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Nuestra bendición por Merokochan

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Notas del capitulo:

Bueno sólo quería decir que... disfruten la lectura!! no hay mucho que aclarar.... cualquier duda o sugerencia se les permite hacerlo :D

-¿Y qué me hace creer que esto nos beneficiará?-

decía un hombre de cabello algo largo color café y con el ceño fruncido algo molesto e inquieto. Algo le daba mala vibra en esa chica extraña de cabello castaño que le cubría un ojo, acompañado con un perro que se encontraba acostado a su lado. El hecho de que la chica fuera insistente en verlo y encima acompañada por el can le resultaba sumamente extraño. Luna sonrió en forma macabra despidiendo un aura de picardía, como Guardiana del Hilo rojo del Destino, sabía muy bien como convencerlo al notar un finísimo hilo rojo brillante que iba desde el dedo anular del hombre hasta dirección a la puerta de entrada. Con disimulo siguió la vista recorriendo el hilo hasta voltear la mirada y ver con asombro que la otra punta estaba atada al anular del hombre alto que la había recibido con tanta educación y seriedad. Y entonces volviendo la vista para mirar fijo al hombre frente suyo dijo con fingida indiferencia

-Bueno... usted debe saber muy bien que a pesar de que uno quiera separar los sentimientos del trabajo... a veces es sumamente difícil hacerlo-

 El castaño suspiró dándole la razón pero su mirar no se relajó y levantándose de pronto bramó con sutil tono de amenaza pero sin que su sonrisa se borrara

-Dime sin rodeos.. ¿que te trae aquí quitándo mi tiempo?-

Luna se sintió ofendida, ¿quién rayos era él para hablarle de esa manera con ese tonito? ella podía... y ahí su ocurrencia llegó y volviendo a su aire siniestro miró hasta donde se supone estaba el hilo rojo y tomándolo delicadamente quedó a la vista de todos en la habitación dejandolos mudos del asombro; al tiempo que Luna decía calmadamente pero con igual tono amenazador fijando la vista a las dos personas presentes

-Bueno... estoy aquí porque necesito que reuna a ciertas personas que trabajan aquí... dígales lo que sea pero los necesito en el punto de reunión que yo indicaré. Si se rehusa...- apretó suave pero firme aquél frágil hilo -así como puedo juntar dos personas... puedo separarlas ¿entiende?- 

El castaño tragó en seco mirando fijo la mano de Luna que sostenía el hilo antes de sutilmente asentir. La chica relajó de inmediato su semblante y con una sonrisa soltó el hilo que tomó otra vez su invisivilidad y levantándose con educación dijo

-Bien, sólo eso... necesito que reuna a las personas que les indique aquí- sacó un papel en que escribió rápido una lista y una dirección, al tiempo que colocaba el papel encima del escritorio -y los lleve a la dirección que está allí anotado... puede decirles lo que quiera pero no les diga que es por mí... haga lo que sea necesario pero los necesito allí mañana al atardecer... ya sabe que sucederá si no l hace, ahora sí me despido buenas tardes- y dicho aquello desapareció de la habitación dejando a las dos personas allí perplejas.

-¿Y ahora?- cuestionó Weed cuando estaban en el asensor. 

-Bien con esto ya tenemos a... 3 parejas y una persona mas... faltan ahora 2 parejas mas y una última persona- respondía Luna mientras hacía un conteo mental.

En ese instante, cuando salieron del elevador e ingresaron a la recepción para finalmente salir; afuera estacionaba un deportivo rojo del que se bajó apresurado un peliplateado con cara de pocos amigos. Dicha persona estab tan enfrascada en entrar que apenas notó que una chica y un perro pasaron a su lado, cuando lo hizo paró en seco y voletando quizo ver quién era pero ya habían desaparecido. Pero tenía una leve y escalofriante sospecha de quién se trataba.

Un rato después Luna se detuvo en una librería y entrando no tardó mucho en localizar su objetivo. Y en cuanto lo hizo, sin ningún descaro fue hasta donde estaba y cuando su presencia se notó, el chico se le quedó mirando fijo y Luna supo de inmediato la duda que se planteaba y sólo dijo

-Mañana al atardecer ve a esta dirección- extiende su mano en dónde hay un papel que es tomado con recelo por el chico -es una manera... de compensar las cosas... así que por favor ve... hazlo por él- y sin más se fue a la salida dejandolo pensativo.

Por último, a las apuradas fue hasta un complejo universitario y llendo directo a las oficinas del director estaba a punto de entrar cuando una voz muy familiar lo sacó de sus pensamientos

-¿Qué haces aquí?-

Y fijando la mirada hacia el origen de aquella voz, pudo confirmar que era de Shinobu. Pero se quedó petrificada que el chico se notaba a leguas que no estaba bien, ni física ni emocionalmente. Sus ojos se veían hinchados de tanto llorar y se le comenzaban a notar ojeras por no haber dormido bien. Pero lo que alarmó mas a Luna fue al percibir sus intenciones...

-Eso mismo digo... ¿acaso.. piensas huir?-

bramó Luna sorprendida pero también frustrada. El rubio se quedó de piedra, no se esperaba aquella afrontación y mucho menos de ella. Pero retomando coraje se le enfrentó

-Es lo mejor... yo no quiero...-

-¿causar problemas?- interrumpió Luna ya sacada de quicio, pero mantenía la compostura... no quería armar líos en ese lugar pero aprovechando la ocación le dijo 

-Mira pendejo, yo sólo vine para encaminar las cosas... te lo diré a tí ya que estás aquí... dile a él y a Hiro y su pareja que vengan a este lugar- extiende un papel que Shinobu toma desconfiado -Y tú también vendrás... Mi tiempo se acaba y necesito irme tranquila de que las cosas estén encaminadas para cuando sea el momento de irme... Diles que es NECESARIO... y si no la pagarán caro...- y antes de que hiciera algo de más, dio la vuelta y se marchó dejando a Shinobu con un nudo en la garganta.



Al momento acordado...


Luna estaba en su forma lupina, su pelaje color plata lucía brillante a la luz del sol poniente. A unos metros Weed estaba alerta ante la llegada de los "invitados".
La chica en su usual apariencia estaba mirando el horizonte que ahora acogía el sol a cada segundo. Su paciencia se agotaba hasta que en un momento sintió a Weed inquieto. Habían llegado, y por casualidad habían llegado casi al mismo tiempo. Con algo de nervios Luna trató de calmarse, debía guardar compostura. Esperó unos segundos a que los recien llegados fueran traidos por Weed y hacer al fin su aparición. De repente podía oir gritos de asombro y palabras como "¿¡Qué haces aquí?!" confirmando la llegada.

Weed fue rápido al encuentro de las personas que estaban allí y con un ladrido fuerte llamó su atención, para sorpresa del grupo Weed finalmente hizo salir su voz "humana"

-Síganme... ella les dará explicaciones del porqué están aquí...- 

a lo que les hizo concluir de quién les había invocado... con desgano y enojo pero también sorpresa siguieron al can que los llevó hasta un lugar algo apartado de la vista imprudente. Al llegar casi caen del susto al ver que sólo había un... lobo. Un enorme lobo gris color plata que miraba hacia el horizonte con una mirada tranquila. El canino gris al notar las nuevas presencias volteó la vista haciendo notar que tenía una mirada bicolor: un ojo color café y el otro era de un color mezcla entre color celeste y un ambar al que lo cruzaba una cicatriz en forma de luna de arriba hacia abajo. También pudieron ver un collar que colgaba de su cuello que tenía una piedra semi-transparente color azul cielo... que habían reconocido a la perfección. Aquél collar... pertenecía a la chica que descolocó sus vidas.





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