Do Kyung Soo es la estrella de Kim Jong In.
Kim Jong In era el mejor amigo de Do Hye Soo, han sido amigos desde el jardín de niños y nunca se han separado desde entonces o por lo menos que Jong In recuerde, Hye Soo tiene un hermano menor pero Jong In jamás lo ha visto tal vez sea el hecho de que ella jamás ha hablado demasiado acerca de él; no era que a Hye Soo le molestara el hablar acerca de su hermano, sólo que él era algo especial y temía porque se burlaran de él o de ella por tener un hermano como el suyo. Do Kyung Soo nació con problemas de aprendizajes y su cerebro no está acorde con el crecimiento de su cuerpo. Un retrasado en palabras de un ignorante.
Hye Soo cree que su hermano es una joya que necesita un poco de trabajo para brillar como se debe sólo que no ha logrado la forma, pero estoy segura de que Jong In tiene esa respuesta aunque ninguno de los dos sepa.
-¡Omma me voy a la biblioteca con Kai! –gritó desde el recibidor.
-Espera, espera Hye –exclamó su madre- Necesito que te lleves a Dodo.
-¿A Dodo? Pero omma voy a estudiar y sabes cómo se pone Kyung Soo cuando se aburre –replicó y su madre la miró con reproche.
-Ya lo sé, ya lo sé pero no hay nadie que pueda quedarse con él, tengo una junta muy importante y sería lo mismo que dejarlo solo. Por favor hija ayúdame ¿sí?
-Suspiro- Está bien, le diré a Kai que llegaré un poco más tarde –dijo y subió corriendo al piso de arriba en busca de su hermano- Arriba Dodo noona te llevará a la biblioteca.
-¿A la biblioteca? –preguntó mientras dejaba sus juguetes en el piso.
-Sí, omma dice que debo llevarte conmigo y cuidarte, así que recoge uno de tus muñecos y vayamos te divertirás un rato –dijo sonriente y su hermano aplaudió gustoso.
Con cuidado, Hye Soo ayudó a Kyung Soo a vestirse y ponerse los zapatos correctamente, arregló una mochila con algunos juguetes de él y metió algunos comestibles en caso de que su hermano sintiera hambre mientras ella y Kai estudiaban, también dentro de su mochila guardó un radio para bebés que usaban para vigilarlo en casos de que el menor quisiera ir y explorar un poco.
-Ahora sí, vayamos –dijo y comenzó a caminar.
-Espérame noona –exclamó y corrió a tomarla de la mano.
Tomaron el metro y se bajaron a unas cuadras de la biblioteca donde Kai les esperaba, Hye Soo se había detenido a unas cuadras antes para comprarle un helado a Kyung Soo. Kai por su parte estaba desesperado hacía media hora que esperaba por su amiga y ya comenzaba a impacientarse, miró su reloj por quinta vez en el día y cuando volteó se encontró con Hye Soo y un chico bajito de comportamiento extraño que venía aferrado a su mano.
-Hola Kai –saludó- Lamento mi tardanza la verdad, es sólo que tuve un pequeño inconveniente en casa.
-Hola Hye, ¿podemos hablar? A solas –dijo.
-Seguro, Kyung quédate aquí no te muevas noona va a hablar con Kai por un segundo ¿sí? Sé un buen chico –dijo ella y el menor asintió- Bien ¿qué querías decirme?
-¿Quién es ese? –preguntó apuntando a D.O con la cabeza y la otra frunció el ceño.
-No le llames ‘ese’ es mi hermano ¿de acuerdo? –contestó cabreada.
-¿Hermano? Jamás en todos nuestros años de amistad me dijiste que tenías un hermano –murmuró molesto.
-Porque no quería ver tu reacción cuando te dijera que mi hermano es…
-¿Qué cosa? ¿Un retrasado? –preguntó alzando la voz de a ratos.
-¡No te atrevas a llamar a Kyung Soo retrasado nunca más y menos en mis narices Kim Jong In! –Exclamó- Pensé que eras mi amigo.
-Y yo pensé que tú eras mi amiga pero veo que no me tienes la suficiente confianza como para decirme que tienes un hermano.
-Tal vez por esa razón no lo hice, porque eres igual al resto que se burla de mi pequeño hermano sólo por tener una condición mental –dijo- ¿Sabes qué? Mejor busca a alguien con quién estudiar, yo ya no te voy a ayudar.
-¿A dónde vas? –exclamó yendo tras ella.
-A casa, vamos Kyung Soo es hora de volver a casa –anunció mientras tomaba la mano del otro.
-Pero noona ¿no me dijiste que estudiarías? No deberías irte así –balbuceó mientras era tirado de la mano por su hermana.
-No importa estudiaré en casa –contestó- D.O ¿qué pasa? No te detengas vamos debemos ir a casa.
-¡No! Noona le prometiste a mamá que irías a la biblioteca a estudiar –exclamó- No debes mentirle a omma, no debes, ella siempre dice que los niños buenos no deben decir mentiras.
-Omma no se molestará porque estudie en casa Kyung Soo –refunfuñó- La biblioteca sólo es un lugar tranquilo y silencioso, nada más.
-Pero… pero tú dijiste… dijiste –a medida que Kyung Soo balbuceaba las lágrimas brotaban de sus ojos.
-Ya, ya, ya está bien, está bien noona siente mucho haber actuado así, no llores Dodo –susurró.
Jong In veía todo desde una distancia prudente y se golpeó mentalmente al haber actuado de tal manera, ¿cómo podía ser tan estúpido? Había hecho enojar a su mejor amiga en el mundo y gracias a ello Hye Soo había tenido una discusión con su hermano y este había terminado llorando. Se sintió realmente mal y se auto recriminó unas diez veces más por ello.
-Vamos, ayuda a noona a estudiar ¿sí? –El bajito se limpió las lágrimas con el cuello de su camisa y asintió enérgico- ¿Vienes? –preguntó de forma áspera.
-Sí voy detrás de ustedes –contestó- Hye Soo, escucha lo la…
-Ahórratelo Jong In no quiero hacer llorar a D.O de nuevo –murmuró.
-Pero…
La otra lo ignoró por completo y toda su atención fue acaparada únicamente por Do Kyung Soo quien comenzó a cantar de la nada para ella, Jong In vio esa mirada maternal y amorosa que Hye Soo le dedicaba y se vio impresionado. Hye Soo nunca fue de ese tipo de chica que fue muy afectiva y estar en aquel momento viendo cómo sonreía de manera tan especial junto a él es cuando supo entonces que ella amaba a su hermano con locura.
Al entrar, ella le pidió que fuese en busca de su propio libro y el pequeño asintió gustoso, le colgó uno de los radios de bebé con un colgante al cuello y lo dejó ir a explorar; antes de irse Hye Soo le advirtió que no fuera muy ruidoso o podría molestar a los demás lectores y Kyung Soo acató la orden como era debido. Jong In entonces se sentó en una mesa vacía y su amiga le siguió desde atrás, en silencio sacaron sus cosas y ella puso el otro radio sobre la mesa a un lado suyo.
-La materia prima más pura es…
-¿Qué pasa? –Preguntó al verla detenerse de forma abrupta- Hye ¿qué pasa?
-Kyung –balbuceó- Kyung, Kyung ayúdame a buscarlo.
-¿Qué? Pero ¿dónde?
-No lo sé en cualquier parte de la biblioteca –exclamó y algunos que estaban cerca le reprocharon por el ruido- Lo siento mucho –se disculpó y se echó a correr.
Jong In reaccionó un poco después al ver a su amiga correr rumbo a las estanterías de historia, él por su parte se dirigió a los lados donde había caricaturas, caminó y caminó durante varios minutos por cada pasillo y lo encontró entonces, acostado en posición fetal en el piso llorando.
-Kyung Soo –susurró y el menor se levantó del suelo y corrió hasta echarle los brazos encima.
Kai pensó por primera vez que, aquel chico tenía algo especial, reaccionó al sentir cómo se lanzaba a sus brazos y continuaba llorando; lo cargó como a un bebé y tomó el radio para avisarle a Hye que lo había encontrado, comenzó a caminar de vuelta a la mesa donde estaban y sintió como poco a poco el más bajito caía rendido del sueño, lo supo al momento en que dejó de sentir los espasmos que tenía cuando temblaba por el llanto.
Al volver Hye Soo casi se echa a llorar y le agradeció mil veces por haberlo encontrado, Jong In se disculpó de nueva cuenta y ella las aceptó esta vez haciendo sonreír a Kai.
-Lo mejor será que los lleve a casa –dijo.
-Déjame despertarlo entonces –contestó pero Jong In negó.
-No, no es necesario yo lo llevaré –dijo.
-Kai, Dodo pesa demasiado para que lo cargues todo el trayecto de la biblioteca al metro y del metro a mi casa, lo mejor será que me dejes despertarlo –volvió a decir.
-Y yo dije que lo llevaré, tu hermanito no es pesado además está muy cómodo –insistió- Míralo, está durmiendo muy sabroso en mi hombro.
-¿Estás seguro? –insistió ella.
-Sí, además esta es otra forma de pedir perdón.
-Pero ya te dije que todo estaba bien –contestó.
-No a ti –dijo y ella enarcó una ceja- A él.
Hye Soo entonces sonrió de manera burlona y negó varias veces con la cabeza, tomó las cosas de Kai y las suyas y se colgó las dos mochilas al hombro. Caminaron hasta el metro hablando de tonterías y en ningún momento Kyung Soo despertó, Kai notaba cómo la gente miraba a D.O con ternura pues sabían que era uno de esos niños con condiciones especiales y sintió celos de ellos.
-Qué niño más hermoso tienen ahí, ¿es tu hermano? –preguntó una señora a Kai.
-No señora, es el hermano de mi amiga –contestó.
-Oh dime querida ¿él está en alguna institución especial? –preguntó nuevamente dirigiéndose a Hye Soo.
-Me temo que no, Kyung Soo ha aprendido lo poco que sabe porque papá le enseñaba en casa pero ahora papá murió y mamá todavía se rehúsa a llevarlo a la escuela –dijo.
-Eso está mal ¿cuál es la condición que padece?
-Él nació con un problema de crecimiento, aparte de eso su desarrollo del aprendizaje no está acorde con la edad que posee, tiene la mente de un niño de siete años pero tiene quince en realidad –explicó.
-Yo soy profesora en un instituto para personas con discapacidades y me agradaría que convencieras a tu madre de inscribirlo en nuestro instituto –dijo- Ten esta tarjeta contiene el número de la escuela, pueden llamar cuando gusten.
-Oiga yo había leído acerca de ustedes, tienen un programa muy bueno –sonrió y la mujer junto con ella- Muchísimas gracias.
-No hay de qué y denle mucho amor a ese pequeñín –contestó mientras se alejaba con una risa agradable.
-Que linda señora –murmuró- Espero que mamá quiera llevarlo, D.O tiene mucha ilusión con ir a la escuela pero mamá le tiene mucho miedo a eso.
-Pues no debería –le dijo Kai.
Tiempo después Hye Soo y Kai convencieron a la madre de la chica para inscribir a su hermano en aquel instituto, al principio la mujer se rehusaba pero conforme Hye Soo insistía y D.O alegaba que quería ir a la escuela lograron convencerla y terminó por matricularlo en dicha institución.
Kai iba frecuentemente a casa de Hye Soo para ver más seguido a D.O, el pequeño se había hecho un gran amigo suyo y llamaba a Jong In ‘su héroe’, conforme el tiempo pasaba Kai sentía la necesidad de estar con él y sabía que se había enamorado de D.O pero comenzó a aceptarlo poco a poco.
-Oye Hye –llamó y la nombrada murmuró un ‘mmm’ denotando interés- Creo que… estoy enamorado de tu hermano –soltó de golpe y cerró los ojos preparado para la segura paliza que le esperaba.
-Ya lo sé –contestó con desinterés mientras seguía hojeando el libro que tenía en sus manos sin mirar a Jong In a la cara.
-¿Qué? –preguntó exaltado.
-Jong In se te nota a kilómetros de distancia, eso de que eres el supuesto ‘amiguito’ de mi hermanito es sólo una tontería –contestó aún sin mirarle- Lo noté porque lo miras muy interesado y cuando te llama ‘héroe’ te brillan los ojos como colegiala enamorada.
-¡Yah! –Exclamó y Hye Soo no supo si reír o rodar por el piso- No te rías Hye Soo, yah Do Hye Soo.
-Aigoo, aigoo nuestro Jonginnie está avergonzado –se burló esta vez viéndolo a la cara- Omo, voy a tener a un morenazo sexy como cuñado.
-Yah tú mocosa estúpida cállate –gruñó apenado y la otra continuó molestándolo- Cállate tarada, cállate.
-¡Noona! –gritó D.O, Hye Soo se levantó del sillón y subió a la habitación de su hermano.
-Ya voy bebé, ya voy –Kai la seguía desde cerca y subió junto a ella- ¿Qué pasa?
-Mira –exclamó mostrando un dibujo en el que había estado trabajando.
-Vaya Dodo no sabía que habías mejorado tanto en tus dibujos –dijo mientras tomaba aquel pedazo de papel y apreciaba lo que había en él.
-Gracias, mi maestra me ha dicho que dibuje a las personas más importantes para mí, mira esta es mamá –dijo mientras señalaba a una de las figuras- Esta eres tú, a papá lo dibujé como un ángel porque siempre me has dicho que él es mi ángel y aquí está Kai.
-Vaya hasta en un dibujo soy demasiado apuesto –presumió mientras asomaba la cara sobre el hombro de Hye Soo.
-Ja, ja, ja eres un idiota –se burló.
-Noona no te metas con Kai –lo defendió.
-Lo siento, lo siento, se me olvidaba que tú y Kai van a casarse –dijo a modo broma.
-Así es así que no te metas con él noona –contestó D.O haciendo que Kai casi se desmayara.
-Bueno entonces si es así, los dejaré solos para que puedan besarse y decirse cosas cursis –decía mientras simulaba tirar besos y salía pitando por la puerta.
-Esa grandísima –murmuró Kai al verse sólo en compañía de D.O.
-Hyung –le llamó y Kai dudó si girarse o no- Hyung ¿te has enamorado de alguien?
-Sí lo he hecho –Kyung Soo entonces se acercó un poco a él- ¿Tú te has sentido enamorado Kyung?
-Creo que sí, pero siempre dicen que los niños no saben lo que es estar enamorado –contestó con un adorable puchero.
-Eso es falso, los niños son capaces de amar con más facilidad porque ellos sólo ven el alma de la gente ¿sabes? A mí me gusta un niño muy especial –confesó apenado.
-¿En serio? –preguntó algo desilusionado.
-Sí, es un niño muy hermoso, lo conocí hace unos meses porque él venía con su hermana mayor tomados de la mano, estaba vestido con una camisa de Superman y un bermudas gris, ella nunca me había contado acerca de él así que peleamos y aquel niño se perdió en la biblioteca –contó- Lo encontré llorando en el piso y me sentí muy mal por haber discutido con mi amiga, desde ese entonces no me gusta separarme de él y ¿sabes cómo se llama?
-No –dijo D.O aún sin comprender de lo que Kai hablaba.
-Do Kyung Soo –respondió después.
-¿Se llama igual que yo? –preguntó inocente.
-No pequeño, eres tú –contestó y Kyung Soo sonrió- Estoy enamorado de ti.
-Kai, te quiero –murmuró y Kai se acercó a él para rozar sus labios.
-Eres una estrella, tú Do Kyung Soo eres la estrella de Kim Jong In.