Sangre Vongola
6.- Desire
- Tsunayoshi - su voz es ronca y excitante, me lame el lóbulo de la oreja y baja hasta mi cuello donde muerde y chupa dejándome marcas que serán notables mañana
- Nnhh - muerdo mis labios y me retuerzo entre sus brazos, mientras estamos recostados en una cama grande, sus manos masajean mis pezones recién despertados - no
- Hmp - se burla de mí y luego baja una de sus manos hasta mi miembro recién levantado
- no! Ya no! - Mis caderas se mueven por si solas. La excitación es tan grande que mi miembro se quiere correr ya
- Apenas comienza - la otra voz resuena en mis oídos y siento como soy desplazado de mis pantalones en un instante. Ahora estoy completamente desnudo, completamente a su disposición
- Te amo - Hibari-san me abraza y lame mi cuello
- Ahh - otra zona erógena de mi cuerpo
- Te amo - escuchó la voz divertida pero sincera de Mukuro quien esta abajo separando mi muslos y tocando mi erección. Poco a poco lo toma y hace un vaivén que me vuelve loco
- No Mukuro - estiro mi mano para llegar hasta la suya e intento detenerlo pero él la toma y la besa delicadamente, lo miro con los ojos llorosos por el placer y sus ojos me muestran que tienen un absoluto deseo
- Déjame hacerte cosas malas - su voz seductora me quita el aliento y asiento avergonzado
- Agg.. - Doy un grito sofocado al momento que ese desvergonzado hombre mete mi miembro a su boca - Mukuro... Ah
Comencé a gemir y a retorcerme en los brazos de Hibari-san quien celosamente toma mi barbilla y voltea mi rostro para darme un beso lleno de pasión
- Delicioso - dijo Mukuro y luego lame la punta de mi miembro que está a punto de estallar
- Nn - la boca de Hibari-san me impide gemir
Una felación placentera, los besos salvajes y un masaje fantástico en mis pezones, provocó que enseguida me viniera
- Ahh - mi cuerpo relajado, se recostó en el cuerpo de Hibari-san y antes de cerrar los ojos para dormir escuché con claridad
- Te amo Tsunayoshi - dijeron ambos
- Ahh - me desperté y me levántate de un brinco. Todo había sido un sueño.
Con vergüenza me tapo la cara y entonces siento una extraña humedad en mi pijama. Levanto el edredón apresurado y me pregunto si aún soy un puberto. Había manchado mis pantalones como uno
Con rapidez me acerco al baño para lavar mis prendas.
- Uggh - el sueño era tan real... Pero ¿porque tuve que soñar eso? De entre todos los sueños ¿porque ese?
Me meto a la ducha y me lavo mis partes íntimas manchadas. ¡Tan estúpido! Me digo a mí mismo.
Mi mano roza mi miembro dormido y sin saber porque comienza despertarse. Recuerdo el sueño vivido y comienzo a tocarme. Nunca pensé que tocarse mientras piensas en alguien podría ser tan placentero y a la vez extrañamente perverso.
- Ah - gimo en la ducha y el vapor del agua me hace sonrojar - ahh Mukuro - recuerdo su boca y me aplicó un poco de shampoo para suavizar el lugar - Hiba... Ahh Hibari-san - tocó mi pezón izquierdo y lo masajeo. Tan placentero...
Cierro los ojos para recordar ese sueño tan realista y muevo mis manos más rápido ¡dios se sentía tan bien!
- Ahh!! - me corro manchando la pared y entonces siento mis piernas flaquear
Me reincorporo y lavo con el agua de la ducha el lugar que manche- ¿Que estoy haciendo? - Digo en voz baja mientras limpio - ¿porque?
Era lógico, ya me había dado cuenta, estoy enamorado de esos dos, pero ahora que se supone que haga. ¿Cómo arreglare ese hecho? Quiero decir... ¿realmente necesito elegir? ¿No puedo ser simplemente de los dos? Mis mejillas se sonrojándome ante tal idea. Por supuesto que no pero lo desearía ya que no quiero estar separado de ninguno.
Salgo de la ducha y me visto con rapidez, apuesto a que me están esperando abajo para desayunar
Como era costumbre, todos desayunábamos por lo menos un día a la semana
- Bue.. Buenos días Décimo - me saludó Gokudera-kun en cuanto entré al comedor
- Buenos días Gokudera-kun - lo saludé reservado mientras miraba a Yamamoto quien se veía serio
- le guarde un lugar aquí - me señaló un lugar justo a su lado
- Gracias yo... - Miré a mis guardianes quienes me veían fijamente y de entre todas esas miradas, dos llamaron mi atención. Me sonroje de inmediato al verlos. Molestos miraban a Gokudera-kun como si quisieran matarlo, Mukuro y Hibari-san parecían que saltarían a su cuello de un momento a otro
- Siéntese - me tomo del brazo y entonces antes de que pudiera decir algo Yamamoto se levantó
- Siéntate aquí Tsuna - señaló su lugar que casualmente estaba entre esos dos quienes querían asesinar a Gokudera-kun
- ¿Que estás haciendo Yamamoto? Su lugar es aquí - señaló la cabecera de la mesa
- Yo.. - Los miré nervioso mientras seguían peleando - aceptaré tu lugar - acepte sólo para que dejarán de pelear, también por la promesa que anteriormente le había hecho a Yamamoto
- Décimo - me miro triste y luego vio a Yamamoto enojado - hmp - volteo la mirada berrinchudo
El ambiente era incómodo, mis mejillas estaban absolutamente rojas y no porque la comida estuviera muy picosa o caliente. La mirada fija y atenta de los dos que estaban a mi lado me tenía así
- Sawada - onii-chan habló - ¿puedo hablar contigo después de desayunar?
- Se... Seguro - asentí mientras notaba como todos los presentes le miraban serios
- gracias - siguió comiendo con normalidad
- kufufu - escuche la risa leve de Mukuro ¿de qué se reía?
- Hmp - escuche balbucear a Hibari-san quien estaba sonriendo de lado
¿Qué estaba pasando? De repente el ambiente se puso más tenso de lo que estaba
Narrado por la autora
El ambiente cambio por completo poniendo nervioso al castaño que estaba siendo aprisionado por la mirada firme de todos los presentes
La repentina propuesta de hablar de Ryohei los mantenía atentos, todos sabían de qué se trataba su repentina charla. Reborn y Ryohei compartieron una mirada y el tutor sonrió disimuladamente
Los minutos pasaron y el ambiente no sé disipaba. El desayuno había acabado pero nadie se levantaba cada uno se mantenía atento a las acciones de los demás. Un solo pestañeo era percibido por todos.
- O.. Onii-chan ¿vamos a mi oficina? - Hablo nervioso el castaño
- adelante Sawada - el guardián del sol se levantó y camino al lado del menor para luego salir del lugar
- Hmp - Reborn rompió el silencio provocando que todos los guardianes lo voltearan a ver - Yamamoto - se dirigió al guardián de la lluvia quien lo veía serio - creí que tu serías el padre del hijo de Tsuna - Yamamoto hizo un doblez en el entrecejo - te di una oportunidad el día del café y fue desperdiciada
- para mí no lo fue - sonrió victorioso - saque los mejores frutos que pude
- Ya veo - miró a Mukuro y a Hibari quienes estaban extrañamente tranquilos - entonces no estas interesado en ello?
- No lo creo - se negó tranquilo - tengo a alguien a quien amo y al que nunca podría serle infiel - miro a Gokudera quien se sonrojo al escucharlo
Se levantó de su asiento y se acercó a él tendiendole la mano
- ¿Podemos hablar? - Gokudera vacilo para tomar esa mano pero finalmente lo hizo y los dos salieron del lugar ante la mirada de todos
Los dos entraron, uno detrás del otro a su habitación.
- Gokudera - se paró frente a el - te amo - dijo provocando un gran sonrojo en el otro
- ¿Que. .. Que dices? Idiota del baseball - dobló su entrecejo queriendo disimular su felicidad
- Nunca pensaría en serte infiel - lo abrazo - por favor, tu no lo seas
Los latidos aparecieron enseguida
- pero acabas de decir que sacaste frutos ese día - lo alejo de si recordando lo muy asustado que estaba cuando vio a Tsuna sonrojarse por culpa de Yamamoto, ese día ni siquiera se dio un tiempo para pensar las cosas y actuó de forma imprudente. Pensó que su amado Yamamoto estaba enamorado del décimo
- Sólo me asegure que él no sintiera nada por ti - lo miró sorprendido
-¿De qué hablas?
- no es nada - sonrió travieso - ahora prométeme que no tendrás ese bebé
- Hmp - balbuceo con absurdez - tú también lo notaste ¿verdad? - Yamamoto asintió
- Ese Tsuna ya tiene a alguien especial - se abrazaron de nuevo con completa desesperación. Ambos habían tenido unos días agitados por el miedo de perderse uno al otro.
- Jeje estabas celoso - río dulce Yamamoto
- ¡¡¡imbécil!! – Yamamoto lo beso para continuar, ya que estaban de bueno humor.
- ¿De que quieras hablar Onii-chan? - Preguntaba el menor desde su silla de escritorio
- Sawada - lo miro serio - lo siento mucho, tengo que pedirte algo
- ¿De que se trata? - Pregunto preocupado de la expresión del peliblanco
- bueno yo… -vacilo un poco, pero como si hubiera recordado algo, continuo hablando - quería pedirte una cita – dijo serio
CONTINUARA...