-¡No dejaré que le pongas un dedo a mis amigos maldito lunático!-la sangre caía por la comisura de los labios de Naruto.
El ser sonrió y en un segundo se puso frente a él y chocó su frente con la del chico.
-¿No dejarás? De verdad los humanos son ingenuos.-dijo y en movimiento que sólo cierto azabache sobre el techo pudo ver golpeó al rubio de una manera tan fuerte, que el aire emitió un zumbido y las pocas paredes de pie a su espalda cayeron sobre el chico, el cual quedó inconsciente.
-¡Naruto!-gritaron sus amigos, su compañeros.
-Esto es lo que les pasa a los humanos, acepten ser esclavos de mi señor y vivirán.-predicó.
-E-espera…-con dificultad habló el muchacho de ojos azules.- N-nadie será tu esclavo ttebayo…
Al parecer la inconciencia le duró poco. El tipo de oscuros ojos se enfureció, no podía entender como ese chico podía levantarse y volver a abrir la boca una y otra vez.
-Maldito humano…-dijo levantando su mano, dispuesto a cortarlo en dos con su látigo.
Pero algo se lo impidió. Un chico de tez pálida, de negros ojos, que había observado todo se paró delante de aquel chico de cabello rojo y largo, el cual tembló ante su presencia.
-Detente Ruizak.-fueron sus palabras, calmadas. Esa voz retumbó dentro del rubio, era masculina y también fría, algo le atraía.
-P-pero S-sasuke-sama es un humano rebelde…
-¿Piensas desobedecer una orden directa de tu superior?-le preguntó o más bien le advirtió.
-N-no…-dijo éste agachando la cabeza.
El pelinegro se volvió hacia el herido rubio y lo observó, era guapo debía decirlo, atractivo aún con todas esas heridas.
Luego se volvió hacia los humanos los miró y tomó su decisión.
-Ruizak bájalos de ahí, todos serán llevados al reino Uchiha. Serán mis esclavos.
-¡Hai!- temblando obedeció la orden y con su látigo empezó a bajar de uno por uno y a veces de a dos a los humanos que miraban aterrorizados, después con sus manos hizo surgir varios látigos que se juntaron formando una especia de jaula mágica, que asombró a los presentes y a la vez acobardó aún más, ahora no tenían escapatoria, eran aves dentro de una jaula.
El hombre de ojos negros y cabello rojo como la sangre que estaba derramada iba a tomar a Naruto para ponerlo en la jaula con los otros, pero Sasuke se lo impidió con un movimiento de su mano.
-Éste se queda conmigo.-dijo.- Será mi esposo.
Ruizak tenía la boca prácticamente en el piso… Al igual que los amigos y compañeros de Naruto.
-E-es un h-humano…-trató de decir.
-No puedes quedarte con Naruto.-gritó Iruka.
-Por supuesto que sí.-sonrió arrogante, parecía algo típico en él.- Soy Uchiha Sasuke, líder de los Uchiha, uno de los cuatro clanes que está en contra de los humanos y ataca a ahora la tierra.
Todos abrieron la boca y los ojos, algunos soltaron lágrimas, había dicho “tierra”… eso significaba que adonde escaparan serían perseguidos…
-Este lindo humano es mío.-dijo Sasuke tomándolo sin ninguna delicadeza del cabello y a la vez se lamía los labios.
Naruto abrió los ojos por completo, antes estaban algo entrecerrados resistiéndose al desmayo.
-Quién…quién dijo… ¡¿Quién te dijo que te podías quedar conmigo y con mis amigos así como así?!-le gritó sin importarle nada.
El sirviente de Sasuke hizo un paso atrás, mientras el silencio de Sasuke mantenía a todos expectantes.
-Yo soy Uchiha Sasuke…
-¡Me vale quién seas! ¡Libera a mis amigos en este instante Usija Sasuke!-le ordenó.
Un tic apareció en la cabeza de Sasuke.
“Usija…”se decía mentalmente como ese humano le había faltado el respeto a su respetable apellido…
-¡Mi nombre es Uchiha, Uchiha Sasuke humano sin respeto!-frunció el ceño y una energía algo oscura empezó a surgir de su cuerpo.
-¿Y eso a mí qué?-tajante respuesta…Más venitas en la frente de Sasuke… oh sí, esto iba a terminar mal, muy mal… Al menos eso pensaban todos.
“Naruto-baka…”-decía Kiba en su mente.
“¡Narutooooooooo te matará, ahora si te mata!”-gritaba Sakura en su cabeza.
-Qué problemático…-dijo Shikamaru sin que nadie escuchara, luego de suspirar.
-Ahora eres un humano rebelde.-dijo Sasuke.- Pero pronto te enseñaré modales, lindo rubio.
-¡Inténtalo teme!-le dijo acercándose a él.
“Me desafía, me está desafiando a mí, a Uchiha Sasuke, cálmate Sasuke, cálmate, no lo mates… ¡¿Por qué no debo matarlo?! Es un humano cualquiera me puedo conseguir uno mejor… ¡Demonios Sasuke mátalo!”
El pelinegro se masajeó las sienes y miró a Naruto, definitivamente encontraría uno mejor que ese humano. Sonrió dispuesto a matarlo.
-Te di la oportunidad de vivir, ahora morirás por tu insolencia.
-¿Nani? ¿Cuál insolencia? ¡Tú eres el que ha invadido nuestro planeta!-le dijo cruzado de brazos, sin importar las heridas, sin importar frente a quien estaba.
-Los humanos son débiles, no son capaces de defenderse de nosotros, los seres superiores.-explicó seguro.
Eso enojó demasiado a Naruto, ¿quién se creía ese tipo? Él no iba a permitir que aquel teme y sus amiguitos invadieran la tierra, al menos debía intentar algo.
-Los humanos deben ser nuestros esclavos, esclavos de los seres superiores.-siguió explicando.- Ustedes no tienen ni la mínima oportunidad contra nosotros…
No, Sasuke Uchiha no se esperaba eso, ni él ni ninguno de los presentes, Naruto Namikaze Uzumaki, humano, residente de Konoha votó al suelo de un fuerte puñetazo en la mejilla a aquel líder de clan, con una fuerza sobre humana. Los ojos de Sasuke no podían creerlo, no lo asimilaban, era algo imposible lo que acababa de ocurrir, ningún humano lo había desafiado antes y sobrevivido, y ninguno antes, mucho menos lo había golpeado, porque apenas empezaban a insultarlo, él acababa con ellos, entonces ¿por qué no quería acabar con aquel rebelde rubio?
-¡No te dejaré que hagas lo que quieras! seré humano, no tendré poderes, pero ¡no me voy a rendir sólo por eso!-le apuntó con el dedo.
En ese minuto todos esperaban que aquel poderoso individuo decapitara al chico humano, que lo rebanara, que no dejara rastros de él, pero al contrario de todo lo que pensaban, Sasuke rio, rio de verdad, dejando al Uzumaki con un signo de interrogación en la cabeza.
El chico de piel apeteciblemente blanco se levantó y al mirar al humano frente a él sonrió.
-Me gustas, me quedaré contigo.-le dijo directo.
Naruto se sonrojó sin entender porque, ese tipo era un villano, pero nunca nadie le había dicho eso, o al menos no habían alcanzado porque él siempre los interrumpía y les decía “sólo amigos” o simplemente no entendía los sentimientos de los demás.
-¡¿Quién… quién te dijo que…?!-iba diciendo pero un alegre Sasuke lo levantó y se lo llevó como saco de papas, mientras empezaba a flotar en el aire.
-Serás mio.-fue su respuesta.- Ruizak lleva a los humanos a mi reino.
-Oye… ¡bájame teme!-gritaba desesperado mientras lo golpeaba.
Éste los hizo desaparecer en unos pocos segundos.
-N-no me lo puedo creer…-dijo Ruizak.
Y los demás asintieron.
No sabía cómo rayos habían llegado ahí, de un momento desaparecieron del colegio, se trasladaron a una habitación de murallas altas y de pisos cubiertos por alfombras, tenía un balcón con largas cortinas y en una orilla una cama como esas de cuentos, con cortinas también, de color rojo pasión, al igual que las sábanas. En otra esquina había un escritorio, con algunos libros, parecían viejos y desgastados, con polvo, quizás cuanto tiempo tenían ahí.
Sasuke lo lanzó a la cama con poca delicadeza, se notaba que era brusco. Se relamió los labios y de un momento a otro besó al rubio introduciendo su lengua en la boca del otro.
Naruto no podía creer que su primer beso fuera con uno de los culpables de la muerte de sus padres, con el que haría esclavos a sus amigos. Con todos los resentimientos encima empujó al Uchiha y lo miró con odio.
-¡Suéltame maldito!
Sasuke miró sus ojos y notó el desprecio hacia su persona que en ellos había, sintió una opresión en el pecho, no conocía en ese momento la razón.
-Humano resentido…
-¡Ustedes malditos!-gritó, sentía sus ojos arder, en cualquier momento sentía que lloraría, no quería hacerlo, no delante de ese ser.
-Cálmate, desde hoy ya no sufrirás, serás mi pareja.-le dijo como si sus palabras fueran capaces de consolarlo.
-¡No quiero, definitivamente no quiero estar con un monstro!- eso sí le dio profundo a Sasuke, antes había escuchado palabras así hacia él, pero nunca le había dolido, ahora le causaban punzantes dolores en su pecho.
Pero no lo demostró, ese humano definitivamente lo desafiaba, él le iba a demostrar que Sasuke Uchiha era capaz de todo.
-Serás mío…-miró las marcas en sus mejillas.-zorrito…
“¿zorrito? Suena como si fuera a ser su…”-Eso pensaba Naruto, aunque Sasuke sólo lo dijo como una forma de llamarlo.
-¿Tuyo? Olvídalo.-rio.
De la nada un hambriento beso devoró su boca y unas manos juguetonas lo agarraron de su cintura. Los labios del contrario fueron bajando hasta su cuello y ahí se posaron, dejando una marca de color morado, entre rojo y morado, de gran tamaño.
-Ahora eres mío zorrito.-se limpió un poco la saliva que le escurría de sus labios por tan apasionantes acciones.
Naruto se tocaba el cuello con la palma de su mano, tanteando el sitio.
-¡Teme, me has hecho un moretón con tu boca!-le replicó.
Sasuke empezaba a ir a la puerta.
-¡Oye vuelve!-le gritó.
-Ahora ¿quieres entregarte a mí?-le preguntó descaradamente.
-¡Por supuesto que no!-se sonrojó.
Sasuke salió de la habitación y se caminó hacia la suya que se encontraba cerca de la anterior. Al entrar se sentó en su cama y se topó la cara con ambas manos, en su mente sólo había imágenes del atrevido humano. Su dedo índice bajó a su labio superior, apenas lo tocó recordó el beso con aquel chico.
-Esto es malo…-se dijo.
Mientras en la habitación de Naruto, un rubio miraba la ventana y sonreía como todo un genio.
-Saldré de aquí a como dé lugar jejejje, iré por mis amigos y nos largaremos de aquí.