Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Kommátia Protoú por HokutoSexy

[Reviews - 16]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

XI. VACÍO

(Acuario)

 

SIDE A

Only you can make this world seem right
only you can make the darkness bright
only you and you alone can thrill me like you do
and fill my heart with love for only you
Only you can make this change in me
for it's true, you are my destiny

Only you, The Platters.

 

 

Sólo te pido que no juegues conmigo, es lo único que te pido”, eso fue lo que el Arconte de Acuario le pidió una vez al griego, cuando aquello dejo de ser una amistad ambigua para convertirse en algo más allá de lo imaginable… había roto muchas reglas, había roto sus propios juramentos… y no conforme con ello… había pecado de impiedad, de blasfemo… habían hecho un juramento, que nada tenía que ver con convertirse en parabatai el uno del otro… el rito profano que les valdría la expulsión probablemente… el juramento del viejo Código Micénico… la degradación de la orden…

 

—Tú… maldito degenerado, siempre tú… —farfulló Dègel.

 

…mío por toda la eternidad…”, le dijo, y de haber sabido que cuando Sage le entregó el corazón débil de Kardia, las llamas de ese hombre lo consumirían… tal vez no habría aceptado…

 

Habían jurado por Afrodita Urania, ellos, los guerreros de la orden, sólo juraban por la infanta Atenea… en ello radica que lo que hicieron… era un acto profano… y a él, a Dègel, no le importó… si se trataba de Kardia era capaz de doblegarse…

 

Krest se lo dijo: que jamás se le ocurriera anteponer el corazón a sus obligaciones… Unity… también se lo gritó la última vez en Bluegard, cuando estaban en la cama, que no cometiera la estupidez de irse tras un “hijo del Sol”, como él ruso los llamaba despectivamente… pero a ninguno le hizo caso… sólo siguió su corazón…

 

Kardia le enseñó tantas cosas… y ahora… ¿qué carajo era lo que hacía con el corazón roto? Eso no se lo dijo, no le dijo que hacer con sus emociones quebradas y derramadas en los recuerdos, en el tiempo… no se lo dijo…

 

Ese maldito niñato… Yato… y luego aquel otro, el jodido, mustio y afeminado Arconte de Piscis… ese fue el que más le dolió, ese fue el que le hizo reventar de rabia… porque siempre lo supo, y siempre se lo dijo… que Albafica buscaba algo más que su… ¿Amistad? ¡Amistad! ¡Solo un tarado como Kardia no se habría dado cuenta!, pero él tenía razón…

 

Y ahora estaba ahí… solo, con el mundo viniéndosele encima, el poder de sus emociones desgraciadas cayéndole encima como una marejada que lo estaba engullendo, no podía perdonar, no podía sentir nada que no fuera rabia, celos… y dolor, dolor inconmensurable… le resultaba imposible reconocer a ese fantasma que exige no desaparecer de su vida: amor.

 

Su corazón de hielo roto lo trastornó absolutamente, resurgiendo de vez en vez como la resurrección de un paraíso perdido, enterrado en una región prohibida entre la memoria y el olvido.

 

Emponzoñado…

 

Y al final no le sorprendía que él estuviese así, hecho pedacitos y el otro cabrón, impúdico, hijo de la más puta entre las putas, seguía la vida como si nada… no había nada de extraño. Eso también lo intuía desde hace tiempo: que Kardia, de los dos, era el más fuerte… le era tan claro como que el griego iba a sobrevivir a su propia condición y a su corazón enfermo, el sobreviviría…

 

Cazador de estrellas… mi guerrero tebano…” aun lo escuchaba en sus noches más lánguidas, aquellas en las que la tragedia de su vida le escupía a la cara en la frialdad del thòlos de Acuario, y siempre escucharía esas palabras, siempre… como una plegaria… siempre…

 

Era un discapacitado de sus emociones.

 

El normando acabó carcajeándose vivamente de su propia estupidez, reía de lo irónico que le resultaba todo, porque en vez de mantenerse en vela en su templo, consagrándose a Atenea, casi a las puertas de la Guerra Sagrada, ahí estaba él con sus líos sentimentales, líos en los que no se habría metido si se hubiese dedicado en cuerpo y alma a ser el guerrero de los hielos que se esperaba que fuese.

 

Ahí estaba solo, patético, miserable. Con lo poco que le quedaba de cuerdo, pendiendo de un hilo.

 

—Todos los que se han vanagloriado en poemas, ensayos, novelas, en las tragedias… todos se pueden ir a la mierda, porque no tienen ni puta idea de lo que se siente… ni mínimamente —razonó en voz alta, apretó los puños.

 

El dolor le hizo bajar la mirada hacia las palmas enrojecidas de sus manos… ahí en donde tempo atrás se habían cortado tanto él como Kardia, las heridas estaban aflorando. No tenía sentido, esas heridas ya habían cerrado.

 

—Y ahora… los dioses me castigan por mi blasfemia y por la tuya… —dijo lleno de rabia.

 

Con el corazón roto y las cicatrices abiertas levantó la mano derecha concentrando el poder de su golpe mortal, el hielo comenzó a formarse impoluto, como diamantes, la temperatura descendió a toda velocidad, su cabello empezó a ondear a su alrededor y el viento congelante rodeó el cuerpo del Arconte de Acuario…

 

Canéfora…” escuchó la voz de Kardia entre risas… su risa fácil…

 

Dirigió el torrente congelado de su polvo de diamantes hacia el precioso jardín de rosas que tan amorosamente cuidaba Albafica Brattahlid, congeló todo, palmo a palmo, las flores rápidamente se cristalizaron apagando su belleza colorida para convertirse en esculturas de hielo… muertas… muertas como su corazón… todo el jardín muy pronto quedó reducido a un camposanto de hielo que nadie podría descongelar… era un mudo testigo de su encono… y una manera de joderlo, a los dos.

 

El último disparo de hielo salido de su mano sangrante se disipaba en el jardín del templo de los peces al mismo tiempo que las lágrimas le cegaban la vista y resbalaban convirtiéndose en cristales sobre sus mejillas… el último rescoldo de su corazón de cristal, roto y muerto como aquel jardín…

 

Había llorado, lágrimas de cristal, el Arconte de Acuario lloró como no se pensó capaz de hacerlo… pero eso… nunca nadie lo sabría… que en ese lugar se había acabado por quebrar desde adentro, irremediablemente…

 

 

SIDE B

Your time has come to shine.
All your dreams are on their way.
See how they shine.
If you need a friend
I'm sailing right behind.
Like a bridge over troubled water
I will ease your mind.
Like a bridge over troubled water
I will ease your mind.

Bridge over troubled water, Simon & Garfunkel.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).