Sebastiana POV.
No sé cuanto tiempo estuve inconsciente, solo sé que noté que aterricé en algo bastante suave con un olor a rosas pero bastante incomodo. Pero esto cambio rápidamente ya que sentí que alguien me alzaba en brazos y al poco rato me dejaban en lo que pienso que es una cama.
Al poco rato escuche murmullos en donde me encontraba que se fueron apagando al yo quedarme dormida.
Cuando desperté era ya muy entrada la noche, me sentía un poco mareada pero aun así me levanté para saber donde me encontraba. Abrí la puerta y me encontré con un pasillo completamente a oscuras. Esto lo único que hacía era que me fuera difícil orientarme pero por lo menos podía ver por donde iba y no me chocaba con la paredes.
Seguía mareada y a veces me tenía que apoyar en las paredes para avanzar a quien sabe donde me llevara ese pasillo. Después de estar caminando un rato llegue a lo que supuse que era el vestíbulo pero no lo sabía con certeza ya que al igual que el pasillo estaba oscuro y tan oscuro estaba que ni siquiera vi las escaleras.
Solo sé que estaba caminando y de repente no pisé nada.
- ¡¡¡¡¡Ahhh!!!!!- grité preparándome para un golpe que no llegó.
- ¿Se encuentra bien señorita?- me dijo una voz de hombre que me sonaba mucho.
- Sí, estoy bien- dije intentando enfocar la cara de la persona que me hablaba.
- ¿Qué hace levantada a estas horas y encima en su estado?- me preguntó con curiosidad, mientras caminaba por el pasillo creo que devuelta a la habitación de la que había salido.
- Quería saber donde estaba, solo eso- dije todavía sin verle la cara, estaba empezando a ver borroso supongo que me seguía encontrando mal.
Llegamos a la habitación, él me dejo en la cama y me arropó. Cada vez me sentía peor y creí que me iba a quedar otra vez inconciente pero pude oír lo que me dijo antes de hacerlo.
- Está en la mansión Phantomhive, señorita.
- ¡¡¿QUÉ?!!- pensé antes de caer dormida.
Fin Sebastiana POV.
Kira POV.
Si esa caída había sido dura, lo que vino después no se que fue y por varias causas.
1- No sabía donde estaba.
2- No me encontraba bien y eso me hacía vulnerable.
3- Había un ruido que no me dejaba dormir.
Y la cuarta, última y la más importante:
4- No sabía donde estaban Sebastiana y Misa o mejor dicho Willa. (Se dice Wila, no es un nombre muy original pero fue el único que se me ocurrió XD)
Entre eso y todo lo demás, era como una punzada directa en la cabeza.
- ¡Ay! Que pare ya ese ruido- grité prácticamente tapándome la cara con la almohada en un de mitigar el ruido.
Y paró. ¡Wow!, nunca pensé que con solo gritar que parará lo haría pero por lo menos podía tachar ese ruido de la lista de las cosas que me preocupaban.
Otra cosa que no sabía era si era de día o de noche, aunque esto no me preocupaba mucho pero supongo que si había ruido es que era de día y que me encontraba en un sitio muy molesto.
- Por lo menos esta despierta- dijo una voz un tanto cantarina de un joven de unos 14 años supuse por su tono de voz.
Me quite la almohada de la cara y mire al mí alrededor hasta que mi mirada un tanto borrosa se posó en el joven que habló.
- Si tú lo dices- dije un tanto irritada- pero me duele la cabeza de una manera impresionante.-me volví a tumbar en la cama y cerré los ojos.
- Esa no es forma de hablarle a un extraño y encima te he salvado- dijo claramente molesto.
- Yo hablo como quiero y con quien quiero- dije todavía con los ojos cerrados- y más si me encuentro mal, así que déjame en paz.
- Por lo que se ve tus padres no te educaron bien- dijo con voz maliciosa- veo que tus padres son unos campesinos analfabetos.
- Si se supone que eso era para molestarme, no lo vas a conseguir así-dije con superioridad pero que paso rápidamente a una voz nostálgica- mis padres están muertos.
El silencio que se formó era tan denso que se podía cortar con un cuchillo, abrí mis ojos y le miré. Su cara era un cuadro, se había quedado mudo y eso me extrañó, de ser arrogante y molesto había pasado a ser callado y un poco avergonzado.
- Lo siento, no lo sabía- dijo mirando al suelo.
- Sí ya se, no hace falta que te disculpes solo déjame dormir-dije volviendo a cerrar los ojos.
- De acuerdo, te dejó tranquila- oí como se iba alejando y como abría la puerta pero se detuvo- pero antes, ¿podrías decirme tu nombre?
- Me llamo Claudia pero me gustan más que me llamen Kira- dije empezando a caer dormida, noté como se iba yendo pero antes quería saber una cosa- oye antes de que te vayas ¿podrías decirme donde estoy?
- Sí claro, estas en mi mansión, la mansión Trancy- dijo antes de irse.
- Así que en la mansión Trancy.-pensé ya cayendo dormida- ¡Espera! ¿QUÉ?
Fin Kira POV.
Willa POV.
Lo primero que vi al despertarme fue algo de color rojo, y no me quejo ya que el rojo es uno de mis colores favoritos, además soy muy sádica y los colores rojos sangres me apasionan.
Pero lo que no me gustaba es que no podía saber que era eso rojo. Me acababa de despertar y por las mañanas me cuesta arrancar, aparte no tenía mis gafas así que menos veía. Me intenté levantar pero algo me empujó devuelta a la cama.
- ¿Qué haces? Ni pienses levantarte en el estado en el que te encuentras-dijo una voz masculina un poco aguda.
- ¡Auch! No hacía falta que me empujaras tan fuerte, con decírmelo valía- dije un poco adolorida.- por cierto, ¿donde están mis gafas?
- ¿Te refieres a esas?-dijo señalándolas,
- Sí son esas- dije intentando cogerlas pero volví a recibir un golpe- ¡Ay! ¡Déjame de pegarme sin motivo!
- Te he dicho que no te muevas, estas mal- dijo volviendo a empujarme contra la cama- Además tendría que hacer yo las preguntas. ¿Cómo te llamas? ¿Cómo llegaste hasta aquí? ¿De dónde eres?
- Son demasiadas preguntas- dije un cansada- Me llamo Willermina pero me llaman Willa, soy de Londres y no sé como llegué aquí. Lo único que sé es que estaba con mis amigas y de repente aparecí aquí.
- ¿En serio? ¿Cómo se llaman tus amigas?- dijo sentándose en la cama al lado mío.
- Sebastiana y Claudia.-dije intentando mirarle a la cara pero era complicado sin gafas.
- ¡¿Sebastian?! ¡¿Conoces a Sebastian?!- dijo muy emocionado de repente con una voz más aguda de lo normal.
- No, he dicho Sebastiana con a al final.-dije extrañada había alguien más con el nombre Sebastian.
- Qué pena- dijo desilusionado- Bueno, será mejor que descanses ya hablaremos más tarde, además tengo que trabajar.
- ¡Espera! ¿Dónde estoy?-dije intentando detenerlo.
- Estas en mi casa, ¿dónde va ser?-dijo en tono de burla, antes de irse ya que oí la puerta cerrarse.
- Eso no me ayuda para nada- pensé molesta pero lo único que podía hacer ahora era esperar a que volviera, así que me fui quedando dormida.
Fin Willa POV.