagi se convierta en mi cuñado- susurro Shinobu.
Hiroki sintió mucha pena al oír aquellas palabras pues sabía que los sentimientos de su amigo eran sinceros. Sin pesarlo dos veces se paró de su asiento y abrazo a su amigo.
Misaki y Usami habían llegado a un lindo restaurante donde el mozo los había guiado a una mesa privada.
El escritor pidió para ambos y el mozo se retiro.
-Estas muy sexy Misaki- dijo Usami divertido.
-No te burles de mí- dijo Misaki totalmente avergonzado.
-No me burlo, me excita verte así- dijo Usami con sensualidad.
Misaki comenzó a toser pues se había ahogado con el agua al oír esas palabras. Se limpio la boca con la servilleta y carraspeo la garganta.
-Sabes tengo algunas dudas que me gustaría que me aclares- dijo Misaki poniéndose serio.
-¿Cuáles?- pregunto Usami con cierto interés.
-Quiero saber de dónde me conoces- dijo Misaki decidido.
-Eso no es algo que pueda responder ahora, pero seguramente cuando vayamos a ver la película te lo cuento- dijo Usami.
Tuvieron una cena un poco tensa pues Misaki quería saber todo sobre aquel hombre y más si se relacionaba con él.
Las cosas se ponen cada vez más intensas, están cada vez más cerca de la verdad…