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Sangre Vongola por sukichoco

[Reviews - 156]   LISTA DE CAPITULOS
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Notas del capitulo:

¡¡¡ATENCIÓN!!!

Hola a todas de nuevo, al haber un gran éxito en mi petición de siete reviews que llegaron casi de inmediato, subimos este capítulo que advertimos tiene Lemon

Sukichoco: queremos agradecer a todas y todos los que siguen este fic, el cual hacemos de todo corazón.

Lorepollo: Debemos aclarar que somos apenas unas principiantes en este género (Lemon) y por lo tanto algunas recomendaciones que nos den, serian de ayuda para el próximo de los encuentros.

Sukichoco: gracias por estar aquí y por favor pasen a leer!!

 

Sangre Vongola

 

11.- Una decisión arbitraria

 

Narrado por Tsuna

Ambos me miraron sorprendidos. Incluso mi yo interno lo estaba. Había aceptado de una manera arbitraria este juego que seguro les encantará.
- Oya oya - se alejó de mí y me miró curioso, aunque más bien por su expresión parecía en shock, tal vez no asimilaba mi repentina aceptación.
- Herbívoro - esa palabra, hacía mucho que no la escuchaba de Hibari-san quien también se alejó de mí y se paró justo al lado de Mukuro
Los mire confundido, ¿acaso no querían tomarme? ¿Les daba asco mi condición de doncel?

- ¿los tienes? - pregunto Mukuro a Hibari-san quien asintió y me miro serio 
- Aquí los tengo - sacó de su bolsillo una caja de pastillas - Tsunayoshi - hablo Hibari-san y me miraron fijamente. Sus ojos ardían, parecían tan llenos de pasión pero a la vez de autocontrol - sabes que no somos buenas personas
- ¿Ehh? - Me reincorpore en mi asiento 
- si en algo somos parecidos es en que los dos tenemos un deseo insoportable de embestirte - me sonrojé al escuchar a Mukuro
- pero hasta ahora nos hemos contenido por ti - dijo Hibari-san mientras me miraba fijamente a los ojos - por eso, pedimos esto - me mostró la caja - al enfermero que estuvo en Nami-chuu
- ¿Shamal? 
- Son pastillas anticonceptivas para donceles - abrí los ojos con sorpresa ¿esas cosas existían? - tu decisión es demasiado repentina, el deseo te está consumiendo y no estás pensando correctamente - me dio un beso en la mejilla 
- Después decidiremos quien será el padre de tu hijo pero por ahora sólo hay que disfrutar - dijo Mukuro para luego darme un beso en la punta de la nariz

Asentí con las mejillas rojas. Mis amados a veces eran unos caballeros que me protegían incondicionalmente.


Abrí mi boca temerosamente y Hibari-san colocó una pastilla en mi lengua, que trague con un poco de agua y luego los mire. No había retorno, ahora mismo perdería mi virginidad y eso me tenía demasiado nervioso.

- Tranquilízate, no te haremos demasiado daño- ¿demasiado? Hibari-san me dijo con clara tranquilidad en su voz

- Relájate - se acercó Mukuro y se arrodilló ante mi aunque yo siguiera sentado en el sofá - empezaré yo

Lo mire atento y sorprendido, sus manos acariciaron comenzaron por mis piernas y muslos sobre el pantalón, con suavidad y sensualidad.  
Luego y con un tono travieso en su rostro, sus dedos, se acercaron a mi entrepierna. Lo mire con los ojos bien abiertos, quería ver cada detalle de mi virginidad perdida.
Subió su mirada y me atrapó con ella, sus ojos me demostraban su absoluto deseo y amor incondicional. Caí rendido, relajándome en mi lugar y entonces sentí como las hebras del zíper se abrían una a una.
- Aquí vamos - me dijo seductor y metió su mano a mí bóxer. Cerré las piernas en auto reflejo, aunque no podía hacerlo bien ya que él estaba en medio de ellas
- Esp,,, - sonrió y sentí mi miembro libre.
Bajo mis pantalones por completo para dejarme medio desnudo.
Tape mi boca para no dejar escapar un gemido producto del roce de sus dedos en mi miembro mojado.
- No escondas tu voz - bajo mi mano y le dio un beso en los nudillos atrapándome con su elegancia y con su tono seductor 
- ¡Aah! - me estremecí al sentir su mano cubrir mi pequeño miembro.
- Eso es, tu voz es hermosa - me dijo con un leve sonrojo en sus mejillas. Parecía excitado por mi voz
- ¡No! Esp....¡ Aah! ¡Amf! ¡amf! - comencé a retorcerme sobre el respaldo del sofá
Lo mire con dificultad, él se veía tranquilo y divertido mientras miraba mi rostro ¡oh!  Era tan vergonzoso. Tape mi cara con las manos avergonzado. - ¡aah! - Mi miembro estaba tan sensible que me hacía temblar ante el vaivén de mi amado Mukuro
- Amf… amf… amf.. - baje mis manos y hundí mis dedos en los cabellos índigos de quien ahora y agresivamente se había metido mi miembro en su boca. - Mukuro.. ¡Ah! - su boca era caliente, sentí su lengua pasearse por todos los ángulos y los extremos de mi miembro. Me sentía venir, jale sus cabellos con fuerza. Su lengua, sus labios, incluso sus dientes que rozaban mi miembro me provocaban unos extraños temblores en todo mi cuerpo 
- Tsunayoshi - la voz de mi amado Hibari-san me hablo desde arriba.
Con el mayor esfuerzo por no contraer mi cuerpo y controlarlo de los temblores, subí mi mirada y ahí estaba, desde atrás, mirándome fijamente, con esos ojos penetrantes que me hacían sentir desnudo.
- Hibari-san - levante una mano y la otra se quedó sobre la cabeza de Mukuro quien seguía con la felación. Me sujete a su cuello y él inclinándose me dio un beso demandante.
Su lengua, no, las lenguas de mis dos amados me hacían sentir como perdido, mi mente comenzó a nublarse.
- ¡Dios!  ¡Mukuro! ¡ahh! - no lo aguante más y me vine en su boca, soltando a Hibari-san y contrayendo mi cuerpo, arqueándolo hasta un punto exagerado.
- Delicioso - lo mire agitado, sus dedos manchados de mi semilla fueron llevados hasta mi boca y yo con gusto los lamí 
- Mmm - Mi sabor era extraño, a veces sabía salado pero a veces dulce, creo que mi sentido del gusto fue dañado ¿a eso se referían? 

 

De pronto me sentí en el aire, Hibari-san me había cargado a modo princesa para luego lanzarme suavemente a la cama.
- Hiba... - Me tapo la boca con un dedo 
- Shh - me susurro mientras me veía fijamente a los ojos - dime Kyoya a partir de ahora - abrí mis ojos con sorpresa ¿Kyoya? ¿Quería que lo llamara por su nombre? Mi corazón latió al tan sólo imaginar eso. 
- Kyo... ya - mis mejillas me quemaban, no, ahora era todo mi rostro el que me quemaba.
- Eso es - me dio un beso en la frente y me empujó contra la cabecera de la cama 

Comenzó a quitarme la playera, levanté mis brazos para que saliera rápido esa prenda y continuar. Mira hacia mi parte baja, mi miembro había despertado de nuevo y nos solo eso sino que también estba completamente desnudo. 
Con cuidado me tomo de la cintura y me jalo hacia abajo para que quedara totalmente acostado. Se subió sobre mí, atrapándome por completo, sus manos pasaban y se recargaban en la cama justo a los costados de mi cabeza. 
Sus ojos me observaban con firmeza, me sentía tan avergonzado por su mirada y su estilo tan seductor. Vi como su lengua se pasó por sus labios como si estuviera  saboreándome y después como se mordía los mismos mientras me miraba divertido.
- ¡Oh! - literalmente me derretí ¡dios! Era tan jodidamente sexy
Se acercó a mi rostro lentamente, esa lentitud en sus acciones me excitaba y me frustraba al mismo tiempo. Poco a poco sus labios tocaron los míos y de un momento a otro me besaba con locura.
- Nhh. - Su lengua paseaba por mi cavidad con completa libertad. Tímidamente también quise participar y me uní a su danza. Nos fusionábamos con tan sólo eso, con el roce mojado de nuestras lenguas
Mire a mi costado y vi a Mukuro quien me observaba con ternura, paciente a lo que me hacía Hiba.. Kyoya.
- Nnhh - me queje, el aire comenzaba a faltarme. Me sujete de su camisa blanca y lo jale para que se diera cuenta de mi estado.
Se separó de mí, jadeaba y me observaba divertido.
De nuevo se acercó y me dio un beso en la mejilla y sin separar los labios, lamió el mismo lugar y luego su lengua se deslizaba poco a poco hasta llegar a mi cuello donde comenzó a chupar, lamer, morder.
- ¡amf! ¡amf! ¡amf! - Gemí -  Kyoya - intente quitarle la camisa pero mis manos siempre torpes y la posición me lo imposibilitaba 
- Hmp - se separó de mí y fue el mismo quien se la quitó. Sobre mí. Dándome una imagen que perdurará por siempre en mi cabeza. Su torso era perfecto, esas marcas de abdominales, quería pasar mis dedos por ellas 
Me miro divertido, al parecer me había sonrojado hasta un límite insólito
- Te amo - se acercó y me dio un beso casto en los labios y de inmediato bajo hasta mis pezones.
- ¿qué..  haces? - Lo mire angustiado. Que estuviera chupando eso me hacía sentir extraño y muy avergonzado.
Ni siquiera me hizo caso, parecía como en otro mundo mientras chupaba mi pezón izquierdo - ¡ahh! ¡Aah! - gemí escandalosamente, y me sujete a la almohada más cercana. Al parecer era un punto sensible..
- Tan sólo con jugar con ellos un poco, se endurecen - me susurro con voz ronca en la oreja mientras jalaba mi pezón - eres tan sensible 
- no yo.. - Quería excusarme – ¡ahh! - pero no pude hacerlo.
Su boca comenzó a chupar de la misma manera al otro pezón. Su mano bajo hasta mi entrepierna y con un masaje fantástico tocó mi miembro mojado de nuevo. Acariciando el glande, cubriéndolo por completo, estirándolo.
Lo único que podía hacer fue aferrarme aún más a la almohada y gemir como loco.
- ¡amf! ¡amf! ¡Amf! - se sentía tan bien y aunque quería tener los ojos abiertos para ver todo, estos se cerraron sin poderlo evitar
Su respiración en mi pecho me excitaba,  sus labios aprisionaban mis pezones y los jalaba, los lamia para que finalmente estos salieran y endurecieran.
Finalmente y como era predecible me vine en su mano manchándola por completo.
- Ah - los roces en ese lugar sensible parecían doler.
- Aquí vamos - abrí mis ojos y vi a Mukuro acercarse a nosotros
Me levantaron con cuidado y me pusieron en cuatro ¿esto será...? 
- ¿Lo traes? - Pregunto Kyoya a Mukuro quien sacó de su pantalón un frasco de lubricante y se lo pasó 
Sentí ese líquido frío sobre mi espalda baja y poco a poco los dedos de Hibari-san bajaron el líquido hasta mi entrada.
- ESP... - Mi sonrojo era más que evidente pero no pude siquiera acercar mis manos a él, ya que Mukuro las había sujetado en algún momento y ahora me tenía casi levitando. En dos.
Los dedos de Kyoya bajaron y masajeando ese lugar tan personal introdujeron con cuidado y sin meterse un poco del lubricante
- meteré uno - me avisó
Me puse rígido como una roca y sentí ese extraño y nuevo dolor. Su dedo entraba lentamente y mis carnes lo aprisionaban con fuerza, sin mi voluntad.
- Aggh aah - gemí al sentir su dedo entrar por completo, era tan extraño, comenzó a moverse y mi cuerpo se estremeció, mi cabeza bajo y cayó sobre la entrepierna de Mukuro.
- ¡No! ¡Aah! - me queje
Como pude y entre jadeos me reincorpore avergonzado y me sostuve en los hombros del hombre frente a mí. 
El dedo de Kyoya salía y entraba con suavidad, se movía en círculos y entraba hasta lo más profundo
- ¡Kyoya! ¡aah! - sentí un segundo dedo, está vez hacia movimientos de tijeras, se abrían y se cerraban.
- Sostenlo - hablaron entre ellos 
- Lo hago - Mukuro respondió y me abrazó 
- Aquí va el tercero - asentí cerrando los ojos.
- ¡Aahh!  ¡Aggh! - abrí los ojos cuando lo sentí, me abrace del cuello de Mukuro y mis lágrimas comenzaron a salir sin control 
Los dedos de Hibari-san entraban y salían rápidamente, simulando embestidas, me golpeaba hasta el fondo. Mi miembro se levantó de nuevo y mi mente se fue otra vez.
- ¡nnh! ¡¡ahh!! ¡¡Uuh!! - Mordí el hombro de Mukuro quien me acarició la cabeza para darme un poco de apoyo.
- Aquí vamos - sacó los dedos y asustado gire mi cabeza para ver lo que hacía 
Tal y como lo sospeche, había sacado su miembro gigante y erecto y lo estaba alineando a mi entrada.
Intente resistirme pero lo único que conseguí fue mover mis caderas con un movimiento sugerente que parecía estar invitándolo más a hacerlo. 
- No - mis lágrimas llenaron mis ojos y comenzaban a caer nuevamente.
Sentí su punta rozar y poco a poco como su miembro entraba llenándome por completo. Enterré mis uñas en la espalda de Mukuro y grite con fuerza. Escuche a Kyoya hacerlo también, gruñía con salvajismo
- ¡Aggh! eres tan estrecho 
- ¡Ah! ¡aah! ¡ahh! - Era doloroso, demasiado doloroso, pero me hacía sentir un placer inigualable. Incluso podría venirme ahora mismo.
- Ven aquí - Mukuro quien me sostenía de la cintura con fuerza para no caer, me beso. Su lengua sabía lo que hacía, era tan bueno. Untábamos nuestras lenguas con desesperación pero con un ritmo excitante y placentero, bailábamos y chupábamos nuestros labios, era tan increíblemente bueno.
Con lentitud Kyoya seguía entrando -parecía que no quería herirme - hasta que sentí su pelvis en mi trasero, entonces retrocedió un poco y luego volvió a entrar embistiéndome.
- ¡No! ¡aah! - Mi miembro quería correrse pero lo contuve, no quería verme patético al hacerlo por una sola embestida. 

 

 

El ritmo de nuestros cuerpos se intensificó. Podía sentir su miembro tocar mi próstata con fuerza. Sacudiendo todo por dentro, impulsándome hacia el miembro de Mukuro, quien se había unido de esa manera.
- Lame despacio - su mano acariciaba mis cabellos.¿Quién diría que sería tan sabroso el miembro de un hombre? 
No podía gemir porque lo tenía casi en mi garganta, me ahogaba pero no importaba, se sentía fenomenal.
- Me vengo Tsunayoshi ¡Aggh! – tomo mi cabeza y lo metió por completo en mi boca y finamente se vino en ella, una experiencia deliciosa
- Yo también - Kyoya hizo lo mismo y me jalo de los cabellos, levantándome y apegando mi espalda a su pecho. Nuestro sudor se juntó y callo por mi trasero. Me tomo de los antebrazos y me dejó caer hacia adelante.
Sus embestidas aumentaron, gemí con cada una de ellas y finalmente y en medio de un gruñido que compartimos se corrió dentro de mi estrenada entrada y yo sobre la cama 
- ¡Ah! - Jadeamos al mismo tiempo y caí rendido en la cama, pegado aún a mí amado Kyoya quien sujetaba mis caderas y se impulsaba de ellas para no caer sobre mí.
- Sigo yo - Mukuro me levantó y me llevo hasta el sofá en el que estábamos.
Se sentó y me sentó sobre él. Mi cuerpo apenas y tenía fuerza pero logré sujetarme de sus hombros para que el metiera su pene dentro de mí
- Listo - me dio un beso en el hombro, me sujeto de la cintura y poco a poco me fue introduciendo su miembro que era tan grande como el de Kyoya.
- ¡Aah! ¡Aah! - mi cuerpo estaba demasiado débil así que fue él, quien comenzó a moverse debajo de mí.
Entraba y salía, entraba y salía un movimiento repetitivo que me llenaba de absoluto placer. Me sujete de su cuello y ayudándole moví mis caderas por mí mismo. 
Su mirada se llenó de diversión y perversión pero no paré, mi miembro se quería correr de nuevo.
- Tsunayoshi - jalo mis cabellos hacia atrás y comenzó a lamer mi cuello,
- Ah no ah - no podía ni gemir correctamente, ni siquiera respirar.
Mientras una mano sujetaba mis cabellos la otra bajo hasta el punto de nuestra unión y empezó a masajean el lugar. 
- ¡Ahh! ¡Mukuro! ¡No! ¡aaaahh! - mis lágrimas caía por mi cien y caían a mi trasero gracias a la posición.
No podía más, era demasiado, demasiado.
Cerré los ojos y me corrí sobre nuestros abdómenes. Gritando escandalosamente, dándole a entender que había tenido el mayor orgasmo de todos. Pero él no se detuvo y continuó, pronto también se corrió dentro de mí. Su esencia era caliente y se combinaba con la de Kyoya haciéndome sentir sucio pero muy feliz y travieso.
- aa.. - Caí rendido por el cansancio sobre su cuerpo y el me acogió con ternura y amabilidad.

Pronto mis ojos se cerraron y todo se volvió negro, habia caido en los encantos de morfeo.

 

CONTINUARA…

Notas finales:

Sukichoco: gracias por leer y no olviden dejar su review obligatorio

Lorepollo: gracias de antemano

Ahora bien y finalmente, si alguna de ustedes quisiera ayudarnos amablemente a decirnos como poner más advertencias en un fic, se lo agradeceríamos de corazón!

Sin más que decir nos leemos la próxima

Byee~~

PD: si quieren continuación necesitamos siete reviews nuevamente  Jajajaj

(Lorepollo: ¡SUKI! >:/)


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