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Sangre Vongola por sukichoco

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Notas del capitulo:

Sukichoco: hola de nuevo, aquí estamos para presentar un nuevo capítulo Sangre Vongola

Lorepollo: tenemos que darles las gracias a su paciencia y por su tiempo de leer y dejar sus reviews

Sukichoco: Gracias!!

Lorepollo_ bueno sin más rodeos pasen  a leer

Sukichoco: ¡¡DISFRUTEN!!

Sangre Vongola

12.- El lado oscuro del cielo.

 

Narrado por Hibari 

El autocontrol me es casi imposible, si a Tsunayoshi se le ocurre sonreír de nuevo no podré controlarme. 
Ahora mismo estamos en una plaza, lo invite pensando que este sería un buen lugar para controlarme pero… 
- Ese me gusta - señaló un peluche y sus labios querían formar una sonrisa pero le tape la boca con la mano 
- No sonrías - me miro sorprendido y confundido al mismo tiempo - no puedo controlarme más 
- ¿Hibari-san? - Me miro preocupado, las personas que pasaban a nuestro alrededor nos miraban fijamente, al parecer  también se habían dado cuenta de que me pasaba algo extraño - ¿te sientes bien? - Puso sus débiles manos en mis brazos mientras observaba mi cara.
Sus grandes y hermosos ojos castaños me miraban sólo a mí, era realmente tentador tomarlo en medio de la plaza ante la mirada de todos 
- No - le respondí resignado
- ¿Quieres regresar?  - Me sentí enojado de mis hormonas caprichosas, era mi primera cita a solas de acuerdo con el trato que había hecho con el bastardo ilusionista y por esas ganas de tomarlo se iba a arruinar todo.
Asentí, después de todo antes que mí mismo, estaba la integridad de mi adorado Tsunayoshi. Sacudí sus cabellos, lo tome de la mano y juntos caminamos hacia el estacionamiento.

 

Entramos en el coche, primero abrí la puerta del copiloto para que subiera mi amado y luego yo. Me quedé quieto por un momento, intentaba respirar con normalidad, esas estúpidas hormonas revolotean tanto que me siento un poco mareado.
- ¿Quieres que maneje? - Me pregunto preocupado al ver mi expresión de malestar.
Negué con la cabeza, si no comienzo a manejar será inevitable que pase algo aquí. Encendí el coche y me puse en marcha para salir del estacionamiento
- ¿Te gustó nuestra cita? - le pregunté intentado amenizar el viaje a casa 
- Mucho - voltee al copiloto, me sonreía con un leve sonrojo mientras sus ojos se llenaban de un brillo especial de emoción e inocencia.
Trague saliva, por más que intente evitarlo mi mente se centró en una sola idea, tomarlo ahora mismo. Maneje con violencia y me estacione en uno de los aparcamientos más lejanos.

Baje del auto y camine hacia la puerta de Tsunayoshi, lo baje a la fuerza y luego lo tumbe en la parte de atrás, me metí y cerré el carro.
- ¿Hibari-san? - Su sonrojo y su mirada de sorpresa se incrementaron 
- Calla o te escucharán - le advertí y enseguida me puse a lamer ese blanco cuello que tenía un olor embriagador
- No espera ¡ah! - intentó empujarme de sí, pero su fuerza era nula a comparación de la mía que se había fortalecido por el deseo de tenerlo 
- Te amo, te amo – repetía la misma frase con desesperación, quería dejarle absolutamente claros mis sentimientos. Bese y lamí ese delicado y delicioso cuello, provocando que poco a poco el cuerpo de mi amado se calmara.
- Kyoya - subí mi mirada, al parecer había cedido, él sabía que ese nombre solo se usa en estos casos
- ¿Sabes que acabas de prenderme? - asintió avergonzado. Sonreí de lado, mi adorable Tsunayoshi era tan lindo. 
Continúe con mi propósito de marcarle ese cuello apretado y delicioso, sus gemidos incrementaron pero fueron callados al taparse la boca. Sonreí de lado, de alguna manera el ser descubiertos era emocionante y excitante para ambos
- Eso es, cierra la boca - le di un beso apoyando mis antebrazos en el asiento de piel justo a los costados de su pequeña cabeza 
- Nhhm Nhh - quería decir algo pero se lo impedí, mi lengua se encargaba de ello
Mi corazón latía frenéticamente, quizás nadie antes de mi Tsunayoshi podría haberlo ocasionado, lo amo tanto, quisiera que fuera sólo mío pero también quiero hacerlo feliz. De lo contrario no hubiera convenido con ese ilusionista barato.
Los solté pero una línea de saliva aún nos unía, la tome con la lengua gustoso mientras lo veía a los ojos. Provocando que con esta acción se avergonzara como un niño.
Se veía tan lindo sonrojado, sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas de excitación. Le di un beso a esas mejillas coloradas y luego a sus párpados, sus lágrimas me mojaron un poco los labios y sentí el sabor salado.
- Kyoya – su voz sonaba tan seductora, al parecer se rindió, antes me repelía con fuerza pero ahora había dejado sus manos caer invitándome a tomarlo por completo
Comencé por desabrochar su camisa y después a lamer esos deliciosos botones rosados que en algún momento le darán de comer a mi hijo. Sus gemidos leves y suspiros me prendían más y más. Su cuerpo estaba contraído por completo a efecto de no querer dejar salir su voz. 
Sin más tiempo que esperar, baje mi mano hasta su zíper y lo baje, saque su pequeño miembro y le aplique un vaivén. 
- Kyo... ¡aah! - sus manos intentaban detenerme pero no lo logró, en cambio sujete sus muñecas y las lleve por encima de su cabeza con una sola mano. Me detuve a verlo con detenimiento sin dejar de masajear su pequeño miembro, era hermoso y por ahora era sólo mío.

Cerraba los ojos y hacia un doblez en su entrecejo que lo hacía ver demasiado adorable. Se mordía los labios pero aun así su voz salía levemente.
- ¡Ahh! - gimió al dejarse venir. Abrió sus ojos y quedaron atrapados con los míos, estoy totalmente enamorado de este herbívoro.
Solté sus muñecas y note un leve color rojo en ellas, al parecer lo había sujetado con más fuerza de la necesaria. Levante mi mano manchada y la chupe, frente a sus ojos provocándole un sonrojo más intenso seguido de movimientos de vergüenza
- No, eso es suci...  - Le di un beso casto para que callara 
Le quite sus pantalones de un sólo movimiento y abrí sus piernas. ¡Oh! se veía sorprendido. 
- ¿Qué haces? - Me miro con un poco de susto
- Hmmp - Le respondí con una sonrisa de lado, era tan lindo preguntando lo evidente. 
Me estire un poco hasta la guantera del coche y saque un condón. 
- Kyoya ¿enserio aquí...? – acomode su cuerpo, dejándolo recargar en la puerta, ignorando lo que me decía ya que mi amigo de ahí abajo me estaba presionando en mis pantalones.
- Sólo tienes que bajar la voz - mire su entrada que ya pedía ser tomada. Tsunayoshi era tan inocente pero su cuerpo reaccionaba distinto. Era un lado oscuro de mi amado. 
Metí un dedo sacándole un gritito de sorpresa. Se tapó la boca enseguida con el dorso de la mano y me miró fijamente. Parecía reprocharme algo.
- Eso es, así quédate - le di un beso en la frente al mismo tiempo que metí un segundo dedo. 
- Nnhh - gimió 
Abrí mis dedos y ayude a estirar tan apretada entrada, aunque sería más fácil con algo de lubricante.
Cuando su cuerpo se relajó a los movimientos de mis dedos, ingrese con cuidado el tercer dedo. Su cuerpo se curveo. Lo mire sorprendido, tenía los ojos cerrados con una expresión de ¿dolor? 
- ¿Te duele? - Negó con la cabeza pero no quito esa expresión

 

Simulando embestidas suaves, su cuerpo reaccionaba de manera exquisita, me dio ganas de meterlo pero primero tenía que ponerme ese maldito látex 

Saque mis dedos, libere a mi amigo atrapado en los pantalones y me lo puse ante su mirada atenta y espantada, supongo que me veía así al ver mi erección grande y palpitante.

Abrí sus piernas un poco más y las sujete para que no se moviera. Podía sentir mi pecho ser golpeado por mi corazón con fuerza, era tan emocionante, no solo el riesgo de ser encontrados sino estar con el ahora mismo, era realmente emocionante.

Con cuidado y lentitud entré, su cuerpo se arqueaba deliciosamente al momento de mi entrada, su pecho a penas cubierto por su camisa -que aún tenía desabrochada- se inflaba y hundía mientras se tapaba la boca con fuerza. El quería gritar 
- ¡Aggh! - gruñí, era tan estrecho, sus carnes me aprisionaban de manera exquisita.
- ¡ah! - se le escapaba apenas un pequeño gemido. Dándome una idea genial. 
Inicie con movimientos lentos pero pronto con unos más rápidos y salvajes. Quería ver hasta donde llegaba, hasta qué punto se rendiría y dejaría salir su voz.

Tome sus piernas y las junte mientras seguía entrando y saliendo.- ¡ahh! - Era una posición encantadora, con sus piernas juntas su entrada se volvía más estrecha y eso me hacía sentirme genial y a él también

Pude sentir como el coche se movía al ritmo de mis embestidas y sonreía más ampliamente.

Escuchamos un coche acercarse y lo vi desde lejos, se había estacionado cerca de nosotros, aumente el ritmo de mis embestidas, pero con gran voluntad y fiereza mi amado no dejo salir su voz. Algo realmente admirable
- suelta - deje caer sus piernas a mis lados y tome sus manos - aunque se resistía – para liberar su voz
- ¡No! ¡ahh! ¡Kyoya! me...  ¡Aah! ¡Escucharán!! I - sus lágrimas caían dejándome ver una imagen deliciosa.

Me chupe los labios y me dirigí a su boca, lamí sus labios y baile con su lengua con maestría y sensualidad. Ah mi corazón, nunca había estado tan emocionado y feliz, ni siquiera con las peleas en las que he participado me había sentido tan lleno de adrenalina.
- ¡Ahh!!  Kyoya!!! ¡Amf! ¡amf! ¡amf! - tome su mano y la pegué a mi pecho para que sintiera el efecto que él me causaba.
- ¡Ahh! - sus mejillas se sonrojaron pero no podía dejar de gemir. Con algo de control tomo la mía y la pegó de la misma manera a su pecho. Sentí su dulce corazón latir de manera frenética, con un ritmo que me tranquilizaba y me llenaba de calor. Lo amo
Me acerqué a su rostro y me le quede mirando, parecía avergonzarse, sus ojos llorosos, su expresión, este tipo era un... Atrape sus labios de nuevo y le bese con amor y pasión. Todo sin dejar de embestir tan pequeña y deliciosa entrada
- ¡Ah!  - Se separó de mí, se aferró a los respaldos de los asientos cercanos y gimiendo escandalosamente se vino sobre su propio pecho.

Si, así era mejor, yo también estaba a punto de correrme. Empujando todo lo que podía y sintiendo su lindo trasero en mi pelvis, me vine dentro de él.

Ambos quedamos viéndonos fijamente a los ojos mientras nuestra respiración se estabilizaba, era hermoso, sus ojos canelas me provocaban un mayor latido en mi corazón.

Con cuidado salí de su cuerpo tratando de que el condón saliera ileso y sin dejar que se derramara dentro de él. Le hice un amarre y lo hice a un lado para que al llegar a casa lo tirara.
- Kyoya - me miro cansado y me sonrió amorosamente - te amo - susurro suavemente
- Lo sé - le di un beso en la frente y mi amado se quedó dormido. - Yo también 
Con ternura lo atrape entre mis brazos y me quedé así hará que escuche que alguien se acercaba a nuestro coche.

Lo acomode en el asiento de atrás le puse una manta - que siempre llevo – para cubrir su desnudez y me puse a manejar de regreso a casa. Gracias a que los vidrios eran polarizados nadie se dio cuenta de esta fantasía con la que siempre había soñado. 

-hmpp – sonreí de lado, mi castaño tenía un lado oscuro que le falta conocer.

 

CONTINUARA…

Notas finales:

Sukichoco: gracias por leer y esperamos que les haya gustado

Lorepollo: como ya se habrán imaginado en el siguiente capítulo también habrá Lemon

Sukichoco: y bueno si quieren la continuación dentro de este fin de semana (ya que está listo) tendrán que llegar…

Lorepollo: ahí vas de nuevo ¬¬

Sukichoco: ¡diez reviews! vamos a ver si lo logran para que mañana lo subamos o no  o.o

Lorepollo: ¿esta es una clase de prueba?

Sukichoco: si :D


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